martes, julio 05, 2011

Venezuela: La GN y la crisis del Rodeo – por Rocío San Miguel


Venezuela: La GN y la crisis del Rodeo – por Rocío San Miguel


En Venezuela, según datos de la ONG “Observatorio Venezolano de Prisiones” los resultados de la violencia dentro de las cárceles han arrojado en los últimos 4 años un total de 1.762 reclusos muertos y 3.479 heridos, en su mayoría por armas de fuego. Sólo el año pasado (2010) hubo 476 muertos y 967 heridos, algunos de ellos como consecuencia de prácticas conocidas como “los coliseos”, efectuadas a la vista de la custodia interna de los penales a cargo del Ministerio de Interior y Justicia y de la custodia externa, responsabilidad de la Guardia Nacional. Imposible creer en el eslogan que reza: “La humanización de las cárceles que adelanta la Revolución Bolivariana”.

La crisis del Rodeo I y II, que aún no culmina, ha develado a la sociedad venezolana y el mundo, la bomba de tiempo en la que se ha convertido el sistema penitenciario nacional, responsable del funcionamiento de 34 recintos carcelarios diseminados por todo el país, el cual alberga un aproximado de 44.520 personas privadas de libertad, según la memoria ycuenta 2010 del Ministerio de Interior y justicia. También nos ha develado una trama de delito de ejecución permanente que se sustenta en la responsabilidad de la Guardia Nacional, que por omisión o por acción ha permitido o adelantado el ingreso de armas a estos recintos cerrados dependientes del Estado venezolano, donde el deber primordial esgarantizar la vida de quienes allí se encuentran.

Estamos entrando probablemente en las horas más dramáticas de la crisis del Rodeo I y II. Van para hoy 7 días de atrincheramiento de más de 1.000 reos, liderados por jefes de bandas criminales, denominados los Pran, auténticos criminales dispuestos a inmolarse antes que entregar su poder.

¿Dónde están los culpables directos de lo que esta sucediendo, que ha cobrado hasta ahora la vida de un veintenar de reos y dos guardias nacionales? Es necesario para la sociedad conocer los nombres de los guardias nacionales a cuyo cargo ha estado la custodia externa del penal y los nombres de los funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia encargados de la custodia interna en el año anterior inmediato a los hechos, tiempo suficiente para responsabilizarse de la presencia de armas y municiones de guerra en estos espacios. A esta hora y por lo que respecta a la Guardia Nacional, conforme a la legislación militar, los oficiales asignados a ese penal en este tiempo deberían estar separados de sus cargos y tener abierto un consejo de investigación, amén de estar a disposición del Ministerio Público para las investigaciones de rigor. Lo demás es escurrir el bulto. Esta sería la única manera de creer en las promesas del gobierno de adecentar el tema carcelario en Venezuela.

También queremos los venezolanos que la recién estrenada Comisión Presidencial para el Desarme asuma el compromiso frente al país de vigilar el desarme de en todos los centros penitenciarios del país en un plazo breve de 90 días. Me temo que pasará la crisis, y como todo, a esperar la siguiente para escuchar nuevas promesas.

Por lo pronto, no nos interesa el relato del comandante general de la Guardia Nacional en el que refiere, a través de los medios, su compromiso con la “Revolución”. Tampoco nos interesan las amenazas que ha recibido de los reclusos. Lo que queremos los venezolanos es que dé una explicación seria de las razones por las cuales hay armas en las cárceles de Venezuela. Es simple, General. ¡Responda!

La agonía promete agravarse

Crisis

José T. Raga 1

&quote&quoteYa pusimos el grito en el cielo cuando se planteó la compra de deuda del Estado con dicho fondo, porque ésta no tiene calificación triple A, y no deben ir allí los recursos que garantizan obligaciones presentes y futuras.

Veo que en este país de farsa política, al tiempo que se defiende la muerte digna a cada cual, impidiendo por tanto la prolongación innecesaria de la agonía –es decir, eutanasia–, no se aplica la misma doctrina cuando de política o de economía se trata. En esto, ocurre justamente lo contrario, se prolonga sin límite la agonía del moribundo, incluso utilizando cruentas terapias.

En España, el Gobierno está muerto o como mucho en los últimos estertores y la economía, lánguida, agoniza en un trance sin solución. Mientras tanto, el Gobierno, que no gobierna pero sí que enreda, con sus estrategias del "te doy y me das" o "por cuánto lo podemos arreglar", tiene entretenida a toda una Nación que, cada día, como en la medalla del amor, está más hundida que ayer y menos que mañana.

El Gobierno griego, socialista también, ha utilizado sus últimas bocanadas de aire para confesar sus pecados y solicitar clemencia e indulgencia de las autoridades europeas. Para mí, que no ha sido por arrepentimiento, sino porque no iban a cobrar sus salarios en julio. Gracias a eso, hoy sabemos el despilfarro de la economía griega; salarios astronómicos en el sector público, prebendas insoportables para cualquier economía floreciente, corrupción generalizada, fraude fiscal masivo...

¿Cuándo se confesará nuestro señor Zapatero? ¿Cuáles son los pecados españoles? Algunos, en tanto que públicos, son conocidos. Tenemos un inconcebible estado de las autonomías, que si ya presentaba reservas en el inicio, tras pasar por las manos de ZP, no hay salud que pueda soportarlo. Unos gobiernos autonómicos que gastan sin tener que recaudar, cuando en lo primero se hacen amigos y se generan simpatías, mientras que de lo segundo se derivan odios y antipatías. Con este esquema, el gasto no tiene motivos para autolimitarse.

¿Quizá el crecimiento de la deuda podría actuar de freno? Pues tampoco, porque el señor Zapatero está dispuesto a que el Estado asuma, de una forma o de otra, la deuda de las comunidades autónomas. Es decir, uno se endeuda y otro se hace cargo del pago. Y puesto a desplazar el problema a los sin voz, está planeando que el fondo de las pensiones adquiera deuda autonómica, sabiendo que el emisor –la comunidad autónoma– es insolvente. Para ello está pensándose en la garantía del Estado, pero ¿quién garantiza al Estado?

Ya pusimos el grito en el cielo cuando se planteó la compra de deuda del Estado con dicho fondo, porque ésta no tiene calificación triple A, y no deben ir allí los recursos que garantizan obligaciones presentes y futuras. El PSOE en bloque ha salido en defensa de esas adquisiciones, claro, son socialistas y creen que todo es suyo. Ellos saben que no son de fiar, que las comunidades autónomas no son de fiar, que el Estado no es de fiar, pero todo esto les importa poco, porque tienen claro que el español –también el indignado– ha nacido para sufrir cuando le toca vivir socialismo.

El Gobierno de Bolivia no respeta el estado de derecho

Entrevista de Roberto Aguirre para El Deber*

Montaner IID

(El DEBER) - ¿Cuál es su percepción de Bolivia en la actualidad?
– El Gobierno de Bolivia no tiene nada que ver con los principios de un Gobierno republicano. Aun si tiene el respaldo mayoritario de la sociedad, digamos que es una especie de democracia revoltosa, sin respeto por el estado de derecho. Eso, a medio plazo, va a traer graves consecuencias en varios sentidos. Desde el punto de vista político es difícil que esa experiencia se convierta en una forma permanente de gobierno porque depende de un caudillo, el señor Evo Morales, que se irá haciendo más irremplazable y eso debilita a las instituciones.
Va a tener graves consecuencias también en lo económico porque el señor Morales y su Gobierno no entienden cómo se genera la riqueza. En el índice que publica cada año Naciones Unidas están los 30 países con más de-sarrollo y ninguno sigue el modelo que Evo Morales pretende imponer en Bolivia. Esa singularidad y esa excentricidad conducen al desastre.

-Hay quejas en Bolivia de que se inician procesos judiciales a autoridades de la oposición, pero no ocurre lo mismo con los oficialistas…
– En Bolivia se aplica una suerte de justicia selectiva, que forma parte de la arbitrariedad del sistema. Eso lo vemos también en la Venezuela de Hugo Chávez, en el Ecuador de Rafael Correa, en la Nicaragua de Daniel Ortega, incluso en la Argentina de Cristina Kirchner hay alguna gente que tiene una especie de patente para delinquir.
Por eso hay personas a las que se les aplica el código penal y a otras no. Por eso unas leyes se cumplen y otras no. Todo eso es lo que pudre las relaciones entre la sociedad y el Estado. Porque cuando los gobernantes eligen de una manera arbitraria quiénes están sometidos a la autoridad de la ley y quiénes no el mensaje que están mandando a la sociedad es que las leyes no importan y que todos podemos hacer lo que nos da la gana si tenemos las relaciones adecuadas.
En el pasado supimos con perplejidad de esa declaración de Evo Morales que decía que la función de los abogados que lo rodeaban era retorcer las leyes para ajustarlas a sus cambios. Esa es una de las declaraciones más contrarias al espíritu republicano que uno puede imaginar.

- El Gobierno impulsa ahora la elección de los miembros del poder judicial como una experiencia digna de ser imitada, mientras los opositores afirman que coarta libertades y se impulsa las candidaturas de personas afines al MAS…
-Sin duda que es un esfuerzo por controlar el poder judicial. Esfuerzo que siempre acaba por ser contraproducente porque cambian los gobiernos, cambian los magistrados y entonces se utiliza el poder judicial en contra de quienes en su momento tuvieron el control. La esencia de una república es la independencia de los poderes del Estado.
Es que el Poder Judicial no se puede elegir por mayoría de votos, como no se eligen por mayoría de votos a los cirujanos. El conocimiento legal es un saber muy específico que requiere de una formación y de una comprensión de los problemas sociales y de la ley. No se puede determinar por votos quiénes tienen esos conocimientos. Precisamente en la concepción de la primera república de la era moderna, que es Estados Unidos, uno ve que no buscaban el gobierno ni el control de la mayoría, sino el respeto de los derechos individuales y la subordinación de todos al imperio de la ley. La función de la Constitución es limitar la autoridad e impedir la tiranía de la mayoría. Por lo tanto, pensar que la elección de los magistrados es un paso en la dirección correcta es no entender cuál es la esencia de un régimen republicano.

-Desde el extranjero, ¿cómo ven el panorama para el trabajo de la prensa en Bolivia?
-El Gobierno intentará controlar la prensa. La que no puedan controlar la intentarán comprar. La que no puedan comprar la intentarán destruir. Es que un gobierno con recursos y falta de escrúpulos es capaz de hacer mucho daño a los medios de comunicación. Los procedimientos van desde la presión fiscal hasta la creación artificial de supuestos delitos.

-¿Y qué piensa usted del acercamiento con Irán?
-Es una enorme irresponsabilidad traer al continente latinoamericano algunos conflictos en los que no tenemos por qué participar.

-Críticas como las suyas y las de los opositores en Bolivia son endilgadas a una visión de extrema derecha…
-Esa es una visión esquemática para desacreditar, para no responder los argumentos de la oposición o los demócratas que ven con preocupación lo que ocurre en Bolivia. Lo que intentan es silenciar sin discutir, sin entrar en el fondo de la cuestión, que son las operaciones económicas, hacia dónde va Bolivia, las violaciones de la ley, las violaciones de los derechos humanos, la fabricación de causas en contra de personas inocentes que encarcelan, como está ocurriendo en Bolivia.

Entrevista a Enrique Ghersi, Ex Parlamentario Peruano



ENRIQUE GHERSI

Enrique Ghersi es uno de los grandes juristas latinoamericanos y un notable pensador liberal. Es peruano y pasó por Caracas para dictar una conferencia invitado por CEDICE, un importante think-tank de ese país. El diario El Universal lo entrevistó y dijo algunas cosas valiosas sobre Venezuela y Perú. Vale la pena leer la entrevista:

Entrevista de Roberto Giusti a Enrique Ghersi para El UNIVERSAL*

(EL UNIVERSAL) Directo y al grano. Enrique Ghersi no tiene recato a la hora de hablar sobre la situación venezolana. Coautor, con Hernando De Soto, de un libro que ya es un clásico, El Otro Sendero, este abogado, político y ex parlamentario peruano, considerado uno de los más connotados voceros del liberalismo en el continente y profesor visitante en universidades del continente, vino a Caracas para participar en la asamblea anual de Cedice en honor a Enrique Zuloaga.


-¿Qué sensación le genera la situación venezolana a un visitante como usted?

-Preocupación y angustia. La Venezuela saudita de los 70 ya no existe. Uno ve un país decaído, con una crisis económica injustificada por su enorme riqueza. A juzgar por los precios internacionales del petróleo Venezuela debería disfrutar de unos ingresos espectaculares, pero encontramos un país sumergido en la crisis y la inflación. Una situación absurda. Simultáneamente uno encuentra en los venezolanos desencanto y desilusión. Parece haber desaparecido esa exuberancia optimista que los ha caracterizado a ustedes.

-¿Cree que hay fatalismo, derrotismo, a pesar de unas expectativas de cambio?

-Creo que hay algo de fatalismo porque la expectativa de cambio está relacionada con el corto plazo y el régimen lleva en el poder más de doce años. Es difícil que hasta el más optimista sienta que un líder, luego de doce años sin haber impulsado un cambio positivo, pueda hacerlo en el futuro cercano. Entonces la desilusión cunde. Además de que el discurso ideológico del presidente Chávez es más bien flojo, hecho a la medida de las circunstancias y con mucho de oportunismo político. No tiene, por tanto, la carga ideológica de los regímenes estalinistas o de Pol Pot en Camboya.

-Quizás se parezca más, aunque suene paradójico, a los regímenes liberales porque, a pesar de su vocación intervencionista, ha perdido control en muchas esferas.

-Felizmente. En Venezuela existe un gran sector informal que es el refugio de la libertad. Incluso gente que podría haber tenido simpatías hacia el Gobierno constituye el colchón de amortiguación que le permite desarrollarse a muchos sectores del país. Toda una paradoja porque el sector informal debería haber sido suprimido completamente en un esquema como el que plantea el régimen actual. Pero no le es posible porque apenas comienzan las medidas intervencionistas aparecen los mercados negros.

-¿No tenemos tanto intervencionismo como mercados negros, lo peor de ambos mundos?

-Cuando se altera los incentivos en una sociedad se produce una conjunción de males. Una suerte de perversión social donde se maximiza los perjuicios y no los beneficios.

-¿No resulta hasta cierto punto razonable y comprensible que ante la enfermedad del Presidente que, en otro país sería causa de preocupación pero para el cual hay previsiones legales acatadas y piezas de recambio, en Venezuela provoque un revuelo porque la próstata o el colon del presidente son la próstata y el colon del país?

-Hay una especie de metonimia: cuando no existe Estado de Derecho se confunde el fondo con la forma. Entonces el Presidente viene a ser una especie de representación real del país. Si se enferma de la próstata o del colon, estos se convierten en la próstata o el colon del país porque no hay una separación. El Gobierno es una persona. Pero el Estado de Derecho es distinto al estado de legalidad. Hay unas leyes, pero esas leyes van de acuerdo con lo que el Presidente dice. Entonces no gobiernan las instituciones sino las personas. La enfermedad de una persona se convierte en la enfermedad de un país, nadie toma decisiones y todo el mundo se queda paralizado por la sorpresa. La parálisis es el reflejo de la situación política. Ahí el poder no tiene límites institucionales.

-¿La ausencia de límites institucionales no implica superar los límites democráticos?

-Eso prueba que más que gobiernos democráticos tenemos presidencias bonapartistas, en el sentido de Luis Napoleón, quien da un golpe contra sí mismo el 18 de brumario, tal y como lo caracteriza Marx. Ese esquema, más que otros, es el sistema latinoamericano de presidencias imperiales. Desde México hasta Argentina, con notorias y notables excepciones. Y el presidente Hugo Chávez se ha convertido en la versión moderna de Bonaparte.

-El otro problema es la desinformación. Aún no sabemos cuán enfermo está el Presidente, cuál es la extensión del mal, ni dónde se localiza.

-Hay una absoluta diferencia entre el comportamiento de los países donde hay democracia y Estado de Derecho con los países que no lo tienen. En EEUU si el Presidente se interna para curarse un grano, salen a relucir informes médicos, se presentan evidencias y se publican los diagnósticos porque el ciudadano tiene derecho a saber qué le sucede al Presidente. Pero en un país donde no existe Estado de Derecho no se informa, o se informa de manera indirecta. Sin mentir, tampoco se dice la verdad. Señalan cuáles son los síntomas pero no la enfermedad. Es el Newspeak de Orwell: "vamos a decir las cosas de tal manera que el poder no se vea afectado".

-En la situación que usted describe, ¿no crean las enfermedades de los presidentes expectativas de cambio?

-Eso ocurre cuando no hay Estado de Derecho y éste es sustituido por la voluntad individual de una persona. Es el estado voluntarista, como lo denominan algunos sociólogos. Así, la expectativa de transformación política es la expectativa de cambio de personas y no de modificaciones institucionales. No me extraña para nada que en ese contexto se produzca una inquietud. Es un poco lo ocurrido con Fidel Castro. Hasta hoy su enfermedad es un gran misterio.

-También hay velo sobre la muerte de Stalin.

-Ese es otro misterio Hay versiones macabras sobre Beria bailando alrededor de un Stalin moribundo.

-¿Qué expectativas tiene con Humala? ¿Comparte el voto de confianza que le dio Mario Vargas Llosa?

-Humala es una incógnita. Ha dicho y hecho cosas contradictorias. Durante la campaña electoral, no obstante haber tenido, al principio, un plan de gobierno más en su tradición socialista, se comprometió, con juramento incluido, a respetar la Constitución y a adoptar un programa centrista. Luego presentó una hoja de ruta en la que asumió compromisos políticos económicos y sociales. Ganó por muy poca diferencia (400 mil votos). Así que no tiene un cheque en blanco. El suyo será un gobierno minoritario porque carece de mayoría parlamentaria. En Perú tenemos un sistema francés, con presidente y primer ministro y éste último requiere el voto de investidura del parlamento. De manera que para formar gobierno necesita los votos de los parlamentarios de Pedro Pablo Kuczinski, Alejandro Toledo, Keiko Fujimori y Luis Castañeda, todos de oposición.

-Parece que ya tiene parte de esos votos.

-Hasta ahora ha demostrado inteligencia emocional y fue práctico en la campaña electoral. Ya veremos si esto es una estratagema política o un acto de madurez.

-De su respuesta uno deduce que en Humala no hay una voluntad de cambio, sino que está atado a las circunstancias.

-Alan García gobernaba igual. Estoy seguro que no piensa como gobierna. Alberto Fujimori ganó las elecciones con la izquierda y gobernó con la derecha. Kant nos indujo a un grave error. Juzgar a la gente por sus intenciones y no por sus actos. Yo estoy en la tradición de liberal de Bernardo Mandeville y creo que la gente mala puede hacer cosas buenas. Los antecedentes de Humala no hablan bien de él, pero la gran prueba será la designación de su gabinete que irá al parlamento.

-¿Humala ganó porque la mayoría esperaban que aplicara su vieja receta o por el cambio de ese discurso?

-El dejó claro que no va ser lo que propuso en la campaña anterior. El voto marginal, que significó la diferencia a su favor, no fue un voto por él sino en contra de Keiko Fujimori. Y la gran sorpresa del fujimorismo fue descubrir el grado de resistencia que, veinte años después, sigue causando en la población. Ellos pensaban que con el neo-fujimorismo de Keiko la gente recordaría sólo lo bueno y no lo malo de Fujimori. No fue así, aun cuando sacó una importante cantidad de votos. Otra sorpresa es que candidatos de centro derecha como Kuczinski o Lucho Castañeda llamaran a votar por Humala.

-¿No tuvo que ver en ese apoyo la posición de Vargas Llosa?

-Sí y la de Alejandro Toledo, quien finalmente respaldó al Comandante Humala, pese a haber sido enemigo político suyo. Además del movimiento juvenil, que hizo una gran campaña a través de las redes sociales.

La democracia en juego

Amartya Sen

La democracia en juego

Agapito Maestre

&quote&quoteLa democracia en Europa está en juego, insiste Amartya Sen, porque la UE incurrió en la extravagancia de adoptar una moneda común sin una mayor integración política y económica.

El principal problema de Europa es que la crisis económica está poniendo en riesgo la democracia. Varias voces autorizadas han aparecido pidiendo más política y menos economía, o mejor, más control político sobre las entidades financieras es el principio del fin de la crisis. Una de esas voces me interesa sobremanera resaltar. Es un economista con grandes dotes filosóficas. Es un liberal muy peculiar. He aquí algunas de sus ideas fundamentales: no es la igualdad sino la libertad lo que lleva a las sociedades a la prosperidad y el desarrollo.

Con este telón de fondo, el gran economista de la pobreza del siglo pasado y del actual ha dictado otras dos grandes lecciones de economía: primera, las libertades económicas son inseparables de las políticas, y viceversa; segunda, sin libertad de mercado los países pobres jamás podrán salir de su pobreza. Ése creo yo que es el núcleo clave gracias al cual el economista británico, de origen hindú, Amartya Sen recibió el Premio Nobel de Economía; por otro lado, también creo que esa sencilla doctrina es la pieza maestra para mantener que estamos ante un economista de profundo talante liberal, es decir, se trata de la doctrina de un personaje que está muy lejos de las demagogias igualitaristas de los gobiernos de marcado matiz estatalista o socialista.

He ahí, en mi opinión, los mejores avales para tomarme muy en serio su trabajo sobre la crisis de la democracia europea por una dependencia excesiva de los mercados en general, y de los poderes casi omnímodos de las instituciones financieras y agencias de calificación, "que en la actualidad mandan sin ninguna clase de restricciones sobre zonas de ámbito político de Europa". Sin embargo, insisto, nadie piense que la causa de la crisis de los gobiernos europeos es, según Amartya Sen, los mercados y las agencias calificadoras, como alguien se ha atrevido a reprocharle al sabio hindú; por el contrario, la democracia en Europa está en juego, insiste Amartya Sen, porque la UE incurrió en la extravagancia de adoptar una moneda común sin una mayor integración política y económica.

¿Qué hacer para salir del atolladero al que nos ha llevado el establecimiento de la moneda única? Varias son las salidas que propone Sen, pero la primera y más urgente, si Europa no quiere vagar como un alma a la deriva, es poner de inmediato "algunas limitaciones al poder omnímodo de las agencias calificadoras de emitir órdenes unilaterales". Mientras se encuentran otro tipo de soluciones, no es mala la idea del economista Sen de situar ahora a la política, a la actuación política de los gobiernos europeos, por encima de los procesos económicos dictados por las agencias calificadoras. En cualquier caso, ha de quedar claro que Sen nunca dice que la crisis de la democracia europea está provocada por los mercados ni mucho menos por las agencias calificadoras, sino por una decisión equivocada de las elites políticas europea al adoptar una moneda común de modo precipitado. Pero, por el bien de la democracia europea, por un bien político superior, Sen propone poner límites a las instituciones financieras.

El cristianismo protestante, fundamento de la independencia de EEUU

El cristianismo protestante, fundamento de la independencia de EEUU

El cristianismo protestante, fundamento de la independencia de EEUU
La Constitución de Estados Unidos se basa en los principios evangélicos de los puritanos.
Los estadounidenses ven al 4 de julio como el momento de celebrar la independencia de su país. Pero algunos dicen que también es un tiempo excelente para recordar la fe que realmente los liberó como nación.

Entre ellos está el autor Rod Gragg , quien libra una difícil batalla en una cultura secular. El quiere demostrar que Estados Unidos se fundó con principios cristianos basados en la Biblia en cada aspecto de la vida.

En su libro, Forjado en fe: Cómo la fe moldeó a la nación , Gragg dice que el país tuvo suerte al ser colonizada por los ingleses en un tiempo en que su patria de origen estaba en pleno auge de todo lo que envolvía la revolución de la Reforma protestante.

"Fue en este ambiente que aquellos ingleses llegaron a América, llevando su fe con ellos", dice Gragg. "Fue en esa fe, en esta cosmovisión judeo-cristiana, que el gobierno, las leyes y la cultura estadounidenses fueron establecidas”.

VIRGINIA, ¿UNA COLONIA SECULAR?
De las primeras dos colonias, algunos consideran a los peregrinos en Plymouth, Massachussetts, como la colonia religiosa, y los colonos en Jamestown, Virginia, como la colonia secular. Pero Gragg dice que los settlers de Jamestown también estaban inmersos en las creencias cristianas.

"Trajeron un capellán con ellos”, señala. "Levantaron una cruz en Cape Henry. La primera asamblea legislativa en América se reunía en una iglesia y comenzaba con una oración. Paraban a orar varias veces al día” añde reforzando sus argumentos de la fe de los fundadores de Virgina.

Teniendo una religión que se basaba en la libertad de conciencia y los principios bíblicos, establecieron el mismo modelo en cada colonia y posterior Estado que se fundaba.

Luego llegaron los emigrantes que escapaban de la intransigencia y persecución de carácter religiosa; que incluso antes de salir de Mayflower hicieron un pacto, que fue básicamente la primera Constitución americana. Esta reflejaba sus creencias esenciales de que el pueblo debe ser libre y que ese pueblo libre debe gobernarse por los principios bíblicos.

PRINCIPIOS PURITANOS
En esta misma línea coincide el escritor e historiador César Vidal en su artículo "Constitución de EEUU: origen puritano" . En su opinión "La Constitución de los Estados Unidos es un documento de unas características realmente excepcionales. De entrada, es el primer texto que consagra un sistema de gobierno de carácter democrático en una época en que tal empeño era interpretado por la aplastante mayoría de habitantes del orbe como una peligrosa manifestación de desvarío mental".

En opinión del historiador, la constitución de Estados Unidos es el fruto de un largo proceso histórico iniciado en Inglaterra con la Reforma del siglo XVI que se concretó en el calvinismo político, que se puede resumir en cuatro puntos: 1 . La voluntad popular era una fuente legítima de poder de los gobernantes ; 2. Ese poder podía ser delegado en representantes mediante un sistema electivo ; 3. En el sistema eclesial clérigos y laicos debían disfrutar de una autoridad igual aunque coordinada y 4. Entre la iglesia y el estado no debía existir ni alianza ni mutua dependencia .

Sin duda, explica César Vidal, "se trataba de principios que, actualmente, son de reconocimiento prácticamente general en occidente pero que en el siglo XVI distaban mucho de ser aceptables". Estos principios fueron la base de la pionera Constitución de los EEUU.

Optimismo cauteloso

Análisis & Opinión

Optimismo cauteloso

Enrique Iglesias

Enrique Iglesias lidera la Secretaría General Iberoamericana (Segib). Fue presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.

  • Vie, 07/01/2011 - 12:18

  • 2 Comentarios

En este momento nadie sabe a ciencia cierta cuánto va a durar la crisis económica que ha castigado a España y Portugal, pero sí sabemos que América Latina ha conseguido capear el temporal y que deberíamos atrevernos a imaginar un futuro optimista para la región en los próximos 10 ó 20 años.

El horizonte que tenemos por delante está marcado por cinco grandes macrotendencias que nos afectan a todos. La primera es que la globalización es imparable y se va a intensificar. La segunda es que pervivirá la economía de mercado, pero en un entorno de mayor desconfianza y con una mayor vigilancia e intervención por parte del Estado. La tercera es que la productividad, la competitividad y el crecimiento estarán más vinculados que nunca a la innovación y los cambios tecnológicos. La cuarta es que el mundo, tan dominado durante el siglo XX por el formidable poder de Estados Unidos, será más y más un espacio multipolar en el que van cobrando fuerza una serie de naciones emergentes, sobre todo China. Y, en fin, la quinta macrotendencia es la preocupación creciente ante el cambio climático y el gran debate sobre cómo afrontar las necesidades energéticas del planeta.

América Latina ha aprendido mucho de sus errores del pasado. Ha logrado controlar su macroeconomía. Ha sabido mantener a raya la inflación con un conjunto adecuado de políticas fiscales, monetarias y cambiarias. Ha aprovechado la bonanza para reducir considerablemente su deuda externa. Algunos países han generado reservas de hasta US$ 460.000 millones, cifra inimaginable en el pasado. América Latina se ha abierto al exterior, está avanzando en ese equilibrio siempre difícil entre Estado y mercado y está teniendo un éxito destacable en la reducción de la pobreza, lo cual es muy obvio en países como Brasil, México o Chile.

Ahora bien: aunque no seamos la región más pobre del mundo, sí somos la más desigual. Ésta sigue siendo nuestra gran lacra. Y la forma de combatirla es trabajando sobre los grupos sociales con ingresos más bajos; procurando un gran pacto fiscal; haciendo una reforma tributaria profunda que permita mejorar la distribución de los ingresos; esforzándonos en aumentar la cohesión social, clave para que nuestro buen crecimiento vaya acompañado de un buen desarrollo.

Una de las claves del futuro será encontrar el equilibrio ideal entre Estado y mercado.

Y de cara a la crisis económica en Occidente, tenemos que aprovechar nuestro gran potencial en esas materias primas que necesitan las potencias emergentes de Asia. Pero cuidando nuestras inversiones en educación e investigación para que los países de la región superen su atraso tecnológico. Y haciendo, además, un esfuerzo extraordinario para aumentar la atracción de inversión extranjera. Porque los datos son tozudos: mientras en los últimos años China, en promedio, ha captado el 30% de toda la inversión extranjera directa que ha ido a los países en desarrollo, Brasil, el más importante captador de inversión extranjera directa de la región, ha canalizado poco más del 7% de la misma, y México, el segundo país en importancia al respecto, poco más del 4%.

Mi última reflexión es que, pese a las incertidumbres del mundo en el que vivimos y viviremos, en América Latina, hay que ser cautelosamente optimista. Contemos con las defensas que hemos levantado y con las experiencias de las que hemos aprendido. Recordemos que una de las claves del futuro será, insisto, encontrar el equilibrio ideal entre Estado y mercado. Ambos deben ser más eficaces y más transparentes. Ni Estado intervencionista, torpe y corrupto, ni mercado salvaje, especulativo y sin regular. Y confiemos en que el mundo avance hacia una globalización más humanizada, un poder económico más democratizado y un nuevo orden internacional con instituciones multilaterales renovadas y más fuertes.

El catalejo

El decano

El catalejo

Juan Velarde

&quote&quoteAl comprobar que, de inmediato, no se produce un cambio político, el observador deja el catalejo y se lleva las manos a la cabeza.

En Financial Times de 25 de junio de 2011, se indica que España se encuentra en el punto de mira de los catalejos de los grandes mercados financieros internacionales. Lo primero que en ellos se observa es el volumen fortísimo de la deuda bruta exterior de España: 1,7 billones de euros. El gran problema que evidencia el catalejo es el de la posibilidad o imposibilidad de devolución de algo con tan considerable volumen, y que continúa creciendo a la fuerza, impulsado, por un lado, a causa del déficit de la balanza por cuenta corriente y, por otra, por el déficit del sector público. En ese diario se reiteraba, el 24 de junio de 2011, que el tipo de interés que los bonos españoles a 10 años pasaban a rendir en los mercados financieros era el 5,69%. Entre los 21 países cuyas cotizaciones de bonos a diez años se registran, esos intereses sólo son inferiores a los de Grecia (16,98%), Irlanda (12,12%) y Portugal (11,56%).

Pero el catalejo, quizás asustado, brinca sin demasiado orden en el tiempo, y observa que el 12 de mayo de 2011 ese tipo de interés era del 5,25%; y el 24 de marzo de 2011, del 5,19%. ¿Y el 24 de enero de 2011? Según The Economist, del 5,16%. Esta tendencia alcista que muestra el catalejo frena las posibilidades de desarrollo, porque éste no es posible con altos tipos de interés, determinados por la cotización del bono a 10 años, que crecen, en cinco meses, un 10,3% porque los tipos análogos de Canadá están en el 2,88%; los de Francia, en 3,4%, los de Japón en un 1,13%, los de Suecia en 2,84%, los de Alemania en 2,85%, los de Suiza en 1,64%, los del Reino Unido en 3,15% y los de Estados Unidos en 2,90%. Incluso Italia, tan preocupante, está en el 4,49%.

Pero, en ese caso, ¿qué otra cosa observa el catalejo? Pues que con un déficit en la balanza por cuenta corriente de 65.900 millones de dólares, sólo está España, con una cifra menor en el mundo, que Estados Unidos e Italia, y contempla además que la conocida Economist Intelligence Unit pronostica que en 2011 este déficit supondrá el 3,6% del PIB, lo que, para el conjunto de los 42 países económicamente más significativos del mundo, supone estar con peor cifra sólo respecto a Grecia (4,5%), Turquía (7,9%) y Egipto (6,8%). Y también la Economist Intelligence Unit estima que, en 2011, el déficit presupuestario español respecto al PIB será del 6,8%. Por encima, en ese grupo de los 42, sólo se situarían Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña y Egipto.

Cuando el catalejo enfoca las decisiones del poder ejecutivo y sus respaldos parlamentarios no encuentra aquella contundencia que, en relación con los panoramas anteriores, sería preciso contemplar, sino una corroboración de una frase de Hayek pintiparada para los actuales dirigentes de la política económica española –véase en la entrevista que le hizo Reason Magazine y que aparece recogida en el volumen I de Adrian O. Ravier, La Escuela Austriaca desde adentro. Historias e ideas de sus pensadores–: "Primero, prolongaron el auge y causaron una depresión peor, y luego permitieron que una deflación continuara y prolongara la depresión". Y al comprobar que, de inmediato, no se produce un cambio político, el observador deja el catalejo y se lleva las manos a la cabeza.

Juan Verlarde es catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid

Ecuador: Planificación, redistribución y autoritarismo

Ecuador: Planificación, redistribución y autoritarismo

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por Adrián Ravier

Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín.

Guayaquil, Ecuador— La intervención del Estado en la economía no fue algo iniciado por la “revolución ciudadana”. El autoritarismo que experimentamos se inició en las dictaduras militares de izquierda (1963-1979), se mantuvo casi intacto en social-democracia (1979-2006) y fue perfeccionado y profundizado en Montecristi.

Esto es lo que explica Franklin López Buenaño en su excelente libro Desahucio de un proyecto político: El porqué del fracaso del Socialismo del Siglo XXI (Editorial Temístocles Hernández, febrero de 2011). La tesis de este libro es tremendamente "políticamente incorrecta" pues López asevera que: “la planificación y la redistribución [realizadas por el Estado], conducen inexorablemente al país a la autocracia”. Este libro no es una defensa de la derecha, puesto que señala que esta también contribuyó a crear un Estado planificador y redistribuidor.

El libro nos recuerda que fue la dictadura militar de 1963 la que se volcó a las ideas de planificación estatal de la CEPAL, una agencia económica de la ONU. En ese entonces se crearon el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), el Centro de Desarrollo (CENDES), el Banco Nacional de Fomento, la Corporación Financiera Nacional (CFN). Entre 1971 y 1990 se crearon 61 empresas estatales (FLOPEC, CEPE, TAME, Empresa Nacional de Productos Vitales – ENPROVIT, por ejemplo).1 Todo esto se hizo con el argumento cepalino de que había que “corregir las fuerzas ‘inequitativas’ del libre comercio y del mercado”.

Luego de las dictaduras militares vino la democracia, pero el sistema de gobierno con un alto grado de intervención estatal no fue alterado y esto tuvo consecuencias desastrosas que solo derivaron en cada vez mayores intervenciones (y una creciente desinstitucionalización del país). López afirma que: “La ironía más grave en toda esta historia es la calificación de ‘neoliberales’ a los gobiernos de las últimas décadas, cuando lo que hemos vivido es un camino desbocado al socialismo . . . Como en los últimos 28 años de democracia no se ha resuelto el problema de la pobreza, entonces, los gobiernos ‘no han sido de izquierda’. He ahí la falacia y el engaño”.

López describe a los presidentes de ese periodo, por ejemplo: Jaime Roldós, abiertamente socialista; Oswaldo Hurtado, quien en ese entonces sostenía tesis socialistas; León Febres Cordero, quien siendo de derecha, decía ser “capitalista de la línea de Europa” y llegó a proponer una ley de control y regulación bancaria verdaderamente estatista.

Según los economistas Pedro Romero y Fabián Chang entre 1965 y 1980 el gasto del Estado como porcentaje del PIB pasó de 9,5% a 22,5%.2 Una vez que volvimos a la democracia, el tamaño del Estado nunca volvió a estar por debajo del 21%. En 2010 el gasto público llegó a constituir 40% del PIB.

La creencia de que se puede planificar la economía, de que es necesario redistribuir la riqueza y controlar las actividades privadas ha estado ahí siempre, la han compartido todos los que han gobernado el país desde 1963 (los militares y los políticos de izquierda y los de derecha). Lamentablemente, muchos ecuatorianos siguen creyendo en eso. El economista Manuel Ayau explicaba que si un auto está dañado, este no va a empezar a andar si solo se cambia el conductor. Aquí seguimos pensando que el problema es el conductor, nunca cuestionamos el auto.

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