Revisan a la baja proyecciones para EE.UU.
PHIL IZZOLa principal razón por la cual las compañías de Estados Unidos son renuentes a contratar personal es la escasa demanda, más que la incertidumbre sobre las políticas gubernamentales, según la mayoría de economistas que participaron en una nueva encuesta de The Wall Street Journal.
"No hay demanda", dijo Paul Ashworth de Capital Economics. "Las empresas no tienen la suficiente confianza, y mientras más dure esto más difícil es convencerlas de que la tengan".
En la encuesta, realizada entre el 8 y el 13 de julio, se le consultó a 53 economistas —no todo los cuales contestan cada pregunta— la principal razón por la cual los empleadores no contratan más resueltamente. De los 51 que respondieron a la pregunta, 31 aludieron a la falta de demanda (65%) y 14 (27%) mencionaron la incertidumbre acerca de la política gubernamental. Los otros dijeron que contratar personal en el exterior era más atractivo.
Algunos ejecutivos coincidieron con el hallazgo central del sondeo. "Estamos contratando aquí y allí, pero no es lo que debería ser", reconoció Daniel Cunningham, presidente ejecutivo de Long-Stanton Manufacturing Co., de Hamilton, Ohio. "Y se debe a la falta de demanda". El fabricante de componentes de metal para el sector aeroespacial, médico y otras industrias, se ha recuperado de la recesión, "pero el volumen no está donde estaba, o donde debería estar", dijo Cunningham. Long-Stanton, que no cotiza en bolsa, tiene 75 empleados.
Cunningham dijo que parte de la vacilación obedece a la extrema volatilidad que ve: los negocios están bien un mes, y mal el siguiente. "En vez de años de vacas gordas, es como si hubiera un buen mes, o unos buenos tres meses", indica.
Uno de los economistas que creen que la incertidumbre política es el principal obstáculo a un alza del empleo, es Sean M. Snaith de la Universidad Central de La Florida. "La nube negra de la incertidumbre… sigue acechando al sector privado", manifestó.
En general, los economistas en la encuesta del Journal expresaron más pesimismo sobre las perspectivas de crecimiento económico y dos engranajes de importancia crucial de la recuperación inconstante y que aún no han comenzado a funcionar: el mercado de la vivienda y los empleos. El debate tiene ramificaciones políticas. Los republicanos y sus asesores económicos enfatizan los efectos nocivos de la incertidumbre sobre la actividad económica, mientras que los demócratas y sus asesores económicos sostienen que el problema es la debilidad de la demanda.
En general, los economistas se han vuelto más pesimistas sobre el segundo semestre y moderaron sus pronósticos anteriores. No obstante, aún esperan que la economía repunte en los meses venideros y tenga un mejor desempeño que en el primer semestre.
El Producto Interno Bruto creció a una tasa anualizada y desestacionalizada de apenas 1,9% en el primer trimestre. Los economistas esperan que la economía crezca el mismo 1,9% en el segundo trimestre, un dato que se conocerá este mes.
Asimismo, los economistas redujeron sus pronósticos de crecimiento para 2011 y 2012. La expansión prevista ahora sería insuficiente para mitigar la tasa de desempleo, que asciende a 9,2%.
Se prevé un crecimiento en torno al 3%, en promedio, para el segundo semestre y el próximo año, tras el impacto causado por las interrupciones en la cadena de suministro provocadas por el tsunami y el terremoto en Japón y el alza en los precios del crudo debido a las turbulencias en Medio Oriente y el Norte de África.
En otro plano, los economistas sondeados esperan que los precios de las viviendas caigan 2,4% en 2011 y pronostican que los inicios de obras residenciales repuntarán hasta 2012, aunque siguen en niveles históricamente deprimidos.
El desempleo comenzará a bajar lentamente, predijeron los economistas, pero el pronóstico promedio para diciembre de 2012 es de una tasa superior a 8%. Prevén que EE.UU. añada alrededor de 170.000 empleos por mes en los próximos 12 meses. En lo que va de este año la creación mensual promedio de empleos ha sido de 126.000, pero alcanzó hasta 179.000 antes de los dos últimos informes decepcionantes. La economía necesita al menos 100.000 nuevos empleos cada mes para acompañar el crecimiento demográfico.
A pesar de sus pronósticos de crecimiento moderado y un alto desempleo, los economistas no son partidarios de nuevas medidas de estímulo por parte de la Fed o del gobierno federal. 41 economistas dijeron que el banco central no debería emprender una nueva ronda de compra de bonos dirigida a reducir las tasas de interés, y 38 manifestaron que otra ronda de estímulo fiscal no debería ser parte de un paquete de reducción del déficit.
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