Disidentes presentan acuerdo para transición a democracia
JUAN CARLOS CHAVEZ
Más de 40 importantes disidentes en Cuba y el exilio firmaron el miércoles un histórico acuerdo para una transición democrática que exige al gobierno de Raúl Castro un amplio marco de participación ciudadana, así como la liberación de los presos políticos, la restitución de las libertades básicas y el llamado a una Asamblea Constituyente.
“Tiene una dimensión humana y social y aparece en un momento donde hay confusión, falta de perspectiva y se habla de dar votos de confianza al gobierno”, declaró el disidente Oswaldo Payá a El Nuevo Herald. “Esta propuesta le dice a los cubanos que tienen que ser los protagonistas y que la palabra cambio significa derecho”.
Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, indicó que se trata de una hoja de ruta que proclama de manera directa y transparente mecanismos para implementar cambios.
“En el aspecto económico se demanda libertad para que los cubanos tengan sus propias empresas y se respete el trabajo. No podemos seguir sentenciando a los cubanos a la pobreza”, añadió.
El documento titulado El camino del pueblo se dio a conocer el miércoles en La Habana. Sus firmantes plantean la necesidad de un nuevo marco legal que garantice las libertades individuales y de expresión de la sociedad civil. Tras señalar que es necesario iniciar un proceso de cambios legales sin exclusiones, abordaron temas como la necesidad de un amplio debate de los asuntos de interés nacional que desemboque en elecciones libres para elegir una Asamblea Constituyente. También aconsejaron la celebración de un plebiscito para decidir soberanamente sobre los cambios.
“Pero para que los ciudadanos puedan verdaderamente diseñar, decidir y construir su futuro deben ser garantizados por las leyes sus derechos y lograrse un ambiente de confianza y respeto para todos”, subrayó el texto.
Además de Payá, Premio Sajarov del Parlamento Europeo en el 2002, el llamado fue suscrito, entre otros, por Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del 2010; la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán; y el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez. Igualmente firmaron varios ex presos políticos de la Causa de los 75 que residen en Cuba y España.
“Este documento contiene nuestra base común, nuestra posición y determinación en defensa de los intereses más legítimos del pueblo cubano y sus derechos”, indicó la propuesta. “Los gobiernos, instituciones y pueblos de toda América, de Europa y del mundo, si quieren apoyar al pueblo cubano respetando su autodeterminación, apoyen y tomen como referencia esta base común del movimiento democrático cubano”.
Los disidentes reclamaron el fin de toda discriminación “y la liberación de todos los encarcelados por motivos políticos”. Asimismo abogaron por la apertura de espacios de participación e intercambio de opiniones
Berta Soler, portavoz de las Damas de Blanco, declaró desde La Habana que la transición democrática en Cuba no puede seguir en lista de espera.
“Es un documento válido porque recoge muchas cosas de importancia para un cambio y una mejora sustancial de la sociedad civil en general”, agregó Soler.
A su vez, Sánchez destacó la pluralidad de ideas políticas que apuntan a un mismo futuro democrático.
“Es un documento amplio que pretende establecer una base ideológica de convergencia”, dijo Sánchez.
Entre las sugerencias de los disidentes se cuenta la creación de una Comisión Nacional integrada por miembros del gobierno, la oposición democrática y otros componentes de la sociedad civil para que garantice el debate de ideas. Abogan además por el cese de los mecanismos de vigilancia y represión y el respeto a las libertades de expresión y asociación. También pide que se aliste una nueva ley de asociaciones y se consolide el derecho al libre acceso a la internet.
Regis Iglesias Ramírez, ex preso político condenado a 20 años de cárcel y exiliado en Madrid desde agosto, declaró a El Nuevo Herald que la búsqueda de un consenso de la oposición es saludable.
“Esperamos que este camino sea seguido por todos o una parte importante de nuestro pueblo para alcanzar la libertad de Cuba y de todos los cubanos”, acotó Iglesias.
En La Habana, el ex preso político recientemente liberado Héctor Fernando Maceda dijo que es un planteamiento que busca la real y sana unidad del pueblo cubano.
“No hay protagonismo”, señaló. “Simplemente tratamos de que los cambios se hagan”.
En relación a la vivienda, la propuesta enfatizó la idea de proteger el carácter y esencia de la propiedad privada.
“Todo cubano tendrá el derecho de continuar habitando su casa y nadie podrá desalojarlo, ni despojarlo o privarlo de su propiedad o del inmueble que habita legalmente, ni reclamarle indemnización alguna por concepto de ser su antiguo propietario”, apuntó.
Los disidentes enfatizaron que el sistema educativo y el cuidado de la salud general deben continuar siendo gratuitos.
“Que permanezcan garantizados gratuitamente para todos los cubanos, los derechos a todos los servicios de salud y a los de educación, pero sin condicionamientos políticos e ideológicos”, concluyó.
Sobre los cambios y reformas económicas que se pongan en marcha para alcanzar un desarrollo sostenido, la propuesta pidió que se realice bajo el paraguas de instituciones democráticas.
“Deben realizarse una vez que los cubanos tengan en la ley todos los derechos y elecciones libres para que soberanamente el pueblo, que es quien mejor sabe y juzga su propio bien, pueda dirigir opinar y decidir sobre su proyecto económico nacional”, precisó el documento. “Cuba no puede ser subastada, ni repartida como un pastel. Cuba es hogar y fuente de riqueza de todos los cubanos”.
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