miércoles, marzo 26, 2008

"El ecuatoriano sí era guerrillero"
Redacción, BBC Mundo

Álvaro Uribe
Chávez dijo que ha recibido "buenas señales" de Uribe.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aseguró que el ciudadano ecuatoriano que murió durante un ataque, el 1 de marzo, contra un campamento las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), era miembro de ese grupo guerrillero.

El ataque, que tuvo lugar en territorio ecuatoriano y en el que perdió la vida el segundo de las FARC, Luis Edgar Devia Silva, alias Raúl Reyes, ha desatado una crisis diplomática entre ambos países, que también se extendió a Venezuela y a Nicaragua.

"La cancillería nuestra hará llegar, en las próximas horas, a las autoridades del hermano pueblo ecuatoriano y al secretario general de la Organización de Estados Americanos, el Dr. José Miguel Insulza, un folder con todos los elementos que acreditan la identidad y la pertenencia de la persona de nacionalidad ecuatoriana al grupo terrorista de las FARC", dijo el mandatario.

El lunes, la cancillería de Ecuador señaló en comunicado que "ha recibido con suma preocupación la confirmación de la muerte del ciudadano ecuatoriano Franklin Aisalia Molina" durante el operativo contra "un campamento del grupo irregular de las FARC que se encontraba clandestinamente en territorio del Ecuador".

En ese documento, el gobierno ecuatoriano solicitó la intervención del secretario general de la OEA, en virtud de una resolución de los cancilleres del organismo sobre el operativo de las fuerzas colombianas, en que se reconoció la violación de la soberanía territorial de Ecuador.

"Sin pruebas"

Horas antes de las declaraciones de Uribe, la ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, María Isabel Salvador, había rechazado aseveraciones similares del ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, quien también dijo, la semana pasada, que el ataque estuvo dirigido contra "un sitio de terroristas".

Lo sucedido debería ser motivo para un enfrentamiento bélico, pero Ecuador es un país que busca la paz
María Isabel Salvador, canciller de Ecuador

"Las declaraciones del ministro de Defensa de Colombia no sólo tratan de justificar la incursión a nuestro territorio, sino de justificar una muerte, vinculándolo con las FARC, y una vez más estas declaraciones se basan en suposiciones", dijo Salvador.

La canciller añadió que, después del ataque, los militares colombianos llevaron el cadáver del ecuatoriano a territorio de Colombia porque creían que se trataba del lugarteniente de Raúl Reyes, "Julián Conrado".

"Se llevaron un cadáver de un ecuatoriano y luego se enteraron que no era Julián Conrado, ahora resulta que es alias Lucho, hacen acusaciones sin tener pruebas", dijo.

Según ella, "lo sucedido debería ser motivo para un enfrentamiento bélico, pero Ecuador es un país que busca la paz".

El gobierno de Ecuador rompió las relaciones diplomáticas con el de Colombia dos días después del operativo.

Chavez interviene

Mientras tanto, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó al ministro de Defensa de Colombia de ser un obstáculo para la normalización de las relaciones en la región.

Qué daño está haciendo el ministro Santos al gobierno de Colombia y a los intentos que estamos haciendo por la paz
Hugo Chávez, presidente de Venezuela
"Qué daño está haciendo el ministro Santos al gobierno de Colombia y a los intentos que estamos haciendo por la paz", dijo.

"Él es una ficha del gobierno de Estados Unidos y de los halcones de la guerra".

Venezuela retiró a su cuerpo diplomático de Colombia con motivo de la crisis y las relaciones no se han restablecido plenamente.

Según Chávez, "las declaraciones de Santos son un golpe directo a la intención de restablecerlas y a nosotros también nos preocupa, nos tensa y nos frena un poco".

El mandatario venezolano también aseguró que ha recibido "buenas señales" de su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, de quien dijo estar convencido que no respalda la "doctrina guerrerista" de su ministro de Defensa.

En enero, después de que Uribe suspendiera la mediación de Chávez con la FARC, el presidente de Venezuela había acusado al de Colombia de ser "mafioso", "triste peón del imperio", "cobarde, mentiroso, cizañero, maniobrero" y de tener "fuertes conexiones con el paramilitarismo".

Las acciones estadounidenses también sufren su década perdida. Una pésima inversión

Por E.S. Browning

A lo largo de los últimos 200 años, la marcha ascendente del mercado bursátil estadounidense ha sido interrumpida por extensos períodos de tiempo. La Gran Depresión de los años 30 y una década de los 70 marcada por la inflación son los ejemplos más recientes. Las turbulencias actuales sugieren que las acciones están entrando en otra década perdida.

El mercado está en el mismo nivel en el que se encontraba hace nueve años. Las acciones, que por mucho tiempo han sido promocionadas como la mejor inversión a largo plazo, han sido una de las peores inversiones de los últimos nueve años, siendo ampliamente superadas incluso por los bonos del Tesoro. Al tomar en cuenta los dividendos y la inflación, los inversionistas en renta variable en EE.UU. han perdido dinero desde 1999.

El índice bursátil Standard & Poor's 500, el pilar de la mitad del US$1 billón (millón de millones) invertido en fondos indexados de EE.UU., llegó a 1.352 el martes, por debajo de los 1.362 que alcanzó en abril de 1999. Cuando se suman los dividendos y la inflación, el S&P 500 ha subido un promedio de apenas 1,3% al año durante los últimos 10 años, muy por debajo de sus niveles históricos, según Morningstar Inc . En los últimos nueve años, ha caído 0,37% al año y en los últimos ocho 1,4% al año, según Morningstar. A la luz de la debilidad actual del mercado, a algunos economistas y analistas les preocupa que la década perdida no haya terminado.

Hasta finales del año pasado, muchos inversionistas consideraron el estallido de la burbuja tecnológica como un repliegue doloroso, pero efímero. El mercado reanudó su marcha alcista, batiendo nuevas marcas en octubre. Luego, la crisis crediticia y la posibilidad de una recesión empezaron a surtir efecto. El 10 de marzo, el S&P acumuló un descenso de 18,6% desde su récord del 9 de octubre, acercándose al declive de 20% que define un mercado a la baja. Posteriormente ha repuntado gracias a los esfuerzos de la Reserva Federal por estabilizar los mercados financieros. Sin embargo, aún está un 13,3% por debajo de su máximo de octubre.

La opinión generalizada entre los expertos en finanzas es que si los inversionistas compran una amplia gama de acciones y las mantienen, les irá mejor que si ponen su dinero en otros instrumentos. Pero esa regla no ha sido válida para las acciones compradas a finales de los años 90 o en 2000.

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A lo largo de los últimos nueve años, el S&P 500 ha tenido el peor desempeño entre nueve vehículos de inversión monitoreados por Morningstar, incluyendo materias primas, fondos de inversión en bienes raíces y acciones internacionales. Las grandes acciones estadounidenses incluso fueron superadas por los bonos del Tesoro, que históricamente tienen un rendimiento más bajo. Los bonos del Tesoro estadounidense han promediado un alza de 4,7% real al año durante los últimos nueve años. Un índice de materias primas y los fondos de inversión en bienes raíces han duplicado esa ganancia.

Las bolsas de otros países no registraron las grandes alzas que experimentaron las de EE.UU. a finales de los 90. Debido, en parte, a ello, han tenido un mejor desempeño que el S&P 500 desde entonces.

La década actual no ha presentado la alta inflación de los 70 o el desempleo masivo de los 30. Eso hace que algunos analistas alberguen la esperanza de que el actual bajón accionario no sea tan agudo ni duradero, pese a la crisis inmobiliaria y el colapso a cámara lenta de los negocios de crédito e hipotecas. Muchos esperan que la Fed haga un mejor trabajo a la hora de corregir el rumbo que en las dos instancias previas.

Jeremy Siegel, profesor de finanzas de la Escuela de negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania, ha escrito sobre el comportamiento de las acciones. Siegel señala que durante la última década los peores años fueron entre 2000 y 2002, cuando las acciones cayeron en picada. Aunque el S&P 500 ha sido inconsistente desde entonces, subiendo fuertemente en 2003 para luego registrar ganancias de un dígito en 2004, 2005 y 2007, Siegel considera que lo peor ya pasó. Otros concuerdan.

No obstante, el economista de la Universidad de Yale Robert Shiller, advierte que el mercado aún no ha dejado atrás sus excesos. Él y otros analistas creen que los recientes movimientos del mercado son un síntoma de los problemas que se avecinan. "Debo decir que este no es un gran momento para estar en el mercado bursátil", dice Shiller. "La crisis inmobiliaria por la que atravesamos va a poner un freno a la economía que va a durar más que una recesión. No creo que los problemas de las acciones terminen tan rápido como muchos imaginan".

Históricamente, las acciones suben en dos años de cada tres, obteniendo una ganancia promedio real de 7% al año, según Siegel. Las acciones han mostrado ganancias durante casi cualquier período de 10 años a partir de 1925 en un 98,6% de las ocasiones, según los cálculos de Ned Davis Research. Pero cuando la inversión en bolsa se convierte en una manía, como sucedió en EE.UU. en las décadas de los 20, los 60 y los 90, surgen períodos prolongados de pobre desempeño, afirma Richard Sylla, historiador financiero de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.

Sylla ha examinado los auges y caídas bursátiles a partir de 1800. "Cuando hay retornos extraordinarios, como ocurrió entre 1982 y 1999, usualmente los siguientes 10 años no son muy buenos", explica Sylla. Su investigación sugiere que los auges excepcionales se realizan a costa de las ganancias futuras. Una vez que el auge acaba, los retornos se hunden, de modo que los retornos promedio a largo plazo regresan a la norma del 7%. La idea es que un desempeño excepcional no puede durar para siempre. Sylla cree que las acciones volverán a una tendencia alcista más duradera dentro de los próximos dos años.

Una de las grandes preguntas es en qué medida caerá la confianza de los inversionistas. Jeremy Grantham, de la firma de gestión de capital Grantham, Mayo, Van Otterloo & Co. opina que los inversionistas sentirán el golpe, pero no se volverán tan pesimistas. "Creo que la economía global se mantendrá, en general, no tan mal", pronostica. "No hay razón para que la gente sea tan pesimista como en Japón y ciertamente no tanto como en la Gran Depresión".

El mundo, dividido entre los candidatos de EE.UU.

Por David Luhnow, en Rio de Janeiro, John W. Miller, en Bruselas y Sarah Childress, en Nairobi

Para los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, el mapa electoral mundial luce tan dividido como el de su país.

Fuera de EE.UU., Barack Obama parece liderar entre los europeos y los africanos. Hillary Clinton es la favorita de los mexicanos y chinos. Y John McCain acaba de volver de una gira por Medio Oriente y Europa.

Las contiendas presidenciales de EE.UU. suelen atraer el interés de otros países. La súper potencia mundial tiene tal impacto sobre el mundo que, como lo sugirió hace poco un periódico belga, el resto del planeta debiera tener el derecho a votar en sus elecciones.

En esta ocasión, los tres candidatos han hecho de la restauración de la jerarquía de EE.UU. en el mundo, una parte clave de sus plataformas de política exterior, lo que hace a la opinión extranjera aún más importante para los votantes estadounidenses. Y el hecho de que el senador Obama, un hombre de ascendencia africana y cuyo segundo nombre es musulmán, pudiera llegar a ser presidente de EE.UU. ha generado gran atención en todo el mundo. De hecho, si al resto del planeta se le permitiera votar en las elecciones estadounidenses, entonces el senador Obama podría vencer a los senadores Clinton y McCain.

El joven senador por Illinois es sorprendentemente popular en gran parte del mundo, sobre todo en Europa y África. En Alemania, el título de un nuevo libro, que se traduciría a "Obama: el Kennedy negro", refleja los frecuentes titulares de la prensa que comparan a Obama con el ex presidente estadounidense predilecto de Alemania. En Kenia, patria del padre de Obama, la gente pide la cerveza local, Senator (senador), llamándola "Obama".

Sin embargo, al igual que en EE.UU., algunas personas fuera de ahí tienen dudas sobre la experiencia y las políticas de Obama. En China y México, dos países cuyas economías dependen de las exportaciones a EE.UU., la gente le teme a la retórica anticomercial del senador y respaldan en su mayoría a Clinton suponiendo que ella seguirá la agenda de libre comercio de su esposo.

También hay temores sobre el temple de Obama en lugares como Colombia e Israel, donde los temas de seguridad están por encima de otras cuestiones. En enero, el ex embajador israelí ante EE.UU., Danny Ayalon, escribió un artículo titulado "¿Quién eres, Barack Obama?", generando dudas sobre su postura en el conflicto palestino-israelí.

En México, los oyentes de una emisora de radio en la capital prefirieron a Clinton sobre Obama, con un margen de 65% a 34%, en gran parte por el legado de Bill Clinton al aprobar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Deng Jie, propietario de un negocio en Beijing, dice, "no sé quién es Obama. Pero creo que me gustaría que gane Hillary porque durante los ocho años que su esposo ocupó el cargo, a la economía de EE.UU. le fue bien".

El senador McCain acaba de regresar de una gira por Irak, Israel, Jordania, Palestina y Europa diseñada para transmitir una posición cómoda con los líderes mundiales, su experiencia en asuntos globales y su capacidad para mejorar la opinión extranjera sobre EE.UU. Igual fue avergonzado por la prensa cuando dijo erróneamente que los iraníes estaban entrenando a miembros de al Qaeda y enviándolos a Irak.

En Francia fue bien recibido "porque ahora es visto como un adversario de (George W.) Bush y por lo tanto amigable", dice Patrick Jarreau, un reportero político del periódico Le Monde. Pero a los franceses les interesa más el duelo Obama-Clinton, agrega.

Para muchos europeos, la candidatura de Obama "es romántica", señala Elmar Brok, miembro alemán del Parlamento Europeo y miembro del comité de relaciones con EE.UU. del Parlamento.

Parte del atractivo de Obama fuera de EE.UU. es que pasó parte de su infancia en Indonesia y su padre es keniano, lo que lo hace popular en África.

En una cultura en la que se espera que los parientes ricos cuiden de sus familiares menos favorecidos, a menudo acogiéndolos en su propia casa o enviándoles dinero, algunos kenianos albergan la idea de que sus lazos de sangre con el senador los beneficiarán.

A los musulmanes de Medio Oriente también le atrae la elección, en parte por las raíces musulmanas de Obama. Un cristiano practicante, Obama ha descrito a su padre como musulmán no practicante. "Lo que ha logrado... es por si solo una revolución social sin precedentes en EE.UU.", escribió el principal activista de la democracia egipcio-americano Saad Eddin Ibrahim en un diario de Cairo. "Si llega a ser presidente de EE.UU., la 'revolución' será mundial". Pero la fascinación con las raíces de Obama compite con un profundo escepticismo sobre cómo una cara nueva en la Casa Blanca puede cambiar la política estadounidense. Hossein Karmun tiene una pequeña tienda en el barrio turco-árabe de Bruselas y apoya a Obama, aunque duda que los estadounidenses voten por él.

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