lunes, abril 14, 2008

Los precios agrícolas aún no tienen visos de caer

Por Patrick Barta

BANGKOK, Tailandia—Algunos economistas y consumidores esperan que el alza en los precios de los alimentos sea pasajera. Pero hay un motivo por el cual los aumentos pueden ser para largo: los costos agrícolas se han disparado, por lo que el incremento permanente de los precios es esencial para que los agricultores sigan expandiendo la producción.

La inflación afecta a los agricultores de todo el mundo. Los salarios agrícolas en Nueva Zelanda han llegado a subir 20% este año, mientras que el precio promedio de una vaca lechera ha escalado a más de US$1.900, casi el doble del promedio del año pasado.

En Tailandia e Indonesia, los agricultores se han quejado de las drásticas subidas en el precio de los fertilizantes y el combustible.

En Estados Unidos, los precios de los terrenos han subido, al igual que los gastos ligados a la energía y los químicos. El fosfato de diamonio, un fertilizante común, cuesta cerca de US$1.200 la tonelada en EE.UU. Hace un año el precio era de US$450 la tonelada.

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"Diesel, fertilizante, insecticida, los químicos para matar hormigas, todo está subiendo como una sombra", dice Samear Ruengrit, un agricultor de 57 años que cultiva arroz en una localidad 45 minutos al norte de Bangkok. Sus costos promedio son un 50% mayores que la temporada pasada, explica.

Los costos están aumentando por varias razones. El salto en los precios del combustible encarece el uso de tractores al paso que el incremento del gas natural, necesario para producir algunos fertilizantes, también ha influido.

Los precios de los equipos están subiendo debido a la alta demanda por equipos agrícolas en China y otros países en desarrollo, a lo que hay que sumar el aumento de los precios de materias primas como el acero.

Los salarios han subido en algunas partes del mundo puesto que muchos agricultores se están expandiendo para satisfacer la mayor demanda, ejerciendo presión sobre la oferta de mano de obra, en especial en países como Australia, donde muchos trabajadores ya están ocupados en otras industrias ligadas a los commodities, como la minería.

Los problemas se han intensificado en los últimos seis meses. Muchos proveedores agrícolas no aumentaron sus precios en 2006 y 2007, a pesar del alza de la energía y sus costos laborales. Ahora, los proveedores han decidido que los agricultores pueden pagar más y están traspasando los aumentos.

Asimismo, muchos agricultores lograron aplazar las alzas de costos mediante estrategias de cobertura o la compra de fertilizantes, químicos y otros productos a granel en 2006 o 2007, cuando eran más baratos. Ahora, tales estrategias están llegando a su límite a medida que se agotan esos inventarios.

Nueva economía

El alza en los costos está transformando la economía agrícola.

Puesto que algunos de los gastos principales, como el del combustible, no tienen visos de revertirse pronto, los negocios agrícolas tendrán que seguir cobrando precios más altos por sus cultivos para mantener sus márgenes de ganancia.

Para los consumidores, esto significa que el alza en los precios de los alimentos no se va a desvanecer, al menos en el corto plazo. Los precios del arroz, por ejemplo, se han más que duplicado desde inicios de 2008, lo que ha hecho que los agricultores guarden su producción, con la esperanza de obtener precios aún más altos.

Las manifestaciones contra el alza en los precios de los alimentos se han multiplicado en los países en desarrollo, incluyendo México, Indonesia, Egipto y Pakistán.

Otras materias primas pasan por un fenómeno similar, especialmente en la minería. Los aumentos en los costos "están afectando a todos los commodities y la agricultura no es una excepción", señala Michael Lewis, director de estudios de commodities para Deutsche Bank en Londres. El resultado, afirma, es "un completo cambio estructural" en los precios agrícolas.

Nada de lo anterior significa que los precios de los alimentos no puedan descender algo de sus actuales niveles y muchos economistas creen que lo harán a medida que la economía mundial pierde fuerza. Si EE.UU. cae en un profundo bache económico que desemboca en una recesión mundial, es probable que los precios de las materias primas bajen.

De todos modos, los economistas advierten que la magnitud de los recientes aumentos de costos sugiere que será difícil que los precios agrícolas regresen a los niveles de fines de los años 90 e inicios de la actual década, cuando la demanda crecía menos que la producción y buena parte del mundo aún lamía sus heridas después de la crisis asiática y una recesión en EE.UU.

Las economías del mundo no encuentran la receta para combatir la escasez de alimentos

Por Bob Davis

WASHINGTON—Los ministros de Finanzas reunidos aquí el fin de semana pasado para tratar de dilucidar la primera gran crisis económica del siglo XXI tuvieron dificultades para enfentrar otra crisis que ha plagado al mundo desde antes de la era faraónica: la escasez de alimentos.

Durante los encuentros del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial hubo acuerdo en que el problema es grave y que la política de Estados Unidos de promover al etanol basado en el maíz y otros biocombustibles empeora la situación. "Cuando millones de personas pasan hambre, desviar la producción de alimentos hacia la producción de biocombustibles es un crimen contra la humanidad", dijo en una entrevista el ministro de Finanzas de la India, Palaniappan Chidambaram.

No obstante, más allá de apuntar el dedo acusatorio contra EE.UU., no hubo acuerdo sobre qué hacer al respecto. India y otra decena de países emergentes están restringiendo las exportaciones de granos, lo que reduce los precios localmente pero los sube a nivel global. Níger ha aprovechado la crisis para justificar la construcción de una gran represa, que seguramente alarmará a los grupos medioambientalistas.

Por su parte, el Banco Mundial, el FMI y los grandes países industrializados insisten que la Ronda de Doha debe ser completada, aunque la reducción de subsidios en EE.UU. y Europa aumente los precios de los alimentos para los países importadores.

En los últimos tres años, los precios globales de los alimentos han trepado 83%, según cifras del Banco Mundial, lo que aumenta la presión sobre algunos de los países más pobres del mundo. Mientras los ministros de Finanzas se reunían en Washington, el primer ministro de Haití, Jacques Edouard Alexis, renunciaba el sábado después de disturbios en la capital como consecuencia de los incrementos en los precios de los alimentos. La dimisión no calmó los ánimos. Un poco más tarde, un representante nigeriano de Naciones Unidas que llevaba comida a su unidad fue secuestrado y asesinado a tiro de pistola en Puerto Príncipe, según la Associate Press.

La violencia en Haití se produce después de disturbios en Egipto, Burkina Faso, Tailandia y otros países, despertando una ola de proteccionismo comercial. Normalmente, los países imponen barreras comerciales a las importaciones para proteger a las industrias locales y tratan de incrementar sus exportaciones.

Ahora, el proteccionismo conlleva exactamente lo opuesto: al menos una veintena de países han reducido los aranceles a las importaciones de alimentos y han erigido barreras contra las exportaciones, con la esperanza de mantener bajo control los precios de los alimentos en casa y avanzar hacia la "autosuficiencia". Sin embargo, el efecto es contraproducente a nivel global: los precios de los alimentos suben más.

Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, presionó a los ministros para que se concentraran en el tema alimenticio en una dramática conferencia en la que sostuvo en sus manos una bolsa de dos kilos de arroz, diciendo que le cuesta ahora a una familia pobre en Bangladesh la mitad de sus ingresos diarios.

El domingo agregó que "tenemos que pasar de las palabras a la acción para poner comida en bocas hambrientas". El Banco Mundial planea invertir US$10 millones adicionales en programas de alimentación y otros donantes también contemplan medidas similares.

Zoellick, sin embargo, no pudo lograr nada en concreto. Recientemente, exhortó a los países ricos a que contribuyeran con otros US$500 millones al programa de alimentos de Naciones Unidas. Pero dijo que los países se han comprometido con apenas la mitad del dinero que necesitan.

Mientras las instituciones financieras internacionales se mueven lentamente, los países han forjado sus propios acuerdos.

Brasil invitó recientemente al ministro de Comercio de Egipto para analizar un posible acuerdo comercial que tendría un importante componente agrícola. China firmó su primer acuerdo de libre comercio con un país rico, Nueva Zelanda, un gran exportador de alimentos y se habla de un acuerdo con Australia, otro importante productor.

Cerca de 18 de los 58 países analizados por el Banco Mundial están incrementando los subsidios para los consumidores e implementando controles de precios.

Eso motivó una advertencia por parte del secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, para que "resistan la tentación de los controles de precios y subsidios al consumo, que generalmente no son métodos eficientes y eficaces para proteger a los grupos vulnerables".

Añadió que tales iniciativas "tienden a crear cargas fiscales y distorsiones económicas mientras que a la vez proveen ayuda a los consumidores con mayores ingresos o a los intereses comerciales distintos a los beneficiarios presupuestados".

Zoellick, en cambio, pidió a los países que consideraran subsidios mejor focalizados, como proveer alimentos a cambio de trabajo o fortalecer los programas de almuerzos escolares para las familias pobres, para que los niños puedan llevar comida a su casa.

Promoviendo el gansterismo

por Carlos Ball

Carlos Ball es Periodista venezolano, director de la agencia de prensa AIPE (www.aipenet.com) y académico asociado del Cato Institute.

Es impresionante y sorprendente que Estados Unidos sea el país con la mayor proporción de gente en prisión: uno de cada 99 adultos. Hoy en día hay más gente en las cárceles de Estados Unidos que en China, país con más de 1.300 millones de habitantes, o sea 4,3 veces más grande en población.

Según la investigación publicada recientemente por el Pew Center, 2,3 millones de personas están en prisión en Estados Unidos, lo cual incluye a uno de cada 36 hispanos y a uno de cada 9 jóvenes negros entre 20 y 34 años de edad.

En 1986, el Congreso promulgó leyes estableciendo sentencias mínimas, no permitiendo que los jueces aceptaran razones atenuantes, a menos que el implicado delatara a terceros. Esto más bien fomentó el incentivo a proveer informaciones falsas. Desde entonces también se han multiplicado los actos que son considerados delitos, triplicando el número de personas en prisiones. En 2007, el costo de tener a tanta gente en la cárcel alcanzó la cifra récord de 49 mil millones de dólares. Casi todo ese costo es financiado por los estados, no por el gobierno federal, por lo que Connecticut, Michigan, Oregon y Vermont gastan más en cárceles que en educación.

Algo anda muy mal y pienso que tiene que ver directamente con la guerra contra las drogas y con la multiplicación de leyes y regulaciones sobre los llamados “delitos sin víctimas”. Según Adam Gelb, directivo del Pew Center, “ponerse duro con los delincuentes ha significado ponerse duro con quienes pagan impuestos”.

El hecho que se desvían fondos de la educación a las cárceles “refleja una distorsión de las verdaderas prioridades”, mantiene Bernard Sanders, el único miembro del Senado que se declara socialista y con quien suelo estar en total desacuerdo porque siempre se ha opuesto al libre comercio con América Latina. Pero en este tema creo que tiene toda la razón.

Nadie en su sano juicio puede oponerse a que criminales y delincuentes que utilizan la violencia sean castigados con prisión. Pero el número de hechos de violencia ha disminuido en alrededor del 25% en los últimos 20 años, mientras que en el mismo período de tiempo se ha disparado el número de personas en prisión por vender o consumir drogas.

En Estados Unidos se han realizado 37 millones detenciones por drogas, sin hechos de violencia. Eso indica claramente que la llamada guerra contra las drogas es un colosal fracaso y que penalizar con prisión a personas que fuman o se atreven a cultivar marihuana, lejos de reducir el consumo, logra más bien sumergir a miles de jóvenes en ambientes de depravación y malas compañías del que saldrán convertidos en verdaderos delincuentes o criminales profesionales.

Esta realidad ha hecho que intelectuales con ideologías totalmente opuestas, como Noam Chomsky y Milton Friedman, apoyasen desde hace años la legalización del consumo de drogas, no porque les guste sino por comprender que la prohibición termina haciendo más daño. El remedio ha resultado mucho peor que la enfermedad y los problemas médicos y sociales nunca se logran solucionar convirtiendo en delito el daño que alguien se hace a sí mismo. Por el contrario, la legalización tendería a reducir el consumo porque eliminaría las millonarias ganancias del gansterismo internacional que financian a los guerrilleros colombianos y corrompen a policías, políticos y burócratas alrededor del mundo.

Por qué Bill Gates odia mi libro

por William Easterly

William Easterly quien trabajó por 16 años como un investigador económico en el Banco Mundial, es profesor de Economía de la New York University. É l es autor de “The White Man’s Burden: Why the West’s Efforts to Aid the Rest Have Done So Much Ill and So Little Good”.

El Wall Street Journal reportó hace unos meses que Bill Gates odia mis ideas. Eso no hiere mis sentimientos. Al final de cuentas Gates se ha aliado con el establishment de la ayuda externa. Este grupo es famoso por ser sensible a las críticas de personas que como yo, no encuentran evidencia de que los grandes programas de ayuda externa estén en realidad sacando a alguien de la pobreza.

Gates ahora ha propuesto su propio programa —el “capitalismo creativo”— en un discurso que dio en el Foro Económico Mundial en Davos. Él argumenta que el capitalismo de hoy no beneficia a los pobres. Para Gates, el capitalismo normal funciona “solo para el bien de aquellos que pueden pagar”. Mientras que los empresarios se esfuerzan por tratar de satisfacer las necesidades de los ricos, “el incentivo financiero para servir [a los pobres] es nulo”. Como resultado, necesidades básicas tales como la comida y la medicina quedan insatisfechas.

Gates parece creer que la solución es persuadir a las empresas con fines de lucro a que satisfagan las necesidades de los pobres mediante la promoción del “reconocimiento” de la filantropía corporativa. Sin embargo, el archivo que contenga evidencia histórica que sugiera la viabilidad de este sistema sería tan delgado como Kate Moss en dieta. Antes que nada, el incentivo al reconocimiento ha demostrado ser tremendamente débil cuando se le compara con el incentivo del lucro. Si esto no fuera cierto, entonces la filantropía corporativa estadounidense al Tercer Mundo sería mucho más que $5.100 millones (cifras del 2005), es decir, cuatro decimales de 1% de los $12.400 billones que es la producción estadounidense para el mercado libre. ¿Acaso la única esperanza de los pobres consiste en que la tienda de ropa GAP done unos cuantos centavos por cada camiseta que venda para el tratamiento del Sida en África?

El capitalismo motivado por el lucro, en cambio, ha hecho maravillas por los trabajadores pobres. Los dueños de las fábricas, que son capitalistas y buscan satisfacer su propio interés, compran máquinas para aumentar la producción, y por lo tanto las ganancias. Los capitalistas buscan los avances tecnológicos que hacen posible conseguir una mayor producción con la misma cantidad de insumos. Trabajando con más maquinaria y mejor tecnología, los trabajadores producen más por hora. En un mercado laboral competitivo, la demanda de estos trabajadores más productivos aumenta y sus salarios también. El incremento constante en los ingresos de los trabajos poco calificados saca a los trabajadores de la pobreza.

La cantidad de personas pobres que no pueden pagar los alimentos para sus hijos es mucho menor de lo que era antes —gracias al capitalismo. El capitalismo no creó la malnutrición, la redujo. La globalización del capitalismo que se dio entre 1950 y el presente ha aumentado el ingreso promedio en el mundo a $7.000 anuales desde una base de $2.000. A diferencia de la leyenda popular, los países pobres crecieron a la misma tasa que los países ricos. Este crecimiento nos dio la reducción masiva de pobreza más grande en la historia mundial.

Las partes del mundo que todavía son pobres están sufriendo de muy poco capitalismo. La inversión extranjera directa en África hoy, aunque está aumentando, constituye tan solo un 1% de los flujos globales. Eso es porque el ambiente para los negocios privados en África todavía es hostil. Hay algunos ejemplos de países e industrias exitosas en África, pero no es suficiente.

Gates también anunció que su fundación está comenzando “una sociedad que le da a los agricultores africanos acceso al mercado de café premium, con el objetivo de duplicar sus ingresos por sus cultivos de café”. Esto es bueno como un esfuerzo modesto para ayudar a algunos agricultores de Rwanda y Kenya, pero difícilmente reconstruirá el capitalismo. Los principales obstáculos para las exportaciones en los países pobres son domésticos, tales como la corrupción y la lucha política, más no la falta de interés por parte de los compradores de café premium en los países ricos.

Además, ¿cómo escogen los filántropos precisamente qué producto será el motor de crecimiento para un país? Bastantes investigaciones sugieren que “escoger a los ganadores” a través de la política industrial gubernamental no ha funcionado. Los ganadores son muy impredecibles como para ser descubiertos por burócratas, peor aún por un filántropo extranjero. ¿Por qué Egipto capturó 94% del mercado de importaciones italianas para las cerámicas de baños? ¿Por qué India, una economía con muy pocos trabajadores altamente calificados, se convirtió en un gigante en servicios de información tecnológica? ¿Por qué Kenya capturó 39% del mercado europeo de flores cortadas? ¿Por qué el pequeño Lesotho se convirtió en un importante exportador de textiles a Estados Unidos? ¿Por qué las Filipinas tomaron control del 72% del mercado mundial de circuitos electrónicos integrados? Porque los capitalistas que buscan el lucro se embarcaron en una búsqueda descentralizada del éxito.

Claro, hay que permitir que aquellos que se han enriquecido bajo el capitalismo traten de hacer cosas buenas por los que todavía son pobres, como Gates ha decidido hacerlo de manera admirable. Pero una mezcla New Age entre incentivos de mercado y reconocimientos no acabará con la pobreza. La historia ha demostrado que el capitalismo motivado por el lucro todavía es la mejor esperanza para los pobres.

México: congresistas suman ayuno a toma de instalaciones

Seguidores del PRI entonaron el himno nacional al comienzo del mítin de López Obrador contra la reforma petrolera.
Gregory Bull / AP
Seguidores del PRI entonaron el himno nacional al comienzo del mítin de López Obrador contra la reforma petrolera.

Legisladores izquierdistas suman un ayuno indefinido a la ocupación de las tribunas de las dos cámaras del congreso para exigir que haya un debate nacional amplio sobre una reforma energética que consideran abriría la puerta a la privatización de la industria petrolera.

Tras cuatro día de mantener ocupados los salones de la Cámara de Diputados y del Senado, miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD) comenzaron la noche del domingo un ayuno, en lo que el senador Carlos Navarrete dijo es un ejemplo de "que estamos dispuestos a continuar con acciones de muy diverso tipo".

Los coordinadores de todos los partidos representados tienen previsto reunirse la tarde del lunes para negociar una salida a las acciones izquierdistas.

El PRD y los minoritarios partidos del Trabajo y Convergencia buscan que antes de que el legislativo discuta la reforma energética presentada por el presidente Felipe Calderón, sea sometida a debates entre expertos, intelectuales y la sociedad en general.

La izquierda, que el lunes en la Cámara de Diputados levantó una barricada alrededor de la tribuna con las sillas de los legisladores, considera que el partido oficialista Acción Nacional (PAN) pretende aprobarla en las siguientes semanas.

El coordinador del PAN en el Senado, Santiago Creel, aseguró que nunca se han negado a un debate nacional y anticipó que la reforma no podría aprobarse en el actual periodo de sesiones que concluye el 30 de abril.

"De ninguna manera nos hemos negado a un debate nacional, porque el gobierno fue quien primero planteó la posibilidad de llevar a cabo un debate", señaló Creel en declaraciones a W Radio.

La propuesta de reforma permitiría a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) contratar empresas privadas para construir y operar refinerías, además de acompañarla en la exploración y producción de crudo, en un intento por reimpulsar la producción petrolera que en los últimos años ha registrado una baja.

El gobierno ha insistido que no se trata de una privatización, pues se prevé un esquema de pagos a las empresas en dinero, con bonos adicionales según su desempeño, pero sin cederles parte del crudo o sus derivados.

Los ocho gobernadores del PAN firmaron un anuncio pagado en la prensa nacional en el que dieron su respaldo a la propuesta de reforma al considerar que fortalecerá a Pemex.

Navarrete, dijo a W Radio que sus acciones no buscan evitar la discusión y el debate como ha dicho el PAN, "por el contrario, lo que hemos hecho es un esfuerzo gigantesco, de enorme desgaste político y físico, a favor de un amplísimo debate".

Los izquierdistas consideran que el debate nacional podría realizarse hasta agosto, y en septiembre -cuando inicia el próximo periodo de sesiones- arranque la discusión legislativa.

Colombia renueva en Washington gestión por TLC

El presidente George W  Bush, acompañado por el secretario de Defensa, Robert Gates, centro, y el secretario de Comercio, Carlos Gutierrez, derecha, da declaraciones durante una sesión de gabinete el lunes 14 de abril del 2008, en la Casa Blanca, en Washington.  Bush dijo el lunes que el acuerdo de libre comercio con Colombia está "muerto" a menos que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, programe una votación legislativa este año.
Gerald Herbert / Foto AP
El presidente George W Bush, acompañado por el secretario de Defensa, Robert Gates, centro, y el secretario de Comercio, Carlos Gutierrez, derecha, da declaraciones durante una sesión de gabinete el lunes 14 de abril del 2008, en la Casa Blanca, en Washington. Bush dijo el lunes que el acuerdo de libre comercio con Colombia está "muerto" a menos que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, programe una votación legislativa este año.

Colombia reanudará esta semana sus gestiones en Washington en favor del tratado de libre comercio con Estados Unidos que, según el presidente George W. Bush, puede estar herido de muerte si la Cámara de Representantes no programa una votación definitiva.

El vicepresidente Francisco Santos vendrá como emisario especial del presidente Alvaro Uribe para tratar de revivir el acuerdo luego que la cámara baja le diera un golpe duro al cambiar en una votación partidista las reglas de su debate obligatorio en 60 días que había pedido Bush.

Bush dijo temprano el lunes que el tratado "está muerto" a menos que la presidenta de la cámara, Nancy Pelosi, programe una votación final en el actual Congreso en aras de un mejor trato que Colombia se merecía como socio más importante de Estados Unidos en Sudamérica.

"No es parte del interés nacional el maltrato a un aliado como Colombia", dijo Bush a reporteros en la Casa Blanca luego de una reunión con su gabinete ministerial durante la cual, según explicó, hubo "una gran decepción" con la acción promovida por Pelosi, legisladora demócrata de California.

Pelosi desactivó un mandato de la ley de promoción comercial o "fast track" que faculta al presidente estadounidense forzar el debate de un acuerdo negociado al amparo de esa ley -como ha sido el de Colombia-, en caso de que enfrentara demoras o estuviera de por medio el interés nacional.

"Este acuerdo de libre comercio es favorable a nuestro interés nacional", señaló Bush.

Santos pasará primero el jueves por Nueva York antes de llegar a Washington al día siguiente. La Cámara de Comercio de Estados Unidos, la mayor agrupación empresarial del país, dijo que el vicepresidente colombiano hablará sobre "la importancia de que el Congreso adopte una nueva decisión".

Si Pelosi no se hubiera opuesto a la maniobra, para la Cámara de Representantes estaría ya corriendo los 60 días para votar "sí" o "no" por el tratado. A partir de allí, el Senado debería concluir su propio proceso, en 30 días más.

"Sin embargo, ese proyecto está muerto a menos que (Pelosi) programe una votación final", afirmó Bush.

Pelosi ha defendido su decisión alegando que el tratado hubiese sido rechazado si pasaba a votación.

Indicó que la suerte del acuerdo dependerá de la buena fe en las negociaciones entre demócratas y la Casa Blanca "sobre preocupaciones" del pueblo estadounidense por los efectos en la economía y los trabajadores desplazados por el comercio internacional.

Bush consideró que el tratado colombiano era igualmente "bueno para los trabajadores" estadounidenses, una afirmación que motivó una reacción inmediata de los Teamsters, una de las federaciones sindicales de la nación.

Jim Hoffa, presidente de esa federación, mencionó otra vez el alegato que ha impedido en el Congreso el inicio del debate del tratado: Colombia seguía siendo uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio sindical.

"Más de 2.500 sindicalistas han sido asesinados en ese país y el gobierno no ha hecho nada para combatir la impunidad", dijo Hoffa en una declaración escrita.

Cubanos hacen colas para comprar celulares

El alto costo del servicio celular no ha podido disuadir a una gran cantidad de usuarios que hoy hacían colas en distintas localidades para obtener un teléfono propio.
El alto costo del servicio celular no ha podido disuadir a una gran cantidad de usuarios que hoy hacían colas en distintas localidades para obtener un teléfono propio.

Decenas de cubanos hacen cola desde primeras horas de hoy frente a establecimientos de la compañía telefónica estatal (ETECSA) en el día de la entrada en vigor de la autorización para conseguir una línea de telefonía celular a título personal.

Los contratos de teléfonos celulares cuestan apróximadamente $120, más de seis veces lo que gana un empleado público promedio, y no incluyen ni el precio del aparato ni lo que se paga para obtener las tarjetas que permiten hacer y recibir llamadas. Pero los altos costos no han disuadido a centenares de personas.

ETECSA anunció el pasado 28 de marzo, además, que los cubanos que poseen teléfonos a nombre de un extranjero, la modalidad a la que recurría gran parte de la población con este tipo de servicios, pueden desde hoy hacer el cambio de titularidad.

Sin embargo, para hacerlo hasta dentro de 60 días necesitan la presencia física de la persona responsable legalmente del servicio.

Tal vez por ello la inmensa mayoría de la gente que acudió hoy a las oficinas de la empresa lo hizo para conseguir una línea propia, que, de momento, sólo se habilita en la modalidad de prepago.

La afluencia fue masiva en las primeras horas de hoy, dijoOdalis, empleada de ETECSA en una oficina del barrio habanero de Vedado, al explicar que desde las 8.15 hora local hasta las 10.30 se habían dado de alta 68 líneas.

''Por nosotros, que siga así'', comentó.

Una afluencia similar se registró en otras oficinas habilitadas para ofrecer el servicio, desde La Habana Vieja a Miramar, a pesar de que conseguir el servicio cuesta 111 pesos convertibles (CUC, unos 120 dólares), en un país donde el salario medio ronda los 17 dólares.

Fuentes de ETECSA indicaron a Efe que esperan un descenso del flujo de clientes según pasen los días y achacaron las colas a la ''novedad'' de la medida.

Esta autorización se enmarca en las reformas que lleva a cabo Raúl Castro, que en los 50 días que lleva en el poder ha dado luz verde, además, a la entrada de los cubanos en los hoteles, a la adquisición de equipos electrodomésticos y a una profunda reestructuración del sector agrícola.

Frente a una estantería con teléfonos móviles que mostraban precios de entre 60 y 260 CUCs, Elena, ama de casa de 53 años, explicó que ella estaba dando de alta la línea porque su suegra, española, le iba a mandar el dinero para hacerlo.

''No tengo el dinero, pero mi suegra me lo da y así resuelvo mi problema de que no tengo teléfono'', explicó.

Aunque una tarjeta prepago de 20 CUCs da para una llamada telefónica a Estados Unidos (uno de los puntos más baratos para telefonear desde Cuba) de algo más de seis minutos, según indicaron a Efe en la compañía telefónica, la mayoría de la gente consigue el teléfono para recibir llamadas o para enviar mensajes de texto.

Venezuela constituye comando general de la reserva militar

Soldados venezolanos participan de un desfile cívico-militar el 12 de abril del 2008, en Caracas (Venezuela), durante la conmemoración del sexto aniversario del golpe de estado del 11 de abril del 2002.
EFE
Soldados venezolanos participan de un desfile cívico-militar el 12 de abril del 2008, en Caracas (Venezuela), durante la conmemoración del sexto aniversario del golpe de estado del 11 de abril del 2002.

La constitución de un comando general de la reserva militar, decretada este fin de semana, coloca a Venezuela como el primer país de América Latina con una fuerza de ese tipo organizada dentro de la doctrina de la "guerra asimétrica'' que pregona el presidente venezolano Hugo Chávez, opinaron expertos en Caracas.

El comando general de la reserva estaba contemplado ya en la ley orgánica de las Fuerzas Armadas del 2005, pero el sábado fue formalizado mediante un decreto que creó además siete batallones, en el marco de un desfile militar para conmemorar el fracasado golpe que en abril del 2002 destituyó a Hugo Chávez de la presidencia durante dos días.

Con ese decreto, la reserva militar "dependerá directamente del despacho del Presidente, quien también designará a la autoridad máxima de ese órgano, que gozará de autonomía presupuestaria''.

Chávez, un teniente-coronel retirado paracaídista, sostiene que Venezuela debe prepararse para una guerra asimétrica y que Estados Unidos tiene al país como objetivo debido a sus grandes reservas de petróleo.

La reserva nacional está integrada en un cuerpo unificado por los reservistas de los cuatro componentes de la Fuerza Armada -Ejército, Marina, Aviación y Guardia Nacional- hasta la edad de 50 años.

Además, se ha creado una guardia territorial, compuesta por voluntarios que reciben entrenamiento en labores de resistencia y que están integrados en el comando general de la reserva.

La Fuerza Armada venezolana tiene unos 180,000 efectivos.

Los siete nuevos batallones conformados el sábado agrupan entre 1,000 y 2,000 soldados, según el general retirado Alberto Muller Rojas, uno de los vicepresidentes del nóvel Partido Socialista Unido, oficialista.

Estos se suman a otros nueve batallones que ya existían.

Muller, quien no quiso revelar la cantidad de personas integradas en la reserva por considerarlo como "información estratégica'', señaló que ésta "no tiene un pie de fuerza fijo, porque está en continuo movimiento, ya que se trata de personas voluntarias''.

Sobre el presupuesto que manejará la reserva, Muller señaló que "no se puede calcular''.

"La ayuda económica que reciben los reservistas corresponde sólo a los días en que están movilizados, por eso no se pueden anticipar los gastos y no se puede trabajar con un presupuesto fijo como en la Fuerza Armada'', dijo el general a la AFP.

Este funcionamiento de la reserva, en correspondencia con la doctrina de la "guerra asimétrica'', es único en América Latina.

"En América Latina se tendió a burocratizar la defensa y a convertir a la Fuerza Armada en una casta. Ninguna fuerza armada sudamericana tiene una reserva militar organizada'', refirió Muller.

Otros expertos criticaron la creación del comando general de la reserva y alertaron que podría llevar a la formación de una especie de guardia personal del presidente.

El general retirado Manuel Andara, del Frente Institucional Militar, que se opone al gobierno de Chávez, sostuvo que la intención con el comando general de la reserva es "tener una fuerza personal, que obedezca directamente al presidente''.

En tanto, el general retirado Raúl Salazar, quien fue el primer ministro de la Defensa de Chávez en 1999-2000, opinó que "hay que dejar correr el tiempo'' para saber el verdadero uso que se le dará a ese comando.

"Si son creaciones para la defensa nacional, bienvenida sea, pero si es para asegurarse un poder en el tiempo y el espacio, no debe ser, porque la Fuerza Armada está al servicio de la nación y no de ninguna persona'', dijo Salázar en declaraciones que publica este lunes el diario El Universal

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