Guatemala: entre el general y el populista
Editorial -
El Tiempo, Bogotá
El pasado 12 de septiembre, Guatemala celebró sus elecciones generales con una participación del 65 por ciento de los siete millones de ciudadanos habilitados. Este nivel de votación, que no se registraba desde el regreso a la democracia en 1985, confirma la preocupación colectiva por la situación económica y social en esa nación centroamericana.
Los resultados de la masiva jornada confirmaron la necesidad de una segunda vuelta, a celebrarse el próximo 6 de noviembre. El ex general Otto Pérez Molina, con el 36 por ciento de los sufragios, y el millonario empresario Manuel Baldizón, con el 23 por ciento, buscarán en estas semanas las alianzas y el apoyo necesarios para convertirse en el sucesor del presidente Álvaro Colom. La semana pasada, Pérez, del partido Patriota, aseguró el apoyo de otros cuatro partidos y ratificó su favoritismo.
La campaña electoral no ha estado exenta de sorpresas. Hace un mes, el tribunal constitucional descalificó la aspiración de la oficialista Sandra Torres, ex esposa de Colom y cuya separación del actual mandatario fue considerada como una burla al régimen de inhabilidades. Sin una candidatura gobiernista, las preferencias de los guatemaltecos giraron hacia las propuestas de Pérez y Baldizón.
Con una de las tasas de homicidio más altas de América Latina y convertido en el patio trasero de los carteles mexicanos del narcotráfico, este país centroamericano ha venido manifestándose a favor de un tratamiento más severo contra la criminalidad. En este aspecto, ambos candidatos ofrecen programas contra la inseguridad: mientras el general Pérez, ex jefe de la inteligencia militar en los años de la dictadura, promete 'mano dura', el empresario Baldizón ofrece restablecer la pena de muerte. La campaña de este último, además, ha desplegado promesas de corte populista, como un salario adicional para los trabajadores.
En noviembre próximo, los guatemaltecos irán de nuevo a las urnas a elegir entre un militar retirado y un millonario populista, con la esperanza de resolver la doble tenaza que los ahoga: la violencia de narcos y pandillas 'maras' y la pobreza. Sin embargo, dada la fragmentación del sistema político, el control de terratenientes, narcos y pandilleros y la debilidad del Estado, esta es una meta difícil de cumplir.
El imperialismo de los sindicatos estadounidenses
Por Mary Anastasia O'Grady
The Wall Street Journal Americas
En principio, el esfuerzo de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos de bloquear una nueva planta de Boeing planeada en el estado de Carolina del Sur, que junto con otros estados tiene una ley que defiende el "derecho a trabajar", parece un ejercicio en futilidad. Después de todo, vivimos en una economía global, y eso significa que los productores estadounidenses que no tienen acceso a un mercado laboral competitivo en el país pueden irse al extranjero.
Eso pasará a menos de que los grandes sindicatos logren imponer su asfixiante modelo de regulación más allá de las fronteras de EE.UU. En ese caso, los costos podrían ser estratégicamente exportados a otros lugares, y las empresas que de otro modo podrían escapar a las regulaciones estadounidenses no tendrían a dónde ir.
El esfuerzo ya está en marcha en América Latina, donde los países que han firmado acuerdos de libre comercio son cada vez más acosados por el gobierno de Barack Obama. Aunque la Casa Blanca afirma que se trata de la defensa de los derechos de los trabajadores, parece más como si quisiera usar la normativa laboral como una puerta trasera para aumentar el proteccionismo a instancias de los grandes sindicatos estadounidenses.Barack Obama junto al presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka.
Un ejemplo es el anuncio del mes pasado de la oficina del representante comercial de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés), que intenta llevar a Guatemala ante un panel arbitral por "aparentes fallas sistemáticas" en la aplicación de las leyes laborales guatemaltecas bajo el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA, por sus siglas en inglés). La acción, de acuerdo con el representante comercial, nació de una petición de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés), presentada con seis grupos de trabajadores guatemaltecos, que hacen la misma acusación. La USTR sostiene que, junto con los departamentos de Trabajo y Estado, analizó la demanda de la AFL-CIO y decidió llevarla adelante porque le parecía ser correcta.
La semana pasada, cuando hablé por teléfono con el ministro de Economía de Guatemala, Luis Velásquez, me dijo que, a través de una serie de consultas, las dos partes habían llegado a un acuerdo sobre 14 de los 17 puntos que EE.UU. había planteado. Hay un estancamiento en relación con las tres restantes y, tan importante como eso, sobre cómo las dos partes deben proceder.
Velásquez señaló que una disputa no resuelta bajo la reglamentación del CAFTA va primero a una comisión –que representa a los siete países– que administra el tratado. Sólo si no hay allí una resolución llega a un panel de arbitraje. "No entendemos por qué EE.UU. no quiere respetar el procedimiento adecuado contenido en el tratado. Se lo pedimos al USTR y no obtuvimos respuesta", me dijo. También yo se lo solicité al USTR y no tuve respuesta.
Asimismo, Velásquez dice que desconoce los motivos de EE.UU. y no quiere especular al respecto. Sin embargo, como observadora, se me ocurre que es el temor de que los otros socios del CAFTA no concuerden con la postura de EE.UU. Es probable que no les simpatice lo que la AFL-CIO quiere hacer con su vecino porque puede que la próxima vez les toque a ellos.
Una de las demandas de EE.UU. es añadir 100 inspectores laborales a la nómina del gobierno de inmediato. Velásquez sostiene que si bien Guatemala está dispuesta a cumplir con el aumento, el costo estimado, que asciende a millones de dólares, no está contemplado en el presupuesto actual. Guatemala ha dicho que incorporará a los inspectores el próximo año, pero eso no es lo suficientemente bueno para el Tío Sam.
Una segunda demanda es forzar a todos los exportadores a indemnizar a sus trabajadores contra las empresas que entran en bancarrota mediante la compra de un bono. Velásquez afirma que la Corte Constitucional de Guatemala ha rechazado la medida porque discriminaría contra los exportadores. También indicó que los exportadores estadounidenses no están sometidos a la misma obligación.
Por último, y quizá lo más flagrante, es que EE.UU. quiere que Guatemala de a los inspectores de trabajo la autoridad para cerrar una planta que se considera que viola el código laboral. Según Velásquez, el problema es que los inspectores no son jueces y el acusado tiene el derecho a ser escuchado en un tribunal de justicia. De lo contrario, agrega, "convertiríamos a nuestros inspectores en emperadores". Es sumamente extraño que EE.UU. esté tratando de socavar la frágil democracia guatemalteca al defender los tipos de prácticas que tienen lugar en las dictaduras.
En términos más generales, las exigencias inspiradas en la AFL-CIO elevarían los costos para los exportadores guatemaltecos e incluso los podrían llevar a la quiebra. ¿Valdría la pena una mejora en las condiciones del trabajo a ese precio? Probablemente no, a juzgar por un reciente estudio sobre el tema, realizado por los economistas J.R. Clark, de la Universidad de Tennessee en Chattanooga, y Ben Powell, de la Universidad de Suffolk, en Boston.
Los investigadores encuestaron a los empleados de dos empresas guatemaltecas que fueron señaladas como "fábricas de explotación" por el National Labor Committee (NLC), un organismo sin fines de lucro. Los autores señalan que, dado que esas dos empresas fueron seleccionadas por el NLC, es razonable concluir que estaban entre las peores "fábricas de explotación". Sin embargo, encontraron que "los salarios y las condiciones laborales eran superiores al empleo anterior de esos trabajadores". También encontraron que "la combinación entre los salarios y las condiciones de trabajo reflejaban las preferencias de los empleados" y que "los empleados encontraban sus condiciones menos satisfactorias cuando una empresa cedía a las demandas de los activistas".
Clark y Powell no sostienen que las condiciones laborales en Guatemala son iguales a las de EE.UU. Sin embargo, el estudio muestra que entre las opciones que tiene los guatemaltecos, las industrias de exportación son atractivas, y que si van a la quiebra los trabajadores quedan en peor situación.
Entonces, ¿a quién es que quiere ayudar el gobierno de Obama? Supongo que no al trabajador guatemalteco.
HUGO E. GRIMALDI: CUANDO EL ESTADO NO ESTÁ PARA LO QUE TIENE QUE ESTAR (DESDE ARGENTINA)
ALBERTO MEDINA MÉNDEZ: CONSENTIR LO INADMISIBLE
Chile: hora de despertar
HISPANOAMÉRICA
Por Axel Kaiser
La relevancia del asunto amerita algo de autorreferencia. En 2007 publiqué un libro, titulado El Chile que viene, en el que afirmaba que el país se encaminaba hacia el fracaso. |
Observé entonces que estábamos abandonando la fórmula que nos había convertido en la nación líder de América Latina y abrazando el esquema del dirigismo estatal, que había probado su fracaso hasta la saciedad. También advertí de que era por el lado de los jóvenes por donde se iban a presentar las fracturas antisistema que desestabilizarían la sociedad. Y agregué que las responsables del fracaso serían las élites económica y política.
En 2009 publiqué otro libro, titulado La fatal ignorancia: la anorexia cultural de la derecha frente al avance ideológico progresista. En él alertaba de que el consenso en torno al modelo económico se estaba resquebrajando. Expliqué que estábamos experimentando una reideologización del país y que las ideas de izquierda estaban imponiéndose sin que se les estuviera oponiendo las ideas de defensoras de la libertad. Sostuve que si buena parte de la derecha no superaba su flojera intelectual, su comodidad y cobardía características, veríamos destruido el país que con tanto esfuerzo y sacrificio nos había costado levantar.
Pues bien, ahora, y por primera vez desde el retorno de la democracia, se está poniendo en cuestión de manera categórica y masiva el modelo económico que nos ha permitido progresar. No se equivoque, estimado lector: este movimiento estudiantil, liderado por comunistas, no tiene por finalidad mejorar la educación, sino asestar un golpe al pilar central del modelo económico: la subsidiariedad del Estado. Y como, debido a su falta de integridad, la derecha lleva años jugando a arrebatarle banderas a la izquierda, la Concertación ha tenido que desplazarse más a la izquierda, al punto de compartir casi por completo el programa de gobierno del marxista Jorge Arrate. (Ya dijo Jaime Guzmán que jamás había que tratar de arrebatarle banderas a la izquierda, porque ésta siempre podía moverlas más a la izquierda).
Todo esto, por cierto, no es responsabilidad de la izquierda. Como escribió Ayn Rand, refiriéndose a las grotescas distorsiones de la realidad de la propaganda socialista:
Los culpables no son los colectivistas, sino aquellos que carecen del coraje necesario para (...) defender el único sistema moral y racional de la historia de la humanidad, el capitalismo.
Tampoco cabe cargar contra los colectivistas: como en la fábula del escorpión y la rana, simplemente no saben hacer otra cosa. No: los responsables son los líderes políticos, intelectuales y empresariales que, sabedores de la superioridad económica y moral del sistema liberal legado por los Chicago Boys, poco o nada han hecho por defenderlo.
Es hora de despertar y tomar parte en esta batalla de manera decidida. Llegó el momento de comportarse, por una vez, como una élite genuina; una élite que no destaque por sus autos de lujo y sus mansiones, sino por ejercer su poder para encauzar el país hacia un destino mejor.
Gadafi: un balance
LIBIA
Por Daniel Pipes
El pasado día 1 Muamar el Gadafi hubiera cumplido 42 años en el poder, lo que le habría convertido en el dictador más veterano. Sea como fuere, merece la pena hacer un balance de su espantoso reinado. |
Gadafi llegó al poder a los 27 años y en el momento en que se eclipsaba la figura de Gamal Abdel Naser. Se veía a sí mismo como el sucesor del líder panárabe egipcio, si bien sus ambiciones eran mucho mayores: mientras Naser soñaba con un solo país que se extendiera desde el Atlántico hasta el Golfo Pérsico, Gadafi consideraba la unidad árabe un mero paso hacia la Umma, la unidad musulmana. Y aunque fracasó en el intento, como fracasó su Tercera Teoría Internacional, de la que dio cuenta en su célebre Libro Verde, su influjo fue poderoso en dos acontecimientos determinantes: la crisis energética y el renacimiento islámico.
Gadafi desempeñó un papel fundamental en la crisis energética que arranca en el año 1972 y se prolonga hasta la actualidad. Al desafiar a las petroleras internacionales en lo relacionado con la producción y el precio del petróleo, fue el artífice del traspaso de poder desde los consejos de administración occidentales a los palacios de Oriente Próximo. Las decisiones de Gadafi contribuyeron a que el precio del petróleo se disparara.
En segundo lugar, el dictador libio puso en marcha lo que entonces se conocía como renacimiento islámico. Cuando nadie estaba dispuesto a hacerlo, Gadafi promovió la agenda islámica aplicando la ley islámica, instando a los musulmanes de todo el mundo a seguir su ejemplo y apoyando a todo musulmán que mantuviera un conflicto con un no musulmán.
Su larguísimo régimen puede dividirse en cuatro etapas. La primera y más relevante, que comprende los años entre 1969 y 1986, estuvo caracterizada por un activismo frenético, que le llevó a intervenir en conflictos como los de Irlanda del Norte y Filipinas, a dañar letalmente la campaña por la reelección de Carter mediante la transferencia de fondos a su hermano Billy, a proclamar la unión política de Libia y Siria; a ayudar militarmente a Irán en la guerra que libró contra Irak; a enviar tropas al sur del Chad para controlar el país e imponerle una unión política. Etcétera.
Pero ese despliegue no llevó a nada. En 1981 escribí:
Ninguna intentona golpista de Gadafi ha tumbado Gobierno alguno, ninguna fuerza rebelde ha triunfado, ningún grupo separatista ha creado un nuevo Estado, ninguna campaña terrorista ha acabado con la resolución de pueblo alguno (...) y ningún país, aparte de Libia, está siguiendo la tercera teoría. Gadafi ha sembrado amargura y destrucción sin lograr ninguno de sus objetivos. A duras penas se puede concebir algo más inútil.
Ese primer periodo acabó con el bombardeo estadounidense de 1986, llevado a cabo en represalia por el ataque terrorista a una discoteca berlinesa frecuentada por soldados americanos, y que pareció desequilibrar mentalmente al dictador. Su virulento aventurerismo remitió espectacularmente, al tiempo que viraba hacia África y centraba su ambición en la construcción de armamento de destrucción masiva. A medida que su presencia en el escenario mundial menguaba, se le iba marginando y considerando un tarado.
La tercera etapa arrancó en el año 2002, cuando un manso Gadafi accedía a pagar compensaciones a las víctimas de Lockerbie y renunciaba a sus ambiciones nucleares. Aunque no tocó los pilares de su régimen, se convirtió en persona grata en Occidente y anfitrión de personalidades como el primer ministro británico y la secretaria de Estado norteamericana.
La cuarta y última fase empezó a principios de este mismo año, con la rebelión de Bengasi, cuando un Gadafi acorralado volvió por sus más brutales fueros, destrozando por completo su imagen más presentable.
Tras décadas de represión y artimañas, los libios se enfrentan ahora al reto de liberarse de su tóxico legado. Han de luchar para liberarse de la paranoia y la depravación. Como acertadamente sintetizara Andrew Solomon en el New Yorker, los libios pueden dejar atrás la brutalidad y el latrocinio de los Gadafi, pero la falsedad que presidía la vida en cotidiana en la Gran Jamahiriya Árabe del Pueblo Socialista Libio "tardará mucho tiempo enObama y los judíos
ESTADOS UNIDOS E ISRAEL
Por Mario Noya
El apoyo de los judíos norteamericanos al Partido Demócrata es tan abrumador, y está tan emparentado con el empecinamiento, que ha habido quien ha bromeado con que quizá sólo podría descender al 65% en caso de que Obama lanzara una bomba atómica sobre Tel Aviv. Pero igual Obama solo, sin ayudas nucleares ni coñas, con esa bocaza suya, consigue que los moíshes se sacudan el polvo ideológico y provoquen un terremoto de aquí te espero en el mapa político yanqui. Yes, he can! |
Los judíos americanos llevan cosa de un siglo votando demócrata contra viento y marea: sólo al huracán Carter –qué contrameta se le resistiría a Jimmy Calamidad– han castigado con un porcentaje de voto inferior al 50 (¡pero incluso entonces –1980– el demócrata fue el candidato preferido del electorado judío! Carter, 45%; Reagan, 39%; Anderson, 14%). El porcentaje que cosecharon Roosevelt y Johnson es de esos que ya apenas se atreven a adjudicarse los tiranos más desvergonzados: un abracadabrante 90%; el resto de los candidatos del partido del asno, ya digo, tampoco tiene motivos para quejarse: el respaldo promedio ha sido del 75%.
Obama superó tal cifra en las presidenciales de 2008: obtuvo el voto del 78% de los judíos que acudieron a las urnas, a pesar de las suspicacias que generaban en una parte de ellos su estrechísima relación –durante muy largos años– con el infame reverendo Jeremiah Wright –tan racista como su cuate antisemita Louis Farrakhan–, la fobia antiisraelí de su exasesora Samantha Powers, su colegueo con el proterrorista Rashid Khalidi o declaraciones como ésta, que pronunció en Iowa durante las primarias de 2007: "Nadie sufre más que el pueblo palestino". Lo votaron porque sí –la inercia de ese centenario voto en bloque, el empecinamiento y por ahí seguido–; porque son bien progres estos judíos yanquis –probablemente el colectivo (con perdón) más progre del país–, y Obama se había labrado fama de tal como senador (en Washington y en Illinois); porque era negro –se pongan como se pongan los supremacistas de la Nación del Islam, los judíos estuvieron a partir un piñón con los negros en el movimiento por los derechos civiles–... y porque en la Aipac de 2008 se marcó un discurso prosionista que no se lo saltaría un colono samaritano, pongamos por caso:
Todo acuerdo con el pueblo palestino debe comprender la preservación de la identidad de Israel como Estado judío, [un Estado] con fronteras reconocidas, seguras y defendibles. [En cuanto a] Jerusalén, seguirá siendo la capital de Israel y debe mantenerse indivisa.
Pero fue ganar las elecciones y ponerse Obama a tirar al monte cual macho cabrío. En estos tres años, los desaires, desplantes y críticas a Israel han menudeado. Dan Senor elaboraba el otro día en el Wall Street Journal un memorial de agravios; y Laura Meckler –en el mismo periódico pero hace ya cuatro meses– se hacía eco de las quejas de influyentes seguidores judíos del 44º presidente norteamericano. "A algunos les preocupa (...) que esté presionando más a los israelíes que a los palestinos para que abran conversaciones de paz, y dicen estar disgustados por que Mr. Obama aún no haya visitado Israel". Aún no lo ha hecho, y apenas le queda un año de mandato. Quien sí lo hizo, en marzo de 2010, fue su vicepresidente, Joe Biden; pero casi mejor que no lo hiciera, pues se marchó dando un portazo, en lo que ha acabado por ser uno de los momentos más bochornosos de las relaciones israelo-americanas, junto con la recepción que se le infligió a Bibi Netanyahu en la Casa Blanca sólo unos días más tarde. "Estoy muy disgustado con él", confesaba Robert Copeland, un promotor inmobiliario de Virginia Occidental, a Meckler en el artículo de marras. "Su Administración ha fallado a Israel. Ha denigrado al pueblo de Israel".
Las declaraciones del señor Copeland, generoso contribuyente a las campañas demócratas que ya ha decidido no votar por Obama en las presidenciales del año que viene, son del mes de mayo, cuando Mr. O. soliviantó a Israel y a buena parte de la comunidad judía norteamericana al apostar por una solución al conflicto israelo-palestino con las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días (1967) como marco. Esas fronteras ponen a Jerusalén fuera de Israel. Jerusalén, ya saben, que debía seguir siendo la capital del Estado judío y "mantenerse indivisa", según el propio mandatario yanqui.
Obama consiguió entonces la machada de que sólo el 6% de los judíos israelíes –mero margen de error muestral– lo viera como proisraelí. Para un clamoroso 50%, Barack Hussein era, más que neutral (sólo lo veía así un 36%), directamente propalestino.
Por si todo esto fuera poco, el señor presidente viene mostrando una alucinante tendencia a olvidarse de Israel cuando alude a los lugares amenazados por el terrorismo, y demostrando ser un auténtico peligro para la economía norteamericana. Así que, lo dicho, igual obra el contramilagro y consigue que los judíos le den la espalda, lo que –ha editorializado el Washington Times– representaría un maremoto en la política norteamericana de una magnitud nunca vista desde que, a mediados del siglo XX, los negros abandonaran a los republicanos y se pusieran a votar demócrata en masa.
La posibilidad va asomando la patita en encuestas de todo tipo: una del año pasado citada por Meckler cifraba en un 46% el número de judíos que podrían decantarse por un candidato distinto a Obama en 2012; otra, del mismo instituto –republicano– de opinión y citada por Senor, vaticina que sólo el 64% de los judíos que donaron fondos a Obama en 2008 volverá a financiarle en la próxima campaña. Según Gallup, hoy en día sólo un 55% de los judíos apoya a Obama, cifra sensiblemente inferior al 78% que le votó hace tres años, mientras que los niveles de rechazo judío a su figura han crecido ocho puntos en sólo tres meses, para situarse en un notable 40%.
Las encuestas, ciertamente, son lo que son, y cualquier político en horas bajas puede quitarles hierro. "Los votos son otra cosa", sentencian entonces sabihondos, en modo toreo de salón. Pero, si no les ha dado por engañarse a sí mismos más de lo que suelen engañar a los votantes, paran de inmediato las orejas. No vaya a ser que por entre los cortinajes aparezca el toro Ratón y les haga un destrozo irreparable.
Yo, si fuera Obama, las pararía. Porque los judíos le están sondeando no sólo desde las encuestas, también, ya, desde los mismísimos colegios electorales.
El pasado día 13 –¡martes!–, el distrito 9º de Nueva York, el más judío del país, votó republicano por primera vez desde los años 20. El católico Robert Turner se impuso al judío ortodoxo David Weprin por un amplísimo 54-46 (%) gracias al crucial apoyo del electorado hebreo, que votó bastante más al republicano y bastante menos al demócrata que el resto del vecindario: 59 a 39. Los judíos que dijeron considerar "muy importante" la cuestión israelí se volcaron con el republicano, directa y contundentemente: 71-22.
Ese distrito (NY-9) suele votar demócrata en una proporción de 3 a 1, y votó por Obama en las presidenciales de 2008 en un 55%.
Entre los apoyos cosechados por el católico Turner se cuenta el del prominente judío Ed Koch, alcalde de Nueva York durante tres legislaturas (1978-1989), que en su día otorgó su confianza a su correligionario político Barack Obama. Ya no. "Fue un desaire", ha llegado a decir en referencia a la recepción a que fue sometido Netanyahu en marzo. "Saqué la impresión de que el presidente era hostil a Israel". Por su parte, el congresista demócrata por Nueva York Eliot Rangel declaraba en fechas recientes al New York Times:
Desde hace tiempo veo entre mis electores una gran insatisfacción a cuenta de las declaraciones que sobre Israel hacen Obama y los miembros de su Administración. [El presidente] sigue reteniendo el voto de la mayoría de los judíos, pero no me sorprendería si perdiera entre 10 y 20 puntos de respaldo.
Obama, que no va precisamente sobrado de popularidad, no está como para perder apoyos. Menos aún, a esa escala. Especialmente entre un electorado tan fiel... y que pudiera ser tan decisivo en estados como la Florida y Pensilvania, que a su vez podrían ser determinantes en noviembre de 2012.
¿Qué debe hacer, el presidente de la esperanza, para no perder el respaldo de sus compatriotas judíos? Pues dejar de hacer el Carter, tanto en el plano económico como en el de la política exterior. Atender a las señales que le están lanzando. No meterles el dedo en el ojo. Leer con atención los anuncios que le dedican en la prensa (ese "Es tiempo de estar con Israel" está tomado de su discurso ante la Aipac en 2008).
Que lo haga, sí. Por el bien de todos. Pero, de todas formas, ¿no ha llegado la hora de que los judíos le den la patada? El periodista Jeff Dunetz no se anda con dudas ni medias tintas y ha preparado esta respuesta antológica:
Durante la Administración de Bush [padre], probablemente el más antiisraelí de los presidentes americanos antes de éste [Obama], el secretario de Estado –James Baker– reflexionó una vez sobre si su postura antiisraelí perjudicaría las posibilidades de reelección de Bush entre los votantes judíos. Su famosa respuesta fue: "Que se jodan los judíos; de todas formas no van a votarnos". Hoy, la Administración Obama muestra una actitud similar. "Que se jodan los judíos; ¡hagamos lo que hagamos, van a votarnos!".
Desgraciadamente, puede que tengan razón. El dinero de los judíos irá a las arcas demócratas aunque el presidente sea el más antiisraelí de la historia, y los legisladores son demasiado cobardes para desafiarle públicamente. Ojalá que, el año que viene, cuando llegue el momento de votar, los judíos americanos espabilen y se huelan la tostada. Si esta Administración es tan antiisraelí ahora, estando como está en plena campaña por su reelección, tiemblo de pensar qué pasaría en su segundo mandato, cuando ya no necesitase el apoyo de los judíos.
Frases de políticos mexicanos.
—Ni nos perjudica, ni nos beneficia, sino todo lo contrario... Luis Echeverría A.
—Defenderé el peso como un perro... José López Portillo.
—el 75% de los mexicanos ya tiene lavadora y no de las de 2 patas. Vicente Fox
Federico Arreola, un traidor a la patria (legítima)
Por Leo Agusto, esbirro de la verdad
Federico Arreola no es del tipo de personas que se hunden con el barco, sino de los que hunden barcos con su pesadez, terquedad e impertinencia. Para allá iba Milenio Diario, y medios asociados, cuando decidió convertirse en incondicional de López Obrador. Hoy pasa lo mismo con el otrora sendero del peje, convertido en zombie replicador de los cables de Notimex con más banners que lectores. Un espacio en Internet que ya ni López Obrador consulta (para el peje las computadoras son cosa del diablo, me consta).
El periodista, empresario, cineasta o proveedor de medicamentos del Gobierno del Distrito Federal, según convenga, se ha convertido en un lastre para el grupo de entusiastas originales que cometieron un error al asociarse con este traidor.
Mientras los periodistas ciudadanos pegan (ahora en papel de umpalumpas renegados de Federico Arreola y su fábrica de mierda), Federico, el tarifas, Arreola intenta cobrar con su ultraderechista mano.
Se le mira frecuentemente en la oficina de Bernardo Gómez, el segundo de abordo de Emilio Azcarraga Jean, para informar de las actividades de Andrés Manuel López Obrador. Quizá por eso han quedado atrás todas las críticas que el Sendero del Peje hacía no sólo a Televisa, sino a otras empresas que seguro ya chayotearon a Arreola.
Por otra parte, el Presidente Felipe Calderón debe estar agradecido con Arreola, que por cierto no cesa en elogios para Juan Ignacio Zavala (a quién cariñosamente llama Nacho) para ver si así Calderón le tira un huesito, ya que SDP Noticias ha dejado de ser un referente entre la, ya casi, inexistente izquierda mexicana. Si a López Obrador ya ni Juanito le hace caso al SDP menos.
Además de reunirse con Bernardo Gómez , Federico Arreola va a bolear los zapatos de Carlos Salinas de Gortari en su casa de Tlalpan. Pero de eso menos saben los umpalumpas porque no son periodistas, no saben ir tras la nota y Arreola les seguirá viendo la cara de estúpidos como hasta hoy.
Arreola tiene mucho que aclarar, no a la opinión pública sino a los seguidores de López Obrador y en especial al staff de SDP a quienes ha traicionado. Y si el trarifas no se ha ido de SDP Noticias es porque no tiene a dónde ir.
Memorándum a los precandidatos presidenciales
Liébano Sáenz
El voto democrático ciudadano debe ser la fuente de toda autoridad: esa es la premisa de la República. Por eso no comparto la existencia de figuras de gobierno que resulten del “acuerdo” de algunos legisladores o de una de las Cámaras. Las negociaciones entre miembros de la élite política actual han resultado desacreditadas por sus resultados, sobre todo si se han fincado en el marco de la debilidad de la institución presidencial. El IFE, el cambio estructural, la transformación de la Suprema Corte de Justicia, un sistema electoral equitativo, los derechos políticos para los habitantes del DF, etc., se generaron cuando un partido tenía mayoría absoluta en las Cámaras.
La aprobación del IPAB fue el fruto más trascendente del régimen de gobierno dividido. Ese cambio legal resolvió una situación de emergencia por la magnitud de los adeudos bancarios; sin embargo, no condujo a la modernización del sistema financiero. Y la reforma constitucional, concebida para una mayor transparencia, (IFAI) tenía un enorme potencial pero sólo consiguió resultados magros. Lo que ha sido evidente en los últimos catorce años es la imposibilidad del Congreso para acompañar al Presidente de la República en las transformaciones que el país requiere. No es cuestión de partidos; el PAN obstruyó reformas trascendentes cuando era oposición y el PRI lo ha hecho desde el 2000.
La corriente política que más ha contribuido al estancamiento es precisamente la que ahora se arropa en la exigencia de reformas que no supo o no quiso generar cuando podía. Una de sus propuestas es la creación del Jefe de Gabinete, que supone que la “negociación” entre políticos, y no el voto popular, sea el origen de quien gobierna. Entonces, ¿para qué elegir a un Presidente si no va a gobernar? En todo caso, la propuesta apuntaría hacia un régimen parlamentario en el que la mayoría legislativa, derivada del voto popular, sea la que defina el gobierno. La cuestión es que México, como casi todo el continente, tiene una cultura presidencial, y a ello hay que agregar que, en nuestro país, los partidos, los legisladores y el Congreso están en el sótano de la confianza pública.
El problema tiene salida; una puerta que se abrirá al compás de la renovación de los poderes públicos en 2012. Aquellos que resulten candidatos deberán considerar la necesidad de nuevas condiciones para un mejor gobierno, para una Presidencia que ofrezca resultados y que sea capaz de emprender los cambios que el país demanda, que construya un gobierno eficaz. El primer paso es elemental: evitar la espiral de polarización detonada por la elección presidencial del 2006. Ha quedado claro que el país no puede gobernarse en un ambiente de división y desconfianza entre las fuerzas políticas, como tampoco procede el apoyo condicionado a los intereses propios del ganador de la contienda. Es urgente abandonar el régimen de simulación y de chantaje opositor, la cultura del “Quid pro quo”, como si los legisladores se autorepresentaran.
El próximo candidato del PRD, sea Andrés Manuel López Obrador o Marcelo Ebrard, deberá superar los ánimos de agravio y revancha que sellaron el pasado remoto y cercano de ese partido. Inteligencia y visión son los requisitos. Dar finalmente vuelta a la página y, a partir de la propuesta propia, luchar plenamente para ganar la confianza ciudadana. No son, ni la arenga insultante ni la descalificación del adversario, los caminos adecuados para arribar al poder. Bajo las condiciones de esta elección, especialmente por los problemas que el país enfrenta, la polarización difícilmente servirá para lograr una mayoría electoral. No se trata de declinar principios sino de convertir la política y la propuesta en instrumentos que aporten soluciones, generen esperanza y definan una perspectiva frente a los problemas nacionales.
En el PAN existen cuatro buenos prospectos de candidatos a la Presidencia. Josefina Vázquez Mota, quien por ahora parece tener apoyo ligeramente mayoritario de los panistas, sin prejuzgar el resultado que definirán sus miembros adherentes y activos, representa una de las opciones más interesantes cualquiera que sea el desenlace de la elección. Lo mismo ocurriría si Santiago Creel resultara ser el candidato; la adversidad le ha obsequiado madurez y un mejor entendimiento de su partido y de la tarea que hoy le corresponde. Ernesto Cordero ha optado por una oratoria beligerante que es propia de quien inicia la competencia en desventaja. Sin embargo, es uno de los mejores funcionarios del régimen actual, y su trayectoria, más que su retórica, debe ser la base para evaluarlo. Emilio González, desde la gubernatura de Jalisco, constituye una alternativa interesante por representar una de las regiones más fuertes del panismo.
El PRI es el partido donde existe mayor claridad sobre la candidatura presidencial debido a las preferencias y al reconocimiento que el electorado otorga hoy a Enrique Peña Nieto, dentro y fuera de su partido. El dirigente Humberto Moreira ha sorprendido con la propuesta de elección abierta presentada el pasado domingo ante la cúpula de su partido. No obstante haber un consenso amplio sobre la persona que debe abanderar al partido, trasladar la decisión del candidato es el mejor camino para construir una unidad sustentada en el sentimiento mayoritario y no en el chantaje de los grupos cupulares. La democracia legitima y fortalece. Sin duda, éste será un paso histórico en el PRI, una señal de reencuentro con lo mejor de su pasado y la definición de una nueva forma de hacer política.
Lo fundamental es determinar, desde ahora, las bases para excluir a la polarización de la contienda electoral. En caso de haber un claro ganador, deberá contar con el reconocimiento oportuno de quienes no resultaron favorecidos, y el triunfador tendrá que aplicar una política que permita que el gobierno cumpla su responsabilidad y que la oposición se desempeñe con lealtad a las instituciones y con valores democráticos, alejada del agravio y del chantaje que es, hoy, moneda en curso.
El proceso electoral deberá ser competido, con debate apasionado y definido, con propuestas diferenciadas que no partan de un sentimiento de supremacía moral sino del interés genuino por resolver los grandes problemas nacionales. Es preciso impulsar un futuro inmediato positivo al amparo de una nueva actitud de los actores políticos. Sólo así, podrán sentarse los cimientos para un mejor porvenir.
El origen del odio de Jesús Ortega hacia los blogs “políticos”
Es una pena que el periódico El Universal se preste a atizar el encono entre los mexicanos a partir de sus simpatías políticas.
No vamos a poner la primera plana de la edición del diario de hoy Jueves 13 de diciembre, donde le pareció más importante a la dirección editorial del diario el lloriqueo político de Jesús Ortega al otorgarle las ocho columnas: Guerras de odio en los blogs políticos.
Mejor sí la ponemos para que se vea el profesionalismo y objetividad en su mínima expresión.
Y un periódico que tiene el orgullo de ser uno de los más antiguos de la ciudad de México relegó la aprobación ayer de los cateos sin orden judicial a un espacio mínimo en su primera plana. Reforma que atenta contra los derechos humanos y que representa un retroceso abismal en el multimentado Estado de Derecho.
La preocupación principal de Jesús Ortega es que a traves de blogs como el sendero del Peje, espacio que sólo es en favor de la causa de Andrés Manuel López Obrador, han llamado a la afilación masiva de los simpatizantes del legítmo en el PRD para impedir que la corriente Nueva Izquierda llegue a la presidencia del partido.
Efectivamante, blogs como el sendero del peje y el sendero del mesías más que políticos pueden considerarse de propaganda política pero hay muchos, muchos otros que no se dedican a denostar ni a fomentar el odio entre los mexicanos. Sino a criticar y a analizar los asuntos más importantes de la agenda nacional.
Y es que la calidad moral de Jesús Ortega ha caído después de que el monero Helguera, ganador del premio Nacional de Periodismo, hizo un cartón que desnudó, nunca mejor utilizada esta palabra, las intenciones políticas de Ortega. Quien ha perdido mucha presencia en la arena política y ha sido opacado por la habilidad del Senador Carlos Navarrete.
Dicho cartón no solamente tuvo su impacto al aparecer en la legendaria revista El Chamuco, sino que ha circulado en muchos blogs y su impacto en la opinión pública es constante.
Se solicita respetuosamente al periódico El Universal ofrezca una disculpa a la comunidad bloguera de México por generalizar la promoción del odio y el encono mediante el uso de la tecnología de los blogs y en pleno derecho a la libertad de expresión que todavía se goza en México, este blog comparte dicho cartón con sus lectores, que representa el detonador de la animadversión de Jesús Ortega ante un medio cuya naturaleza radica en la libertad, uno de los postulados que su partido dice defender.
Así trabaja "El Chapo"
Una investigación de la Secretaría de Marina detectó que el cártel de Joaquín "El Chapo" Guzmán probablemente infiltró 8 capitanías de puerto y utilizó 28 buques pesqueros para el transporte de cocaína desde Sudamérica.
El documento denominado "Red de vínculos", fue elaborado por la Marina, como parte del seguimiento al buque pesquero Polar I, que en diciembre de 2008 fue señalado por transportar dinero en efectivo a Panamá y dos meses después le aseguraron 7 toneladas de cocaína.
La Armada entregó este documento de 9 páginas a la SIEDO, con anexos que contienen los nombres de 121 tripulantes de los buques, 224 empleados de confianza y veladores, y la información de los dueños de 14 empresas mexicanas, 2 hondureñas, 2 panameñas y una estadounidense.
En la indagatoria, los únicos documentos que aparecen asegurados al Cártel de Sinaloa son los primeros, sin los anexos.
El reporte militar indica que la complicidad con este grupo criminal, podría abarcar las capitanías de puerto de Mazatlán y Topolobampo, Sinaloa; Avaros, Sonora; Alvarado y Coatzacoalcos, Veracruz; Dos Bocas y Frontera, Tabasco, y La Paz, Baja California Sur.
Cuando la Armada comenzó a indagar el buque Polar I, descubrió un entramado de empresas y personas que incluso ya habían tenido problemas con la justicia.
Por ejemplo, uno de los detenidos en el Polar I, Mario Partida Chiquete, tenía el antecedente de haber sido capturado en 2005 en Manzanillo, a bordo del barco Blanca Estela IV, porque abastecía de combustible a las embarcaciones que descargaban droga.
Los buques San Pascual y Blanca Estela IV pertenecen a la misma sociedad cooperativa S.C.P.P. Nueva Legislación S.C. del R.L., de acuerdo con el documento de la Marina.
Al mismo tiempo, la investigación de los marinos detectó que la matrícula 2503073923-9, rotulada en el buque Polar I, correspondía a la del buque "San Martín 43" y "Manuel Antonio", conforme a la base de datos de CONAPESCA.
"Aldebarán López Torres es propietario de los buques Polar I y San Martín 43, con domicilio de empresa en Calle Puerto Tampico 17-C, Colonia Casa Redonda, Mazatlán, mismo domicilio que registra el buque 'Misionero', asegurado el 23 de febrero de 2008 por realizar operaciones dedicadas al narcotráfico, cuyo propietario en esa fecha fue Daniel García Cordero (procesado), quien fue representante legal de la compañía.
"Se presume que la Agencia Consignataria de Buques y la Agencia Náutica S.A. de C.V., representadas por Lorena Elizabeth Ochoa Juárez y el Capitán de Altura Jorge Francisco Lizárraga Osuna, respectivamente, son quienes gestionan en forma ágil los trámites relacionados con los avisos de salida vía la pesca o traslado, cambio de nombre y registro, abanderamientos, etcétera", dice el documento.
La Armada indica que el aseguramiento del buque tiburonero Caracol III, con 3 mil 544 kilos de cocaína, el 27 de septiembre de 2008, llevó a la identificación del hoy procesado Felipe Zurita Cruz, alias Reinaldo Sánchez Marroquín o Daniel García Cordero.
A este sujeto lo señala como ex apoderado de la Compañía Atunera del Pacífico S.A. de C.V. y como uno de los principales individuos vinculados con las operaciones marítimas del cártel.
Señala el texto que a través de esta compañía, la organización delictiva realizó diversas operaciones de compra-venta de embarcaciones, para evitar el seguimiento del registro de barcos, justificar los traslados de litoral a México, Honduras, Panamá y Perú, además de "generar confusión por la duplicidad de buques de características similares registrados con diferente bandera".
Coordina ex cabo logística
Un ex cabo de la Marina era el responsable de coordinar la logística de la importación de cocaína para el Cártel de Sinaloa y había elegido a Perú como principal fuente de abastecimiento.
Mario Partida Chiquete fue capturado el pasado 6 de febrero en aguas internacionales, a bordo del buque Polar I, cuando transportaba 7 toneladas de cocaína que había cargado en el puerto peruano del Callao, con destino a Mazatlán, Sinaloa.
Cuando él, los otros 4 tripulantes y su cargamento fueron transbordados a un buque de la Armada, a 98 millas náuticas al suroeste de Cabuya, Costa Rica, Partida volvió a reencontrarse con elementos de una institución a la que había pertenecido.
Documentos de la PGR señalan que este mazatleco nacido el 7 de febrero de 1961, perteneció a la Marina del 16 de junio de 1981 a julio de 1984, y se desvinculó de la institución con el grado de Cabo Electricista embobinador.
Su involucramiento con el Cártel de Sinaloa no era reciente, pues el 31 de diciembre de 2005 fue puesto a disposición de la PGR en Manzanillo, acusado de transportar gasolina en el buque Blanca Estela IV, para reabastecer embarcaciones menores con droga en el Pacífico.
El 15 de enero de 2009, el sinaloense tomó un vuelo con destino al Aeropuerto Internacional de Tocumen, Panamá, y durante más de un año no volvió a tener un registro de ingreso al país.
Las autoridades ahora saben que Partida viajó al Sur del continente para coordinar el embarque de las 7 toneladas de cocaína interceptadas más tarde en el Polar I.
Según las investigaciones de la Marina, los diversos despachos de salida reportan que el 16 de diciembre de 2008 este buque zarpó de Mazatlán e hizo escala en Vacamonte, Panamá, puerto del que partió el 9 de enero de 2009 con destino a El Callao, en Perú.
La tripulación estaba integrada por Gildardo Sandoval Serafín, los motoristas Daniel Rodríguez Tajia y Gilberto Ortiz Macías, el cocinero Alfredo Márquez Espinoza y los marineros Leonel Pestaño Montijo y Óscar Contreras Cárdenas.
Todo parece ser que estos individuos se quedaron en Perú, porque a la fecha se desconoce su paradero.
El primer organismo en enterarse de las actividades de este buque fue el Departamento de Inteligencia Aeronaval de Panamá, que reportó al Centro de Análisis de Información de la Embajada de Estados Unidos, que el Polar I transportaría dinero a Centroamérica.
Con esta información, la embarcación fue localizada el 27 de diciembre por vez primera a 729 millas náuticas al suroeste de Puerto Chiapas y se autorizó su inspección por un buque de la Guardia Costera de EU, que únicamente halló indicios de cocaína.
Pero el buque ya estaba marcado y el 6 de febrero de 2009 la Fuerza de Tarea Conjunta Intergerencial del Sur (JIAFT-S), perteneciente al Comando Sur de Estados Unidos, reportó a México la localización del Polar I a mil 320 millas náuticas al sureste de Salina Cruz, Oaxaca.
La Armada indica en el texto que, debido a las condiciones del mar y la estructura del pesquero, no favorables para su remolque, tomó la decisión de hundir al Polar I.
El 16 de febrero de 2009 la Marina presentó en Salina Cruz a Partida Chiquete y sus cómplices, quienes desde el 20 de mayo de ese año están sujetos a juicio en el Juzgado Segundo de Distrito en Nayarit.
Infiltrado también en la DEA
Ninguno de los tres individuos ha sido detenido.
• Topolobampo, Sinaloa
• Yavaros, Sonora
• Alvarado, Veracruz
• Coatzacoalcos, Veracruz
• Dos Bocas, Tabasco
• Frontera, Tabasco
• La Paz, BCS
• Plebe II (sospechoso)
• Juan Alejandro (asegurado)
• Bernabé Arana León
(sospechoso)
• Mero IV
• Zempoayan 18
• El Pelón
• Caracol I
• Caracol II
• Vencedor
• Mar de Cortés VI
• Mar de Cortés VII
• Mar de Cortés VIII
• Arcángel (sospechoso)
• Tláloc (sospechoso)
• Tizoc (sospechoso)
• M.N. Benito Juárez
• Caracol I (asegurado en Honduras)
• Propemex T1G
• Janny M. (sospechoso)
• Guerrero del Mar (sospechoso)
• Punta Abreojos II (sospechoso)
• Caracol III (asegurado)
• Mero
• Don Saturnino
• Misionero (sospechoso)
• Río Verde (sospechoso)
• Huguito (abandonado en Yavaros, Sonora)
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