El botín y el lodazal
Escuchar que la maestra le pidió 20 millones de pesos mensuales a un funcionario público para financiar a su partido debería ser un escándalo.
Ana Paula OrdoricaAyer lo resumía bien La Rayuela de La Jornada: En este país en donde pasa de todo... nunca pasa nada.
Las acusaciones entre Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes, el lodo tirándole a la tierra, han sido ejemplo perfecto de ello.
Escuchar de un funcionario público que en 2007 la maestra le pidió 20 millones de pesos mensuales para financiar a su partido debería no sólo ser un escándalo, sino motivo de una indagatoria con todas las de la ley.
Escándalo que sale a la luz solamente porque unos días antes Gordillo acusó a Yunes de haber sido una cuota del Presidente a cambio de votos del magisterio.
La acusación sale por un rompimiento, no por un intento de limpiar la forma de hacer política en el país.
Ante este espectáculo de lodazal, el presidente Felipe Calderón le dijo en entrevista a mi compañero León Krauze que el único pacto que tenía con la maestra era la conocida Alianza por la Calidad de la Educación (que se firmó hasta mayo de 2008). Y que las cuotas que hay son las que respetó del sexenio pasado.
O sea que el que llegara en 2006 Miguel Ángel Yunes al ISSSTE, Roberto Campa al Sistema Nacional de Seguridad Pública, Francisco Yáñez a la Lotería Nacional y Fernando González Sánchez a la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP es culpa de Vicente Fox.
Una vez más, para el presidente Calderón las sinrazones y los errores del presente encuentran una explicación en el pasado.
Pero, si las cuotas fueron acordadas por Fox, ¿qué obligó a Calderón a respetar ese acuerdo? Porque si algo quiso dejar en claro el Presidente desde que llegó a Los Pinos es que él era todo, menos lo que era Fox.
Y, sin embargo, en el tema fundamental, en el acuerdo gobierno-SNTE que representa el emblema del corporativismo priista que tanto criticó Calderón antes de ser Presidente, ahí no sólo no importó parecerse a Fox, además, ayer en la entrevista nos pidió a los mexicanos que no nos sorprendamos de acuerdos que son propios de la política mexicana.
El acuerdo Felipe Calderón-Elba Esther Gordillo fue sumamente generoso. Más generoso incluso que el que tuvo la maestra con Vicente Fox.
Con Fox, Elba Esther colocó al actual titular de la Lotería, Benjamín González Roaro en el ISSSTE; a Tomás Ruiz en Banobras (que luego pasó a la Lotería), y en la SEP no estaba su yerno pero sí su amigo José Reyes Tamez, actual coordinador del Partido Nueva Alianza en la Cámara.
Con Felipe Calderón, Gordillo se quedó con estos puestos y más. Aun cuando ni Josefina Vázquez ni Alonso Lujambio son gente de Elba, su yerno es el actual subsecretario de Educación Básica. Y al arranque del sexenio Gordillo también amarró diputaciones (González Roaro) y senadurías (Rafael Moreno Valle) para los suyos.
Todo un botín de Calderón para Gordillo. Botín que esta semana el presidente Calderón nos pide a los mexicanos que no nos asombre.
Pero aunque aquí pase todo esto... no pasa nada.
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