Se derrumba el optimismo económico

Se derrumba el optimismo económico. Inflación e indicadores rebasan expectativas

Los datos económicos e indicadores más recientes contrastan con la percepción positiva que manifestaba el gobierno federal hasta hace unos cuantos meses

Fernando Franco

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de julio.- El optimismo económico de los últimos meses —promovido por el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero; el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y el presidente Felipe Calderón— fue refutado por las cifras oficiales, en tan sólo ocho días.

El INEGI informó ayer que la inflación creció 0.32% en la primera quincena de este mes, cuando se esperaba que sólo aumentara 0.22%. Con esto, la tasa anual se ubicó en 3.53 por ciento.

Este dato se suma al difundido el pasado día 15, cuando el instituto documentó que el ingreso de los hogares mexicanos se derrumbó 12.3% en tan sólo dos años.

El jueves pasado, además, el INEGI detalló que en el último año cerca de 268 mil personas se sumaron a las filas del desempleo, lo que significa que, actualmente, hay alrededor de 2.7 millones de mexicanos sin trabajo.

En febrero, Ernesto Cordero aseguró que había familias mexicanas que, con seis mil pesos, “se daban el tiempo” de mandar a sus hijos a una escuela privada y tenían créditos para un coche y una casa. En mayo afirmó: “México dejó de ser un país pobre”.

A fines de junio, el presidente Felipe Calderón declaró a Excélsior que el salario real sí había crecido en México: “¡Es cierto! Contra un deterioro de 60% del salario mínimo durante los años 80 y 90, en la primera década del siglo el salario mínimo por primera vez ha recuperado poder adquisitivo”.

Ayer, los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México alertaron sobre una desaceleración de la economía mexicana en los últimos meses. La mayoría coincidió en que la situación proviene, principalmente, de un menor ritmo de crecimiento de la demanda interna. Consideraron, además, que la crisis en Europa representa un riesgo que puede afectar a México.

La inflación tira optimismo

Hace poco menos de dos meses, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, causó polémica al asegurar que “México dejó de ser un país pobre”, declaración que fue tomada por muchos como un comentario que sobrevaloraba el estado real de la economía mexicana.

Su aseveración se sumó a otras afirmaciones, particularmente a aquella que sostenía que con seis mil pesos se podía pagar auto, vivienda y escuela.

Fue más allá al sostener que un sector de la población no percibía la mejoría del país, “porque los mexicanos somos más exigentes respecto a lo que nos gustaría y eso hace que siempre tengamos una percepción negativa”.

El presidente mexicano Felipe Calderón secundó las declaraciones, al indicar que el país es otro en la última década, con mejoras en calidad de vida, salud, educación y vivienda. Lo anterior, al presentar los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda.

Esta semana el optimismo con respecto a la situación económica del país fue contrastado por varios indicadores y datos económicos.

Deterioro de la inflación

Una de las variables que más se ha destacado por parte del gobierno federal en los últimos meses es el nivel de precios que en México, a diferencia de otras economías emergentes, se ha mantenido bajo control. No obstante ello, ayer el indicador mostró una variación por encima de lo esperado.

La inflación registró una variación de 0.32 por ciento en la primera mitad del séptimo mes, con lo cual la tasa anual aumentó de 3.28 por ciento en junio a 3.53 por ciento el 15 de este mes, informó el INEGI.

Al presentar por primera vez el reporte de inflación, puso en relieve que el resultado quincenal quedó por arriba de las expectativas de los especialistas, que esperaban una variación de 0.22 por ciento, y que también fue superior al observado en la primera mitad de julio del año pasado, de 0.15 por ciento.

Entre los productos que más aumentaron de precio destacaron servicios turísticos en paquete, tomate verde, aguacate, pollo, transporte aéreo y cebolla, entre otros.

Desempleo y decepción

El aumento relativo de la inflación se acompaña de un incremento en el desempleo.

De acuerdo con el INEGI, en junio, 5.42 por ciento de la población en edad de trabajar no contó con un empleo, lo que significó la tasa más alta para un mismo periodo desde 2000.

En términos mensuales, la desocupación afectó a 5.74 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), su nivel más alto en 21 meses.

En el último año, se sumaron a las filas del desempleo cerca de 268 mil personas, para alcanzar una cifra aproximada de 2.7 millones.

En lo que va de la administración del presidente mexicano Felipe Calderón, sólo 32 por ciento de los habitantes que se incorporaron a la población en edad de trabajar logró insertarse en el mercado laboral formal.

Menos ímpetu

Las minutas de la Junta de Gobierno del Banco de México alertaron sobre una desaceleración de la economía mexicana en los últimos meses. La mayoría de los integrantes coincidió que la situación proviene principalmente de un menor ritmo de crecimiento de la demanda interna, ya que, a juicio de todos los miembros, las exportaciones han mantenido su dinamismo a pesar de los factores externos.

Lo anterior se reafirma si consideramos los últimos resultados del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE)

En abril creció 2.44 por ciento, lo que significó su menor avance desde enero de 2010. Tan sólo en el primer mes del presente año subió 5.87 por ciento, para febrero y marzo sólo 4.62 y 3.60 por ciento, respectivamente.

Moderación

En las minutas del banco central se reconoce y advierte acerca de los riesgos externos provenientes de Europa y Estados Unidos. El presidente de México, Felipe Calderón, también moderó su perspectiva económica al afirmar en entrevista: “Evidentemente, como demostró la crisis pasada, no somos invulnerables a la situación económica internacional”.