El BCE no apaga el fuego y el Ibex sufre su mayor caída en 14 meses: -3,89%
Todas las esperanzas estaban puestas en el BCE, pero en su concesión se ha quedado corto. Las compras de bonos alcanzan sólo a Portugal e Irlanda. España e Italia siguen en primera línea de fuego, y el riesgo de contagio sigue creciendo. Todas las bolsas europeas se desinflaron más de un 3%. El Ibex cayó al cierre un 3,89%, su mayor bajada desde junio de 2010. No sólo perdió los 9.000, también quedó por debajo de los 8.700.
Los mercados no sólo se están abonando a los bandazos. Todos los vuelcos acaban teniendo un drástico signo bajista. Así ha sucedido hoy. El Ibex arrancó con subidas del 2%, y acabó con caídas del 3,89%, las mayores en más de un año, desde junio de 2010.
El efímero rebrote de optimismo inicial se sustentaba en los bancos centrales. El de Japón fue el segundo en menos de 24 horas, después del de Suiza, en anunciar su intervención en los mercados. Este recobrado protagonismo de los bancos centrales disparó las expectativas de cara a la reunión del BCE.
Analistas de S&P destacaban esta mañana que el BCE era "el único bombero" capaz de apagar el fuego de la crisis de deuda en Europa. De ahí que entre sus previsiones incluyera la reanudación de su programa de compra de bonos.
La subasta del Tesoro superó con nota incluso la reválida, al igual que sucedió con los resultados de bancos europeos como ING. Pero la sentencia de la jornada llegó con la rueda de prensa de Trichet. El BCE dejó los tipos sin cambio, en el 1,5%, y después reactivó la compra de bonos en plena rueda de prensa de su presidente.
Pero para desencanto de los inversores, sus compras se limitan a deuda de los rescatados Irlanda y Portugal. España e Italia, principal foco de inquietud en las últimas fechas, siguen 'desprotegidos'.
La incertidumbre que deja en el aire el BCE provoca otra desbandada de la deuda periférica. La prima de riesgo de Italia supera sus récords en 392 puntos básicos, mientras que la de España sube a 403 puntos, a un paso de sus máximos. El deterioro viene más del lado del rally del bund alemán (su interés cae al 2,31%) que de la subida del bono español a diez años (6,34%, por debajo aún de sus récords).
La oleada de ventas se generaliza. El euro pinchaba hasta retroceder a 1,41 dólares. Entre las commodities, el petróleo caía más de un 2%, hasta los 110 dólares el barril de Brent. El oro salía favorecido de las desinversiones globales, y en zona de máximos se acercaba hacia los 1.700 dólares.
Wall Street, como viene sucediendo en las dos últimas semanas, lejos de contener la presiones bajistas las acentuaba. A media sesión el Dow Jones ha llegado a rozar el 3% de desplome.
En Europa, ni siquiera las bolsas de las mayores potencias económicas lograron contener sus pérdidas por debajo del 3%. El Cac francés se hundió un 4%, el Dax alemán un 3,5%, y el Ftse británico y el Mib italiano un 3,2%.
En el Eurostoxx50 la peor parte se la llevaron los bancos italianos. De nada sirvió que los resultados publicados ayer por Unicredit disiparan los peores escenarios. Hoy sus acciones se desplomaron un 9,3%, por detrás sólo del 10,3% de Intesa. Société Générale completó el podio de los peores valores del día, seguidos de cerca de dos compañías vinculadas con las materias primas, ArcelorMittal y Repsol.
Estas dos empresas se vieron precedidas por Mediaset, IAG y Técnicas Reunidas en el ránking de los peores valores del día en el Ibex, con varapalos de entre el 8,3% y el 6,5%. Los dos grandes bancos, Santander y BBVA, compartieron caídas superiores al 4%. Ninguno de los integrantes del Ibex pudo evitar lso números rojos. El menos damnificado fue BME, en otra sesión con un volumen de negociación disparado.
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