El caso Strauss-Kahn visto desde la aldea de Tchakulé
Imagen de la joven Nafissatou Diallo. | Fuente: talkafrique.com
Desde los altos rascacielos neoyorquinos a las pequeñas chozas de Tchakulé, en Guinea. Del sensacionalismo televisivo al, casi, aislamiento mediático. En Tchakulé, la aldea natal de la que procede Nafissatou Diallo, llamada en el caso de DSK Ophelia, su familia mira hacia América con incertidumbre y sorpresa, según un artículo publicado este martes por 'Le Monde'.
En este pueblo, situado en el corazón del país, es donde vive la familia de la presunta víctima que acusó de agresión sexual al ex director Gerente del FMI. Su familia reside en una pequeña casita de ladrillo, una excepción en la zona, a la que no llega ni la electricidad ni el agua corriente.
Mamoudou Diallo, el único hermano que continúa en la casa familiar indica que "no saben nada de su hermana, nadie les dice nada". Tan sólo se enteran de alguna noticia. Eso les quema poco a poco por dentro y les hace "sufrir mucho".
En el corazón de la selva
De ser una pequeña localidad tranquila, Tchakulé pasó a ser de un día para otro un centro neurálgico de peregrinación periodística para conocer más detalles sobre la joven, como que tiene 32 años, es viuda y consiguió un visado para irse a Nueva York en 2002, tras pagar dos millones de francos guineanos (3.000 euros).
Imagen de la aldea. | Fuente: lemonde.fr
Sin embargo, las noticias sobre la acusación de la joven a Strauss-Kahn no sólo han repercutido en América y el Viejo Continente, también en Guinea se avivaron viejas brasas de conflictos étnicos. Las dos etnias predominantes en la zona, los poulés, a los que pertenece la joven, y los malinkes, tienen dos visiones enfrentadas del caso. Para los primeros, Nafissatou es una víctima, es un drama clasico de la inmigración. Para los segundos, la muchacha es una mentirosa.
Por lo tanto, en Guinea el caso DSK también está tomando tintes políticos. En una sociedad en la que los malinkés son mayoría y llevan a cabo una campaña anti-poulés, el caso de Nafissatou se ha convertido en la excusa perfecta para incentivar el ataque a la oposición poulé.
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