Los gallos de La Maestra
El costo de respaldar a un perdedor es inaceptable para la mítica profesora.
Francisco Garfias“No se hagan bolas”, diría el clásico Salinas. Más allá de sus afectos, Elba Esther Gordillo va a aliarse con el candidato más fuerte en las elecciones presidenciales. Lo de menos es que sea del PRI, del PAN o del PRD. Para La Maestra es una cuestión de sobrevivencia no equivocarse con el ganador
Lo sostenemos a pesar de que la nota política, ayer, fue lo que le dijo al periodista Pablo Ordaz, corresponsal del diario español El País: Le gusta Marcelo Ebrard para Presidente de la República.
Es exactamente lo mismo que le escuché hace dos o tres años, pero en una cena privada. Es también lo que escribió Jorge Castañeda en el suplemento Enfoque del diario Reforma, el domingo 10 de julio.
Pero el tema la rebasa. Si a Marcelo no le alcanza para asegurar la victoria, puede dar por descontado que el apoyo del poderoso sindicato de maestros irá para otro abanderado. El costo de respaldar a un perdedor es inaceptable para la mítica profesora.
A Gordillo se le ha visto muy cerca de Enrique Peña Nieto en los últimos meses. El priista es puntero, por mucho, en las preferencias electorales. Han aparecido juntos en actos públicos. Sabemos que el gobernador mexiquense ha correspondido ampliamente a esas muestras de afecto.
Por si acaso, a Elba tampoco le disgusta el calderonista Ernesto Cordero. “Le tiene respeto y afecto”, aseguró Castañeda, quien conoce muy bien a su ex aliada política.
Pero hay más: por boca del ex jefe nacional panista, Manuel Espino, nos enteramos de que Alonso Lujambio fue a visitarla a su casa —y no al revés— apenas fue nombrado secretario de Educación.
Elba, es público, no simpatiza ni con Vázquez Mota ni con Santiago Creel. Se distanció de la actual diputada federal cuando ésta fue titular de la SEP. La Maestra llegó incluso a afirmar, en una entrevista con Raymundo Riva Palacio, que Josefina no sabía nada de educación.
A Creel, con quien tenía una relación cordial, no le perdona haberla desconocido públicamente.
Al que menos quiere ver en la Presidencia de la República es, sin duda, a Andrés Manuel López Obrador. En 2006, cuando el tabasqueño estaba en la cúspide de su popularidad, quiso pactar con él. Pero El Peje la desairó. La considera como integrante de lo que llama “la mafia en el poder.”
- En la multicitada entrevista con El País, La Maestra admitió no sólo que tiene “mala fama”, sino que su apoyo puede perjudicar a tal o cual candidato, y eso incluye a Marcelo. No se entiende, entonces, por qué hizo públicas sus simpatías.
Los sospechosistas empiezan a divulgar versiones de que es plan con maña para favorecer a su candidato real: Peña Nieto.
Sabemos que al interior del PRD las palabras de La Maestra cayeron como patada de mula. Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, integrante de Nueva Izquierda, la corriente que destapó a Marcelo como su candidato en 2012, se apresuró a desmarcarse. “Es una suerte de beso del diablo”, recalcó Chucho.
- El poeta Javier Sicilia le dio “plancha” a los diputados perredistas. No llegó a la reunión en San Lázaro. Armando Ríos Piter, coordinador de este grupo parlamentario, fue citado a mediodía en el Palacio Legislativo. Lo dejó plantado.
Los que sí llegaron fueron los tuiteros de Reforma Política Ya y representantes de otras organizaciones ciudadanas. Fueron recibidos por el propio Ríos Piter y otros tres diputados del amarillo: Norberto Nazario, Arturo Santana Alfaro y Agustín Guerrero.
A los anfitriones perredistas no les fue muy bien. Los tuiteros les jalaron duramente las orejas.
“No se olviden del mandato ciudadano que ustedes tienen. No se olviden que de alguna manera nosotros somos sus patrones. Hemos votado por ustedes para ser representados y ahora resulta que los patos le tiran a las escopetas”, les dijo Pablo Migoya, de Evolución Mexicana.
El hombre exigió a los perredistas empujar la reforma política que promueve las candidaturas ciudadanas, la iniciativa popular, la reelección de legisladores y alcaldes, entre otras cosas. “Es una oportunidad histórica para consolidar la democracia participativa”, puntualizó Migoya.
Javier Sicilia es esperado este martes en la Cámara de Diputados. La semana pasada se filtró que se reuniría a las diez horas con los priistas, y a mediodía con los panistas. Ayer lo volvieron a asegurar. Pero después del plantón de hoy —los perredistas planeaban un encuentro de hora y media— no sería equitativo.
El encuentro formal del poeta con la Comisión Permanente tendrá lugar el próximo jueves, en el Alcázar de Chapultepec.
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