sábado, mayo 28, 2011

Michoacán: ¿para qué la alianza?

Michoacán: ¿para qué la alianza?

Martín Moreno
Kafkiana, surrealista o tramposa —llámele  como quiera—, pero la pretendida alianza… ¡PRD-PAN PRI!, para las elecciones del 13 de noviembre en Michoacán, sólo respondería a un motivo: la unión de los tres “grandes” en contra del gobierno paralelo liderado por La Familia (o ahora Los Caballeros Templarios), que controla alcaldías, funcionarios, presupuestos y voluntades.
¿O, entonces, para qué una alianza que erija a un candidato común a gobernador y, por tanto, seguro ganador, si no es para intentar disminuir el poder de La Familia Michoacana? De ahí el desconcierto ante las declaraciones de Jesús Zambrano, Gustavo Madero y Humberto Moreira, al rechazar que esa unión electoral responda a la violencia y a la inestabilidad en la que está hundido Michoacán.


¿Para qué diablos, pues, una alianza inesperada, sorpresiva y políticamente antinatural, si no es para devolver al estado la tranquilidad arrebatada por los grupos criminales? Pero los líderes del PRD, el PAN y el PRI lo niegan.
No se explica una alianza con triunfo seguro, si ésta no contempla que, enfrente, está un enemigo poderoso, violento y enraizado en una parte mayoritaria de las presidencias municipales: el narcotráfico.
Inentendible, que se elimine prácticamente la vía más democrática para jugarse una gubernatura: las elecciones con la participación de candidatos de los diversos partidos, con toda su carga de errores, sí, pero que, hasta hoy, es la fórmula más saludable para fortalecer un país que, como México, aspira a una democracia de mayor calidad.
¿Por qué plantear siquiera la posibilidad de borrar una contienda que se vislumbraba “a tercios”, con un PRD —partido en el poder estatal—, un PAN —con el apoyo a Luisa María Calderón desde Los Pinos— o un PRI —con el impulso innegable del efecto Peña Nieto—, para imponer a un candidato cuya elección sería de trámite?
Eso se llama imposición.
Si la viabilidad institucional en Michoacán está en riesgo; si las instituciones están corrompidas hasta la médula; si hay alcaldías que siguen al servicio del narco, y el estado no tiene otra salida, se entiende y se justifica la intención de una alianza PRD-PAN-PRI. Sin duda.
“Vamos a poner por delante la construcción de una plataforma común, pero no fue debido a la violencia o inestabilidad que pueda tener Michoacán”, dice Zambrano. Si no es la violencia, entonces, ¿qué es?
¿Apoyar a Luisa María Calderón, Cocoa, para obtener un triunfo seguro? ¿A cambio de qué: de no destapar un escándalo con la supuesta detención de un ex gobernador del Estado de México que directamente pegaría en las aspiraciones presidenciales de Peña Nieto?
¿O acaso será para respaldar al secretario de Gobierno, Fidel Calderón Torreblanca, considerado el delfín del gobernador Leonel Godoy?
¿O para darle oportunidad al PRI, a través del alcalde de Morelia, Fausto Vallejo, con la intención de disminuir el encono político que parece ser el activo en las campañas de 2012?
Desde ahora se vislumbra muy difícil que el PRD, el PAN y el PRI se pongan de acuerdo para una candidatura común. Si no responde a garantizar la seguridad y preservar instituciones amenazadas por el narco, ningún otro motivo la justificaría.
Hasta el martes se hablaba de que en Los Pinos traen la intención de no realizar comicios en Michoacán, por los riesgos que conllevaría. “De ninguna manera. Todos estamos a favor de que haya elecciones”, dijo Madero.
Entonces, ¿por qué la alianza con candidato único?
ARCHIVOS CONFIDENCIALES
* SICILIA. En medio de acusaciones por no cumplir con los ordenamientos legales para recibir una medalla en Colombia —desproporcionado, sí, que se contemple aplicar hasta la pérdida de la nacionalidad por ese motivo, pero al fin y al cabo es una ley que, aunque data de principios del siglo pasado y la que todos, principalmente el jefe de la Seguridad Nacional, tienen la obligación de cumplir— la respuesta de Genaro García Luna no pudo ser más oportuna: presentar al Negro Radilla, asesino intelectual y material de Juan Francisco Sicilia y de seis personas más en Cuernavaca. El propio poeta, Javier Sicilia, reconoce la labor de quien hasta hace tres semanas pedía su despido en la plaza pública.
* CORDERO Y LA CARGADA. Nada despreciable ese apoyo público al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, de 134 panistas, encabezados por cuatro gobernadores: los de BCS, BC, Puebla y Sonora. Y no nos hagamos bolas: la cargada lleva la bendición de Los Pinos. ¿Quién será ahora el hijo desobediente: Creel o Josefina?
LOZANO. Dura respuesta del secretario del Trabajo, Javier Lozano, contra el PRI, que lo descalificó como interlocutor. “Se trata de una maniobra política donde la reforma laboral es rehén electoral del gobernador Peña Nieto y sus aspiraciones presidenciales”, dijo Lozano.

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