viernes, julio 22, 2011

Alto precio para un respiro

Crisis del euro

Alto precio para un respiro

Todas las soluciones parecen buenas para salir de la crisis.

Todas las soluciones parecen buenas para salir de la crisis.

Al final, los países de la eurozona reunidos en una cumbre de urgencia en Bruselas, acordaron un nuevo paquete de rescate para Grecia. Sin embargo, el problema subyacente dista mucho de estar resuelto. Y mientras, la factura sigue aumentando, tal y como advierte Die Welt.

Muchos podrían ver con razón el vaso medio lleno: al parecer, los jefes de Estado de los 17 países de la eurozona han realizado un importante avance en su cumbre sobre la crisis en Bruselas. Según se cuenta, ahora los acreedores privados participarán en el rescate de Grecia, tal y como insistía Angela Merkel, que se impuso a la oposición del Gobierno francés y, en especial, a la del Banco Central Europeo.

Se trata de un éxito importante para la canciller. También parece que en Bruselas se ha avanzado en otros detalles muy significativos. A diferencia de lo que cabría esperar hace tan sólo unos días, la cumbre ha resultado ser una grata sorpresa. Pero en realidad el vaso está medio vacío. El objetivo de la cumbre era apaciguar el temor a que la crisis se extendería a cada vez más países. Si se ha logrado o no este objetivo es algo discutible.

Y persiste el problema fundamental de la crisis del euro, es decir, que Grecia ya no puede responder a su deuda pública con sus propios recursos. La anunciada reestructuración es demasiado limitada para restablecer la capacidad de pago de Grecia. El país seguirá dependiendo del goteo de fondos de sus socios europeos.

Las garantías de los bonos griegos a largo plazo que se acaban de emitir, unas garantías que tendrán el respaldo del fondo de rescate europeo, también tienen el carácter de una subvención permanente. Vista desde esta perspectiva, la reunión de Bruselas constituye un paso más hacia una unión de transferencias. Los tipos de interés que exigen los prestamistas para las adquisiciones de bonos del Estado alemanes subieron ayer rápidamente.

Europa no puede esperar otro año y medio

A cualquiera que proponga un golpe contundente y liberador para acabar con la crisis se le tacha de no ser realista. El argumento es que la política no puede simplificarse hasta ese nivel, al igual que otros problemas complejos como la reforma de los sistemas sociales y que sólo es viable un enfoque gradual.

Sin embargo, este argumento malinterpreta el carácter de la crisis del euro. Toda pausa para respirar que logre la política europea en este asunto tiene un alto precio. Porque mientras, los problemas crecen sin parar y a un ritmo desenfrenado.

Si se hubiera encontrado una solución radical al problema de Grecia en la primavera de 2010, como mínimo Portugal quizás no habría necesitado pedir auxilio. Sin embargo, el enfoque supuestamente pragmático de hacer sólo aquello que fuera absolutamente necesario ha hecho que la montaña de deudas de Grecia sea asombrosamente mayor de lo que era hace un año y ahora incluso un país como Italia se ha convertido en candidato a sufrir una crisis de la deuda.

La política poco sistemática de los pequeños pasos se ha estado probando durante un año y medio. Europa no se puede permitir seguir esperando otro año y medio.

Contrapunto

El ganador es el BCE

El Banco Central Europeo ha perdido una batalla, pero ha ganado la guerra, opina Handelsblatt. Los responsables políticos han elevado los recursos para salvar a Grecia y han fortalecido las competencias del mecanismo de rescate. La UE "ha intervenido ahora mucho más decidida para ayudar a Grecia. Es exactamente lo que siempre quiso el BCE, que en ocasiones se quedó solo a la hora de comprar obligaciones para luchas contra la crisis de un país tan endeudado".

A fin de cuentas, juzga Handelsblatt, "las políticas alivian al BCE. En adelante, éste podrá centrarse en la política monetaria dejando el lado financiero a los ministros de Finanzas. Para ello, el BCE puede permitirse una pequeña derrota".

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