PP y PSOE: de prometer un país de Champions a buscar una salida a la crisis
Las elecciones de marzo de 2008, en las que José Luis Rodríguez Zapatero renovó su mandato tras ser elegido presidente en 2004, llegaron con el estallido de la crisis financiera en Estados Unidos en el verano del año anterior.
Eran los tiempos en los que se despreciaba el impacto de las 'hipotecas basura' estadounidenses y el 'ladrillo' español. Cuando se discutía de "turbulencias financieras" y se negaba la crisis. Cuando el Producto Interior Bruto (PIB) aún crecía un 2,7% y 'sólo' había 2,1 millones de parados. Cuando los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, prometían devolver las cifras macroeconómicas a los tiempos del 'boom' inmobiliario en un plazo de apenas cuatro años.
Hoy, en 2011, el nuevo candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dado un giro político a la izquierda con propuestas sobre bancos, impuestos y guiños al 15-M. El candidato del PP, Mariano Rajoy, quien repite por tercera vez, ha advertido de que "hay que abrir un tiempo de reformas" pero ha prometido que no hará más recortes sociales.
Mientras, los mercados y organismos como el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea piden más medidas en España. Entre ellas, menos gasto en funcionarios y más subidas de impuestos.
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PSOE: 'Dos millones de empleos más'
El primer epígrafe del programa electoral socialista, 'Motivos para creer', se titulaba 'Hacia el pleno empleo'. La intención del grupo liderado por José Luis Rodríguez Zapatero era "crear dos millones de empleos" y "reducir la tasa de desempleo al 7%". Tres años después, en España hay 4,8 millones de parados y una tasa de desempleo del 20,89%.
El PSOE propuso para ello el "fomento de las políticas de empleo" mediante bonificaciones; potenciar el contrato de Fomento de la contratación indefinida y "más seguridad jurídica" en las causas justificativas del despido.
La reforma laboral de 2010 abarató la indemnización por despido de 45 a 33 días por año trabajado al universalizar este contrato y amplió las causas económicas para recortar empleos, con indemnización de 20 días, no sólo cuando las empresas tengan pérdidas, sino también cuando prevean tenerlas, o tengan una persistente caída de ingresos.
El grupo socialista también prometió "estar junto a los países más prosperos, y también más decentes, del mundo". Tras la recesión de 2009, el crecimiento español es inferior al de los grandes países de Europa.
Prudencia en el gasto
Uno de los objetivos marcados en el programa electoral es el "superávit a lo largo del ciclo" mediante una "política fiscal prudente". Tras situar la deuda pública en el 34% del PIB en 2008, con superávit fiscal desde 2005, el PSOE prometió que la estabilidad presupuestaria era "un compromiso socialista tan ambicioso como firme".
Tres años después, los mercados acosan a España, cuyo déficit es uno de los mayores de Europa, 9,2% del PIB en 2010 y objetivo del 3% en 2013, aunque la deuda fue contenida en el 60,1% del PIB ese año, por debajo de la media europea.
Una de las claves del problema de la deuda española son las regiones y sus cuentas 'poco claras'. El programa electoral del PSOE prometía una reforma del sistema de financiación autonómica para darles "una mayor responsabilidad fiscal" y establecer "un modelo comprensible y transparente para el conjunto de la ciudadanía".
Jubilación voluntaria
Otra propuesta fue "la prolongación de la vida activa" mediante "incentivos para trabajar" y "adaptar el empleo a las personas mayores". Según el programa, trabajar más allá de la edad de jubilación debía ser "en regimen de voluntariedad". La reforma del sistema de 2011 amplió la edad de jubilación de 65 a 67 años y estableció que para retirarse a la edad original deben cotizarse 38,5 años frente a los 35 de antes.
Sobre impuestos, el PSOE dijo que utilizaría "el margen disponible para realizar rebajas impositivas (...) para mejorar la equidad y justicia social", además de emprender una "lucha contra el fraude fiscal". Sobre el IVA dijo que primaría "los impuestos directos sobre los indirectos". El Gobierno subió el IVA en dos puntos en julio de 2010.
Acuerdo social
El consenso fue otro de los objetivos socialistas, cuyo objetivo era "un gran acuerdo de concertación entre Gobierno y organizaciones sindicales y empresariales", especialmente en la reforma de la negociacion colectiva. Ante las discrepancias de ambas partes, el Ejecutivo llevó al Congreso su propia reforma.
El PSOE propuso elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 600 a 800 euros en 2012. La crisis ha provocado que haya aumentado a 641,40 euros al mes.
Las propuestas de integrar al trabajo doméstico y a los agricultores en el Régimen General de la Seguridad Social han sido encauzadas por el Gobierno.
La mejora de las pensiones mínimas, pese a la congelación de las contributivas en 2011, ha sido otra medida cumplida por el Ejecutivo.
Otra iniciativa del PSOE era "una inmigración vinculada al empleo" y la "lucha contra la irregularidad". El Ejecutivo ha decidido recientemente que los rumanos que lleguen a España necesitarán una autorización para trabajar.
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PP: Uno de los cinco mayores países en 2012
Uno de los epígrafes del programa del Partido Popular era "hacer de España una de las cinco economías más avanzadas del mundo". Es decir, situar al país en el club de Estados Unidos, Japón, China, Alemania y Reino Unido.
'Las ideas claras, con Rajoy es posible', fue el título del programa electoral. "Llevaremos a cabo políticas que permitan que nuestra economía se sitúe en un escenario de aceleración del crecimiento económico hasta situarse en el entorno del 4% al final de la legislatura", prometía.
Esta cifra optimista multiplica el 2,6% previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para las economías avanzadas en 2012. Alemania, el 'motor europeo', el país que sale más reforzado de la crisis, crecerá un 2%. EEUU y Reino Unido, un 2,7% y 2,3%, respectivamente.
"Queremos lograr que el PIB por habitante español se sitúe al nivel de los grandes países de la Unión Europea como Francia, Alemania o Gran Bretaña", recogía el programa. Según Eurostat, España (103) apenas sacaba tres puntos sobre los 100 de la media europea de PIB per cápita de 2008 frente a los 116 puntos de Alemania o 106 de Francia. En 2010 fueron 101, 118 y 107 puntos, respectivamente.
Sobre impuestos, el PP prometió reducirlos "mediante la contención del crecimiento del gasto corriente del sector público", propuesta en la que insistió Rajoy estos últimos años. Una de las promesas es que no tributasen IRPF las rentas inferiores a 16.000 euros y que bajasen los impuestos a empresas. Sin embargo, el FMI y la Comisión Europea piden a España que incremente aún más la presión fiscal.
Superávit
Uno de los puntos en los que más incidió el programa electoral del PP fue en la sostenibilidad fiscal española, problema que tres años después ha situado al país en el ojo del huracán de los mercados financieros.
"Nuestra política presupuestaria nos conducirá a un superávit que avanzará en la próxima legislatura hasta situarse, al final de la misma, en el entorno del 3% del PIB", prometía el equipo de Rajoy. Según Eurostat, todos los países de Europa, salvo Estonia y Noruega, tuvieron déficit en 2010. En el conjunto de la eurozona superó el 5% del PIB, oscilando entre el 4,% de Alemania, el 8% de Francia o el 9,2% de España.
"Este superávit será el resultado de un considerable esfuerzo de contención del gasto corriente de todas las Administraciones Públicas y del aumento de los ingresos motivado por el incremento del empleo y la actividad económica", explicaba.
El PP prometía incorporar "mecanismos de techo de gasto en las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales de las grandes ciudades" y la limitación del gasto público según el crecimiento del PIB nominal. Esta medida fue adoptada por el Gobierno de Zapatero. Sin este control, en el primer trimestre del año, sólo Aragón, La Rioja y Galicia lograron superávit. El resto, incluidas las de PP, como Murcia y Valencia, incurrieron en déficit.
Más empleo con bonificaciones
Para alcanzar el pleno empleo, el PP ofrecía el diálogo entre sindicatos y empresarios como un "instrumento básico", mejora del salario mínimo interprofesional, una rebaja adicional del IRPF para la mujer trabajadora y bonificaciones para jóvenes, como incentivar su salida a estudiar al extranjero o hacer "actividades de interés general y de ayuda al desarrollo".
Otra propuesta era acabar con "la injerencia en la labor de los organismos reguladores" y que sus cargos sean nombrados por mayoría en el Congreso. Ante los nuevos nombramientos del Gobierno en organismos como las Comisiones de Competencia y Energía, el PP prometió destituirlos si llega al poder.
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