PENDEJONOMICS Y LA DEMOCRACIA
PENDEJONOMICS Y LA DEMOCRACIA
Ricardo Valenzuela
Cuando Madero cayó víctima de la traición del usurpador, con él sucumbió también nuestro anhelo democrático y con el entierro del mártir, se enterró la esperanza de construir una sociedad civil que tomara las riendas de la nación. El Pacto de Calles se encargó de eso. Siempre recuerdo las palabras de uno de mis maestros de Prepa: “México no está preparado para la democracia, si la tuviéramos, el Presidente fuera El Santo, Cantinflas o Clavillazo. Un pueblo sin educación y armado con democracia, es muy peligroso. Es como darle a un niño una metralleta amartillada.”
Vicente Fox en su discurso de toma de posesión pronunció una frase que me dejó helado: “El Presidente propone y el Congreso dispone.” Lo hacía al mismo tiempo que la horda de priístas encabezados por Dip. Andrade a coro le gritaban “Juárez, Juárez,” en otras ocasiones lo abucheaban, lo insultaban, los “legisladores” perredistas secundaban esas agresiones, y los panistas intoxicados por el triunfo aplaudían hasta hacer sangrar las palmas de sus manos. Pero eso era sólo el presagio de la tormenta.
En once años de administración Panista hemos sido testigos de la forma en que estos señores disponen. El sobrio presupuesto que se ha tratado de implementar, siempre ha sido modificado porque, como dijo uno de nuestros ilustres congresistas: “Prefiero ser irresponsable con el presupuesto no con los pobres,” llevando el déficit del mismo a niveles insostenibles, y a partir de esos momentos se convirtió en nuestra guillotina. Siempre los documentos aprobados a pesar de las quejas y advertencias del Secretario de Hacienda en turno, es una bomba ya activada.
La reforma fiscal al igual que la laboral parecen cada día más improbables y eso, no es una bomba de tiempo; será nuestro Waterloo. Los “editorialistas, los intelectuales” y el pueblo en general se ofenden cuando Calderón advierte que de no aprobarse esta propuesta, el país está condenado a la pobreza permanente. Pero lo triste del mensaje es que es la verdad. No se ha entendido la trascendencia de este evento, mucho menos los legisladores quienes no se han dado simplemente leerla. Luego el mascón del barrio, López Obrador, presenta la suya como compitiendo por el premio.
El proyecto de modernizar la industria eléctrica, ni siquiera ha sido discutido. Si en los siguientes años no hay una inversión masiva de capital en el sector energético del país, tal vez andemos nadando en petróleo y bañándonos con chapopote, pero no vamos a tener electricidad ni para calentar una taza de café. Si tanto en Pemex como en la CFE no se toman medidas de urgencia; el país no solo se va a estancar, nos vamos a hundir en la más negra obscuridad, pero en esa oscuridad del subdesarrollo como la que abraza a los países africanos—.
¿Estamos listos para la democracia en México.? Sí la relación del ejecutivo y el congreso va a continuar siendo ser esa, nos hemos anclado en un callejón sin salida.
Acabo de terminar la lectura de un gran libro: “Del tercer al primer mundo.” Es la biografía de Lee Kuan Yew el eterno Presidente de Singapur, y la historia de algo que se pude asemejar a un milagro. Este hombre levantó esta isla de la devastación de la Segunda Guerra Mundial, de la pobreza y el desorden, hasta convertirla en lo que muchos califican el gran ejemplo para el mundo, y el país del tercer milenio.
Lee Kuan Yew en 1954 a su regreso a Singapur después de haber terminado sus estudios en Inglaterra, formó el Partido de Acción del Pueblo. Esta organización fue el PRI de Singapur, pero en lugar de robar y oprimir se dedicaron a construir un emporio. Lee se convirtió en su presidente y afirma: “A veces el liberalismo se tiene que establecer a base de autocracia como en España, Chile, Corea, Taiwán y aquí mismo, para que después florezca la sociedad civil.” En 1990 al haber contemplado su obra terminada, renunció para como el dice; dar paso a las nuevas generaciones.
Países tan disímbolos requieren de recetas a la medida afirma. “Hay una gran diferencia entre las sociedades asiáticas confucianas y las del mundo occidental. Las sociedades confucianas creen que el individuo existe en el contexto de la familia y una sociedad civil, y el gobierno no puede ni debe tomar el papel que pertenece a la familia. En occidente piensan que el gobierno debe de satisfacer las necesidades de todos cuando la familia falla—. En Singapur dependemos de la fortaleza de la familia para mantener una sociedad ordenada, una cultura de trabajo, ahorro, respeto y altos niveles de educación.”
La democracia liberal necesita desarrollo económico, educación, una clase media creciente, e instituciones políticas que sostengan la libertad y los derechos humanos. Necesita de una sociedad civil que comparta valores promoviendo que gente con puntos de vista diferentes y aun conflictivos, estén dispuestos a cooperar unos con otros. La democracia funciona sólo cuando la gente tiene la “cultura y la tolerancia” para que una minoría acepte el derecho de la mayoría de ejecutar sus planes, y esperar en paz la siguiente elección, y su oportunidad de convertirse en gobierno persuadiendo a mas votantes.
Narra en su libro que al estar ofreciendo una cena para el ex Presidente de Alemania Helmut Schmidt; éste pregunta si China algún día sería un país democrático. Los asistentes explotaron en una sonora carcajada ante la idea que una nación de 1300 millones de habitantes, de los cuales casi la mitad son analfabetas, pudieran elegir un Presidente—mucho menos legislar. Le responden explicando cómo un país que durante milenios sólo había conocido dinastías, anarquía, caciques y dictadores, le debería de tomar muchos años para establecer una democracia.
¿Está México listo para esta aventura? Singapur y México tenían ingresos per cápita similares en los 70s. El nuestro en estos momentos no llega a 8,000 dólares, mientras que el de Singapur se aproxima a los 50,000. Termina Lee Kuan Yew afirmando el que las democracias de occidente tomó siglos construirlas. ¿Será por eso que la democracia de Venezuela reclutó al gorila de Chavez.? ¿Será por eso que Perú reclutó a Ollanta Humala, Bolivia a Morales y Nicaragua a Daniel Ortega y peor, los EU a Barak Obama? ¿Podrá México disponer de otros doscientos años para que nuestra nueva democracia funcione.? Aterradora pregunta.
Cinco lecciones que USA puede aprender de otras naciones
Carlos Alberto Montaner
Estados Unidos pasa por un mal momento económico. La razón es la que casi siempre explica las crisis: se gasta mucho más de lo que se puede. Esto es verdad a todos los niveles: individuos, familias, empresas o Estados. Curiosamente, la sociedad norteamericana sabe con bastante precisión dónde radica su Talón de Aquiles: los costos de salud ( Medicare y Medicaid) y el sistema de jubilaciones ( Social Security). Estos dos rubros se llevan la parte del león en el presupuesto federal y en ambos casos el aumento sustancial de los costos es producto del éxito científico y tecnológico: la longevidad de los seres humanos ha aumentado notablemente y con ella los gastos de salud y el periodo de retiro.
Sería inteligente que Estados Unidos fuera capaz de aprender de otras sociedades que se enfrentan a estos problemas con más éxito. Los suizos, por ejemplo, tienen un magnífico sistema de salud basado en un modelo universal y obligatorio de seguro médico privado altamente regulado por el Estado. Todos los individuos deben tenerlo, desde la cuna hasta la tumba, y no se discrimina de acuerdo con lo saludable o enfermiza que sea la persona, lo que distribuye equitativamente los costos entre toda la sociedad. Si el ciudadano no tiene dinero para adquirir el seguro, el Estado lo paga. La atención médica es pública y privada, y las personas pueden escoger con quién y en dónde curarse sus dolencias.
Los chilenos, de la mano del economista José Piñera, hermano del actual presidente, a partir de 1981 pusieron en marcha un exitoso sistema de jubilación universal basado en cuentas individuales de capitalización en lugar del modelo de reparto que existe en Estados Unidos (y en muchas naciones). Como en el caso suizo, hay siete empresas privadas llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que compiten entre ellas. Todas ofrecen sus servicios bajo la estricta, transparente y conservadora supervisión del estado. El rendimiento acumulado de estas cuentas de ahorro oscila en torno al 10 por ciento anual.
Puestos a aprender en cabeza ajena, Estados Unidos pudiera observar con detenimiento cómo y por qué los finlandeses tienen el mejor sistema educativo del mundo si juzgamos por los resultados de los exámenes PISA. La clave parece estar en la selección, formación, remuneración y reconocimiento social de los maestros. Mientras en USA afirman que sólo enseña el que no puede hacer otra cosa, en Finlandia dan clases los mejores. Y entre las clases que imparten los finlandeses está el aprendizaje de idiomas extranjeros. No hay ninguna virtud en ser una sociedad monolingüe. Además de lo mucho que enriquece conocer otras lenguas y culturas, ya se sabe que suele haber una relación estrecha entre cociente de inteligencia y el dominio de otros idiomas.
Es posible, incluso, beneficiarse de la experiencia de naciones mucho más pobres que Estados Unidos en asuntos como, por ejemplo, la recaudación de impuestos. Los países bálticos y otras sociedades que abandonaron el comunismo optaron con bastante éxito por alguna variante del flat tax en lugar de someterse a las injustas falacias de los “impuestos progresivos” que penalizan el ahorro, la formación de capital y, por ende, las inversiones y la creación de empleos.
Hace unos años, Forbes publicó un estudio que parecía demostrar que con un flat tax del que se excluyera a las familias más pobres, bastaría con que todos pagaran algo menos del 20% de sus ingresos para obtener la misma recaudación que hoy se logra con la increíble e injusta pesadilla del sistema impositivo estadounidense.
Hasta del pequeño Portugal, hoy sacudido por la crisis económica, también es posible aprender una lección provechosa: la despenalización del consumo de drogas y el enfrentamiento de este flagelo como un problema médico, no policíaco. Para los portugueses, desde el 2001, carece de sentido encarcelar a los adictos en lugar de ayudarlos (si lo desean) a abandonar sus perniciosos hábitos mediante tratamientos de rehabilitación o, si no pueden o quieren, se les alivia sus necesidades prescribiéndoles las drogas anheladas.
De los casi tres millones de presos que existen en Estados Unidos, la mitad fueron encarcelados por alguna vinculación con el tráfico o consumo de estupefacientes. Este problema desaparecería si Estados Unidos imitara a Portugal. No hay ninguna garantía de que con esta estrategia disminuiría el número de adictos, pero sin duda se aliviarían muchas tensiones sociales, se reduciría notablemente la violencia y bajarían notablemente los costos de perseguir, juzgar y encarcelar a cientos de miles de personas. O sea: ventajas para todos. Todo está en ser capaces de aprender en cabeza ajena.
Periodista y escritor. Su último libro, una novela, se titula La mujer del coronel.
El problema de los republicanos
Andrés Oppenheimer
Pese a la avalancha de malas noticias para el presidente Barack Obama, y a la caída de su popularidad en las encuestas, sigue siendo el más probable ganador de las elecciones del 2012.
Esa es la conclusión a la que llegué después de observar en las últimas semanas a los aspirantes republicanos a la candidatura presidencial. Están tan a la derecha en temas que importan a los latinos, que no veo cómo alguno de ellos podría ganar el 40 por ciento de los votos hispanos que, según los encuestadores, los republicanos necesitarán para llegar a la Casa Blanca.
El último presidente republicano, George W. Bush, conquistó el 40 por ciento del voto hispano en el 2004, y desde entonces ese voto sólo ha ganado mayor importancia. El ex candidato republicano en el 2008, el senador John McCain —que hizo campaña con una posición moderada con respecto a la inmigración— perdió en parte porque sólo conquistó el 31 por ciento de los votos hispanos, afirman los encuestadores.
¿Cómo podría alguno de los actuales precandidatos republicanos alcanzar el porcentaje del voto hispano que necesitarían para ganar las elecciones cuando todos ellos están asumiendo una línea mucho más dura en temas como la inmigración de la que McCain adoptó en el 2008?
En el debate televisado de los precandidatos republicanos el jueves en Iowa, ninguno de los candidatos republicanos más importantes apoyó la idea de una reforma migratoria integral, como la que apoyó McCain en la campaña del 2008, que aumente los controles fronterizos pero al mismo tiempo ofrezca una vía a la legalización para millones de indocumentados que estén dispuestos a cumplir requisitos como pagar multas y aprender inglés.
Los encuestadores republicanos dicen que su partido conseguirá una parte importante del voto hispano porque la economía —y no la inmigración— será el tema clave en las elecciones del año próximo. Señalan que, de acuerdo con sus encuestas, los votantes hispanos ponen la economía, la educación, la salud y las guerras de Irak y Afganistán por delante de la inmigración en su lista de prioridades.
Los encuestadores demócratas, a su vez, replican que a los republicanos les resultará difícil hacer campaña sobre el tema de la economía cuando sus candidatos están exigiendo recortes presupuestarios más profundos de los programas sociales que casi todos los hispanos quieren conservar.
Además, aunque la inmigración no sea su principal preocupación, influye profundamente en la decisión de los hispanos a la hora de votar, afirman.
“La inmigración es un tema emocional para nosotros”, me dijo el encuestador demócrata Sergio Bendixen. “Nos indica qué candidatos nos quieren, y quiénes no”.
Varios importantes dirigentes del partido republicano, encabezados entre otros por el ex gobernador de Florida Jeb Bush y el ex secretario de Comercio Carlos Gutiérrez , han creado un grupo llamado Red de Liderazgo Hispano, en un esfuerzo por atraer latinos a su partido.
En una entrevista telefónica, le pregunté a Gutiérrez cómo puede hacer su partido para ganar una parte significativa del voto hispano con su actual retórica antiinmigratoria y a favor de mayores recortes presupuestarios.
Gutiérrez, que respalda al ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney en las primarias republicanas y considera que su candidato es un “pragmático”, admitió que a los republicanos les resultará difícil ganar en el 2012 con un candidato que los hispanos perciban como hostil.
“El candidato republicano tendrá que ser un moderado”, me dijo Gutiérrez. “Tenemos que apoyar la inmigración: si somos el partido de la prosperidad, tenemos que ser el partido de la inmigración”.
Mi opinión: Los republicanos tendrán un serio problema con el voto latino en el 2012. Es cierto que Obama tendrá que lidiar con una desaceleración económica que afecta a los hispanos más que a otros estadounidenses, y también es cierto que el presidente no ha cumplido su promesa de campaña de hacer aprobar una reforma migratoria.
Además, el gobierno de Obama tendrá que explicarle a los hispanos por qué ha deportado a casi un millón de inmigrantes indocumentados en los últimos tres años, más de los que deportó el ex presidente Bush en sus ocho años de gobierno.
Sin embargo, los republicanos no podrán criticar a Obama en ninguno de estos temas porque los que proponen sus candidatos son medidas aún más duras para recortar programas sociales sin aceptar nuevos impuestos para los más ricos, así como aumentar las deportaciones masivas.
A menos que los candidatos republicanos hagan un giro hacia el centro que les permita recuperar algo del voto latino, o que la situación económica empeore aún más y haga que los hispanos no salgan a votar el día de las elecciones, todo apunta a que Obama será reelecto en el 2012.
Capturan a un líder de Los Caballeros Templarios
EFE
CIUDAD DE MEXICO -- Un líder del cartel de Los Caballeros Templarios fue detenido por la Policía Federal en la localidad portuaria de Lázaro Cárdenas, estado de Michoacán, informó el sábado la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Fuentes de la dependencia confirmaron el arresto de Víctor Chávez Gómez, alias “El Ruso”, de 31 años, presunto integrante de la organización delictiva e implicado en una agresión contra agentes federales cometida el pasado 7 de julio en Apatzingán, población también de Michoacán.
Un boletín de la SSP detalla que el arresto ocurrió el 10 de agosto, cuando el individuo fue interceptado en el puerto mexicano en una acción “derivada de trabajos de investigación que realizan policías federales en dicho estado”.
A “El Ruso” se le incautaron un arma corta, cartuchos, marihuana y 422 gramos de una sustancia “con las características propias de la droga sintética conocida como Crystal”.
El individuo fue hallado en un automóvil ubicado en la colonia Primero de Mayo de este puerto mexicano, el cual había sido robado en el estado de Tamaulipas, nordeste de México.
Horas después de anunciarse la captura de Chávez Gómez la SSP hizo pública también la detención de Guadalupe Iniesta Medina, alias “La Cris”, de 27 años, otra integrante de ese mismo grupo criminal.
“A la detenida le fueron asegurados un arma, drogas (crystal y cocaína), cartuchos y documentación diversa” , indicó la Policía Federal.
“La Cris” fue arrestada el 11 de agosto pasado y posteriormente declaró a las autoridades ser la encargada de manejar fondo del grupo criminal a las órdenes de Germán Iván Rivera Aguilar, quien a su vez opera al servicio de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.
La mujer ha quedado a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo).
La zona de influencia de Los Caballeros Templarios está en los municipios de Uruapan, Lázaro Cárdenas y Maravatío, Michoacán.
Republicano Pawlenty abandona su candidatura para elecciones presidenciales
EFE
Washington -- El exgobernador de Minesota, Tim Pawlenty anunciará hoy que deja sus aspiraciones para ser candidato por el partido republicano para las elecciones presidenciales de 2012, según adelantaron varios medios estadounidenses.
De acuerdo a estas informaciones, el candidato dijo a sus seguidores en una conferencia telefónica que hará el anuncio oficial este domingo, decepcionado por el resultado de la consulta informal entre votantes republicanos que se hizo el sábado.
Pawlenty participó en la conocida como “straw poll”, una encuesta que celebran los republicanos desde 1979 en Iowa y, aunque no es oficial, sirve para medir la popularidad de los candidatos en uno de los estados fundamentales en las primarias.
La congresista de Minesota Michele Bachmann se impuso con 4.823 votos, seguida del representante de Texas Ron Paul, que consiguió 4.671; Pawlenty obtuvo 2.293.
Algunos analistas habían adelantado que estos resultados obligarían a sus asesores a dar un giro a su campaña, pero no se esperaba que abandonara la incipiente carrera por la nominación electoral.
La cadena de radio NPR indicó que Pawlenty tiene previsto hacer el anuncio durante el programa político dominical “This Week” en la cadena ABC.
Las Kardashian se deleitan en Bora Bora
Las socialité Kim y Courtney Kardashians aprovecharon para darse un chapuzón en las exclusivas aguas de Bora Bora. Las hermanas, de acuerdo a estas imágenes publicadas por el diario The Sun, disfrutaron plenamente de un liberador baño de agua marina.
Tal parece que Kim está tratando de drenar toda la tensión prenupcial al lado de su hermanita y visitando paradisíacos lugares como el edén acuático en el que se encuentran.
La ahora comprometida Kardashians no fue en plan de chicas a este viaje. Su novio, el jugador de la NBA Kris Humphries también se animó y acompañó a su cuñada y a su futura esposa en esta aventura.
Sarkozy y Merkel celebrarán en París cumbre crucial para crisis europea
PARÍS, 14 agosto 2011 (AFP) – El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, celebrarán el próximo martes en París una cumbre crucial en aras de frenar la creciente desconfianza en la zona euro que provoca la crisis de la deuda y desató una tormenta bursátil la semana pasada.
Según la presidencia francesa, durante esta cumbre ambos dirigentes van a intentar elaborar “propuestas comunes sobre la reforma de la gobernanza de la zona euro”, en momentos en que ambos países tienen ideas diferentes para intentar encontrar soluciones durables y evitar una posible desaparición de la Eurozona.
La crisis no está afectando a Alemania y a Francia del mismo modo. Tras Grecia, Portugal, España e Italia, Francia pasó a ser blanco de los vaivenes de los mercados financieros en los últimos días.
Así, los bancos franceses sufrieron fuertes bajas y se especuló con la posibilidad de que agencias calificadores bajaran la nota de Francia, que hoy en día es la más alta que otorgan dichas agencias a un país (AAA).
Para París, hay que diseñar con mayor rapidez cambios en materia de gobernanza de la zona euro e implementar las decisiones tomadas en la cumbre de la Eurozona del 21 de julio pasado.
La canciller alemana, que no ha realizado declaraciones desde que se inició la actual tormenta bursátil, procura mostrarse serena. En Berlín, la prensa recalca una vez más el contraste con el mandatario francés, quien anunció que interrumpía sus vacaciones la semana pasada para presidir una reunión de crisis.
Varios dirigentes alemanes expresaron durante el fin de semana sus dudas respecto a algunas propuestas de otros países europeos tendientes a ir transformando la deuda de los países en deuda común.
“No se puede ir más allá. No se pueden unificar las deudas ni brindar ayuda al infinito. Hay mecanismos de apoyo que se puede seguir modificando en condiciones estrictas”, declaró el sábado el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schauble.
“Vamos a reforzar sensiblemente el pacto de estabilidad” que prevé sanciones para los países miembros de la zona euro que tengan un déficit presupuestario superior a 3% del PIB, declaró.
Alemania descarta la posibilidad de emitir obligaciones europeas y también se opone a aumentar la capacidad de préstamo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) que es actualmente de 440.000 millones de euros. Este fondo sirve para apoyar a los países endeudados de la zona euro y tal vez se use en el futuro, bajo ciertas condiciones, para comprar en el mercado la deuda de países de la Eurozona.
Los aliados liberales de Merkel y algunos parlamentarios de su propio partido la incitan a no realizar concesiones en la materia, en momentos en que se cree que la opinión pública alemana tiene la impresión de pagar las deudas de los demás y expresa su escepticismo con respecto al euro.
Para el diario alemán Süddeutsche Zeitung, Merkel y Sarkozy “no tienen más remedio que llegar a un acuerdo. Tienen que acercar sus puntos de vista, probablemente más de lo que quisieran y preferentemente en el encuentro de la semana que viene”.
Francia tiene previsto anunciar el próximo 24 de agosto severas medidas presupuestarias para que el déficit vuelva a ser inferior al 3% del PIB, días después del anuncio del nuevo plan de austeridad italiano.
Italia prevé ahorrar unos 45.500 millones de euros en dos años con este nuevo plan de austeridad anunciado el viernes y espera poner fin a los ataques especulativos. Estas nuevas medidas se suman a las adoptadaChávez regresa a Venezuela tras terminar la segunda fase de quimioterapia en Cuba
LA HABANA, 14 agosto 2011 (AFP) – El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, regresó a su país la noche del sábado después de terminar el tratamiento de quimioterapia al que fue sometido en Cuba, informó este domingo el diario Juventud Rebelde.
Su homólogo cubano Raúl Castro, lo despidió en el aeropuerto José Martí de La Habana, donde ambos, vestidos con uniforme militar, se estrecharon en un abrazo.
“Antes de su partida hacia Caracas, Chávez compartió junto a Raúl con el compañero Fidel (Castro) y escribió en su cuenta de Twitter que festejó el cumpleaños número 85 del Líder de la Revolución Cubana”, señaló el diario.
“¡Aquí con Fidel, celebrando su 85 aniversario! ¡Viva Fidel!”, indicó el presidente venezolano en su cuenta @chavezcandanga.
Chávez se sometió durante una semana al segundo ciclo de quimoterapia de una semana tras una operación para extirparle un tumor canceroso que se le efectuó en La Habana el 20 de junio pasado.
13 agosto, 2011
Se agotan las opciones
Gobiernos y bancos centrales apuran los recursos a su alcance para evitar un desastre tras dos semanas de confusión y volatilidad en los mercados
J. P. VELÁZQUEZ-GAZTELU
Miedo, confusión, volatilidad. Bastan tres palabras para describir lo sucedido en los mercados en la primera quincena de este tórrido agosto; lo difícil es saber con exactitud qué hay detrás de esos vaivenes, qué fuerzas mueven la montaña rusa emocional en que se han embarcado los inversores y, sobre todo, qué se puede hacer para cambiar una situación que recuerda cada vez más a la de 2008.
Una certeza: nadie está a salvo, llámese Francia, EE UU o incluso Alemania
Los intereses nacionales siguen estando por encima de los generales
Merkel y Sarkozy se verán el martes en París para analizar la situación
Está por ver el efecto a largo plazo de la suspensión de las ventas a corto
La reforma del sistema financiero no se ha hecho realidad
La opción de más estímulos a la economía parece descartada
Se oyen voces a favor de un recorte de los tipos de interés en Europa
Agosto está siendo cruel: apenas ha dado una buena noticia para levantar los ánimos. Como si de una burla se tratara, las Bolsas han abierto muchos días al alza, para después caer a plomo con cualquier excusa. "De los muchos acontecimientos económicos del último mes, la caída en picado de los precios de las acciones ha sido, probablemente, el más preocupante", afirma una nota enviada por el banco de inversión Goldman Sachs a sus clientes.
El mes comenzó con la prima de riesgo de España e Italia por las nubes, reflejo del miedo a que ambos países no puedan pagar sus deudas. Volvía a hablarse de rescate como solución. Luego cayó una tormenta de malos datos económicos, que despertaron el temor a una nueva recesión en el mundo desarrollado. El oro, refugio en tiempos de incertidumbre, superó por primera vez la barrera de 1.800 dólares la onza. El viernes 5, casi con nocturnidad y alevosía, Standard & Poor's anunciaba la retirada de la calificación AAA a la deuda de EE UU por primera vez en 70 años. Nuevo batacazo en los mercados.
Después le tocó el turno a Francia. El presidente Nicolas Sarkozy tuvo que abandonar el miércoles la espléndida mansión de la Riviera donde veraneaba -propiedad de la familia de su esposa, Carla Bruni- y viajar a París para asistir a una reunión de urgencia con varios ministros de su Gabinete y el gobernador del Banco de Francia. El país comenzaba a sonar como próxima víctima de los mercados de deuda, y hubo rumores de que Standard & Poor's se disponía a rebajar su nota crediticia, todavía en el nivel más alto. De pronto se disparó la preocupación por la salud de los bancos franceses, especialmente de Société Générale, cuyas acciones recibieron un durísimo castigo.
Para frenar los ataques de los especuladores, el Banco Central Europeo (BCE) se decidió por fin a comprar bonos españoles e italianos. La decisión, que detuvo la sangría, fue adoptada in extremis -como viene siendo habitual en Europa desde el comienzo de la crisis financiera- tras lograrse el visto bueno de una reticente Alemania.
En medio de toda esta confusión, una certeza: nadie está a salvo, llámese EE UU, Francia o incluso Alemania. El índice de la Bolsa de Fráncfort es el que más ha bajado en estas dos últimas semanas (13,75%), por encima de los de Nueva York, Londres o Madrid. Al regresar a Berlín de sus vacaciones en el Tirol, la canciller Angela Merkel ha tenido que hacer frente a duras críticas de sus socios liberales del FPD y socialcristianos de la CSU, contrarios a la compra de deuda de países con problemas por parte de la autoridad monetaria europea. Mervin King, gobernador del Banco de Inglaterra, también fue duro con la decisión, por considerar que el BCE se ha extralimitado en sus competencias. "Un Banco Central no puede (...) ser un sustituto de la incapacidad para resolver los problemas fiscales de la zona euro", dijo King. "Eso es problema de los Gobiernos".
La profunda división sobre cuáles son las mejores herramientas para atajar la crisis es una muestra palpable de que, en tiempos difíciles como los que corren, los intereses partidistas y nacionales siguen estando por encima de los generales, tanto en Europa como en EE UU. La indecisión y la animosidad política son precisamente dos de los factores que más alimentan la incertidumbre en los mercados, como no se cansan de repetir los analistas.
Con una Francia debilitada por el lento crecimiento de su economía y el acoso de los mercados, Sarkozy y Merkel se verán el próximo martes en París para analizar los problemas de la eurozona. Ambos están obligados a enviar un mensaje contundente para calmar las aguas. El ataque de los especuladores ha dejado de afectar solo a la periferia europea y ha alcanzado el corazón del continente.
¿Qué más pueden hacer los líderes políticos? ¿Qué recursos disponibles les quedan a los Gobiernos y los bancos centrales para evitar un desastre?
"La capacidad de maniobra es limitada, pues las políticas monetarias y fiscales no dan más de sí", afirma Keith Wade, economista jefe de la gestora de activos Schroders. "Lo mejor que pueden hacer las autoridades para encarrilar la economía es seguir con una política monetaria laxa, utilizando métodos como el Quantitative Easing (la inyección de dinero en el sistema financiero a cargo de la Reserva Federal) o proporcionando liquidez al sistema bancario si es necesario". En la vertiente de política fiscal, agrega el experto, "conviene evitar el tipo de indecisión que ha marcado el debate en EE UU".
Una mayor coordinación de las políticas fiscales de los países de la zona euro ocupa un lugar destacado de la agenda para los próximos meses. El jefe de los liberales alemanes y ministro de Economía, Philipp Rösler, aboga por la creación de un consejo de estabilidad con capacidad para supervisar las políticas fiscales de los 17 países de la moneda única. El poderoso ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, se ha limitado a calificar de "interesante" la propuesta.
Una vez efectuados enormes recortes del gasto público, parece que la crisis está agotando la imaginación de las autoridades, como demuestran algunas medidas anunciadas en las últimas semanas para seguir reduciendo el déficit fiscal: Portugal ha aprobado un impuesto especial del 50% a la paga de Navidad; el Gobierno español quiere que las empresas incrementen el adelanto a cuenta del impuesto de sociedades; Italia ha puesto en marcha el copago sanitario...
El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha descartado esta semana que el Gobierno español vaya a aplicar nuevas reformas fiscales, por considerar que con las medidas propuestas se alcanzarán los objetivos de déficit fijados para este año.
Limitar las ventas a corto, que permiten a los inversores apostar por la bajada de precio de un valor en Bolsa, es otro de los recursos que las autoridades tienen a su alcance. Varios países europeos, entre ellos España, suspendieron el jueves este tipo de operaciones especulativas -a las que muchos analistas culpan de buena parte de los males del mercado- sobre las acciones de los bancos. El efecto inmediato fue favorable y alivió algo el sufrimiento. Su eficacia a largo plazo está por ver.
Hay otros recursos, aunque de largo alcance y políticamente más complejos: la reforma del sistema financiero prometida por los líderes mundiales tras el estallido de la crisis, en 2008, no se ha hecho realidad, y las esperanzas de que la idea se retome pronto son escasas.
En EE UU, la Reserva Federal reconoció el martes su incapacidad para frenar una recaída de la economía, que crece al ritmo más lento desde la recesión de 2008-2009, con una tasa de paro enquistada en el 9%. El banco central estadounidense ha echado mano de todo su repertorio en los últimos años: ha recortado los tipos de interés a casi cero, ha comprado bonos y deuda hipotecaria por valor de 2,3 billones de dólares y ha puesto en marcha complejos mecanismos de rescate de instituciones financieras. En un intento de calmar el último brote de ansiedad en los mercados, su presidente, Ben Bernanke, ha prometido mantener los tipos de interés cercanos al cero al menos hasta 2013, una declaración de intenciones sin precedentes en la historia de la institución. Las dificultades para encontrar el camino correcto se hicieron también patentes en la reunión del Comité Abierto de la Reserva Federal, responsable de la política monetaria. Por primera vez desde que Bernanke asumió la dirección de la Fed, tres de sus siete miembros discreparon de la opinión mayoritaria.
El propio Barack Obama se dirigió a la nación poco después de que Standard & Poor's rebajase la nota crediticia de EE UU para asegurar que, diga lo que diga la agencia de calificación de riesgo, su país sigue teniendo la máxima solvencia. De poco sirvió la intervención del presidente. Así de crudo lo veía Dana Milibank, columnista del Washington Post: "El hombre más poderoso de la tierra parece extrañamente impotente e indeciso, mientras fuerzas mayores hacen caer a su país y a su presidencia".
Lo que sí parece descartado por ahora, tanto en Europa como en EE UU, es un incremento del gasto público para fomentar la creación de empleo y estimular la actividad económica. Fue lo que se hizo durante la Gran Recesión de 2008-2009, y funcionó, pero la mayoría de los Gobiernos se han quedado sin fondos y la austeridad, por ahora, sigue siendo el dogma a uno y otro lado del Atlántico. The New York Times censuraba el jueves esta actitud. "Una desacertada política de recortes presupuestarios", rezaba su editorial, "ha puesto a la Unión Europea y a EE UU en caminos que prolongarán su estancamiento económico y quizá los hagan caer en otra recesión". Keith Wade, de Schroders, opina que aquellos Gobiernos que aún puedan pedir dinero prestado deberían invertir en infraestructuras para generar empleo y aportar a la economía activos valiosos a largo plazo.
El BCE decidió no tocar los tipos de interés en su reunión del 4 de agosto, tras haberlos subido dos veces este año para atajar la inflación. ¿Repetirá el error de subirlos de nuevo, como hizo en 2008, cuando abundaban -como ahora- los indicios de que venían malos tiempos para la economía? Parece poco probable. De hecho, empiezan a oírse voces en favor de un recorte del precio del dinero antes de fin de año en vista de que la inflación ha caído a una media del 2,5% en la zona euro.
En manos de las autoridades europeas -las monetarias, pero sobre todo, las políticas- están la reactivación de la actividad económica y la salvación del euro. Las próximas semanas dirán si están a la altura.
Un lector del Financial Times alababa el otro día en una carta al director la figura de Alexander Hamilton, primer secretario del Tesoro de EE UU. Hamilton, recordaba el lector, forjó junto a su rival Thomas Jefferson un difícil consenso para que el Gobierno federal saldase las deudas asumidas para financiar la guerra por la independencia, evitando así que la nueva nación se declarase en suspensión de pagos nada más nacer. "¿Dónde está el Alexander Hamilton europeo?", se preguntaba el autor de la carta. Si alguien lo ha visto, que avise.
La crisis secuestrada
TRIBUNA: Laboratorio de ideas PAUL KRUGMAN
PAUL KRUGMAN
Les ha dejado la agitación de los mercados con una sensación de miedo? Bueno, pues debería. Está claro que la crisis económica que empezó en 2008 no ha terminado ni mucho menos.
Deberíamos estar reconstruyendo escuelas, redes de distribución de agua, carreteras y demás
Pero hay otra emoción que deberían sentir: ira. Porque lo que estamos viendo ahora es lo que pasa cuando la gente influyente se aprovecha de una crisis en vez de tratar de resolverla.
Durante más de un año y medio -desde que el presidente Obama decidió convertir los déficits, y no los puestos de trabajo, en el tema central de su discurso sobre el Estado de la Unión de 2010- hemos mantenido un debate público que ha estado dominado por las preocupaciones presupuestarias, mientras que prácticamente se ha hecho caso omiso del empleo. La supuestamente urgente necesidad de reducir los déficits ha dominado hasta tal punto la retórica que, el lunes, en medio de todo el pánico en las Bolsas, Obama dedicaba la mayoría de sus comentarios al déficit en vez de al peligro claro y presente de una nueva recesión.
Lo que hacía que todo esto resultase tan grotesco era el hecho de que los mercados estaban indicando, tan claramente como cualquiera podría desear, que nuestro mayor problema es el paro y no los déficits. Tengan en cuenta que los halcones del déficit llevan años advirtiendo de que los tipos de interés de la deuda soberana de EE UU se pondrían por las nubes en cualquier momento; se suponía que la amenaza del mercado de los bonos era la razón por la cual debíamos reducir drásticamente el déficit. Pero esa amenaza sigue sin materializarse. Y esta semana, justo después de una rebaja de calificación que se suponía que debía asustar a los inversores en bonos, esos tipos de interés en realidad se han hundido hasta mínimos históricos.
Lo que el mercado estaba diciendo -casi a voces- era: "¡No nos preocupa el déficit! ¡Nos preocupa la debilidad de la economía!". Porque una economía débil se traduce tanto en unos tipos de interés bajos como en una falta de oportunidades empresariales, lo que, a su vez, se traduce en que los bonos del Tesoro se convierten en una inversión atractiva aunque la rentabilidad sea baja. Si la rebaja de la deuda de EE UU ha tenido algún efecto, ha sido el de acrecentar los temores a unas políticas de austeridad que debilitarán aún más la economía.
¿Y cómo llegó el discurso de Washington a estar dominado por el problema equivocado?
Los republicanos radicales, cómo no, han tenido algo que ver. Aunque no parece que los déficits les importen demasiado (prueben a proponer cualquier subida de los impuestos a los ricos), han descubierto que insistir en los déficits es una forma útil de atacar los programas del Gobierno.
Pero nuestro debate no habría llegado a estar tan descaminado si otras personas influyentes no hubiesen estado tan ansiosas por eludir el asunto del empleo, incluso ante una tasa de paro del 9%, y secuestrar la crisis en defensa de sus planes previos.
Repasen la página de opinión de cualquier periódico importante, o escuchen cualquier programa de debate, y es probable que se topen con algún autoproclamado centrista afirmando que no hay remedios a corto plazo para nuestras dificultades económicas, que lo responsable es centrarse en las soluciones a largo plazo y, en concreto, en la "reforma de las prestaciones", o sea, recortes en la Seguridad Social y Medicare. Y cuando se topen con alguien así, sean conscientes de que esa clase de gente es uno de los principales motivos por los que tenemos tantos problemas.
Porque el hecho es que, en estos momentos, la economía necesita desesperadamente un remedio a corto plazo. Cuando uno sangra profusamente por una herida, quiere un médico que le vende esa herida, no un doctor que le dé lecciones sobre la importancia de mantener un estilo de vida saludable a medida que uno se hace mayor. Cuando millones de trabajadores dispuestos y capaces están en paro, y se desperdicia el potencial económico al ritmo de casi un billón de dólares al año, uno quiere políticos que busquen una recuperación rápida en vez de gente que le sermonee sobre la necesidad de la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Por desgracia, lo de dar lecciones sobre la sostenibilidad fiscal es un pasatiempo de moda en Washington; es lo que hacen las personas que quieren parecer serias para demostrar su seriedad. Así que, cuando la crisis estalló y nos arrastró a unos grandes déficits presupuestarios (porque eso es lo que pasa cuando la economía se contrae y los ingresos caen en picado), muchos miembros de nuestra élite política tenían muchas ganas de utilizar esos déficits como excusa para cambiar de tema y pasar del empleo a su cantinela favorita. Y la economía seguía desangrándose.
¿Qué conllevaría una respuesta real a nuestros problemas? Ante todo, por el momento conllevaría más gasto gubernamental, no menos; con un paro masivo y unos costes de financiación increíblemente bajos, deberíamos estar reconstruyendo nuestras escuelas, carreteras, redes de distribución de agua y demás. Conllevaría unas medidas agresivas para reducir la deuda familiar mediante la condonación y la refinanciación de las hipotecas. Y conllevaría un esfuerzo por parte de la Reserva Federal para tratar por todos los medios de poner la economía en movimiento, con el objetivo intencionado de generar más inflación a fin de aliviar los problemas de endeudamiento.
Lógicamente, los sospechosos habituales tacharán esas ideas de irresponsables. Pero ¿saben lo que es de verdad irresponsable? Secuestrar el debate sobre la crisis para conseguir las mismas cosas que uno defendía antes de la crisis, y dejar que la economía siga desangrándose.
Paul Krugman es profesor en la Universidad de Princeton y premio Nobel de Economía.Un contagio de malas ideas
JOSEPH E. STIGLITZ
La gran recesión de 2008 se ha transformado en la recesión del Atlántico norte: son principalmente Europa y EE UU, no los mercados emergentes más importantes, los que se han visto afectados por el lento crecimiento y alto desempleo. Y son Europa y EE UU los que marchan, juntos o separados, hacia el desenlace de una gran debacle. La explosión de una burbuja condujo a un estímulo keynesiano masivo que evitó una recesión mucho más profunda, pero también impulsó déficits presupuestarios importantes. La respuesta -recortes masivos del gasto- garantiza que los niveles de desempleo inaceptablemente altos (un vasto desperdicio de recursos y un exceso de oferta de sufrimiento) se prolonguen durante años.
Europa y EE UU marchan, juntos o separados, hacia el desenlace de una gran debacle
La Unión Europea finalmente se ha comprometido a ayudar a sus miembros en dificultades financieras. No tenía opción: la agitación financiera amenazaba con extenderse desde países pequeños como Grecia e Irlanda a otros grandes como Italia y España, y la propia supervivencia del euro afrontaba peligros crecientes. Los líderes europeos reconocieron que las deudas de los países en problemas serían inmanejables a menos que sus economías pudiesen crecer, y que el crecimiento no se lograría sin ayuda.
Pero si bien los líderes europeos prometieron que la ayuda estaba en camino, reforzaron su creencia de que los países sin crisis deben recortar sus gastos. La austeridad resultante retrasará el crecimiento europeo y con ello el de sus economías con mayores problemas: después de todo, nada ayudaría más a Grecia que el crecimiento robusto de sus socios comerciales. Y el bajo crecimiento dañará la recaudación tributaria, socavando la meta proclamada de consolidación fiscal.
Las discusiones previas a la crisis ilustraron lo poco que se había hecho para reparar los fundamentos económicos. La oposición vehemente del Banco Central Europeo a algo esencial para todas las economías capitalistas -la reestructuración de la deuda de las entidades en quiebra o insolventes- evidencia la continua fragilidad del sistema bancario occidental.
El BCE argumentó que los contribuyentes deberían hacerse cargo del coste total de la deuda soberana griega en problemas, por miedo a que cualquier participación del sector privado pudiese disparar un evento crediticio que forzara importantes erogaciones sobre los seguros de impago crediticio (CDS) y posiblemente fomentara mayores problemas financieros. Pero si ese es un miedo real del BCE -si no se trata meramente de actuar en favor de los prestamistas privados-, tendría que haber exigido a los bancos que mantengan más capital.
Además, el BCE tendría que haber prohibido a los bancos operar en el arriesgado mercado de los CDS, donde son rehenes de las decisiones de las agencias de calificación sobre lo que constituye un evento crediticio. En efecto, un logro positivo de los líderes europeos en la reciente cumbre de Bruselas fue comenzar el proceso de limitar tanto al BCE como al poder de las agencias de calificación estadounidenses.
De hecho, el aspecto más curioso de la posición del BCE fue su amenaza de no aceptar los bonos reestructurados como garantía si las agencias de calificación decidían que la reestructuración debía clasificarse como un evento crediticio. La idea de la reestructuración era liquidar deuda y lograr que el resto fuese más manejable. Si los bonos eran aceptables como garantía antes de la reestructuración, ciertamente serían más seguros después de ella y, por tanto, igualmente aceptables.
Este episodio sirve como recordatorio de que los bancos centrales son instituciones políticas con una agenda política, y que los bancos centrales independientes tienden a ser capturados (al menos cognitivamente) por los bancos a los que supuestamente deben regular.
Y la situación no está mucho mejor del otro lado del Atlántico. Allí, la extrema derecha amenazó con paralizar al Gobierno de EE UU, confirmando lo que sugiere la teoría de los juegos: cuando personas racionales se enfrentan a quienes están irracionalmente decididos a la destrucción si no logran su objetivo, son estos últimos quienes prevalecen.
Como resultado, el presidente Barack Obama consintió una estrategia desequilibrada de reducción de la deuda, sin aumentos de impuestos -ni siquiera para los millonarios a quienes les ha ido tan bien durante las últimas dos décadas, y sin siquiera eliminar las dádivas impositivas a las empresas petroleras, que socavan la eficiencia económica y contribuyen a la degradación ambiental.
Los optimistas argumentan que el impacto macroeconómico de corto plazo del acuerdo para aumentar el tope del endeudamiento estadounidense y evitar el impago de la deuda soberana será limitado: recortes en el gasto de aproximadamente 25.000 millones de dólares para el año próximo. Pero el recorte en los impuestos sobre los salarios (que contribuía con más de 100.000 millones al bolsillo del ciudadano común estadounidense) no fue renovado, y seguramente las empresas, anticipando las consecuencias contractivas, serán aún más renuentes a otorgar créditos.
La cesación del estímulo es en sí misma contractiva. Y a medida que los precios de los inmuebles continúan cayendo, que el crecimiento del PBI vacila y el desempleo se empecina en mantenerse elevado (uno de cada seis estadounidenses que desean un trabajo a tiempo completo aún no puede obtenerlo), lo que hace falta es más estímulo y no austeridad -incluso para equilibrar el presupuesto-. El impulsor más importante del crecimiento del déficit es la baja recaudación fiscal debida a un pobre desempeño económico; el mejor remedio sería que EE UU vuelva al trabajo. El reciente acuerdo de la deuda es una jugada en la dirección equivocada.
Ha habido mucha preocupación sobre el contagio financiero entre Europa y EE UU. Después de todo, los errores de gestión financiera estadounidense desempeñaron un papel importante en el desencadenamiento de los problemas europeos, y la agitación financiera europea no será buena para EE UU -especialmente considerando la fragilidad del sistema bancario estadounidense y su continuo papel respecto de los poco transparentes CDS.
Pero el problema real surge de otro tipo de contagio: las malas ideas cruzan fácilmente las fronteras, y las nociones económicas equivocadas a ambos lados del Atlántico se han estado reforzando entre sí. Esto será también válido para el estancamiento que esas políticas conllevarán.
Joseph E. Stiglitz es profesor de la Universidad de Columbia y premio Nobel de Economía.
Volatilidad, parches y pérdida de soberanía
Jaime de Piniés
Indicábamos la semana pasada que había pocas alternativas para la economía española y que ya no quedaba suficiente tiempo para implementar un programa de reformas estructurales decidido por y para los españoles. Pues bien, tras la rebaja de la calificación del rating de los EEUU por parte de Standard & Poor's el pasado viernes, la volatilidad en los mercados llegó a ser tan aguda que el BCE decidió intervenir comprando a destajo deuda española e Italiana. Esta medida supone, como bien indica Juan Ramón Rallo, una monetización de la deuda pública de la tercera y cuarta economía de la zona euro, y por tanto un quebranto de la disciplina anti-inflacionista en toda regla para el conjunto de la unión monetaria de la UE.
Dicho esto, la medida al menos fue eficaz y ha llevado a reducir considerablemente el diferencial entre los bonos españoles e italianos en relación al bund alemán. Actualmente el diferencial español se encuentra en los 285 puntos básicos, habiendo caído más de un punto y medio. Ahora bien, esta medida no es más que un parche. Si el BCE desaparece de la escena, los precios de los bonos españoles seguramente caerán y su rentabilidad repuntará.
De ahí que cada día que pasa y cada vez con mayor fuerza y resonancia, el BCE y Alemania, insisten y reclaman medidas de calado y reformas profundas. Otra cosa es lo que ocurre en nuestra propia casa; es decir, aquí no pasa nada. Nuestro Gobierno enredado en sí mismo, deslizándose a través del verano. Aquí ni se atisba ni se prevé reforma alguna. Alguna quita aquí, pon allá como la modificación al impuesto de sociedades y algo relacionado con fármacos. Es decir, nada.
Aclaremos pues lo que significa que el BCE y Alemania insistan y reclamen medidas: a los españoles se nos ha atado y muy cortito. Nuestros socios europeos nos han rescatado financiándonos in extremis y esto se traduce en que o se acatan las "sugerencias" o simplemente nos dejan caer, así hasta que entremos en razón. Triste realidad, pero hemos perdido soberanía. Y esto es... ¿malo? Seguro que habrá algún lector que lo vea como algo positivo.
Cuando las cigarras devoran a las hormigas
Ignacio Moncada
Otro
El mercado funciona porque da beneficios a quien lo hace bien, y castiga con pérdidas a quien lo hace mal. Es así como la economía va evolucionando y generando cada vez más prosperidad. Si una empresa es capaz de ofrecer un buen producto que la gente quiera comprar, y a la vez es capaz de mantener controlados sus gastos, el resultado será una alta rentabilidad. Sin embargo, la empresa que no es capaz de ser austera o vive del crédito sin posibilidad de devolverlo, será apartada del mercado. Este mecanismo no sólo sirve para que prosperen las empresas más eficientes, sino también para que todos los agentes económicos empujen en la misma dirección. Para que eviten el despilfarro y la mala gestión, y busquen ofrecer al público buenos bienes y servicios con el menor consumo de recursos posible. En el mercado, la austera hormiga prospera, y la manirrota cigarra quiebra. En este caso todos quieren ser hormigas.
Hasta aquí cualquier lector pensará que esto es obvio, que no es más que sentido común. El problema es que nuestros gobernantes han terminado por montar una Europa que funciona en sentido contrario. Se ha instalado un sistema en el que el manirroto es automáticamente rescatado, y el austero que evita los atajos paga la cuenta. Los países periféricos siguen gastando como si nada pasara, y Alemania rescata con cargo al contribuyente. De esta manera, como decía, no sólo se comete la barbaridad de recircular la riqueza desde los lugares productivos a los improductivos. Además se genera un sistema de incentivos contrario al de una economía sana: se premia el despilfarro, y se desincentiva la buena gestión. En una economía en la que no se penaliza a quien lo hace mal, todos tenderán a hacerlo mal. Así, al ver que siguen teniendo déficit público países que si no fuera por Alemania habrían quebrado, todos se suman al carro. Ni siquiera en plena sobredosis keynesiana, en esta crisis de deuda generada por los políticos, nadie quiere desaprovechar esta oportunidad gratuita de gastar más de lo que pueden devolver.
La guinda al pastel europeo, después del rescate encubierto a España e Italia mediante la compra de bonos por parte del BCE, es la incorporación de Francia a la lista de los países en apuros. Es la confirmación de que toda Europa empuja en dirección al abismo, y que queda poco margen para caer. Cada paso en esa dirección aumenta la bola de deuda e inflación que lastrará la economía del continente durante décadas, y que hace más difícil salir de la crisis. Es como si las cigarras manirrotas hubieran llegado al poder, y estuvieran devorando a las austeras hormigas. Si no se hace el gran ajuste de las cuentas públicas a nivel continental, corremos el riesgo de que las cigarras hagan saltar Europa por los aires. Y cuando no queden hormigas comprobaremos lo duro que es el invierno.
Ignacio Moncada es ingeniero industrial por ICAI y trabaja como analista financiero de inversiones en Nueva York.
Soros, a Merkel: o Berlín paga la factura de la crisis o el euro se desmorona
El inversor lanza un demoledor mensaje a la canciller, a la que considera culpable del agravamiento de la crisis. Augura un futuro negro si no actúa.
George Soros escribe un artículo en el económico Handelsblatt dirigido a una Angela Merkel en horas bajas. Asediada por las críticas en el seno de su propio partido, donde empiezan a criticar el coste que le está suponiendo a Alemania la crisis de deuda, este viernes el conocido inversor le advierte de que, en su opinión, la única salida es que Berlín siga pagando la factura.
Según Soros, el mayor error fue que la UE no asumiera desde el principio como propia la deuda de países en problemas. "Fue la vacilación alemana", escribe, "lo que agravó la crisis griega" y ha hecho que haya terminado convertida en una crisis para la propia supervivencia de la Unión.
Para el inversor, sólo Alemania puede revertir la situación. Para ello, ve como única salida los eurobonos y apunta que lo esencial es no actuar a remolque de los mercados sino "adelantarse" a sus reacciones. Insiste en que los países con triple A son los que tienen que apoyar esa solución y que cualquier otra actuación desembocará "en la ruptura del euro".
El inversor llama a Berlín a dejar de preguntarse si el euro les compensa porque si la moneda única se desmorona, tendría "incalculables consecuencias" en el sistema bancario. Por ello urge a Merkel a actuar con decisión y no a dar "pequeños pasos como hasta ahora". En su opinión, la próxima medida que debería adoptar es agrandar el fondo de rescate aprobado en la última cumbre para países en apuros. Si no, alerta, el rating de Francia "estaría en peligro".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario