sábado, julio 23, 2011

Noruega vive atónita una tragedia

Noruega vive atónita una tragedia tras doble atentado con 92 muertos

El doble atentado perpetrado en Oslo y la vecina isla de Utøya se ha convertido en un tragedia nacional, con al menos 92 muertos, mientras se investigan los móviles del presunto asesino, un noruego de 32 años de tendencias ultraderechistas, identificado como "fundamentalista cristiano" e "islamófobo".

Noruega vive atónita una tragedia tras doble atentado con 92 muertos
Soldados noruegos custodian la entrada de la calle Akersgata, cerrada por la policía por motivos relacionados con el doble atentado de ayer en Oslo, Noruega, hoy. EFE

Oslo. La isla de Utøya, a 40 kilómetros de la capital noruega, se convirtió en el principal exponente de lo que el primer ministro, Jens Stoltenberg, calificó de "peor tragedia desde la Segunda Guerra Mundial" para el país.

Ahí irrumpió armado el viernes sobre las 15.30 GMT el presunto agresor, al que los medios noruegos han identificado como Anders Behring Breivik, y que sólo en la isla provocó una matanza con 85 víctimas mortales, según los últimos datos.

"Nos dijo a gritos que todos moriríamos", se le veía "muy seguro, tranquilo y bajo control", "sabía lo que estaba haciendo", relató Adrian Pracon, uno de los testigos del atentado.

La policía parte de la hipótesis de que Breivik actuó en solitario, aunque no descarta que tuviera cómplices, y que fue asimismo responsable de la explosión de un coche bomba ocurrida dos horas antes en el centro de Oslo, que causó siete muertes.

Se sospecha que, tras activar ese artefacto, se desplazó a la idílica isla donde 560 personas participaban en un campamento de las juventudes socialdemócratas -el partido de Stoltenberg-, con uniforme policial y armado con armas semiautomáticas.

Lo que ocurrió a partir de ahí fue una matanza al parecer minuciosamente preparada, que se prolongó unos 45 minutos, entre escenas de pánico, jóvenes tratando de huir a nado o de alcanzar botes neumáticos en las aguas del fiordo.

"La gente caía muerta delante mío. Corrí por el campamento hacia el área de las tiendas de campaña. Vi al hombre armado. Dos personas empezaron a hablarle y dos segundos después estaban muertas. Él llevaba un uniforme negro con bordes rojos. Parecía nazi, con el uniforme que parecía de policía", relató Pracon.

El presunto agresor había comprado desde la primavera pasada hasta seis toneladas de abono químico, como explicó a medios noruegos la portavoz de un mayorista de estos productos, con los que podría haber preparado la bomba de la capital.

No levantó sospechas, añadió esa fuentes, puesto que constaba como distribuidor de productos agrícolas.

A este noruego, detenido en la misma isla y actualmente interrogado por los agentes, la policía le atribuye contactos con la ultraderecha y un perfil fundamentalista cristiano con trasfondo islamófobo.

Tenía "opiniones hostiles al islam", como reveló un registro en su casa, donde la policía encontró varios mensajes colgados en internet con contenidos ultraderechistas y antimusulmanes.

El primer ministro y el rey Harald IV de Noruega calificaron de tragedia nacional las dos matanzas consecutivas, por las que el país escandinavo guarda hoy un día de luto.

"Noruega es un país pequeño, pero con un fuerte espíritu de solidaridad", afirmó Stoltenberg ante los medios desplazados a la isla donde, recordó, empezó su carrera.

"Recuperaremos este lugar como nuestra isla", añadió, por encima del "peso de la tragedia" ocurrida en ese lugar.

Stoltenberg tenía previsto de antemano visitar hoy esa isla, sólo que en circunstancias muy distintas: participar en el campamento de las juventudes del partido, entre jóvenes de entre 14 y 17 años.

La matanza fue "un ataque al paraíso de mi juventud, convertido ahora en un infierno", añadió el político, en alusión a sus visitas a ese lugar en sus años jóvenes, como asistente al campamento.

El ataque en la isla se produjo dos horas después del de la capital, cuando en los medios noruegos se sucedían las imágenes de escenas de caos en Oslo, con personas heridas tendidas en las aceras y ciudadanos ensangrentados entre ambulancias y equipos sanitarios.

La potente detonación había causado graves destrozos en cuatro edificios gubernamentales y otros inmuebles vecinos, y la policía procedía a evacuar la estación central de ferrocarril, centros comerciales y redacciones de los principales medios del país.

Tras saltar la noticia del tiroteo, las informaciones sobre ambos atentados se solaparon durante horas.

Si inicialmente toda la atención se centró en la capital, de la que llegaban imágenes de edificios destrozados y ciudadanos heridos, a medida que avanzaban las horas se trasladó a la isla, donde finalmente se confirmó la matanza de dimensiones catastróficas que ha sacudido a toda Noruega.

El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, se desplazó hoy a la isla de Utøya, escenario del ataque en el que murieron ayer 84 asistentes al campamento de las juventudes de su partido socialdemócrata y lugar donde, recordó, empezó su carrera política.

"Noruega es un país pequeño, pero con un fuerte espíritu de solidaridad", dijo el político a los medios para afirmar su convicción de que "recuperaremos este lugar como nuestra isla", por encima del "peso de la tragedia" ocurrida en ese lugar.

La isla, a unos 40 kilómetros de la capital, fue escenario ayer del segundo ataque presuntamente perpetrado por un noruego de 32 años, tras el atentado con un coche bomba en el centro del complejo gubernamental de Oslo unas dos horas antes.

Ambos ataques arrojan hasta ahora un saldo de 91 víctimas mortales, aunque fuentes policiales temen que su número aumente en las próximas horas.

Stoltenberg tenía previsto de antemano visitar hoy esa isla para participar en el campamento de las juventudes de su partido.

En una anterior declaración esta mañana desde Oslo, Stoltenberg expresó su consternación por lo que calificó de la más grave catástrofe para su país desde la Segunda Guerra Mundial.

"Fue un ataque al paraíso de mi juventud, convertido ahora en un infierno", afirmó el político en alusión a sus visitas al lugar en su juventud como participante de los campamentos de verano.

El ataque en la isla ocurrió sobre las 15.30 GMT, unas dos horas después del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, en el que hubo siete personas muertas y quince heridos.

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