Los nuevos misteriosos desaparecedores
“Michoacán no debe considerarse como un foco rojo”. ¿No? Entonces, ¿de qué color rojo es el foco rojo, señor gobernador?
José CárdenasEnhorabuena. A los nueve encuestadores, a ocho hombres y una mujer, no se los tragó la tierra. Están libres y a salvo.
Pero, eso sí, los “reaparecidos”, a 80 horas de su “desaparición”, se llevaron el susto de su vida.
El procurador michoacano, Jesús Montejano, también. El mundo se le vino encima. Contra la pared, se resistió a interpretar el mensaje de los malos.
¿Qué se puede esperar de una autoridad judicial que ni siquiera se atreve a mencionarlos por su nombre? ¿Todo queda “en familia”?
El mensaje es muy claro. Aquí mandamos “nosotros” y va a gobernar quien digamos “nosotros”. Y déjense de estar chin…
La inmediata denuncia pública de los directivos de las dos casas encuestadoras, Roy Campos (Consulta Mitofsky) y Francisco Abundis (Parametría), respectivamente, alertó a los captores. Fue unánime y solidaria la respuesta de los medios de comunicación. Eso ayudó.
Ahora, no sólo el aparato público reacciona ante los casos de alto impacto. También los grupos del crimen organizado tratan de evitar el escándalo. A “ésos”, les conviene que impere la ley del “no hagan olas”. Que no se caliente la plaza. La notoriedad por crímenes de alto impacto aumenta la posibilidad de persecución, investigación, captura y consignación. Afecta al “negocio”.
¿Qué hacer para garantizar la seguridad en las elecciones del 13 de noviembre en una veintena de municipios de esa tierra caliente que no dejan de arder? ¿Que está al rojo vivo?
¿Quiénes son los nuevos misteriosos desaparecedores?
Tras el incidente, el desafío a la sociedad, a la democracia y al Estado se hace escandalosamente visible.
Apatzingán, Tuzantla, Buenavista, Tepalcatepec, Aguililla, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro y una veintena de municipios michoacanos, son bastiones del narco. Ahí mandan los barones locales y sus ejércitos de sicarios.
¿Alguien quiere tomarle la temperatura a las comunidades de Pisándaro, Vicente Guerrero, Tomatlán o Razo del Órgano? ¿Alguien quiere un cafecito en el portal de Morelia?
¿Qué tan libres serán los comicios por venir? ¿Cómo serán la instalación y el funcionamiento de casillas en los distritos de esa tierra candente?
Para el gobernador Leonel Godoy la “desaparición-reaparición” de los encuestadores fue un hecho aislado. “Michoacán no debe considerarse como un foco rojo”. ¿No? Entonces, ¿de qué color rojo es el foco rojo, señor gobernador?
Hace más de dos años, el presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, reveló “el interés de grupos de narcotraficantes en Guerrero y Michoacán para participar o influir en las campañas locales”. Se basaba, dijo, en “información de estudios académicos”. Hoy es evidente el intento de las organizaciones criminales para cooptar los procesos electorales. “Pésima señal”, advierte Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Cámara de Diputados.
La ley electoral permite anular comicios, candidaturas y hasta cancelar registro a partidos, donde no haya “condiciones”.
¿Alguien se atreverá a tanto?
MONJE LOCO. Vaya estreno para los tres candidatos al gobierno de Michoacán: Luisa María Calderón (PAN), Silvano Aureoles (PRD) y Fausto Vallejo (PRI). El caso de los encuestadores les da un bañito de realidad, para que sepan lo que viene. Claro, ninguno rescatará del basurero la idea de suspender elecciones y hacer de las tres ofertas políticas una intención común. Ya se sabe, ya se supo.
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