lunes, junio 13, 2011

Rescatando al soldado Calderón

Tal vez el costo más fuerte en la detención de Jorge Hank Rhon lo pague la Ley de Seguridad Nacional

Rescatando al soldado Calderón

Por Hugo Páez

Son los costos que le cobrará la oposición al Primer Mandatario y atrasará de nuevo los cambios que argumentan el Presidente, las Fuerzas Armadas y las policías, son necesarios para el combate al crimen organizado
Tal vez el costo más fuerte en la detención de Jorge Hank Rhon lo pague la Ley de Seguridad Nacional, cuya reforma tendrá que ser revisada obligadamente en el Congreso, después de la desafortunada incursión del ejercito a la casa del ex alcalde de Tijuana, sin orden de aprehensión, con dos liberados de los once presuntos implicados hasta el cierre de esta edición, y con el regreso de Hank del Distrito Federal a su ciudad de residencia.
Son los costos que le cobrará la oposición al Primer Mandatario y atrasará de nuevo los cambios que argumentan el Presidente, las Fuerzas Armadas y las policías, son necesarios para el combate al crimen organizado.

JUEGO DIALÉCTICO

Los obstáculos que habían librado la reforma fueron enormes, basta recordar que el 5 de febrero, Juan Silva Meza reclamó al Presidente Felipe Calderón, a su gabinete y a los coordinadores parlamentarios que se comprometan más con la paz. Un juego dialéctico que en el reloj del sexenio que marcaba en ese tiempo 34 mil muertes dolosas, cruza la frontera de la realidad y se interna en la poesía, en la teoría que marca la ley.
El presidente de la Suprema Corte argumentó que el Estado debe responder a la violencia de 1910, como lo hizo el Congreso en 1917, con la Constitución, con la leyes que ordenaron a la nación. El reclamo de Silva Meza apunta a las masacres, los resultados dudosos, desorientados, que parece no llevar a buen puerto, no cuando la secretaria de Seguridad de Estados Unidos, Janet Napolitano, advierte a los criminales mexicanos desde su tribuna que no brinquen a su país o serán atacados sin cuartel, es una invitación implícita a que se queden abajo del Río Bravo, aun cuando asegura cooperar con las autoridades mexicanas para combatirlos.

ACTUACIÓN CONFORME AL MANUAL

Todo ese tramo dialéctico ha sorteado la reforma, pero como en todo camino espinoso, basta un tropiezo para retroceder millas. Me comentan fuentes oficiales del Ejército que la fuerza regional que detuvo a Jorge Hank Rhon actuó conforme al manual, es decir, una presunta flagrancia los llevó de inmediato a la casa de Hank y eso los faculta para entrar sin orden judicial. Así es la regla de Sedena y la deben cumplir en cualquier parte del país.
Evidentemente es una acción militar en el ámbito civil, donde existe la alternativa policiaca de los tres niveles de gobierno: Local, estatal y federal, sin embargo, la mala apariencia de la acción en Tijuana será un obstáculo para la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, en especial para el Código Militar que busca proteger la incursión de sus elementos en operativos civiles.
Actualmente la ley es confusa, habla de que los militares serán juzgados en tribunales competentes, aun en acciones civiles. Para efectos de conveniencia, los tribunales militares son competentes, nadie puede negarlo, sin embargo, organismos de derechos humanos nacionales e internacionales reclaman que los militares sean juzgados en tribunales civiles, si el delito es cometido en operativos civiles.

RECLAMO CON FUNDAMENTO

El reclamo tiene fundamento porque se hace burocráticamente imposible darle seguimiento a las penas que purgan los militares juzgados por ellos mismos, y siempre existirá la sospecha de protección de sus pares, desde el proceso hasta el cumplimiento de la sentencia.
Éste es sólo un elemento de la reforma a la ley, otros versan sobre la estructura de autoridad que debe tener el mando en los operativos, etcétera.
La resistencia en el Congreso a aprobar la reforma se fue diluyendo a medida que el combate al crimen organizado se tornó mas violento y apareció la necesitad de atacar a las bandas criminales con mayor potencia bélica. A las Fuerzas Armadas y la Policía Federal se les vio como las únicas autoridades capaces de hacer frente a esa escala, sin embargo, en el operativo contra Jorge Hank reaparece el temor de orientar esa fuerza con fines políticos, y precisamente en la institución con mayor músculo coercitivo: el Ejército, por lo tanto, el debate de las reformas de ley regresará al punto de inicio, precisamente en momentos en que la agenda de la República se empata con la agenda electoral en el Estado de México y en la dinámica de los comicios presidenciales del 2012.
En las primeras horas del operativo en Tijuana apareció un comunicado conjunto de Sedena y la Procuraduría General de la República con un texto que explica la flagrancia en las primeras detenciones y justifica el allanamiento a la casa del ex alcalde: “A consecuencia de lo anterior, el personal castrense se desplazó a la citada colonia, localizando el inmueble de referencia, detectando fuera del mismo a personas armadas, quienes se introdujeron al domicilio”.

PERSECUCIÓN POLÍTICA

Desde el primer momento apareció el fantasma de la persecución política; al cierre de la edición el caso Hank Rhon parecía una derrota al gobierno federal, aun cuando el implicado violó claramente la Ley de Armas y Explosivos, sin embargo, el resultado es de una incompetencia brutal que se construirá como un obstáculo a la reforma a la Ley de Seguridad Nacional.

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