miércoles, febrero 23, 2011

Confesión de un sicario: La añoranza por matar
Juan Carlos Reyna


FOTO: Portada del libro

En el sórdido universo del narco, el imperio de la traición lo supera todo... En una serie de conversaciones con un sicario de sangre fría, el periodista Juan Carlos Reyna tomó registro de lo que supone matar por dinero o por simple venganza, matar para hacer sufrir a la víctima hasta lo indecible… Aun cuando el pistolero entrevistado cayó en desgracia, revela que todavía siente ganas de matar. Historias de este corte quedaron plasmadas en el libro Confesión de un sicario. El testimonio de Drago. Lugarteniente de un cártel mexicano, que comenzará a circular en los próximos días bajo el sello de Grijalbo. Con autorización de la editorial, a continuación se reproduce un fragmento de este trabajo.

MÉXICO, D.F. 22 de febrero (apro).- No hay mucho pedo en cumplir con una ejecución, a menos que se tengan órdenes específicas. Aunque es muy pronto para decirles cómo se ejecuta a un traidor o a alguien al que se le debe hacer sufrir, sólo quiero adelantar que se les mata de una forma lenta y dolorosa. Su muerte debe servir de ejemplo a los demás miembros de la organización. Para una ejecución en vía pública se usa desde un arma nueve milímetros hasta un cuerno de chivo, mientras que para una ejecución en privado se utiliza un cable de acero, con el que se corta la cabeza, o la navaja de costilla, con la que previamente se tortura a quien también ha sido golpeado con un bate de beisbol. Hay quienes piensan que entre más ruido haya es mayor el pavor. Yo más bien creo que sin balas es mejor.

Hasta hace un tiempo pertenecí al Programa de Testigos Colaboradores de la Procuraduría General de la República, al cual me uní después de que el cártel por el que yo daba la vida me traicionó.

Todo comenzó con el asesinato de un directivo de la Procuraduría General de la República, quien a pesar de recibir dinero de nuestra organización comenzó a favorecer a otra, cosa que enfureció al jefe. El jefe estaba pesado, por eso yo le decía, para mis adentros, Elefante.

Cierta noche el jefe me mandó una alerta por radiolocalizador.Cuando nos hablábamos por teléfono o radio, lo hacíamos en clave. No voy a dar detalles de las claves porque está complicado entenderlas, pero el caso es que me dijo que esa noche yo iría con mi compadre a darle piso al licenciado. A mi compadre, que era el yerno de Elefante, yo le decía Tiburón, por una historia que en un momento más contaré. Tras recibir la alerta, miré mi reloj, me quité las botas y apagué la televisión. Tenía 20 minutos, quería descansar aunque fuera un rato. Llegada la hora me preparé: fierro, me dije, y salí hacia donde estaba mi compadre.

Terminamos el trabajo poco antes de las 10 de la noche. Tiburón sudaba y su mandíbula estaba trabada. Antes de cada ejecución, se metía un chingo de perico. Mi compadre, a quien conocí en el último decomiso que hice cuando era madrina de la judicial, fue el que me introdujo en el cártel. Él era varios años mayor que yo, y en la jerarquía de la organización era el segundo al mando, sólo después de Elefante. Más que su compadre, decía que yo era como su hijo. No sólo porque nos parecíamos un chingo o porque… fui amigo de su hijo de sangre, más bien porque había sido él quien apadrinó mi ingresó a la organización.

****

(…) Aunque no es ningún descubrimiento, la verdad es que en este negocio trabaja un chingo de gente del gobierno. Por eso lo que deben reconocer los presidentes es que ellos mismos no son sino seres gobernados por la industria del narcotráfico, que no son sino gatos del mercado. Lo que deberían reconocer los presidentes de México es que nadie va a parar lo que el gobierno mismo trafica. Cuando yo jalaba para el cártel, algunos mandos públicos recibían pagos de entre ciento cincuenta y cuatrocientos mil dólares por brindarle protección a nuestra organización…

****

Yo nunca llamé la atención, siempre evité los cortes de cabello tipo militar, tan comunes entre gatilleros, y usé ropa formal. Hasta cierto punto, siempre me incliné por el viejo dicho que dice: como te ven, te tratan. Ahora, sobra decir, todo es diferente: decido entre ponerme una camiseta o lavarla para que esté limpia al día siguiente; antes la ropa deportiva era mi ropa de emergencia, hoy es el único cambio que tengo; antes la gente común y corriente, cuando me llegaba a ver en antros o restaurantes, me respetaba, y yo sentía que incluso me admiraba; hoy tratan de pisotearme todo el tiempo. Me he convertido en su igual, hoy soy uno más y esto es frustrante. Está culero ser normal, ser igual que el resto de la plebe. En su momento tuve a más de 100 personas a mi mando, entre gatilleros, policías y distribuidores de droga; tuve dinero y, más importante aún, poder: con poder haces lo que quieres mientras que con dinero sólo compras algunos favores. Dejar el poder ha sido una de las cosas más difíciles. Por supuesto, otra ha sido dejar de matar. Sí, extraño matar, sobre todo en ciertas ocasiones, cuando la vida me pone enfrente de cabrones pedantes, altaneros y bravucones. Si no lo hago es no sólo porque ya no estoy arriba, sino porque al final he comprendido que qué más da: nada va a cambiar, el mundo es así y no seré yo quien lo transforme. Eso sí, si por alguna razón volviera a dedicarme a lo mismo lo haría por mi propia cuenta, sin tener que responderle a nadie por mis actos y cobrando lo que yo quisiera. Volver a trabajar para un cártel sería caer en el mismo error: convertirme en un peón sacrificable. Y esto lo digo no sólo por mi experiencia personal, sino también a nombre de los sicarios que conocí cuando fui testigo colaborador de la Procuraduría General de la República, a través de quienes descubrí que esto mismo sucede en todas las organizaciones criminales del país. Al final, todos los cárteles actúan de formas muy parecidas. Lo digo en muchos sentidos; por ejemplo, todas las organizaciones se sirven de agentes federales como Alacrán, es decir, güeyes corruptos que ayudan a los cárteles a utilizar a México como trampolín, tanto para exportar la droga a los Estados Unidos y a Europa como para distribuirla y venderla en las tienditas del interior del país. La policía incluso hace parte del trabajo más sucio de los cárteles: secuestrar, que es precisamente lo que Alacrán hizo conmigo antes de intentar venderme a Elefante y Tiburón, situación a la que aquí volvemos.

****

Un sicario no duerme. Un sicario no lleva una vida “normal”. Un sicario no tiene días de descanso. Cuando estás adentro de una organización, tus horarios son los suyos: cuando todos deben estar alerta, estás alerta, cuando todos se desvelan, te desvelas, cuando todos hacen ejercicio, haces ejercicio. Hubo una época en que por las mañanas todos recibíamos entrenamiento militar para el manejo de las armas. Igual, cuando todos van de fiesta, vas de fiesta; aun así, si estás en una discoteca, debes estar pendiente de tu radio y de tus celulares, y si te vas con una puta sólo puedes estar con ella media hora.

La vida del sicario no tiene las horas de descanso aseguradas, ni mucho menos bien establecidas. Hay que descansar como se pueda y donde se pueda. Yo, por ejemplo, descubrí a más de uno jetón cuando llevábamos las maletas de dinero al banco; el gerente, que nos esperaba en la puerta y luego nos hacía pasar a las cajas especiales en las que depositábamos, contaba los billetes, que eran un chingo. Otros sicarios, los de mayor jerarquía, claro está, éramos invitados a las fiestas de Tiburón: orgías multitudinarias con putas extranjeras.

Con putas, perico y whisky. ¿Era yo de esa cura? No, a mí eso medio me pagaba. Para decirlo al chile: mi diversión era mi trabajo.

Las parrandas y el derroche que acostumbraba Tiburón eran descarados. En una de sus casas de seguridad, a cada rato hacía orgías con rucas suculentas que yo, como no bebía ni loqueaba enfrente de él, debía presenciar en silencio. Dejaba que me la mamaran una o dos putillas, pero al mismo tiempo me mantenía alerta, vigilando la peda de mi compadre. Por supuesto, a estas fiestas asistían diversos funcionarios y policías que disfrutaban a toda madre, pero que de vez en vez hacían alguna pendejada. Como es bien sabido, la peda te pone no menos bruto que un chango, pues además te suelta la lengua, situación que terminó costándole la vida a muchos changos, de los cuales, como acabo de decir, hay un montón al interior de la policía.

Uno de estos pendejos era jefe de la Policía Judicial del estado (de Baja California). El chango al que me refiero era prepotente, altanero y hablador, más todavía cuando se ponía pedo. Ante la gente del cártel quería ser pura ternura: rendía una pleitesía media mamona que me hacía pensar que un día terminaría hincándose y metiéndose en la boca el pito de Elefante. Este jefe de la judicial era tan peculiar que durante las fiestas no se quitaba las botas ni para coger. Peor, no se quitaba la camisa de manga corta –que dejaba ver la esclava de oro con su nombre grabado– ni teniendo un buen par de tetas zangoloteándose en el pecho.

(…) En una ocasión, cuando el Ejército decidió implementar un operativo conjunto con la judicial para allanar varias de nuestras casas de seguridad, los propios miembros del cártel participamos activamente en el cateo de aquella donde se hacían las fiestas. El Chango había logrado que esa casa fuera la única en ser cateada durante el operativo; ahí la cantidad de drogas y armas que se guardaba era mínima. Por situaciones como la anterior, el jefe de la judicial alegaba, de tanto en tanto, que necesitaba decomisarnos algo de droga y de dinero, pues únicamente así podría calmar a las autoridades.

(…) La última vez que pactamos una simulación en beneficio del Chango, el acuerdo fue el siguiente: la raza que traía este güey y la raza del cártel simularíamos un enfrentamiento, para el cual volvimos a elegir la casa donde Tiburón y el Chango, junto con todos nosotros, se divertían. La idea era aparentar que unos defendíamos un preciado cargamento mientras que los otros, los judiciales, intentaban arrebatárnoslo. El día indicado, cuando llegamos al lugar donde los policías ya estaban emplazados, Tiburón me dijo: “Pon atención al circo que va a armar el Chango dentro de un momento”.

Salí de la camioneta y a los pocos segundos encaré al jefe de la judicial en las puertas de la casa de seguridad, quien nada más al verme llegar con mis gatilleros ordenó algo a sus agentes, que empezaron a correr de un lado al otro y terminaron ocultándose en la parte trasera de sus vehículos. Nosotros ni siquiera habíamos cortado cartucho y ellos ya se habían replegado en una escena que parecía el clímax de una película de narcos. Por supuesto, me pareció la cosa más pendeja del mundo. Ordené a uno de mis gatilleros que baleara las camionetas de los judiciales, tras lo cual nos fuimos del lugar, la neta no riéndonos, más bien como sacados de onda. A nuestras espaldas se quedaron abiertas las puertas de la casa de seguridad, de donde los judiciales se llevaron a un par de chalanes de nuestra organización, a quienes previamente Tiburón había acordado entregar un poco de droga y algunas armas. Aquel día hasta la televisora local grabó el fin del operativo, cuando el Chango condujo a los detenidos, que eran unos gatos. Ni siquiera mangueras, como les dicen ahora, más bien los batillos más pinches del cártel, y aun así estaban encañonados como si fueran los delincuentes más peligrosos del país.

(…) Yo nunca maté por placer, yo sólo maté por dos razones: porque si no mataba me ponían una putiza y porque si no mataba le regalaba vida a un güey que merecía morir, es decir, a un pasado de verga.

(…) Ejecutar a una persona es tan agotador como ejecutar a varias, sólo que el cansancio no es físico. Yo nunca me sentí mal al momento de matar, pero siempre me sentí cansado. Algo muy adentro de ti te chupa la energía. Cuando estuve en la correccional de menores, escuché hablar a un pastor cristiano: “Hay cosas que uno hace que desatan luchas muy intensas al interior de uno –alegó–, y esas luchas cansan”. Así que, luego de haber matado a los tres judiciales y a su jefe, llegué agotado a la casa de seguridad donde vivía, y me tiré sobre la cama. Luego boté mis zapatos, aflojé mi cinturón y desabotoné mi camisa para estar más cómodo. La habitación estaba en penumbras, iluminada apenas por una luz que se metía entre las cortinas. Durante un buen rato sostuve mi fusca con ambas manos, frente a mi rostro, después volteé hacia uno de los lados y me percaté de lo negra que estaba una pared.

(…) El cártel era mi familia, la única familia que tuve en la vida, aunque antes haya tenido una de verdad, si es que a aquélla se le puede llamar de esta manera. La mayoría de mis recuerdos de niño son culeros: me duele mucho hablar acerca de mi familia sanguínea. La última vez que vi a mi jefe, y aquí hablo de mi jefe de sangre, lo amenacé con un cuchillo: yo tenía nueve años y le dije que lo mataría si seguía golpeando a mi mamá. Tres años antes, cuando yo tenía seis años, fui violado. Aunque no quiero platicar sobre esto, no sé por qué tengo la sensación de que al hacerlo me sentiré mejor. Arrastro este dolor desde hace mucho tiempo: fui violado muchas veces, no por un hombre ni por un niño mayor, fui violado por mi tía.

(…) Tenía 16 años la primera vez que maté. Lo hice por reflejo, e inmediatamente después de disparar se me secó la boca, se me quitó el hambre y las manos empezaron a temblarme. Durante una semana no pude dormir, escuchando los gritos del hombre que maté aquel día. Todas las mañanas de aquella semana el bato con el que me inicié en el robo de autos y en el secuestro me consolaba: “Ni modo, así se dieron las cosas”. Habíamos decidido robar un coche para utilizarlo en el plagio del dueño de una cadena de abarrotes. Yo quería usar mi pistola pues nunca antes lo había hecho, quería utilizarla para amenazar al automovilista pero no para dispararla. Todavía me acuerdo que aquel día fue domingo y que eran las 10 de la mañana.

(…) la mayoría de los asesinatos que comete un sicario están incluidos en el sueldo que cobra a su organización, el cual puede variar entre los 50 mil pesos y los 50 mil dólares. Sin embargo, cuando se trata del asesinato de alguien que se pasó de verga o de alguien a quien se conoce y con quien se ha trabajado durante mucho tiempo, al sicario se le ofrece una paga extra. Aunque hasta ahorita he mencionado decapitaciones, en las balaceras usábamos los tradicionales cuernos de chivo. Aunque éstos eran comprados en Estados Unidos, eran de fabricación israelí; el cártel tenía un armero que modificaba su funcionamiento para poder usarlos para ráfagas o tiros individuales. El armero también tatuaba las matrículas de las armas oficiales que nos daban los militares al servicio de nuestro cártel sobre las matrículas de nuestras armas no oficiales; era una verdadera obra de arte, y lo digo yo, que aunque prefería matar sin fusca, siempre me gustaron las armas. De niño solía escaparme a las afueras de la ciudad, donde tiraba pedradas a los pájaros y soñaba con tener una pistola para así matarlos a todos de un tirón.

****

El subprocurador me dio a escoger: 30 años en el Centro Federal de Readaptación Social Número Uno, el penal de máxima seguridad en el país, o ser testigo colaborador de la PGR, es decir, ponerle el dedo a quienes me habían traicionado.

No lo pensé mucho.

Ese mismo año comenzaron mis declaraciones. Las primeras fueron contra Alacrán –cuya peor pendejada fue visitarme en el hotel donde me tenían arraigado y amenazarme para que no lo acusara– y contra el resto de los funcionarios públicos que me protegían, muchos de los cuales ni siquiera fueron tocados, de hecho, actualmente algunos siguen escalando puestos en la burocracia mexicana.

Antes de continuar, me parece importante señalar que un testigo protegido de la procuraduría no está sometido a un proceso judicial, sino que forma parte de un programa en el que no se le recluye oficialmente pero se le obliga a cumplir con ciertas normas a cambio de su supuesta protección. Ésta se basa en el artículo 34 de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, que protege al individuo integrante que aporta datos fidedignos para la ubicación, persecución y consignación de otros miembros de su organización. Según esta misma ley, nada de lo que diga o aporte el individuo será utilizado en su contra. En todos los casos, el testigo recibe un nombre clave, habita una casa custodiada por la Procuraduría General de la República y, dependiendo de su importancia, cuenta o no con escoltas. En nuestro país, todos los días las fiscalías compensan su falta de habilidades en investigación de delitos con el testimonio de estos delatores. Las declaraciones de cualquier delincuente convertido en dedo al servicio de la autoridad ministerial son la única base para la mayoría de las averiguaciones previas de la procuraduría, en especial aquellas relacionadas con el crimen organizado.

Si todo salía bien, me dijeron los funcionarios que me metieron al programa, encararía a los cabrones que me mandaron matar, obteniendo así mi venganza: darle en la madre a la gente que me utilizó, aparentemente sin poner mi vida en peligro. Eso sí, tendría que darle con todo al cártel: decir quién ordenaba los envíos de droga, quiénes eran los jefes de las células con las que trabajábamos, con qué otros cárteles manteníamos relaciones y qué autoridades nos ofrecían protección. Por su parte, la procuraduría me daría inmunidad absoluta, sin importar lo que declarase, me cambiaría de identidad y me mudaría a otro país. “Son acuerdos internacionales y nadie nunca te los va a quitar”, se me dijo entonces. Por supuesto, llegado el momento, la procuraduría no cumplió con nada de esto. Para colmo, el hombre que me ofreció ingresar al programa ya no vive. Al parecer, murió en un accidente: el avión en el que viajaba, junto con el entonces titular de la Secretaría de Gobernación, se estrelló en la Ciudad de México.

****

Hoy el pelo se me ha caído y todas las noches padezco migrañas, pues el centro de mi cabeza está echado a perder: despierto de madrugada, de súbito y gritando. Además, vivo pobre y de pueblo en pueblo. Yo, que llegué a tener hasta cuatro carros deportivos, ahora apenas tengo para medio kilo de tortilla.

Toda la vida he sido traicionado. Mi padre, mi madre, mi compadre, mi jefe, las autoridades, los agentes, mis rucas y el Estado mexicano me traicionaron. El gobierno me ha impedido rehacer mi vida al no haber cumplido con su parte del acuerdo: no sólo no me otorgó una nueva identidad y no me sacó del país sino que tampoco me dio las herramientas necesarias para sobrevivir. En cualquier momento un gatillero me pondrá una bala en la cabeza y sumergirá mi cuerpo en ácido muriático. Por eso les daré un consejo a los sicarios que estén leyendo estas páginas: no ingresen al Programa de Testigos Colaboradores. No les cumplirán ni madres aunque hayan dicho todo lo que saben, aunque hayan puesto el dedo sobre sus jefes y colaboradores, aunque, como yo, hayan tenido que enfrentar en una cárcel de máxima seguridad, durante sus juicios, a quienes los deseaban muertos.

Mano negra, mano blanca

Mano negra, mano blanca

Por: Ramón Lobo

Arab-1
El rey Abdullah, a su llegada ayer a Ryad. HAMAD OLAYAN (AFP).

¿Es todo fruto de la hartura de los jóvenes árabes, de la pérdida simultánea y colectiva del miedo? ¿Es Mohamed Bouazizi la mecha que prende un incendio global televisado por Al Jazeera, una cadena con auctóritas en la calle musulmana? Fidel Castro es de los que ven una mano negra, es decir, estadounidense, detrás de las revueltas y sostiene que EEUU se dispone a invadir Libia para defender sus intereses petroleros. Los amantes de las teorías conspirativas han encontrado en estos acontecimientos un filón. Los hay que apuntan a un plan judío-norteamericano cuyo objetivo final es Irán.

La realidad es casi siempre menos sofisticada.

La anterior Administración, la de W. Bush, se sacó de la manga una mano negra bien larga y guerrera para expulsar del poder a un dictador infiel, Sadam Husein. El precio fue alto en vidas civiles en destrucción de un Estado. Aunque uno de los argumentos para defender la guerra era la democratización en cascada de Oriente Próximo no hay, de momento, un solo dato que pueda avalar este resultado. ¿Es Irak una democracia? Casi ocho años después de la invasión, el país resultante tras pasar una guerra civil entre chiíes y suníes con miles de muertos está más cerca de los intereses estratégicos de Irán que los de Washington.

No parece que los extraordinarios acontecimientos que estamos viviendo tengan que ver con aquella invasión. Están sucediendo a pesar de la invasión.

El ascenso de Gobiernos más o menos democráticos en el mundo árabe perjudica a Europa y EEUU, que llevan "20 años sesteando sobre el estatus quo", según declara a Aguas Internacionales un experto que pide no ser identificado.

Las revoluciones ocurren, sorprenden a los que no escuchan a la calle, a los que hacen política, análisis, negocios o periodismo desde el mundo oficial. Dice Javier Martín, periodista de la agencia EFE, que es necesario mancharse los zapatos de polvo para entender lo que sucede en el mundo. Pocos occidentales tenían los zapatos manchados de polvo antes de este estallido social.

La bola continua rodando por el mundo árabe e islamíco: mañana están convocadas manifestaciones en Sudán, el viernes en los territorios palestinos, aunque organizado desde arriba. Y el 11 de marzo en Arabia Saudí.

Hace 10 días cualquiera hubiera dicho: 'En Libia es imposible que se repita lo ocurrido en Egipto'. Ha pasado. Ahora todo es posible. Todo está en discusión. Nadie está a salvo.

El rey de Arabia Saudí, Abdullah bin Abdul Aziz, de 87 años, ha regresado a palacio después de tres meses de ausencia por razones médicas. Son solo tres meses pero parecen años. Aterriza en un Oriente Próximo cambiado, desconocido, revuelto; y más que va a cambiar, sin los dictadores Ben Ali y Hosni Mubarak en sus tronos de Túnez y Egipto, y con decenas de miles de manifestantes y alzados en las calles de Libia, Yemen, Bahréin, Argelia, Marruecos...


(Los cuatro vídeos restantes del documental están en YouTube).

El rey Abdullah ha adoptado nada más llegar unas serie de medidas que podríamos llamar defensivas, para adelantarse a los acontecimientos: 15% de aumento del salario de los funcionarios (imita a las alzas preventivas aprobadas en Siria y Jordania), incremento del salario mínimo a 10.000 riales (unos 2.700 dólares), ayudas para los parados y estudiantes valoradas en 35.000 millones de dólares y cancelación de penas de cárcel para los morosos. Arabia Saudí, que es el principal exportador del mundo de petróleo, tiene un serio problema de inflación. El rey se sienta sobre 400.000 millones de dólares, que es la valoración de su negocio petrolero. Occidente es su cliente.

Quizá las maniobras salariales lleguen tarde: ya corre por Facebook la convocatoria de un Día de la Ira el 11 de marzo.

El príncipe heredero, Sultan Ibn Abdul Aziz Al Saud, cerca de 82 años y enfermo de cáncer, es la alternativa continuista. Le sigue el príncipe Nayef bin Abdul-Aziz Al Saud, de 78. Los analistas tienen la mirada puesta en el hijo de este, Mohamed bin Nayef, de algo mas de 50 años, jefe de los servicios de contraterrorismo, amigo de EEUU y supuestamente algo más abierto.

Arabia Saudí tiene el 25% de las reservas de crudo mundiales.

Hoy se han reunido en Ryad el rey Abdullah y el rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Khalifa, que busca socorro para salir del laberinto. El suyo es un laberinto chií, que salpica a su vecino. La mayoría de los habitantes de la región saudí de Jutba, rica en petróleo, son chiíes.

No sé si hay una mano negra norteamericana o iraní, pero se han liberado de sus ataduras unas fuerzas que van a cambiar el mapa del Oriente Próximo durante generaciones. Y mientras, la UE, el poder colonial colegiado que se presenta bajo otras siglas, anda preocupada por el precio del petróleo y por las oleadas de refugiados. Como campaña de imagen para encontrar nuevos amigos, y socios, posdictaduras es impagable.

Europa está ausente, EEUU, desconcertada, e Israel no mueve un músculo. De todos los actores, Israel es el único que sabe cuáles son las reglas del póker.

"Bienvenidos a la nueva Libia"

"Bienvenidos a la nueva Libia"

Las ciudades del este del país celebran el triunfo de las revueltas frente a Gadafi.- En la principal plaza de Tobruk, rebautizada en honor al Pueblo, se lanzan disparos al aire y se quema un monigote que representa al dictador derrocado

NURIA TESÓN | Tobruk (ENVIADA ESPECIAL)

"Bienvenidos a la nueva Libia", grita un niño desde la vereda, agitando su arma de juguete entre una muchedumbre de manifestantes. Desde el pasado 18 de febrero Tobruk está en manos de los rebeldes que se han levantado en todo el país contra Muamar el Gadafi. En la plaza del Pueblo, el nuevo nombre que han dado los ciudadanos al lugar donde se han producido las principales manifestaciones, el edificio abrasado que albergaba la comisaría central de policía es el escenario de una imagen que ejemplifica la ira de Libia contra su dictador. Un monigote de trapo con el rostro del tirano dibujado pende de una soga sobre la multitud enfervorecida. Los fusiles Kaláshnikov lanzan ráfagas al aire entre el griterío de los manifestantes. Un militar se asoma por una ventana tocado con una gorrilla roja y prende fuego al muñeco ante el delirio de la muchedumbre. "Ilegal, ilegal, Gadafi ilegal!", vociferan.

La ciudad de Tobruk también está plagada de edificios quemados y cubiertos de pintadas. Un aire revolucionario lo impregna todo. Los niños corren por la calle de espaldas al mar Mediterráneo, al que se abre la ciudad, portando banderas: rojas, negras y verdes con una media luna y una estrella en el centro. La primera enseña de Libia tras la independencia. "El pueblo la ha recuperado porque no quiere a este dictador, queremos que nuestro país nos pertenezca", cuenta Mohamed. Y su primer paso ha sido repudiar la enseña que asocian a Gadafi.

La playa de Tobruk parece ajena a la batalla que se ha librado en sus calles. Contra una arena clara rompen olas bajas de un azul profundo. Algunas barcazas están amarradas muy cerca de la costa con las redes recogidas. Aún se desconoce el número de muertos que está dejando atrás la locura de Gadafi. "Nos indignó el modo en que nos habló, pero nos dimos cuenta de lo asustado y desesperado que estaba", considera Mohamed, uno de los impulsores de la protesta en la ciudad. "Luchamos y vencimos. El Ejército se unió a nosotros pasada la primera noche y la policía lo ha hecho días después. Ahora la ciudad es nuestra", explica.

La situación de Tobruk no es una excepción en la parte oriental de Libia. Bengasi, segunda ciudad del país (en torno al millón de habitantes) y bastión de la revuelta, también está bajo control de los manifestantes. "Bengasi está bien... No hay peligro ahora", ha dicho Farhan Abou Mogthab, un trabajador sirio de 40 años de edad, en declaraciones a Reuters. Los habitantes de la ciudad han comenzado a formar comités populares para organizar los asuntos públicos. Lo mismo pasa en Musaid, en la misma frontera con Egipto, o en Derna. En este último caso, lo ha reconocido el propio régimen cuando el viceministro de Exteriores ha relatado a embajadores europeos que Al Qaeda había formado allí un "emirato islámico". Un vecino de la ciudad, de en torno a 50.000 habitantes, lo ha expresado a los reporteros de France Presse de otro modo: "El muro del miedo ha caído".

Gadafi lucha a la desesperada

Gadafi lucha a la desesperada para mantener el control del oeste de Libia

Las ciudades de la parte oriental del país celebran su liberación.- El régimen amenaza a los periodistas internacionales al asegurar que los considera "colaboradores de Al Qaeda".- El líder libio amenaza con más represión.- Fuertes combates en las ciudades y carreteras entre Trípoli y la frontera con Túnez

ÁLVARO DE CÓZAR | Ben Gardan (Túnez)

La revuelta libia mantiene el vigor pese a las amenazas pronunciadas ayer por Muamar el Gadafi, el dictador que dirige el país desde hace 42 años. Este miércoles ha quedado patente que el régimen ha perdido el control en el este del país, donde han logrado entrar periodistas a través de la frontera con Egipto. Pero ahora lucha a la desesperada por mantener el control del oeste, donde se están produciendo fuertes combates, según testigos que llegan a la frontera con Túnez. La situación de los partidarios de Gadafi es tan desesperada que 17 pilotos de la Fuerza Aérea de Libia han sido ejecutados este mediodía en Trípoli tras negarse a bombardear barrios en poder de los rebeldes de la ciudad de Zauia, a 44 kilómetros de la capital, según fuentes libias relacionadas con el Ejército, informa Ignacio Cembrero.

Cabeza de la revolución
Ampliar

Gadafi está luchando por mantener el control del oeste del país, y los partidarios del dictador intentan controlar las ciudades de Misurata, Sabratha y Zawiya, así como las carreteras que enlazan estas poblaciones. Los testigos relatan que Trípoli es una ciudad prácticamente cerrada, donde los participantes en las protestas están recibiendo apoyo de soldados que han desertado, procedentes de las ciudades del este del país. Algunos informes indican que banderas de Gadafi han sido quemadas en Zawiya, a 50 kilómetros al oeste de Trípoli, y que tras días de combate los revoltosos habrían tomado el control de Misurata, situada a 200 kilómetros de la capital libia.

La bandera del régimen todavía se divisa desde Túnez al final de la frontera, en la parte libia y todavía inaccesible. El puesto de Ras Ajdir fue hoy el punto de encuentro de periodistas, ONG y ciudadanos tunecinos que se acercaron para ver la llegada de los refugiados. La mayoría no eran libios, sino ciudadanos tunecinos o de otras nacionalidades que trabajan en el país. A medida que iban pasando, cargados de maletas y bolsas de plástico, los tunecinos les recibían con algunos gritos utilizados en las protestas que acabaron hace más de un mes con la huida del dictador de Túnez, Ben Ali. "Dégage, dégage... (lárgate, lárgate). Lo gritamos entonces contra él y lo dijeron también los egipcios con Mubarak. Es el momento de los libios", comenta un habitante de la ciudad tunecina de Ben Gardan, a 35 kilómetros de la frontera, que se ha desplazado hasta Ras Ajdir para unirse al comité de bienvenida que recibe a los refugiados.

Algunos de ellos muestras pruebas de las medidas que el régimen está aplicando a los extranjeros. Un joven se quita la camiseta delante de los periodistas y enseña la espalda llena de marcas de haber recibido palos hasta la extenuación. "Soy tunecino y la policía de allí nos odia porque conseguimos lo que queríamos en Túnez, echar al dictador. Eso nos convierte en objetivo".

Los informes de los refugiados que cruzan la frontera hacia Libia informan de que los combates son muy intensos tanto en las ciudades como en las carreteras. De confirmarse los informes, Gadafi prácticamente no controlaría más que el sur de Trípoli. Esos informes dicen que los 200 kilómetros que separan el puesto fronterizo de Ras el Adjir de Trípoli están llenos de retenes controlados por soldados libios, todavía seguidores del dictador.

Sin embargo, en al menos tres ciudades de ese trayecto, Zuara, Zawiya, Sabratha y Musratah, los rebeldes han conseguido vencer. Otras fuentes señalan que solo van camino de ello. Los rebeldes en esa zona entre esa amplia zona entre la carretera que bordea la costa y las montañas son tres tribus que parecen haberse hecho con el control: los Nawayel, los Regim y los Khewailed.

El Gobierno libio ha respondido con nuevas amenazas, señalando que una de las regiones orientales está bajo control de Al Qaeda y que los reporteros internacionales que han cruzado la frontera son considerados "colaboradores de Al Qaeda". El régimen, como hizo Gadafi en su discurso, sigue vinculando las revueltas con supuestos elementos terroristas para intentar legitimar así el desmedido uso de la fuerza que ha empleado en la represión. Mientras, la presión internacional sigue en aumento. Bruselas ha encargado ya una lista de posibles sanciones, una medida que también está estudiando Washington.

En Bengasi, la segunda ciudad del país y principal bastión de la protesta, los manifestantes han tomado por completo el poder, según han podido comprobar reporteros de Reuters. Miles de personas ocupan las calles de esta localidad, situada 1.200 kilómetros al este de la capital, Trípoli, y festejan el fin del poder de Gadafi. El pasado lunes, ha explicado un abogado que secunda las protestas, un comité de seguridad formado por civiles arrestó a 36 mercenarios contratados por el régimen para aniquilar a los manifestantes . Es uno de los autodenominados "comités populares" con los que los ciudadanos del este de Libia están intentando organizar la vida pública.

Pero Gadafi no está dispuesto a ceder poder así como así, según ha ilustrado está tarde un hecho ocurrido en los alrededores de Bengasi. El diario Quryna -perteneciente a un grupo mediático propiedad de un hijo de Gadafi- informa de que un avión militar se ha estrellado a las afueras de la ciudad, sin causar víctimas. El motivo: el piloto y el copiloto del aparato, un Sukoi 22, han saltado en paracaídas para evitar cumplir la orden de bombardear la ciudad.

Recuento de víctimas

Mientras, la herida de la reciente represión aún está abierta. Un médico francés que ha logrado salir de Libia ha declarado a France Presse que el primer día de revueltas en Bengasi, el 15 febrero, contó en el hospital hasta 75 víctimas mortales. La cifra, según su relato, no dejó de crecer día tras día y, en las jornadas más duras, alcanzó el medio millar. "Creo que en total puede haber más de 2.000 muertos", ha asegurado Gérard Buffet, que a trabajado como médico en la segunda ciudad Libia el último año y medio. La Federación Internacional de Derechos Humanos, que agrupa a más de un centenar de organizaciones, ha constatado ya al menos 640 muertos en la zona. De estos, 130 son militares ejecutados por sus militares por negarse a cumplir órdenes.

La situación de Bengasi es similar a la del resto de ciudades. Testigos y periodistas que han logrado entrar en el país por Egipto confirman que la ciudad fronteriza de Musaid está también en manos de los manifestantes. Lo mismo pasa, avanzando 150 kilómetros hacia el oeste, en Tobruk, un puerto estratégico en el distrito más próximo a Egipto. Los militares decidieron apoyar allí las protestas y hoy, por primera vez, se han podido ver imágenes en directo de una manifestación anti-Gadafi porque han entrado televisiones internacionales.

Avanzando aún más hacia el oeste, en el vecino distrito de Derba, la situación puede suponerse la misma, ya que el viceministro de Exteriores libio, Jaled Kaim, ha asegurado que Al Qaeda ha formado allí un emirato islámico. Así lo ha expresado en una reunión con embajadores europeos, detallando además que detrás del movimiento hay un antiguo preso de Guantánamo. En el mismo encuentro, también ha insistido en que los periodistas que han entrado a Libia desde Egipto serán considerados "colaboradores de Al Qaeda".

Más allá del grado de realidad con que analiza la situación, la insistencia del régimen en vincular cualquier forma de protesta con el terrorismo denota que piensa seguir usando toda la fuerza contra los manifestantes.

Dimisión del ministro de Interior

También queda claro que el régimen libio se ha resquebrajado ya, pese al durísimo discurso que ayer pronunció Gadafi. Cada hora se alarga la lista de militares, embajadores y altos funcionarios libios que dimiten, encabezados por el destinado en Washington, Ali Aujali, que sigue los pasos de los miembros de la representación libia en la ONU (salvo el titular). Los diplomáticos en Francia y ante la Unesco expresaron su respaldo "al pueblo en esta revuelta contra la máquina de la opresión", si bien no renunciaron. Sí lo hicieron los embajadores libios en Bangladesh e India. Las legaciones en Malasia y Australia emitieron comunicados de condena de la represión.

A última hora de ayer, hasta el ministro del Interior libio y camarada de Gadafi desde los tiempos de la revolución de 1969, Abdulá Yunis, anunció su dimisión y su adhesión a la denominada Revolución del 17 de Febrero, que reclama la salida del dictador. El ministro pidió al Ejército que se sume a los manifestantes y respalde sus demandas "legítimas".

Le bouc émissaire (el chivo expiatorio)

Caso Florence Cassez

Le bouc émissaire (el chivo expiatorio)

“No tenemos un problema con el pueblo de México, lo tenemos con García Luna, con Cárdenas Palomino y con los que protegieron estos hechos horribles”, comentan funcionarios de la Embajada francesa.

Florence Cassez con sus padres Bernard y Charlotte.
Florence Cassez con sus padres Bernard y Charlotte. Foto: AFP

En entrevista con M Semanal, dos funcionarios de alto nivel de la representación gala nos brindan los pormenores de un affaire llamado Florence Cassez, un asunto que ha crispado las relaciones de Francia con México. A petición de los entrevistados omitimos sus nombres, a quienes llamaremos F1 y F2.

RRM: A raíz del fallo contra Florence Cassez, que ratifica su sentencia de 60 años de prisión, se apela al sentimiento nacionalista. La declaración de la ministra de Relaciones Exteriores de Francia, Michèle Alliot-Marie, afirma que, como primer paso a seguir, se hará lo que Cassez decida hacer. ¿Esto es así? ¿Ustedes harán lo que Florence decida hacer?

F1: Bueno, está la opinión de Florence, que es muy importante porque finalmente es su caso, es su vida perdida ahora… no perdida, pero su vida a la sombra, tal como titula su libro (A la sombra de mi vida), y también está el aspecto bilateral. Felipe Calderón dijo algunas cosas y en verdad hay una situación de desconfianza entre los gobiernos francés y mexicano. Hay muchos mexicanos que me dicen: “¿Por qué hicieron ustedes tanto ruido sobre un caso que hay que manejar discretamente?”. Pero, ¿cómo hacerlo discretamente cuando desde el principio se hizo un montaje para la televisión? La Agencia Federal de Investigación (AFI) hizo un montaje para Televisa, o lo hicieron juntas. Esta es la realidad. Florence salió como culpable. Hay millones de personas que la vieron así, culpable, detenida por la AFI, y la mostraron en una cabañita donde había personas secuestradas. Todo mundo vio eso.

RRM: Pero, ¿quién recomendó que el asunto se trate discretamente?

F1: Todos los mexicanos aquí me decían: “Es mejor tratarlo discretamente”. Yo creo que era una buena idea, y si nosotros podíamos seguir con esta estrategia, mejor. Antes de la visita de Nicolás Sarkozy a México, llegó aquí Ingrid Betancourt, quien remitió una carta al presidente Calderón diciendo: “Mire, este caso es importante para nosotros, creemos que es inocente”, en fin, que hubo violaciones y pedía que revisara el caso. Calderón contestó con una carta, en febrero de 2009, donde señaló: “Vamos a hacer que la visita sea un éxito y vamos a estudiar la posibilidad de usar la Convención de Estrasburgo”. Entonces, si él lo mencionó en una carta es que había por lo menos la intención de actuar de buena fe. Una semana antes de su llegada a México, el presidente Sarkozy envió al procurador de París, quien fue a ver a Eduardo Medina Mora, y éste le dijo dos cosas: que la sentencia de apelación no iba a salir antes de semanas o meses, y que cuando saliera la sentencia de apelación, el gobierno mexicano iba a tomar la decisión de permitir el traslado a Francia. ¡Iba a tomar la decisión! Entonces, el procurador de París se regresó muy feliz; pero cuando estaba todavía en el avión salió la decisión, que pasó de una condena de 20, ¡a 60 años de prisión!

F2: Este hecho es muy importante y ningún mexicano lo sabe. ¡Fuimos engañados! Hay que ponerle nombre a las cosas. Fue incompetencia, mentira, desorganización o manipulación.

RRM: ¿Medina Mora les prometió eso?

F2: Sí, lo dijo. Y, obviamente, nosotros debíamos creerlo porque es la Procuraduría General de la República (PGR) la que dijo que la sentencia no iba a salir. Se lo dijo a Jean-Claude Marin (el procurador de París), enviado especial del presidente Sarkozy.

F2: Sarkozy, sinceramente, no quería que eso molestara la visita. Claro que lo digo ahora, cuando todo mundo dice: “Aaahh, hizo un escándalo de la visita”, pero nadie sabe lo que sucedió antes.

Los Zodiacos, el nueve de diciembre de 2005." title="Foto: David Deolarte/ EFE">
Detención de la banda Los Zodiacos, el nueve de diciembre de 2005. Foto: David Deolarte/ EFE
RRM: Entonces, la propuesta concreta era revisar el expediente y que la sentencia no iba a salir…

F2: Exactamente lo segundo, que no iba a salir antes de la visita (de Sarkozy).

F1: La promesa era un hecho. ¡Un hecho! Él aseguró: “Y sí, bueno, vemos en dónde están los jueces en su trabajo, y no van a salir a decir nada antes de semanas o meses”. Entonces, por lo menos, Medina Mora fue mal informado. Y la otra opción es que, bueno, dijo eso siguiendo órdenes de Calderón.

LA DIFICULTAD DE SER EXTRANJERO

RRM: Cassez en su libro se queja de que funcionarios de la Embajada, al principio, no le ayudaron. El primer funcionario que la visita en ese entonces no la toma en serio. ¿Cómo ven esta situación?

F2: No sé. Digo, respecto al montaje también hubo un impacto entre los franceses. Porque, digo, es humano. Yo no critico a nadie. Si yo fuera mexicano y veo a una secuestradora en vivo y todo, pues creo que es culpable, ¿no? ¡Es lógico! Los franceses somos seres humanos. Los franceses también al principio como que…

F1: Se hizo toda una agitación mediática durante la visita del Presidente (Calderón) con Wallace (Isabel Miranda de Wallace), ella era la figura prominente de la acusación…

RRM: ¿Se sintieron engañados?

F2: ¡Exactamente! Nosotros no quisimos poner en tela de juicio el sistema judicial mexicano y a la gente que hizo el montaje. Quisimos una salida digna. Entonces, la transferencia (de Cassez a Francia) permitiría no desestabilizar, ¿entiendes lo que quiero decir?

RRM: Es decir, hacer de eso un debate de fondo.

F2: Si yo fuera una asociación de víctimas, en esa época creo que hubiera opinado como ellos, porque fue presentado como “la quieren sacar, entonces allá la van a soltar”, lo que era absurdo, porque lo que dijo Sarkozy fue que, si se hubiera firmado el compromiso de no soltarla, no la hubiera soltado. Fue una idea grotesca. Pero entiendo sus dudas, ¿no? Ahora es totalmente diferente porque estamos ya en el fondo, por eso hay tantos mexicanos que se han comprometido con nosotros.

Genaro García Luna.
Genaro García Luna. Foto: Claudia Guadarrama
RRM: Y, por otro lado, la señora Wallace está haciendo declaraciones cada vez más directas, tal vez un poco más agresivas. En ese sentido, ¿cómo ven ustedes ese activismo?

F1: ¡Muy populista! Yo creo que está jugando el papel… tomando el sector marketing del populismo. Hay un sentimiento de frustración muy grande en México por la falta de justicia, la falta de eficiencia de la justicia frente al crimen organizado, y ante un fenómeno muy grave que es el del secuestro, que toca a muchas familias tanto ricas como pobres. Entonces ella hizo un combate muy noble para descubrir a los autores del asesinato de su hijo y ahora sigue en este camino, pero mucho más allá, en un papel de inquisidor nacional. Usa el miedo de la población para presionar, para, por ejemplo, lograr una exageración de las penas, que no sirven para nada, en las que se pierde el papel de las sentencias de prisión, las sentencias de la justicia y la rehabilitación social; está jugando con Florence, con el síndrome que Lévi-Strauss describió muy bien y que existe en toda sociedad, que es el fenómeno de le bouc émissaire (el chivo expiatorio), en el cual se convirtió, poco a poco, Florence.

La dificultad para nosotros es que Florence es una extranjera, entonces es difícil criticar al sistema judicial del país a través de una extranjera. Creo que esa es la dificultad de este caso. Por ejemplo, el caso de Jacinta y de Alberta (indígenas otomíes que fueron acusadas de secuestradoras, también por la AFI) fue políticamente correcto y más fácil, en el fondo. Pero en el caso de Florence, aquí es una extranjera que acusa a un ministro, acusa de cosas raras, a la justicia por el montaje, porque cometió muchas violaciones; entonces, es mucho más difícil cuando las críticas vienen del extranjero. Se vio, con un ejemplo de otra naturaleza, cuando la emisión de la BBC… ante las críticas del extranjero, los mexicanos, pues…

F2: Y digo, es humano: hay dos mil 500 franceses detenidos, encarcelados en el mundo, ¿tú crees que Sarkozy se compromete de igual manera? ¡No!

Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.
Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Foto: Arturo Bermúdez
RRM: ¿Son casos tan o más graves que el de Cassez?

F1: Sí, hay narcotraficantes, hay personas que cometieron asesinatos; pero bueno, son culpables.

F2: Podemos repetirlo, te lo digo a ti, lo repito y lo repetiremos. Siempre hemos escuchado aquí “¡ah, pero es francesa!”. ¿Creen que como alto funcionario yo quiero perder mi tiempo con alguien que es culpable, con alguien que no vale la pena para otros funcionarios? ¡Por favor! No es serio.

F1: Creo que ese era el objetivo de la señora Wallace cuando dijo que la Embajada había presionado a los jueces, algo que es completamente mentira. ¡El embajador nunca fue a ver a los jueces! ¡Nunca fue a ver a ninguna persona de la Suprema Corte de Justicia!

RRM: Salió una nota periodística en el sentido de que ellos (las autoridades) se habían comunicado con la Embajada y que ésta nunca contestó.

F2: Aquí el problema es que la ley dice “que “la detención debe ser comunicada de inmediato”. Ella fue detenida, tragándose la versión de la policía, la mañana del día nueve (de diciembre de 2005), e intentaron (avisar a la Embajada) entre cinco y 10 horas después. Para mí, eso no es “de inmediato”. Eso es una violación a la ley. Si la ley dice que “de inmediato” y la demora es de entre cinco y 10 horas, y, además, todo es para hacer un montaje mediático, eso significa que no fue “de inmediato”. Porque hicieron muchas cosas entre tanto. Es decir, no es por un caso de fuerza mayor. Prefirieron el Estado mediático al Estado de Derecho.

MUCHAS DUDAS

RRM: Hablando de la sentencia, ¿cómo toman el hecho de que los jueces fallan por unanimidad y desechan cada uno de los argumentos fundamentales de la defensa?

F2: ¿Cómo se fomentó esta decisión?

F1: Hay muchas cosas que faltan en el expediente, hay muchas cosas… se quedaron con la visión oficial.

RRM: ¿Creen ustedes que en los próximos días esto remonte a un problema diplomático fuerte? ¿Qué va a hacer Francia? ¿Cuáles son los siguientes pasos?

F1: No sabemos todavía, porque bueno, hay una reunión en París. Entonces, no podemos hablar mucho sobre eso. Pero yo creo que se va a desarrollar toda una política sobre el Estado de Derecho en México, apoyando a las ONG, con la organización de seminarios con expertos y cosas así.

F2: Yo tampoco lo sé. Yo creo que las relaciones van a trastocarse entre los gobiernos de Francia y México, pero espero que no entre los respectivos pueblos. Eso es lo que espero, porque no es un problema con México. Es un problema con un gobierno y una justicia, de los cuáles no podemos aceptar su funcionamiento, y esto lo opino como jurista, yo soy miembro del Consejo de Estado. Porque siento que este procedimiento en cualquier país de Europa, al cabo de un mes, se derrumbaría. ¡Al cabo de un mes! Y, de nuevo, lo siento, pero opino sobre las irregularidades, no sólo sobre el fondo, sino igual sobre la forma. En eso, la justicia mexicana, me da mucho pesar decírtelo, pero está debajo de los estándares internacionales.

RRM: ¿Estamos fuera?

F2: Mucho más abajo, de hecho. Te lo digo así, con toda franqueza y con mucho pesar, pero eso no significa que tenemos un problema con México. No tenemos un problema con el pueblo mexicano. A mí me encanta vivir aquí, a todos los franceses…

F1: Los tenemos con García Luna, con el señor Palomino y con los que protegieron estos hechos horribles.

RRM: La misma Florence Cassez dijo que no quería que se cancelara El Año de México en Francia.…

F2: ¡Y me parece excelente! Muestra toda su sabiduría y su inteligencia. Lo que te puedo decir es que la Embajada de Francia en México no quiere que se cancele El Año de México en Francia pero

F1: El problema es que van a ir muchas personas a demostraciones y a decir “Cassez, Cassez, Cassez”, y eso va a molestar El Año de México. Esto ya está muy politizado en Francia. Hay más de 200 diputados que firmaron un documento de apoyo a Florence Cassez. Hay alcaldes que también… por ejemplo, el alcalde de Orleans, que no tiene nada que ver con la región de donde es Florence, está ahora al frente de esta lucha. Y es que, no sé, puede parecer pretencioso decirlo, pero hay toda una tradición de lucha contra la injusticia en Francia. Hemos tenido muchos casos al respecto. Pero ahora, con este caso, hemos llegado a tal punto…

Centro Femenil de Readaptación Social en Tepepan, Xochimilco.
Centro Femenil de Readaptación Social en Tepepan, Xochimilco. Foto: Miguel Tovar/ AP
RRM: ¿Casos concretos?

F2: De hecho, el abogado de Florence, Frank Berton, fue uno de los abogados en uno de los mayores escándalos judiciales, en el que varias personas fueron acusadas de ser pederastas, (incluso) un juez cuyo trabajo fue muy cuestionado y estaba en una comisión parlamentaria. El abogado denunció los escándalos judiciales en Francia; entonces, nadie puede decir “nos están dando lecciones”. No queremos dar lecciones a nadie; él denunció los escándalos en Francia, entonces igual lo denuncia aquí. Ha tenido la oportunidad de demostrar su independencia y su rigor, y no se ha aprovechado. Entonces, de eso sí estoy seguro, aquí hay una solución intermedia: la reposición de procedimiento, ¡eso es lo mínimo! Es lo que te quiero decir también, esto va más allá de cualquier expediente penal en Europa, ¡mucho más allá! Porque, evidentemente, hay muchas dudas, ¡muchísimas! Tú puedes dudar de la culpabilidad o de la inocencia, pero existen las dudas, eso es imposible negarlo. Los jueces tenían esa posibilidad, ¡y no lo hicieron!

RRM: ¿Algún comentario final?

F1: Sí, mi último comentario es que la Iglesia católica nos dice que la señora Wallace tiene un pasado cargado.

RRM: ¿Ustedes toman a la Iglesia católica como buen interlocutor?

F2: No tanto. Pero bueno, como último comentario sólo quiero decirte que Francia y México tienen todo para ser los mejores aliados del mundo. Para nosotros, México es uno de los grandes países emergentes, un país amigo desde hace mucho tiempo, un país que le fascina a los franceses, y creo que para México, Francia es un país interesante, porque justamente es un país destacado de la Unión Europea y creo que, entonces, es un contrapeso potencial en relación con Estados Unidos. Creo que un país que tiene un vínculo comercial con un país tan poderoso necesita diversificar sus socios. Entonces, lo tenemos todo para ser los mejores aliados del mundo. Ahora estamos en esta situación muy triste y creo que a nadie le conviene en Francia, a nadie le da alegría esto, a nadie le conviene desde el punto de vista de los intereses. Si estamos actuando así es porque estamos obligados, como Estado, a defender a una connacional, y a no dejarse engañar cuando la otra parte no cumple con sus compromisos. Lo hacemos por obligación, no por gusto.

El novio de Florence Cassez

El novio de Florence Cassez

La historia en breve

Ciro Gómez Leyva

Llamémoslo novio, porque eso de “compañero sentimental” es insoportablemente ridículo, le propongo a Alejandro Cortés Gaona, defensor de Israel Vallarta, presunto jefe de la banda de secuestradores Los Zodiaco: el novio de Florence Cassez.

Acepta de buen grado y despliega con suavidad documentos e interpretaciones para convencer que su defendido es inocente, “porque la banda de Los Zodiaco nunca existió, a mi defendido nunca lo apodaron Cáncer, es un invento de las autoridades”.

Israel Vallarta. La justicia le cuelga cinco secuestros, más delincuencia organizada. Pero él no es noticia, un preso olvidado. La gran nota es la de su novia.

Me quedo con dos puntos del abogado Cortés. Un peritaje de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, firmado el 12 de diciembre de 2005, tres días después de la detención de Israel, que documentaría tortura.

—Con eso tendría que ganar el caso, abogado.

—No es tan sencillo en la justicia mexicana —responde.

Y la crítica técnica, cuidadosísima, que hace al equipo defensor de Florence Cassez por separar el caso del de Vallarta y jugarse el todo en un amparo que, como sabemos, perdieron hace dos semanas. Cabe entonces la posibilidad de que el presunto líder de la banda de secuestradores quede libre y ella, una integrante, pague una condena de 60 años.

Pero, sobre todo, me quedo con el único hecho incontrovertible de esta historia: Israel Vallarta lleva cinco años, dos meses y 13 días en la cárcel sin que se le haya dictado sentencia. ¿Qué clase de justicia es ésta?

—Son los tiempos procesales —se despide el abogado con profesional resignación.

El hijo de Colosio califica de “hipócrita” a la Fundación priista

“¡Cómo me molesta la Fundación Colosio del PRI! No hacen más que explotar el nombre de mi padre. Hipócritas”, escribió en Twitter

Notimex
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de febrero.- Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del ex candidato presidencial priista, calificó de “hipócritas” a los de la Fundación Colosio del PRI, pues consideró que sólo explotan el nombre de su padre, asesinado en marzo de 1994.

“¡Cómo me molesta la Fundación Colosio del PRI! No hacen más que explotar el nombre de mi padre por intereses personales. Hipócritas. Fraude”, escribió en su cuenta de Twitter.

Eso originó un debate en la red social. “Es mi nombre también y nadie que no lo porte tiene derecho a desgastarlo así. Ya me callé 25 años”, explotó.

“Que se reserven sus comentarios quienes piensen callarse toda la vida. Es MI nombre también, al igual que el de Mariana (su hermana menor). Punto”. Aclaró que si se busca algún fin, lo hagan por su propia cuenta. “Gente, no es física nuclear, si quieres lograr algo, ¡hazlo!, pero con tus propios méritos. No te cuelgues del trabajo ajeno.

¡Trabaja tú!” “Respeto su opinión (pero) me gustaría platicar con él”, afirmó Humberto Moreira, dirigente electo del PRI.

Ante los comentarios que de inmediato empezaron a fluir Colosio Riojas contestó: "¿En verdad estamos tan desacostumbrados a escuchar la verdad? ¿O es acaso que no muchos se atreven a decirla?".

Comentó que en su caso sólo "digo lo que siento y pienso, por eso tengo esta cosa" y aclaró que si ofende: "mis disculpas, pero no esperen que me calle. Los invito a hacer igual...", anotó.

Captura el ejército al responsable del homicidio del agente estadunidense

Captura el ejército al responsable del homicidio en SLP del agente estadunidense

Anuncia la Sedena que mediante un operativo detuvo a uno de los agresores que abrieron fuego contra los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU, Jaime Zapata y Víctor Ávila

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de febrero.- La Secretaría de la Defensa Nacional anunció que mediante un operativo detuvo a uno de los agresores que el 15 de febrero abrieron fuego contra los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU, Jaime Zapata y Víctor Ávila.

En un escueto comunicado, la Sedena adelanta que en las próximas horas revelará los detalles del operativo y de la persona capturada.

Ayer, al sepultar al agente Jaime Zapata, los secretarios estadunidenses de Seguridad Interna, Janet Napolitano, de Inmigración y Aduanas, John Morton, y el fiscal general Eric holder, prometieron terminar con el flagelo de los cárteles de la droga mexicanos.

En breve, más información

Gadafi pierde el control sobre el este de Libia

Gadafi pierde el control sobre el este de Libia y amenaza con más represión

Las ciudades de la parte oriental del país celebran su liberación.- El régimen amenaza a los periodistas internacionales al asegurar que los considera "colaboradores de Al Qaeda"

AGENCIAS / IGNACIO CEMBRERO - Bengasi / Rabat -

La revuelta libia mantiene el vigor pese a las amenazas pronunciadas ayer por Muamar el Gadafi, el dictador que dirige el país desde hace 42 años. Este miércoles ha quedado patente que el régimen ha perdido el control en el este del país, donde han logrado entrar periodistas a través de la frontera con Egipto. El Gobierno libio ha respondido con nuevas amenazas, señalando que una de las regiones orientales está bajo control de Al Qaeda y que los reporteros internacionales que han cruzado la frontera son considerados "colaboradores de Al Qaeda". El régimen, como hizo Gadafi en su discurso, sigue vinculando las revueltas con supuestos elementos terroristas para intentar legitimar así el desmedido uso de la fuerza que ha empleado en la represión. Mientras, la presión internacional sigue en aumento. Bruselas ha encargado ya una lista de posibles sanciones, una medida que también está estudiando Washington.

Cabeza de la revolución
Ampliar

En Bengasi, la segunda ciudad del país y principal bastión de la protesta, los manifestantes han tomado por completo el poder, según han podido comprobar reporteros de Reuters. Miles de personas ocupan las calles de esta localidad, situada 1.200 kilómetros al este de la capital, Trípoli, y festejan el fin del poder de Gadafi. El pasado lunes, ha explicado un abogado que secunda las protestas, un comité de seguridad formado por civiles arrestó a 36 mercenarios contratados por el régimen para aniquilar a los manifestantes . Es uno de los autodenominados "comités populares" con los que los ciudadanos del este de Libia están intentando organizar la vida pública.

Pero Gadafi no está dispuesto a ceder poder así como así, según ha ilustrado está tarde un hecho ocurrido en los alrededores de Bengasi. El diario Quryna -perteneciente a un grupo mediático propiedad de un hijo de Gadafi- informa de que un avión militar se ha estrellado a las afueras de la ciudad, sin causar víctimas. El motivo: el piloto y el copiloto del aparato, un Sukoi 22, han saltado en paracaídas para evitar cumplir la orden de bombardear la ciudad.

Recuento de víctimas

Mientras, la herida de la reciente represión aún está abierta. Un médico francés que ha logrado salir de Libia ha declarado a France Presse que el primer día de revueltas en Bengasi, el 15 febrero, contó en el hospital hasta 75 víctimas mortales. La cifra, según su relato, no dejó de crecer día tras día y, en las jornadas más duras, alcanzó el medio millar. "Creo que en total puede haber más de 2.000 muertos", ha asegurado Gérard Buffet, que a trabajado como médico en la segunda ciudad Libia el último año y medio. La Federación Internacional de Derechos Humanos, que agrupa a más de un centenar de organizaciones, ha constatado ya al menos 640 muertos en la zona. De estos, 130 son militares ejecutados por sus militares por negarse a cumplir órdenes.

En la parte oriental de Libia, Bengasi no es una excepción. Testigos y periodistas que han logrado entrar en el país a través de la frontera terrestre por Egipto confirman que la segunda ciudad más importante del este, Musaid, está también en manos de los manifestantes. Y la ciudad de Tobruk, un puerto estratégico en el distrito más próximo a Egipto, es desde ayer rebelde a Gadafi. Los militares decidieron apoyar las protestas y hoy, por primera vez, se han podido ver imágenes en directo de una manifestación anti-Gadafi porque han entrado televisiones internacionales. En el vecino distrito de Derba, la situación puede suponerse la misma, ya que el viceministro de Exteriores libio, Jaled Kaim, ha asegurado que Al Qaeda ha formado allí un emirato islámico. Así lo ha expresado en una reunión con embajadores europeos, detallando además que detrás del movimiento hay un antiguo preso de Guantánamo. En el mismo encuentro, también ha insistido en que los periodistas que han entrado a Libia desde Egipto serán considerados "colaboradores de Al Qaeda".

Más allá del grado de realidad con que analiza la situación, la insistencia del régimen en vincular cualquier forma de protesta con el terrorismo denota que piensa seguir usando toda la fuerza contra los manifestantes.

Dimisión del ministro de Interior

También queda claro que el régimen libio se ha resquebrajado ya, pese al durísimo discurso que ayer pronunció Gadafi. Cada hora se alarga la lista de militares, embajadores y altos funcionarios libios que dimiten, encabezados por el destinado en Washington, Ali Aujali, que sigue los pasos de los miembros de la representación libia en la ONU (salvo el titular). Los diplomáticos en Francia y ante la Unesco expresaron su respaldo "al pueblo en esta revuelta contra la máquina de la opresión", si bien no renunciaron. Sí lo hicieron los embajadores libios en Bangladesh e India. Las legaciones en Malasia y Australia emitieron comunicados de condena de la represión.

A última hora de ayer, hasta el ministro del Interior libio y camarada de Gadafi desde los tiempos de la revolución de 1969, Abdulá Yunis, anunció su dimisión y su adhesión a la denominada Revolución del 17 de Febrero, que reclama la salida del dictador. El ministro pidió al Ejército que se sume a los manifestantes y respalde sus demandas "legítimas".

Gadafi promete morir matando

Muamar el Gadafi se aferra rabioso al poder. "Nunca me iré, moriré como un mártir", espetó ayer el dictador en un discurso interminable (75 minutos) en su primera intervención pública en directo desde que, el 15 de febrero, estalló la revuelta en Bengasi, a unos 1.000 kilómetros al este de Trípoli, y que el dictador ya tiene a las puertas de su palacio. Gadafi, de 68 años, instó a los libios a que "le amen" y a hacer frente a "las ratas que siembran los disturbios" en el país. E insistió, colérico: "Si yo fuera presidente os tiraría mi dimisión a la cara, pero yo soy el líder de la revolución, cogeré mi fusil, permaneceré en Libia y derramaré hasta la última gota de mi sangre".

Lleva 41 años, 5 meses y 22 días al frente de Libia y aún se agarra a ese título de "líder de la revolución" que no figura en el protocolo del Estado, pero que, en realidad, le otorga todo el poder. Por eso anunció ayer que "no se retirará como hicieron otros presidentes" árabes, porque él es "el líder de la revolución" y para seguir siéndolo "está dispuesto a purgar casa por casa". Sus palabras, desconectadas de la realidad, recuerdan aquellas pronunciadas por los presidentes tunecino, Zine el Abidine Ben Ali, y egipcio, Hosni Mubarak, días antes de abandonar el poder.

Vestido con una túnica marrón, Gadafi apareció ante las cámaras en un marco cargado de símbolos. Llevaba en una mano su Libro Verde, publicado en los setenta con algunas de sus reflexiones "revolucionarias". A sus espaldas estaba la que fue su residencia, que la aviación norteamericana bombardeó en 1986. Nunca la reconstruyó.

Gadafi advirtió que las personas que se paseen armadas "son susceptibles de ser condenadas a muerte". Anticipando la virulencia de lo que podría ser la próxima ola de represión invitó a los libios "a sacar a los niños de las calles". "Vuestros hijos morirían sin motivo, mientras que los de los líderes del movimiento están bien escondidos en Europa y en Estados Unidos".

A diferencia de los otros jefes de Estado destronados, en su discurso Gadafi apenas hizo concesiones y sí profirió múltiples amenazas contra su pueblo. Reiteró hasta la saciedad que no dimitirá. "No tengo poder", afirmó contra toda evidencia. "El poder está en manos de los comités del pueblo". "¿Queréis que Libia sea como Somalia?", preguntó aludiendo al país más caótico del mundo. Y se contestó a sí mismo anunciando una represión similar a la de la plaza de Tiananmen, en Pekín, que en 1989 costó la vida a cientos de manifestantes. El líder también denostó a sus adversarios. Los jóvenes de Bengasi que convocaron en Facebook el Día de la Ira fueron "engañados", sostuvo. "Son unos jóvenes de 16 a 17 años que se drogan, se emborrachan, y que están manipulados por los agentes de los servicios secretos extranjeros".

Su único gesto apaciguador consistió en anunciar una vaga descentralización del poder, cuyas líneas maestras, precisó, serán explicadas por su hijo, Saif el Islam. Las palabras de Gadafi fueron acogidas con la misma ira que las del hijo, en su discurso televisado del domingo. En Bengasi la imagen del líder, en directo en la televisión, fue proyectada sobre la pared sin ventanas de un edificio, y una multitud la seguía mientras le tiraba piedras, según varios vídeos en Youtube.

Las milicias de Gadafi borran pruebas de las matanzas

Las milicias de Gadafi borran pruebas de las matanzas de civiles

Los partidarios del régimen se llevan cadáveres de manifestantes de un hospital de Trípoli.- Se escuchan disparos en algunas zonas de la capital, mientras la situación en el este del país, 'liberado', es de relativa normalidad

EL PAÍS - Madrid -

Pese a los intentos del régimen de Muamar el Gadafi de acallar a su pueblo y las dificultades para comunicarse en Libia, EL PAÍS ha conseguido contactar con algunos testigos de lo que allí está sucediendo: residentes en Libia, españoles que estaban allí trabajando, familiares de personas que intentan salir del país...

Gadafi está dispuesto a morir como un mártir

VIDEO - AGENCIA ATLAS - 23-02-2011

Gadafi ofrece un discurso tras la oleada de protestas que sacuden el país y que su gobierno ha aplacado con cazambombarderos y helicópteros - AGENCIA ATLAS

Muamar el Gadafi

Muamar el Gadafi

A FONDO

Nacimiento:
1942
Lugar:
Sirte
Libia

Libia

A FONDO

Capital:
Trípoli.
Gobierno:
República Popular Socialista.
Población:
6,173,579 (est. 2008)

Las personas consultadas por este periódico describen un este tranquilo y un oeste, con la capital Trípoli, que vive en la incertidumbre. Miles de libios y de extranjeros intentan salir del país. En la capital, rodeada de militares, se escuchan disparos en algunas zonas, mientras que en otras la gente sale e incluso acude a trabajar. Mientras, las milicias del dictador intentan borrar pruebas de la matanza de civiles, y se han llevado por la fuerza cadáveres de manifestantes de un hospital durante la noche.

Mouhamed, profesor de 29 años en Tripoli: "Disparan a matar, al torso y la cabeza"

Al cuñado de Mouhamed lo mataron hace unos días de un tiro en la cabeza. Este profesor de 29 años está en Tripoli y asegura que hay disparos contra la población y que quien dispara lo hace para matar, con balas al torso y a la cabeza. "Muchos de los que disparan están vestidos de civiles, hablan francés, no son libios y tienen complexión de negros africanos", asegura en un correo electrónico. "Muchos de los heridos en las calles son rematados a golpes por personas que llevan cascos amarillos".

Las calles de la capital están llenas de cuerpos mutilados y quemados y los hospitales rebosan de personas heridas y ya empiezan a estar escasos de material sanitario. Mouhamed cree que no hay bombas pero se escuchan algunas explosiones en los alrededores de la ciudad. "Se dice que la ciudad está fuera del control del Gobierno y lo que se ve en las estrechas calles de Trípoli son las maniobras del desesperadas del sistema para mantenerse vivo".

Amira Aribe, 33 años, dentista, Gergaresh (Trípoli): "El día es demasiado peligroso, todos tenemos miedo de las milicias"

"Esta noche he dormido solo tres horas, a las siete de la mañana (una hora menos en la España peninsular) ya escuché disparos en la calle", cuenta a través de Skype la libia Amira Aribe, dentista. Aribe, que vive en Gergaresh, un barrio costero con hoteles de Trípoli, explica que la situación en la capital varía por zonas. En la suya, sólo se atreven a salir a la calle por la noche: "El día es demasiado peligroso, todos tenemos miedo de las milicias".

Esta mujer, una de las pocas libias que se atreve a aparecer en la prensa con su nombre y apellido, relata que, según varios amigos que trabajan en el Hospital Central de Trípoli, las milicias entraron anoche en el centro y se llevó los cuerpos de los manifestantes caídos en las calles, pese a la oposición de los médicos. La noche anterior, habían entrado para prohibir a los trabajadores que tomaran fotos o vídeos de los muertos y heridos. El uso de la violencia contra los manifestantes ha provocado la repulsa internacional y numerosas deserciones dentro del propio régimen de Gadafi, que se aferra al poder y asegura que prefiere morir "como un mártir" a irse.

Aribe se acaba de enterar de que el hijo de una amiga de su madre, muy joven, ha muerto de un disparo en el estómago esta madrugada, en Gergaresh, y que un hermano del joven está gravemente herido. "Se han tenido que llevar el cadáver del hospital para que no lo hicieran desaparecer", cuenta. La dentista libia explica que los familiares del joven muerto no han podido enterrarlo todavía: "No les queda más remedio que velar su cuerpo en casa y no pueden celebrar el funeral porque el régimen ha prohibido que la gente se reúna. Es una vergüenza". "Sería peligroso. La gente tiene miedo de que los relacionen con un rebelde, pero él es un shaheed (mártir)", afirma.

"En pocos días, Trípoli será un auténtico campo de batalla", vaticina Aribe.

M. D., 43 años, ingeniero informático, Hai Al-Andulus (Trípoli): "No sabemos lo que nos espera. Trípoli está en manos de un demente"

M. D., un ingeniero informático libio de 43 años, que vive en la zona de Hai Al-Andulus, otra de las zonas de la capital, también cuenta por Skype que la noche ha sido tranquila. "Solo escuchamos disparos durante el discurso de Gadafi", dice. De día, cuenta, la gente empieza a tener problemas para encontrar artículos de primera necesidad, como pan o gasolina: "Los últimos tres días hemos tenido que esperar colas de más de una hora para conseguir un poco de pan", describe. Sus dos hijos, de 4 y 7 años, están en casa pues los colegios llevan cerrados desde que empezaron las revueltas, hace una semana. "Los niños son los únicos que no tienen miedo, juegan tranquilos ajenos a lo que está pasando".

Amir Siddiqui, ingeniero paquistaní empleado en Libia: "el problema es llegar a la capital por carretera"

Amir Siddiqui, un ingeniero paquistaní empleado en el sector petrolero, cuenta en un foro de expatriados que muchas compañías internacionales mantienen personal en sus oficinas de la capital para "cuidar" de sus trabajadores de los campos petroleros. "La situación en Trípoli no es tan mala como reflejan las noticias", afirma, "no hay problemas para moverse, todavía vamos a la oficina y no hemos tenido problemas hasta ahora", contaba. Para él, el problema de los cientos de expatriados que pretenden salir del país es llegar a la capital por carretera.

Juan Prunes, español empleado en Libia por una empresa canadiense

Juan Prunes, un español que trabaja para la empresa canadiense de ingeniería SNC Lavalin ya está en Tripoli, después de que viajase durante horas desde un campamento a 70 kilómetros de la capital, localizado en mitad del desierto. La esposa de Juan Prunes ha relatado desde Tenerife que su marido no vió controles ni barricadas en el trayecto que tuvo que hacer desde el punto en el que estaba desplazado. El español tiene internet, pero de forma interrumpida, según cuenta su mujer. La última vez que se comunicó con por la red contó que ha visto la capital libia "muy tranquila" y que incluso hay algunos comercios abiertos.

Después de dos días de silencio, la Embajada española en Libia le ha dicho que se desplace esta mañana a Trípoli para darle un salvoconducto, y esperar la evacuación a bordo de un avión militar. El Ministerio de Exteriores ha confirmado a EL PAÍS que la aeronave salió de España anoche y se encuentra desde esta madrugada en un lugar cercano a Trípoli.

La legación ha asegurado a Prunes que la mañana ha sido tranquila en la capital, aunque hay barricadas y puestos de control con gente armada en distintos puntos de la ciudad. Exteriores explica que están tratando de localizar a los españoles para reagruparlos alrededor de Trípoli y evacuarlos en el menor tiempo posible. Además han desplazado a un funcionario al aeropuerto de la capital libia para que coordine los desplazamientos. Ante las quejas de algunos ciudadanos españoles por el abandono sufrido por la embajada, Exteriores asegura que la legación ha estado en "permanente contacto" con todos los registrados en la misma.

Óscar , español trabajador en Libia: "todavía no he tenido noticias de la Embajada"

Óscar, un español que trabaja en Libia, se comunica a tropicones con sus padre, al que le ha asegurado que "todavía no ha tenido noticias de la Embajada". Su hijo se logró poner en contacto con él con un mensaje de texto, aunque las comunicaciones siguen siendo muy complicadas. Óscar describe una situación "bastante tranquila", aunque escucha disparos esporádicamente en las afueras de la capital, donde se ha refugiado en casa de una amiga.

Nana Ahmed, saharaui residente en Madrid, con dos hermanas desplazadas a Libia: "Llevan una semana sin comer".

Nana Ahmed, una activista saharaui residente en Madrid, ha podido hablar de nuevo con sus dos hermanas, de 19 y 27 años, que están en un internado en Libia y de las que no tenía noticas desde el pasado sábado: "Tuve que esperar hasta las dos de la madrugada para poder hablar con ellas. Las líneas no funcionaban". Ahmed asegura que sus dos hermanas, estudiantes de periodismo y bachiller respectivamente, tienen esperanzas de la llegada del avión que las repatrie: "Mi hermana mayor hace tres días estaba en Trípoli pero se tuvo que marchar. Es una locura, lleva una semana sin comer".

Ahmed Gebrel, diplomático libio de 37 años. "Gadafi manipula a la opinión pública diciendo que tras las protestas hay radicales y terroristas"

En el pueblo de Albayda, una ciudad liberada (aquellas libres del régimen del dictador en las que el Ejército se ha puesto del lado de los manifestantes), bancos y oficinas están abiertos. Solo siguen cerrados los colegios, describe Ahmed Gebrel, un diplomático libio de 37 años. Gebrel, que ayer se acercó a la frontera con Egipto donde estuvo recibiendo a periodistas extranjeros y equipos médicos, iba a asistir esta mañana a una asamblea general de su localidad para organizarse. Cuenta que los próximos pasos que darán será coordinarse con todos las ciudades liberadas, que asegura, son mayoría en el este.

El antiguo diplomático afirma que el discurso de anoche del dictador provocó la ira de los ciudadanos, que se echaron a la calle. "Gadafi trata de manipular a la opinión pública diciendo que detrás de las protestas hay radicales y terroristas", dice Gebrel, que lo niega rotundamente.

Khaled Shari, libio residente en Valencia: "La gente está muy animada, con la moral más alta que nosotros, que estamos preocupados"

Tras el discurso, los comités revolucionarios, pilares fundamentales del régimen, salieron a la calle a atacar a la población en ciudades como Zliten, donde causaron 30 heridos, le han contado a Khaled Shari, libio residente en Valencia, sus hermanos. Los partidarios de Gadafi "usaron palos y fusiles kaláshnikov, con la poca munición que les queda", afirma Shari. Según le ha contado su hermano Mahmud, la población se enfrentó a ellos y consiguieron frenarles.

"La gente está muy animada, con la moral más alta que nosotros, que estamos preocupados en la distancia", dice Shari, residente en España desde hace 30 años. Sus hermanos le transmiten que "esto no tiene marcha atrás".

Elisenda López, mujer de un británico en Libia: "La gente está harta de tanta sangre"

Los habitantes de Bengasi han vivido una noche "muy movida, con muchos disparos", dice Elisenda López, pareja del británico David Livingstone, que espera en esta ciudad del este, la segunda más grande de Libia, una forma de salir del país. En la calle se percibe que los libios ya no pueden más: "La gente está harta de tanta sangre", le ha contado Livingstone.

¿TIENE REMEDIO PATINOAMERICA? (

REFLEXIONES LIBERTARIAS
¿TIENE REMEDIO PATINOAMERICA? (Primera parte)
RICARDO VALENZUELA

Ante la avalancha de estiércol vertido por los Hugos Chávez en todo el sur de nuestro continente, la historia de una muy peculiar transformación política y económica al sur de los EU es de narrada en un excelente libro; “La Revolución Capitalista en América Latina,” escrito por el brillante economista Paul Craig Roberts. El Dr. Roberts es un elocuente defensor de las libertades económicas e individuales y fue uno de los más notables miembros de la administración de Ronald Reagan.

La tragedia de América Latina, explica, es que durante los últimos 500 años nuestros países han vivido bajo el mercantilismo, planeación central y la influencia de una medieval iglesia católica. Durante los siglos de dominación española, las autoridades de Madrid siempre impusieron draconianos controles en la vida económica de sus colonias. A través de una feroz autocracia cada fase de la producción, distribución, consumo e intercambio, ha estado regulada por el Estado o a través de privilegios políticos depositados en los diferentes individuos o grupos. Por lo mismo, la carga fiscal era opresiva e insoportable, el saqueo incontrolable.

Las recompensas del control sobre las diferentes actividades económicas de la sociedad eran tan grandes, que fue muy popular el tener subastas públicas para comprar esa posiciones regulatorias de la corona de España. Corrupción, mordidas y robo eran los medios más rápidos de adquirir riqueza. Las únicas avenidas para enriquecerse eran la Iglesia Católica, el ejército, el mercado negro, o el servicio público.

El espíritu individualista, la libre empresa y la competencia eran totalmente desconocidos. Aun cuando hubo algunos intentos para limitar el poder del estado sobre las actividades económicas en el Siglo XIX y la primera década del Siglo XX—el Siglo XX se distinguió por el reforzamiento de la herencia política y económica colectivista. América Latina desde entonces ha sido dominada por el intervencionismo, mercantilismo, fascismo, corrupción y, sobretodo, “el Estado benefactor.”

Usando a México como el ejemplo más dramático, explica las diferentes formas en que los países de América Latina funcionan en lo que ellos llaman “sociedades cerradas.” Una sociedad cerrada es en la cual los mercados están protegidos, regulados o monopolizados por el Estado, sin dejar lugar para la actividad empresarial, creatividad, capacidad para tomar riesgos, innovación mercantil etc.. La sobrevivencia en las economías cerradas requiere conexiones; mordidas; pagos regulatorios; licencias; permisos para poder penetrar a los mercados. El costo de operar en este tipo de economías es mucho más alto que en los mercados libres deteniendo así la innovación, el desarrollo de productos, incrementando el precio de bienes y servicios haciéndolos escasos y sumamente caros para el consumidor, saboteando así el desarrollo próspero de una sociedad.

Cada sector de la economía mexicana ha sido concesionado como privilegio a un determinado “cartel empresarial,” a un sindicato monopólico corrupto, o a la burocracia del Estado—algunas veces a una combinación de los tres. Grandes cantidades de dinero son “ordeñadas” en cada fase de los diferentes procesos productivos en todos los campos de control de esos carteles como “ganancias políticas.” Políticos de alto nivel y de nivel medio, líderes sindicales y hombres de negocios privilegiados (empresarios estatistas), viven nadando en su riqueza mientras que el resto de la población sufre la miseria. El status social no se basa en el mérito, el trabajo, productividad, compitiendo justamente, sino en el número de conexiones familiares o personales con aquellos en las altas esferas del control político y el poder (la familia revolucionaria).

El autor describe brillantemente la ideología de la planeación central, intervencionismo, ingeniería social en la que racionalmente se basaron los esquemas de los gobiernos para controlar el desarrollo de nuestros países. Especialmente bajo la influencia del socialista sueco Gunnar Myrdal (quien por muchos años fue la cabeza de la conferencia sobre intercambio y desarrollo de las Naciones Unidas), economistas en los EU y Europa cocinaron una tras otra falacia económica para justificar el por qué no se debía confiar en los mercados.

En su lugar, nos recitaban esos salvadores, solamente la planeación central y los burócratas gubernamentales podrían sacar al continente de su pobreza. En nuestra región establecieron su base más importante en la persona de Raúl Pelbrich a la cabeza de la OEA, economista de extracción marxista que por muchos años promovió con éxito sus teorías en toda América Latina y produjo retoños como el la primera versión de Alan García quien saqueó el Perú, en México nuestro orgullo revolucionario Luis Echeverría (héroe del Valle del Yaqui), y en prospecto tenemos a Marcelo Ebrad que promete “mejorar” las hazañas del Peje quien sueña un Chávez para México.

El Dr. Roberts afirma que a pesar de los cambios que se implementaron en Perú, Argentina y México en años 90s, de ninguna manera estos países se convirtieron en bastión del capitalismo laissez-faire. Por el contrario. El enumera radicales cambios que todavía se tienen que implementar si nuestros países quieren realmente ser sociedades libres algún día. Afirma también que constitucionalmente, cultural e ideológicamente, las premisas del estado benefactor intervencionista están todavía profundamente arraigadas en toda América Latina. La prueba mas clara de esta afirmación, es la lucha de las facciones de izquierda en México para revertir todas las reformas que se han implementado en los últimos 20 años, lo cual ha cerrado las puertas de los mercados internacionales cuando, un congreso de fariseos se ha dedicado a bloquear las reformas pro mercado que las últimas tres administraciones trataron de implementar.

Hace unos días tuve la oportunidad de comentar el contenido de este excelente libro con un distinguido economista, Michael Strong. El Dr. Strong acaba de publicar uno suyo con el sugerente título; “Sé Tú La Solución….cómo empresarios y capitalistas conscientes pueden salvar el mundo”. Michael opina que el seguir esperando las soluciones de parte de los diferentes gobiernos, solo nos mantendrá “patinando en el mismo atascadero.” México, afirma, debe de asumir una estrategia similar a la de China. Es imposible el transformar el país entero al mismo tiempo, pero se puede hacer por regiones estableciendo lo que el llama ciudades libres estilo Hong Kong.

Continúa el Dr. Strong, si México se diera a establecer ciudades libres en todo el norte del país, el concepto, al igual que en China, se podría ir bajando a todo el resto del territorio mexicano esperando los resultados chinescos que acaban de provocar un crecimiento del 12% durante el último trimestre. Le pregunto, Michael ¿Cómo funcionan las ciudades libres y cuál es la diferencia con las zonas libres? Se acomoda Michael para iniciar…….

No daremos tregua al narco, dice Napolitano

No daremos tregua al narco, dice Napolitano

'Ganaremos esta lucha, esa es mi promesa', aseveró. En el mismo sentido, el director de la Oficina de Inmigración y Aduanas, John Morton, advirtió que nadie 'ni los criminales en Estados Unidos, ni los sicarios en México' van a impedir que sigan cumpliendo con sus labores anticrimen

FUNERAL. El agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, Víctor Ávila, y su esposa acudieron al sepelio de su compañero, el también agente Jaime Jorge Zapata, asesinado en México. (Foto: DELCIA LÓPEZ/AP )



WASHINGTON.- Tras asegurar que Jaime Zapata, asesinado la semana pasada en México, murió "no sólo para proteger a su país, sino también al pueblo de México de los cárteles de la droga", los máximos responsables de los aparatos de seguridad y de justicia de Estados Unidos prometieron no dar tregua a quienes atacaron a sus agentes y colaborar con las autoridades mexicanas para su pronta detención y su rendición de cuentas ante la justicia.

"No vamos a descansar ni a ceder en nuestra determinación hasta ver que los responsables sean detenidos y paguen por sus crímenes", aseguró la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, durante la ceremonia luctuosa en Brownsville, Texas, para rendir homenaje a los dos agentes atacados en un tramo de la carretera de San Luis Potosí, México, por presuntos miembros de un cártel.

Las palabras de Napolitano ante amigos, familiares y colegas de Zapata fueron secundadas por Eric Holder, fiscal general de EU, quien describió al agente abatido como "un héroe" y aseguró que la mejor manera de rendir tributo a su trabajo y a su memoria, es acabar con "el azote" (del crimen organizado) que segó su vida en México.

"Esa será la mejor forma de honrar al agente Zapata, de rendirle tributo. Y así nos aseguraremos de que, aún y cuando su vida luminosa se haya extinguido, su espíritu se mantendrá vivo", dijo Holder en la ceremonia celebrada en el Centro de Eventos de Brownsville y que fue seguida por más de mil personas dentro y fuera del local elegido por las autoridades para rendir tributo a Zapata.

El agente asesinado, subrayó Holder, "trabajaba para ayudar a nuestros vecinos y aliados en México a cumplir con sus responsabilidades ante aquellos a los que sirven y para construir una nación que constituye un faro de esperanza y oportunidad, un lugar donde todos los mexicanos puedan vivir no con miedo, sino en unidad. Ganaremos esta lucha, ésa es mi promesa ante ustedes", concluyó.

Al evento, acudieron autoridades locales, miembros de los distintos cuerpos de seguridad y decenas de agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE). Entre ellos, Arturo Ávila, el otro agente que fue herido durante el atentado perpetrado por miembros de un cartel aún no identificado y que acudió al homenaje en silla de ruedas.

El director de ICE, John Morton, aseguró que los últimos días "han sido muy difíciles" para todos aquellos que trabajan en la agencia: "Pero nadie, ni los criminales en Estados Unidos ni los sicarios en México, van a impedir que sigamos cumpliendo con nuestro trabajo", advirtió al insistir que Zapata murió "no sólo para proteger a su país, sino al pueblo de México".

"Juntos, los gobiernos de Estados Unidos y México, conseguirán que el largo brazo de la justicia caiga sobre los agresores de Jaime Zapata y de Víctor Ávila", aseguró Morton.

Tras la ceremonia, de casi dos horas de duración, el cortejo fúnebre de Zapata se abrió paso a través de una guardia de honor que se distribuyó a lo largo de todo el recorrido hasta el cementerio Rose Lawn Memorial Gardens. Camiones de bomberos, patrullas y coches oficiales con banderas de Estados Unidos salpicaron el camino de la procesión en la que participaron amigos, familiares y colegas del agente abatido en México.

Comités populares toman el control del este de Libia

Comités populares toman el control del este de Libia

Detractores del régimen de Gadafi, en lo alto del Ayuntamiento, tras tomar Tobruk. | Reuters

Detractores del régimen de Gadafi, en lo alto del Ayuntamiento, tras tomar Tobruk. | Reuters

Un manifestante contra Gadafi en la ciudad de Tobruk, en el este. |

El dictador libio, Muamar Gadafi, está perdiendo el control de parte del país. Desde la frontera con Egipto hasta la segunda ciudad de Libia, Bengasi, los comités populares se han hecho dueños de la situación. También desde Misurata, a apenas 200 kilómetros al este de Trípoli, llegan noticias de que la oposición se ha hecho con el control de la zona.

No se ve un solo militar, mejor dicho, un solo uniforme, ya que muchos soldados se han despojado de su vestimenta oficial y ayudan a controlar el territorio libio vestidos de civil y fuertemente armados con kalashnikov.

Los habitantes libios de la 'zona liberada' enarbolan banderas anteriores al régimen de Gadafi y corean consignas a favor de una monarquía, ligándola a la ansiada libertad.

En la ciudad de Tobruk, cientos de personas se manifestaban esta mañana a favor de la democracia y en contra del dictador. En la localidad hubo tres días de revueltas, en las que murieron cuatro personas. Donde sigue habiendo muertos en las calles es en la ciudad de Bengasi.

"El único miedo que tenemos es que Gadafi envíe más mercenarios para retomar el control", decía Alá Faddala, miembro de uno de los comités populares que 'gobiernan' Tobruk. "Pero incluso así, no nos rendiríamos", añadía.

La situación copia el esquema de la revolución egipcia, al más puro 'estilo Tahrir', la plaza de El Cairo donde se gestó y triunfó la revuelta. Los comités populares se encargan de gestionar y organizar todo, el día a día, la seguridad en las calles, en las carreteras (fuertemente vigiladas por civiles armados), la limpieza, el reparto de comidas...

No hay comentarios.: