¿Tiene Cordero que irse?
¿Conviene cambiar al secretario de Hacienda en medio de la agitación económica actual? ¿Sería una buena decisión?
Leo ZuckermannNo nos hagamos bolas: vienen épocas económicas turbulentas. El crecimiento en Estados Unidos se ha desacelerado y las probabilidades de una nueva recesión en ese país, y por tanto en el mundo entero, se han incrementado en las últimas semanas. Esto va a tener consecuencias económicas y políticas para México. Ya lo sabemos: cuando le va mal al gigante estadunidense, a su vecino del sur le va peor. Por eso hay que esperar que la actual situación en Estados Unidos sólo quede en una desaceleración y no se convierta en recesión.
El gobierno mexicano ha sido muy cauto en sus declaraciones a fin de no echarle más gasolina al fuego. El lunes, el secretario de Hacienda admitió que lo que está sucediendo en Estados Unidos es “una cosa bastante seria”. Admitió que “existe un escenario de desaceleración” que va a tener un impacto negativo en la tasa de crecimiento económico de México. Sin embargo, descartó la posibilidad de una recesión allá y acá. En cualquier caso, lo cierto es que se ha complicado el escenario económico para el resto de 2011 y 2012. De ahí que el gobierno mexicano tenga que ser cauto y prudente en el manejo de la delicada situación.
Esto implica contar con un equipo gubernamental sólido y experimentado en el manejo de situaciones macroeconómicas adversas. Afortunadamente lo tenemos en el Banco de México, que está dirigido por una Junta de Gobierno con profesionales de primera línea. La duda está más bien en la Secretaría de Hacienda. Por una razón: el titular de esa dependencia quiere ser candidato presidencial del PAN. Se trata, sin duda, de una aspiración legítima. Sin embargo, esto lo descarta como un secretario de Hacienda que pueda manejar con eficacia la turbulencia económica que ya comenzó. De ahí que Cordero esté obligado a renunciar lo antes posible.
Pero, ¿conviene cambiar al secretario de Hacienda en medio de la agitación económica actual? ¿Sería una buena decisión?
No lo creo. Para empezar, porque la coyuntura no es nada propicia para que un secretario de Hacienda se convierta en el candidato presidencial del partido gobernante. No importa que Cordero haya tenido una buena gestión como secretario. Hacia adelante, ya sea con una desaceleración (altamente probable) o una recesión (menos probable), la oposición va a utilizar el tema económico para atacar al gobierno panista. Le van a echar toda la culpa de todas las penurias económicas. Máxime si el candidato del PAN era el secretario de Hacienda.
Aunque Cordero no sea responsable de la desaceleración o recesión, sus adversarios, dentro y fuera del PAN, van a culparlo de la adversidad económica. No hay que ser genio para imaginar una campaña donde le van a tratar de colgar el muertito de la economía al ex secretario y él defendiéndose todo el tiempo. Por desgracia para Cordero y sus seguidores, no parecer ser una buena apuesta electoral para el PAN en este momento. Los nubarrones económicos en el horizonte le han abierto muchos flancos de ataque.
Quizá lo ideal en este momento es que el secretario de Hacienda se quedara en su puesto y renunciara a sus aspiraciones presidenciales. No obstante, veo difícil que esto suceda. Es evidente que ya se echó a andar la operación político-electoral para apoyar la candidatura presidencial de Cordero. El mismo tiene sus ojos apuntados en esa dirección. Así que el secretario de Hacienda inevitablemente tendrá que renunciar pronto. Entre más rápido, mejor, para que el Presidente nombre a un nuevo secretario que conozca los intríngulis hacendarios, con capacidad política de negociar un paquete económico sensato en el Congreso y con credibilidad en los mercados internacionales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario