Más de mil 400 armas de Rápido y Furioso siguen desaparecidas
Estados Unidos sigue sin dar con el armamento lo que permitió la entrada ilegal a México con el fin de llegar al crimen organizado, dice CNN
EFELa cadena cita fuentes relacionadas con la investigación que el Gobierno estadunidense abrió en la Oficina de Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) a mediados de junio, cuando un informe presentado en el Congreso calificó de fallido el operativo lanzado en 2009.
De las dos mil 20 armas que se emplearon en la operación, 363 se han encontrado en Estados Unidos y otras 227 en México, lo que deja un total de mil 430 armas desaparecidas, según CNN.
El objetivo del operativo policial era establecer un nexo entre los testaferros que compran el armamento en Estados Unidos y los capos de los carteles de drogas en México.
Sin embargo, una vez que se perdía el rastro a las armas, los Gobiernos de ambos países tenían enormes dificultades para encontrarlas, a no ser que aparecieran en escenas de crimen.
Fue lo que ocurrió el pasado 15 de febrero en el estado mexicano de San Luis Potosí, cuando se relacionó un arma estadounidense vendida en Texas con el asesinato por parte de presuntos sicarios mexicanos del agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) Jaime Zapata.
Según el informe en el que se basa la investigación, la Operación Rápido y Furioso "nunca consiguió su objetivo de desmantelar un cartel de droga".
"De hecho, la ATF no estuvo ni siquiera cerca", indica el documento presentado al Congreso, que asegura que se puso en peligro a los agentes fronterizos y "contribuyó al aumento de la violencia y de muertes en México".
El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hace dos semanas que su Gobierno "tomará una acción apropiada" cuando se complete la investigación sobre el operativo policial.
El Departamento de Justicia ya ha comenzado a tomar medidas para cambiar su política y compensar los daños causados, como la de exigir a las tiendas de armas en cuatro estados de la frontera que den información sobre los compradores de rifles de gran potencia, con el fin de llegar a las bandas criminales que los adquieren.
La medida, anunciada el lunes por el fiscal general adjunto estadunidense, James Cole, se aplicará "sólo a las ventas múltiples de ciertos tipos de rifles semiautomáticos" a la misma persona durante un periodo de cinco días, en Arizona, California, Nuevo México y Texas.
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