Sigue la cuenta atrás: las consecuencias de una suspensión de pagos de EEUU
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¿Qué país hará antes un default?
La cuenta atrás para la suspensión de pagos de Estados Unidos prosigue su curso sin que republicanos y demócratas se muestren dispuestos a hacer concesiones. Su incapacidad para ponerse de acuerdo antes de la fecha límite, el 2 de agosto, supone una amenaza no sólo para la economía nacional, sino también mundial, que podría tener que enfrentarse a magnitudes inciertas.
Poco después de que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, anunciara su intención de someter a voto su plan para elevar el tope de deuda, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que advertía de un veto presidencial.
Esta perspectiva hace temer un efecto dominó: ¿Hasta qué punto un bloqueo en el Congreso en Washington podría ralentizar o estancar el crecimiento global?
En concreto, el departamento del Tesoro estadounidense opina que tras el 2 de agosto, si los congresistas todavía no han acordado elevar el límite legal de la deuda, el Estado no podrá responder a todos sus compromisos.
Las consecuencias del default
Alrededor de 40% del gasto de EEUU se financia con endeudamiento, lo que significa que deberá elegir drásticamente qué pagos hará y cuáles dejará para más tarde. Eso significará la parálisis de algunas administraciones, una incertidumbre sobre el pago de las prestaciones sociales e incluso retraso en los pagos a sus proveedores.
Las agencias de calificación como Moody's, Fitch o Standard & Poors, han anunciado ya que sin un acuerdo revisarían a la baja la calificación de la deuda, lo que previsiblemente provocaría una subida de las tasas de interés. No obstante, S&P ha señalado hoy que, en su opinión, el país cumplirá con sus obligaciones sin incurrir en default.
"La nota AAA dada la deuda de nuestro país sería rebajada", afirmó el lunes el presidente Barack Obama. "Las tasas de interés subirían" y "correríamos el riesgo de provocar una profunda crisis económica, causada casi totalmente por Washington".
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió el martes en ese sentido: "tener un impago o una rebaja importante de la calificación asignada a Estados Unidos sería algo muy, muy, muy grave. No sólo para Estados Unidos, sino para la economía mundial en general".
Repercusiones a nivel mundial
Sus economistas han publicado un informe en el que evaluan los efectos de los acontecimientos económicos y financieros de Estados Unidos en el resto del mundo. "Las repercusiones transfronterizas a corto plazo son únicas por su importancia y muestran el papel central de los mercados estadounidenses en la fijación mundial de los precios de los activos", subrayan.
Según sus cálculos, en los buenos momentos, cuando Estados Unidos crece 1% "la mayor parte de los países del G20" gana alrededor de medio punto. Sin embargo, los economistas no han calculado qué pasa cuando el crecimiento en Estados Unidos se desacelera.
Pero "una pérdida de confianza" en la "credibilidad presupuestaria" de Washington "tendría repercusiones negativas mayores para el resto del mundo, visto el papel de referente mundial de los rendimientos sobre las obligaciones de Estado estadounidenses", advierten.
Aunque "Estados Unidos pueda pagar su facturas" en los plazos normales y aunque la crisis se resuelva rápidamente, "no es un buen momento para que ésto (la falta de acuerdo en el techo de la deuda) llegue", explica Nariman Behravesh, economista jefe de la consultora IHS Global Insight.
"Las consecuencias en otras regiones del mundo serían espectaculares, en particular en aquéllas que tienen un crecimiento lento, como Europa. Porque el comercio con Estados Unidos se vería afectado", ha señalado a France Press.
¿Dos semanas más de tregua?
Aunque el Tesoro de Estados Unidos insiste en que el 2 de agosto es la fecha límite a partir de la cual el Gobierno no podrá hacer frente a sus obligaciones, muchos analistas piensan que esta fecha podría extenderse dos semanas más, asumiendo una entrada de fondos al Tesoro mayor de lo esperado.
"El primer riesgo de incumplimiento está previsto para el 15 de agosto", asegura a Reuters Ward McCarthy, economista jefe y director gerente de Jefferies & Co. "La liquidez no será un problema inmediato", apunta.
McCarthy y otros analistas de Wal Street prevén que el Tesoro tendrá suficiente dinero para cumplir con sus obligaciones hasta mediados de agosto, incluyendoel pago de las prestaciones sociales de 23.000 millones de euros previstos para el 3 de agosto.
Los analistas también esperan que el Tesoro de EEUU será capaz de hacer frente a los más de 90.000 millones de vencimientos de deuda el día 4 de agosto.
Ahora bien, aunque Estados Unidos sea capaz de seguir funcionando más allá del temido 2 de agosto, hay que tener en cuenta el funcionamiento del mercado y la reacción de los inversores si el Congreso no es capaz de llegar a un acuerdo antes de la citada fecha.
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