S&P sitúa a Grecia en la antesala del impago efectivo: recorta el rating a 'CC'
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La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha rebajado en dos escalones la deuda soberana de Grecia, desde 'CCC' a 'CC', con perspectiva negativa. De esta forma, deja el país a sólo un paso de considerarle en situación de insolvencia, tras el acuerdo alcanzado el pasado jueves por los líderes de la Eurozona sobre el nuevo rescate a Grecia.
La calificadora estima que el país heleno tiene una alta probabilidad de impago "con alguna expectativa de recobro", lo que significa que no será capaz de pagar por lo menos algunas de sus cuentas.
S&P, que de esta manera sigue los pasos de Moody's y sitúa la califación de Grecia en una situación cercana a la insolvencia, cree que la propuesta de reestructuración de la deuda soberana griega supondría un default selectivo según su metodología.
La agencia considera que esta decisión supone un canje de bonos obligado, según las declaraciones de las autoridades europeas, que es probable que se traduzca en pérdidas los acreedores privados. Así, según sus criterios, un emisor en dificultades es aquel que no paga a tiempo ni de forma completa.
Asimismo, S&P recuerda que el objetivo de este intercambio es reducir el riesgo de una impago en el corto plazo y dar al Gobierno griego más tiempo para llevar a cabo la consolidación fiscal y las reformas políticas.
Términos desfavorables para los inversores
Según el plan del nuevo rescate, la contribución de la banca se orquestará mediante un programa de canje o renovación de los bonos griegos que vencen en los próximos años por otros con un plazo de vencimiento superior, a 30 años. En opinión de S&P, estos términos son "desfavorables" para los inversores.
Así, cree que los tipos de interés pagados en los nuevos bonos están "significativamente por debajo" de los que existen en el mercado secundario, y, como consecuencia, considera que la reestructuración es perjudicial para los inversores, ya que ofrece menos valor que el prometido en la emisión original. "Según nuestro criterio, esto nos lleva a concluir que las reestructuración supone un default selectivo", añade.
En cambio, no considera que la compra de deuda soberana griega en los mercado secundarios sea un default selectivo, ya que estas operaciones son voluntarias tanto por parte del comprador como del vendedor. Sin embargo, las compras de títulos de deuda con grandes descuentos son una indicación de la debilitada calidad crediticia del emisor, otro motivo para rebajar la calificación hasta 'CC'.
Asimismo, incide en que mantiene su rating de recuperación en la calificación '4', lo que implica una probabilidad de entre el 30% y el 50% de recuperar el capital, teniendo en cuenta que el recorte del 20% del valor se producirá en la primera ronda de la reestructuración.
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