jueves, julio 28, 2011

La realidad incómoda de las pendejadas de Fox

La realidad incómoda de las pendejadas de Fox
La teoría del caos
Autor: Hugo Páez


En el PAN no esperaron estar tan desorientados, divididos, pesimistas y con el primer Presidente de la República panista de la historia pronosticando el regreso del PRI.



A un año de la elección presidencial en el PAN no esperaron estar tan desorientados, divididos, pesimistas y con el primer Presidente de la República panista de la historia pronosticando el regreso del PRI y alabando al candidato más fuerte de todos los aspirantes encuestados: Enrique Peña Nieto.


Para colmo, el ex delegado interino de Miguel Hidalgo, Alfredo Vinalay se presentó ayer en el CEN en la colonia Del Valle con la petición de que el PAN reingrese como militante al ex presidente del partido que llevó a Felipe Calderón a Los Pinos, Manuel Espino Barrientos.


Las escenas no pueden ser más adversas, representantes de los cinco aspirantes presidenciales enfrascados en escoger método para reducir el número de finalistas a tres para facilitarle las cosas al partido, Ernesto Cordero, considerado el candidato del Presidente Calderón, encerrado ayer en la noche con sus colaboradores de primer nivel y cinco gobernadores, Rafael Moreno Valle de Puebla, Padrés Elías de Sonora, Mario López Valdéz de Sinaloa, Juan Manuel Oliva de Guanajuato y José Guadalupe Osuna de Baja California en un aquelarre que afianzó al Secretario de Hacienda como el candidato oficial ante la brutal realidad de las encuestas entre panistas que le dan escasos 3.5 por ciento, el Gabinete de Comunicación Estratégica, y otras donde no rebasa los 6 puntos.


En esta atmósfera reaparece intermitente el histórico héroe que sacó al PRI de Los Pinos, Vicente Fox Quezada, sin respetar las reglas de los que se van, parafraseando a Francisco Javier Ramírez Acuña: “se van callados”.


Vicente siempre fue un activo en el PAN, su sola presencia en mítines provocaba euforia, aún antes de ganar en el 2000, posteriormente su imagen escaló niveles de ícono del “Sí se pudo”, ahora es el más incómodo crítico de Felipe Calderón y los calderonistas, por encima de Gerardo Fernández Noroña por el letal hecho de pertenecer a la misma casa.


Sin reparos, Fox le está facturando la probable derrota presidencial del PAN a Calderón. Sus declaraciones en Puerto Rico pronosticando el regreso del PRI a la Presidencia de la República y el reconocimiento de Enrique Peña Nieto como representante de una nueva generación de demócratas tricolores, indudablemente levantan furibundas críticas de panistas, de los que dice Fox, lo califican como “pinche Fox habla puras pendejadas”.


Pero Fox dice que no lo van a callar, ni desde Los Pinos, ni desde su partido. Indudablemente será un factor importante en la campaña presidencial y en la interna del PAN para reventar a quien se le antoje, y ése, claro está, será el candidato albiazul si sale del gabinete.


Fox ataca al CEN del partido, una estrategia para acotar la acción de Gustavo Madero, uno de sus enemigos políticos. En la entrevista de Puerto Rico asegura que el problema no son los candidatos del PAN, sino el partido. Está claro el objetivo.


Vicente Fox no dice pendejadas, en todo caso debe ser considerado un traidor y expulsarlo del partido. Ataca como un enemigo interno de los grupos de poder que maneja el gobierno federal. Tal como los dichos de Manuel Espino, causa real de su expulsión a la que aún falta el fallo de la última instancia del Tribunal Federal Electoral.


Desde otro flanco, Manuel amenaza con registrarse en la candidatura interna como ciudadano amparado en los estatutos del PAN que no limitan a que los aspirantes sean miembros activos o adherentes, eso, en caso de que el Trife falle contra el ex presidente del partido que llevó a Calderón a la victoria, o cuando menos no estorbó, como me reveló en su momento el entonces secretario general adjunto, César Nava:


“Puso la chequera del partido a nuestra disposición, pensamos que iba a poner trabas porque su candidato no era Felipe, pero actuó con institucionalidad”.


A Manuel le ofrecieron una buena embajada y la rechazó. Las formas estúpidas de Germán Martínez como titular del partido lo arrinconaron y respondió como fiera. Para la historia queda la fotografía de Espino en la antesala de la oficina de Germán con una laptop esperando en vano a ser recibido.


La soberbia, debilidad que ha caracterizado a muchos que se quedaron en el camino de Calderón, como sus dos ex presidentes del partido, Germán y Nava, no lo dejó entender la estrategia de sus opositores. Terminó con una terrible derrota en la Cámara de Diputados en el 2009 y de inmediato presentó su renuncia donde no debía hacerlo, en Los Pinos. Con esa actitud palaciega, conciente o no, facturó la derrota a Calderón, el dedo que lo impuso en la oficina central de la colonia Del Valle.


Vicente tiene una enorme pila de errores del gobierno federal actual para hacer una campaña demoledora contra cualquier intento de imposición. Santiago Creel como su secretario de Gobernación fue su candidato en el 2005, y aun cuando marcó distancia ya como senador es considerado el aspirante más afín al ex presidente y el que puede convencerlo de unirse al proyecto del partido y dejar de dinamitarlo.


Debilitar a Calderón y a Madero tiene el propósito de enfrentar la cargada de Los Pinos para imponer a un miembro del gabinete, o en el peor de los casos, a la coordinadora parlamentaria de los diputados panistas, Josefina Vázquez Mota.


Desde inicios del sexenio se entiende la consigna presidencial: Cualquiera menos Santiago Creel. Aún con vida, Juan Camilo Mouriño desde la Secretaría de Gobernación quitó a Creel de la coordinación de los senadores panistas por medio del senador Gustavo Madero, su brazo ejecutor, ahora convertido en el líder del partido que según esto le garantiza el terreno parejo. ¡Si, como no..!


Fox aventó una bomba de brutal realidad:


El PRI va a ganar porque el partido es una sucesión de errores.


Para mal tino de los detractores de Fox Quezada, el Presidente Felipe Calderón remató el martes con la frase:

Los errores del gobierno golpean al partido.


Esos errores que un día sacaron al PRI de Los Pinos.

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