El G7 y el G20 se movilizan para evitar otra tormenta
París R. VillaécijaLos líderes y ministros económicos de las grandes potencias mundiales aceleran la agenda internacional tras los fiascos de las últimas cumbres.
El tsunami económico provocado al otro lado del Atlántico por culpa de la elevada deuda americana tendrá réplicas importantes en el resto del mundo. Las grandes potencias quieren estar preparadas cuando la ola llegue a sus respectivos suelos. Ayer los responsables de las economías más importantes del globo se movilizaron para poder, sino prevenir la debacle bursátil que se pueda avecinar, al menos estar prevenidos y unidos para hacerle frente.
De Nueva York a Tokio, pasando por Ottawa, París, Londres, Roma y Berlín, los ministros de finanzas del G7 han quemado los teléfonos este fin de semana de agosto tan alejado del descanso vacacional que posiblemente se prometían hace unas semanas. En el más estricto secreto, el sábado por la noche mantuvieron una videoconferencia para preparar una estrategia común frente a la crisis.
Dentro de esta ronda de contactos el presidente francés, Nicolas Sarkozy, presidente de turno del G7 y del G20, habló con su homólogo británico, David Cameron, durante más de media hora. Ambos destacaron la necesidad de trabajar juntos y estar “muy atentos” a la reacción de los mercados durante los próximos días.
Las llamadas se extendieron ayer al ámbito del G20. Con la presidencia gala a la cabeza, los dirigentes de estos estados se reunieron ayer de urgencia vía telefónica, según explicó el ministro de Finanzas surcoreano, Choi Jong-Ku, “Aunque aún no está confirmado, [los países del G20] están estudiando la divulgación de una declaración conjunta antes de la apertura de los mercados financieros asiáticos”, dijo un funcionario del Ministerio de Estrategia y Finanzas surcoreano a la agencia local Yonhap. “Si la declaración se emite de manera que aumente la confianza de los inversores hacia los bonos estadounidenses, eso podría contribuir a la estabilización del mercado”, agregó.
Objetivo: la calma
El objetivo de este ajetreo es claro: calmar a los mercados y convencerles de la determinación de los países a reducir sus déficit y deudas públicas.
Los líderes de las potencias temen la reacción hoy de las bolsas en la que puede ser una de las jornadas más decisivas para la economía mundial desde que comenzó la debacle económica en 2009.
Los inversores tienen motivos para desconfiar: a la crisis de la deuda en la zona euro se une la decisión de la agencia Standard & Poor’s de retirar la prestigiosa nota de crédito AAA a Estados Unidos, primera economía mundial, por su elevada deuda (14,5 billones de dólares), una sanción inédita desde la creación de la agencia en 1941.
Una serie de malas noticias que ya tuvieron su primera reacción este fin de semana: el sábado la bolsa de Riad cayó un 5,4% y ayer la de Tel Aviv, donde se vivieron protestas sociales, se desplomó más de un 6%. Por su parte, en el inicio de su semana bursátil, la bolsa de Egipto perdió el 4,54%, mientras el parqué del emirato de Dubái cedió el 3,69%; la plaza de Kuwait, el 1,61%, y el mercado de Abu Dabi, el 2,53%. Los inversores tienen motivos para desconfiar y las grandes potencias, para temer.
Greenspan cree que la bolsa seguirá bajando
El expresidente de la Reserva Federal Alan Greenspan vaticinó que la bolsa continuará a la baja tras la decisión de Standard & Poor’s de rebajar la calificación crediticia de EEUU. En una entrevista con la cadena televisiva ‘NBC’, Greenspan sostuvo que, a su juicio, llevará algún tiempo que los mercados toquen fondo.
Si bien reconoció que la degradación de la deuda ha tenido un efecto psicológico en el país, el exlíder de la Fed insistió en que esa decisión no pone en riesgo las inversiones en Estados Unidos y que el país podrá cumplir con sus obligaciones fiscales. Con todo, las consecuencias de la rebaja
ya calan en otros países.
El secretario de Negocios de Reino Unido, Vince Cable, afirmó ayer que el país probablemente recorte sus previsiones de crecimiento dado el malestar en la bolsa.
González-Páramo: “El euro jamás ha estado en crisis”
El consejero del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, aseguró ayer que pensar en la salida de un país del euro sería “absurdo” y “nadie la haría voluntariamente” porque “sería demoledor para el país, para sus ciudadanos y su economía”.
Así, González-Páramo señaló, en una entrevista a ‘La voz de Galicia’ que el euro “jamás ha estado en crisis” y ha apuntado que la moneda europea “es estratégica para que Europa tenga voz en el mundo”. En cuanto a la situación de España, el consejero del BCE instó al Gobierno a terminar el trabajo de reforma para ver unos resultados que convenzan a los inversores.
“España se tiene que adaptar a una situación en la que los ingresos van a ser más escasos sin el ‘boom’ del ladrillo. Debe aplicar una regla con las comunidades que suponga que no se va a rebasar un cierto límite bajo ninguna circunstancia”, sugirió. Además, recomendó al Ejecutivo que fortalezca su reforma laboral y que convenza a los mercados de que la reforma del sistema financiero “está muy avanzada”.
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