AUMENTA LA TENSIÓN EN EL SENO DE LA UNIÓN
Financial Times advierte: "España podría convertirse en un problema para el euro"
Tras la recomendación de un destacado economista acerca de la posible salida del euro por parte de Irlanda, se suma ahora la preocupación sobre la pertenencia de España a la Unión Monetaria. La edición alemana del Financial Times advierte que España podría convertirse en un "problema para el euro".
La tensión política y económica en el seno de la Unión Monetaria sigue in crescendo. La degradación crediticia de la deuda pública española aplicada por la agencia Standard & Poor´s ha situado a España en el centro del huracán acerca de la futura configuración de la zona euro, con el fin de evitar la depreciación de la moneda única.
Aunque la Unión Europea, ayudada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), agotaría todas sus balas económicas antes de permitir la quiebra o suspensión de pagos de un país, como lo demuestra el rescate de Letonia. El país recibirá otros 3.100 millones de euros mediante un préstamo, por lo que la cuantía total que recibirán las arcas letonas hasta 2011 alcanzará los 7.500 millones de euros.
La Izquierda llega a la Casa Blanca
La Izquierda llega a la Casa Blanca
Alberto Acereda
Los norteamericanos acabamos de celebrar hoy el ejemplo de una auténtica democracia en este acto que supone la inauguración de un nuevo presidente elegido por el pueblo: el número 44 en la historia de esta nación. A todo ello, además, se une el hecho de que estamos ante un logro histórico al tratarse del primer presidente de raza no blanca. Washington es hoy la capital del mundo y millones de personas nos regocijamos con tan maravilloso ejemplo democrático. Reconocer esto, sin embargo, no puede obviar un hecho incontestable: que con el nuevo Presidente Obama la Izquierda política e ideológica se instala por fin de lleno en la Casa Blanca. Y que lo hace, además, con más fuerza y con más poder que nunca antes en la historia de los Estados Unidos. Obama no es el moderado que su campaña quiso presentar con el apoyo de la gran mayoría de los medios de comunicación; ni siquiera Obama es un centrista. Su trayectoria política y sus votos legislativos tanto en Illinois como en Washington están claramente en la zona más a la izquierda del plantel político de Estados Unidos. Hasta su elección el pasado noviembre y durante los pocos meses que estuvo como legislador en Washington, Obama era considerado por agencias independientes como el senador ideológicamente más a la izquierda en todo el Senado de los Estados Unidos. Joe Biden, su vicepresidente, estaba en tercer lugar, mucho más a la izquierda que Hillary Clinton o incluso que Ted Kennedy, por ejemplo.
La actual crisis económica, engendrada y creada primordialmente por acciones e iniciativas Demócratas (Fannie Mae, Freddie Mac…) y refrendadas desde 2006 por el Congreso Demócrata, así como por la ineptitud de Bush-Paulson y los Republicanos para enfrentarse a la intervención económica del pasado otoño, serán las excusas para que Obama y las mayorías del Partido Demócrata en el Congreso promuevan una vuelta a los fatales años económicamente intervencionistas de Jimmy Carter, Lyndon B. Johnson y aun de Franklin D. Roosevelt. El radicalismo ideológico de Obama se observa en sus votos legislativos, como su repetido e inhumano voto en contra de la "Ley de Protección de los Nacidos Vivos" ("Born Alive Infants Protection Act-BAIPA") en 2002, por ejemplo. Lo mismo podríamos decir de sus turbias y todavía no aclaradas alianzas con personajes racistas (Farrakhan, Pfleger o Wright -que este fin de semana pasado volvió a decir barbaridades en Howard University), mafiosos (Rezko) y aun terroristas (Dohr, Khalidi o Ayers -detenido en la aduana de Canadá este mismo fin de semana-). Aun así, Obama fue capaz de presentarse como candidato presidencial moderado usando propuestas liberal-conservadoras como la de la drástica rebaja de impuestos que lógicamente incumplirá. Como ni McCain ni su campaña supieron hacer frente a nada de esto y como, además, taparon la boca de Sarah Palin y los conservadores de su partido, los resultados fueron los que fueron.
La llegada a la Casa Blanca de Obama, por tanto, es el primer paso real alcanzado por la Izquierda norteamericana en varias décadas a fin de intentar llevar adelante un cambio sustancial en lo político y cultural de Estados Unidos, un cambio destinado también a enterrar para siempre el ideario tradicionalmente liberal conservador de esta nación. La apuesta es arriesgada porque el pueblo norteamericano, pese a las encuestas féericas que circulan estos días a favor de Obama, no está por la faena de olvidar su idiosincrasia y los más recientes años de progreso gracias presidentes como Ronald Reagan. Obama es consciente de que cualquier inicial apariencia de radicalismo progresista en sus primeros meses en la Casa Blanca podría resultar contraproducente, como ya le ocurrió a Bill Clinton. Aun así, con el control total del poder ejecutivo, con mayorías legislativas a su lado y con la posibilidad de nombrar jueces activistas, incluidos los del Tribunal Supremo, Obama acaba de dar hoy frente al Capitolio el primer paso con el que la Izquierda norteamericana ha venido soñando durante casi un siglo.
La agenda progresista de redistribución de la riqueza, de nacionalización de la salud pública, de desarme unilateral de la capacidad nuclear de los Estados Unidos, de aprobación legislativa para que los sindicatos controlen el voto de los trabajadores e impidan que sea un voto secreto (la llamada “card-check legislation”), la imposición de regulaciones bajo la excusa de la farsa del calentamiento global producido por el ser humano, la gigantesca subida de impuestos a la inmensa mayoría de los ciudadanos, la aprobación del control de los medios de comunicación (en un proyecto de ley mal llamado “Fairness Doctrine”) y aun la actual movilización entre algunos congresistas Demócratas para ampliar el período presidencial de dos mandatos a tres, con el objetivo de perpetuar a Obama en el poder, son sólo algunos de los primeros pasos de esa Izquierda política. Ciertamente, hoy es un día grande para la historia y las instituciones democráticas de Estados Unidos. Lo que está por ver ahora es si esta nueva presidencia de Obama será igualmente grande y beneficiosa para la defensa de la auténtica Libertad.
P.S. De momento, el buen observador que haya seguido el acto de inauguración habrá notado que durante el juramento, Obama ha echado de menos el teleprómpter y ha sido incapaz de repetir a la primera las palabras del juramento a cargo del Juez Roberts… En realidad, el primer acto oficial de Obama como Presidente, el de su discurso de inauguración, ha sido más un discurso de campaña electoral pensando ya en 2012 que un discurso propio de esta ocasión. Este es el mesiánico Obama y estos los cuatro años que Estados Unidos y el mundo tienen por delante... Nada quisiéramos más que equivocarnos.
Tenemos que levantarnos
PRIMER DISCURSO DE OBAMA COMO PRESIDENTE DE EEUU
"Tenemos que levantarnos, sacudirnos el polvo y empezar, de nuevo, a construir América"
En su discurso tras tomar posesión como presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió el inicio de "una nueva era de responsabilidad" sobre la base de los valores fundamentales de EEUU, a los que apeló de forma reiterativa durante su intervención
Ante una inmensa multitud de personas que ocupaba unos cinco kilómetros en el centro de Washington, Obama apeló a los valores fundamentales de su país para comenzar un nuevo capítulo en su historia.
Su primeras palabras fueron de "humildad ante la tarea" que comienza como presidente de EEUU, "agradecido ante la confianza" de los ciudadanos de EEUU y "consciente de los sacrificios" de sus antecesores y del pueblo americano a lo largo de su historia.
"Nuestra economía está muy debilitada, como consecuencia de la avaricia y la irresponsabilidad por parte de algunos, pero también por el fracaso colectivo en tomar las decisiones difíciles y preparar a la nación para una nueva era", dijo ObamaObama instó a los estadounidenses a retomar las "verdades" que han hecho a Estados Unidos la nación que es: "el trabajo duro, la honestidad, el valor, la justicia, la tolerancia y el patriotismo". "Lo que se nos pide ahora es una nueva era de responsabilidad, el reconocimiento, por parte de cada estadounidense de que tenemos obligaciones hacia nosotros mismos, nuestra nación y el mundo", dijo Obama.
En el terreno internacional, Obama se dirigió a "todos los pueblos y gobiernos que nos están viendo hoy, desde las mayores capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre: Sabed que Estados Unidos es un amigo de cada nación y cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad, y que estamos listos para ser líderes una vez más", afirmó Obama, cuyo padre era de Kenia. Pero también envió un mensaje claro: "A aquellos que atacan a los débiles les decimos os venceremos".
El nuevo mandatario recordó que Estados Unidos derrotó al fascismo y al comunismo "con alianzas sólidas y convicciones duraderas". "Nuestro poder sólo no nos puede proteger, ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca", afirmó. Obama señaló que los desafíos actuales requieren que Estados Unidos haga un esfuerzo mayor para promover la cooperación y el entendimiento entre las naciones y en la amenaza nuclear.
El presidente ofreció "un nuevo camino hacia adelante" al mundo musulmán. "A los que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y silenciando la disensión, sabed que estáis en el lado equivocado de la historia, pero que os tenderemos la mano si estáis dispuestos a abrir el puño", dijo Obama, en una referencia a los regímenes autoritarios de Oriente Medio.
Obama juramenta
Obama juramenta como el primer presidente negro de EEUU
Frente a una multitud frenética calculada en más de un millón de personas frente al Capitolio, el presidente electo Barack Obama asumió el martes como el 44 presidente de la nación y el primero de raza negra, un suceso histórico transmitido en vivo a todo el mundo por televisión, internet y radio.
"Hoy estoy aquí con humildad frente a la tarea ante nosotros, agradecido para la confianza que ustedes me han dado, consciente de los sacrificios llevados por nuestros antepasados'', declaró Obama al comenzar su discurso de toma de posesión, junto al presidente saliente George W. Bush.
"Le agradezco al presidente Bush por su servicio a nuestra nación, así como la generosidad y cooperación que ha mostrado a lo largo de esta transición'', agregó.
Obama quebró una barrera racial al convertirse en el primer presidente negro, en un país sumido en graves problemas económicos y guerras en dos países lejanos.
Obama y Bush viajaron juntos en una limusina al Capitolio para la transferencia del poder, en una caravana de automóviles blindados desde la Casa Blanca, donde Bush invitó a tomar café a Obama, el vicepresidente electo y sus respectivas esposas.
Una multitud en ambos lados de la calle vieron el desfile de automóviles hacia el evento histórico. La presencia de fuertes medidas de seguridad fue evidente durante el recorrido, con una línea de agentes de pie frente a los espectadores.
Mientras centenares de miles de personas atestaban el National Mall, una zona de jardines en el centro de Washington DC, para presenciar la toma de posesión de Obama, el hombre en el centro de la vorágine empezó el día callada y reverentemente, con un servicio religioso en una iglesia al lado de la Casa Blanca.
Obama y su familia asistieron a un servicio privado en la iglesia episcopal de San Juan, una tradición para quienes están a punto de rendir el juramento presidencial. La familia del vicepresidente electo Joe Biden también asistió.
Barack y Michelle Obama saludaron a los espectadores y entraron a la iglesia entre los aplausos de unas 200 personas. El coro y la congregación empezó a cantar el himno ‘‘O God Our Help in Ages Past'' (Oh Dios, nuestro socorro en el ayer).
Se trata del primer traspaso de gobierno desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. La multitud colmaba el National Mall de extremo a extremo, desde el monumento a Abraham Lincoln hasta el Capitolio estadounidense, para atestiguar la histórica juramentación del primer presidente negro del país.
Dos años después de haber empezado como un poco conocido senador federal por el estado de Illinois con un nombre que sonaba a extranjero, Obama llega a la Oficina Oval de la Casa Blanca como el cuarto presidente más joven de la nación, con 47 años, y el primero afroestadounidense, un logro que hasta hace poco se creía imposible para varias generaciones de minorías étnicas de la nación.
De acuerdo con la costumbre, los Obama y los Biden fueron directamente de la iglesia a la Casa Blanca a tomar café con Bush y su esposa Laura. Michelle Obama llevó un obsequio a la primera dama saliente en una caja blanca decorada con una cinta roja.
El alba de la nueva era demócrata del país -- con los aliados políticos de Obama en control de ambas cámaras del Congreso -- pone fin a ocho años de control republicano, con George W. Bush en la Casa Blanca. Bush deja Washington DC como uno de los presidentes más impopulares de la historia, provocador de divisiones internas, arquitecto de dos guerras inconclusas y el hombre que estuvo a cargo del país durante una calamidad económica que dejó a miles de estadounidenses sin trabajo, ahorros y vivienda.
Bush -- siguiendo la tradición -- dejó una nota para Obama en el cajón de superior de su escritorio en la Oficina Oval.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que el tema del mensaje -- que Bush escribió el lunes -- era similar a lo que él ha dicho desde la noche en que se supo el resultado de las elecciones: que Obama está a punto de empezar un "nuevo y fabuloso capítulo'' en Estados Unidos, y que le desea lo mejor.
Venezuela: Comunismo: la verdadera carta escondida. Rafael Alfonzo
El socialismo del siglo XXI no es popular, es inviable en el terreno económico y está naufragando
Con motivo de la reforma inconstitucional que pretende la reelección indefinida del presidente de la República y de todos los demás cargos de elección popular, Hugo Chávez busca instaurar el modelo castro-comunista en Venezuela, que en el fondo es la realidad que contiene su proyecto del socialismo del siglo XXI.
Él intenta justificar su permanencia indefinida en el poder con la supuesta necesidad de la construcción e implantación del socialismo en Venezuela, para lo cual se requiere un líder fuerte y preclaro que gobierne durante mucho tiempo. El socialismo es un proyecto de largo plazo y Chávez se considera imprescindible para conducirlo. Continuismo y socialismo son las dos caras de la misma moneda.
Al socialismo del siglo XXI se levanta sobre la creencia en tres dogmas: la "suprema felicidad social", que implica la búsqueda de la igualdad de todos; el prejuicio según el cual esta sociedad de iguales no es posible bajo el capitalismo; y la búsqueda de la abolición del capitalismo creando un "hombre nuevo", que no esté movido por sus intereses individuales.
Para este experimento de ingeniería social hay que someter la educación y los medios de comunicación, así como acabar con la propiedad y la actividad privada, a través de una estrategia de controles, regulaciones, impuestos, consejos comunales, consejos de trabajadores y otras formas de organización que pongan a depender la sociedad del Estado.
El sector público, como dispone de cuantiosos recursos financieros, se ha propuesto estatizar lo que considera sectores clave. No obstante, esta usurpación la ejecuta de una manera que no afecte su prestigio internacional. Así, además de estatizar viene también expropiando, promoviendo invasiones e, inclusive, comprando con los recursos petroleros la actividad que es propia del sector privado de la economía.
Además, para lograr el "hombre nuevo", es preciso un bombardeo constante a través de los medios de comunicación social. La aplanadora mediática de Chávez cuenta con 168 medios radioeléctricos, 143 emisoras comunitarias, 72 televisoras comunitarias, 18 periódicos comunitarios y TVES (con equipos expropiados y no pagados de RCTV), AN TV, Telesur y Venezolana de Televisión.
Por otra parte se ha venido creando un Estado con planificación centralizada y desarrollo socialista al estilo de las naciones comunistas, que cuenta con la "arquitectura" del poder popular y la "nueva geometría" del poder y la desconcentración territorial. El Estado pasó a ser el centro de la vida social, al tiempo que se recorta la autonomía regional y local, y se marginan los órganos constitucionales previstos para llevar adelante la descentralización y asegurar que su marcha se haga en perfecto orden y armonía con el Gobierno nacional.
El modelo del socialismo del siglo XX, a pesar de los ingentes recursos financieros del Ejecutivo y de la altísima concentración de poder en manos de Hugo Chávez, no es viable. Entre otras razones, porque su fuente de financiamiento depende del alza de los precios internacionales del crudo.
La incompetencia del Gobierno, además, ha impedido crear una fuerte economía productiva endógena. Lo que hacen las autoridades es promover incentivos orientados a que los empresarios y la sociedad se dediquen a capturar renta petrolera.
La caída de la inversión privada es el resultado de las amenazas e inseguridad reinante, y la inflación es estructural a un modelo que está cimentado sobre el gasto público desaforado: Venezuela tiene una de las cinco tasas de inflación más altas del mundo (31,9% en 2008), y la más alta de América Latina. La escasez y el racionamiento son también intrínsecos a todo socialismo.
El socialismo ha aumentado la burocracia (el número de empleados públicos se duplicó durante el gobierno de Chávez) y la ineficiencia, como consecuencia de privilegiar las lealtades partidistas sobre el mérito y la capacidad, además de las estructuras centralizadoras. Esto ha conducido a más controles y mayor corrupción.
El socialismo del siglo XXI no es popular. Es inviable en el terreno económico, y como experimento está naufragando. No "empodera" a los venezolanos, sino que los lleva a la esclavitud. Hace del Estado un "Estado fallido", incapaz de proveer siquiera seguridad personal (ni hablar de la jurídica); promueve un sistema político que exacerba los vicios que dice combatir y le hace perder legitimidad y aceptación entre los venezolanos. cedice@cedice.org.ve
Ola de ataques contra opositores en Venezuela
Ola de ataques contra opositores en Venezuela
CASTO OCANDO
El Nuevo Herald
Una oleada de ataques contra opositores y críticos del gobierno de Hugo Chávez en la capital venezolana durante el fin de semana, elevó las tensiones y los temores de que la violencia se incremente a medida que se aproxime el referendo del próximo 15 de febrero.
Entre el sábado y el lunes, se registraron al menos cinco ataques contra instituciones y personalidades que se oponen a la intención del presidente Chávez de reelegirse indefinidamente.
En la noche del sábado, una decena de activistas prochavistas enmascarados atacó con fusiles de alto poder la sede de la Alcaldía Mayor, que controla la oposición. Los integrantes del grupo se identificaron como paramilitares que defienden la revolución bolivariana, según la versión del alcalde Antonio Ledezma. Hasta ahora, ningún grupo se ha adjudicado el ataque.
Ledezma denunció que los atacantes buscaban una serie de documentos que demuestran pagos injustificados por casi 400,000 millones de bolívares fuertes ($186 millones), que fueron pagados a último momento antes de que la alcaldía fuera entregada a la oposición.
"Se trata de un plan de violencia indefinida para intentar sabotear la gestión'', afirmó Ledezma el domingo.
El lunes por la madrugada, desconocidos arrojaron bombas lacrimógenas contra la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas. En esa sede permanece recluido el ex líder estudiantil Nixon Moreno, que lleva casi dos años sin que el gobierno chavista autorice un salvoconducto para que el joven pueda salir del país como asilado.
El ataque se dio una semana después de que culminara la reunión ordinaria del episcopado venezolano, que condenó explícitamente en una carta pastoral la enmienda para permitir la reelección indefinida, y exigió al gobierno ocuparse de los problemas de la inseguridad, la corrupción y el narcotráfico.
"Se busca crear un clima de violencia para meter miedo'', dijo Roberto Luckert, arzobispo de Coro y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, en declaraciones a El Nuevo Herald. ‘‘Es parte de una estrategia ya ensayada en Cuba y Nicaragua, pero que les va a fallar en Venezuela''.
En otro episodio la tarde de este domingo, un grupo de sujetos que se movilizaban en motocicletas atacaron e incendiaron el automóvil del líder estudiantil Ricardo Sánchez, presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la principal organización estudiantil del país.
El hecho se produjo un día después de que el presidente Chávez ordenara a los cuerpos de seguridad echar "gas del bueno'' y meter presos a todos los estudiantes que "promuevan disturbios en las calles y autopistas''.
El lunes, mientras Sánchez cuestionaba la violencia contra los estudiantes en una conferencia de prensa en la UCV, se registraron varias explosiones dentro de la llamada Plaza del Rectorado, ubicada muy cerca de la sede de la FCU.
"Si querían amedrentarnos, se equivocaron porque hoy estamos más comprometidos que nunca. Hoy en día el movimiento estudiantil está preparado para lo que sea'', advirtió Sánchez.
Los ataques contra el líder estudiantil y la sede universitaria fueron condenados por altos funcionarios del gobierno.
"La violencia no es la vía para dirimir las discrepancias'', dijo Tarek El Aissami, ministro del Interior y Justicia, que condenó los ataques. El Aissami pidió también la cooperación de las autoridades de la UCV para investigar las agresiones.
Sin embargo, el funcionario defendió el llamado del presidente Chávez de reprimir, controlar y contener las manifestaciones violentas. "Debe ser así'', ratificó El Aissami según un reporte de la oficialista Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
También el lunes otro grupo de oficialistas lanzó artefactos explosivos contra la residencia de Marcel Granier, presidente del canal RCTV Internacional, que es crítico del gobierno y cuya concesión fue revocada por orden gubernamental.
"Por segunda vez en lo que va de año, y como consecuencia de los discursos violentos, incitadores de la violencia del presidente de la República, hemos sufrido un nuevo atentado en nuestra casa de habitación'', dijo Granier en una entrevista con medios locales.
Los ataques coinciden con una serie de asesinatos en tres regiones del país a cargo de presuntos sicarios, todos en menos de un mes, en su mayoría de opositores al gobierno, aunque otros atribuidos al narcotráfico.
En Maracaibo, estado Zulia, el ganadero Antonio Melen fue baleado en diciembre por sicarios cuando circulaba por una zona comercial de la ciudad. Melen, un rico empresario zuliano, era un abierto crítico del dirigente chavista Giancarlo Di Martino, que fue el candidato oficialista a la gobernación de ese estado y que resultó derrotado.
En Valencia, estado Carabobo, el abogado y periodista Orel Zambrano, columnista y vicepresidente de una emisora de radio, murió de un tiro en la nuca cuando fue atacado por dos individuos no identificados.
Según la organización Reporteros Sin Fronteras, el móvil del asesinato podría estar vinculado a su cobertura sobre el tráfico de drogas en el centro del país.
En Barinas, el abogado Luis Rodolfo Campos murió baleado por presuntos sicarios. Campos era defensor del general de Brigada Luis Delfín Gómez Parra, un militar disidente que está acusado de corrupción por el caso del Central Azucarero del estado Barinas (CAAEZ), en el que estuvieron implicados un grupo de cubanos asesores y altos funcionarios del gobierno chavista.
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