Se reduce 70% migración de Centroamérica hacia EU
Ernesto Rodríguez, director del Centro de Estudios Migratorios del Instituto Nacional de Migración, aseguró en entrevista con MILENIO, que está cifra se presenta durante el sexenio de Felipe Calderón.
Distrito Federal • En lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón, la migración de sur y centroamericanos que cruzan México hacía Estados Unidos se ha reducido en un 70 por ciento, informó el director del Centro de Estudios Migratorios del Instituto Nacional de Migración, Ernesto Rodríguez.
En entrevista con MILENIO, afirmó que esta disminución en el flujo de migrantes se debe principalmente a una serie de factores económicos y no a la violencia que se vive en el país, o los secuestros o hasta muertes que han vivido quienes buscan alcanzar el “sueño americano”.
El funcionario del INM detalló que del año 2000 al 2005 todavía se registró a la alza el paso “irregular” de migrantes por nuestro país, con 430 mil cruces, sin embargo, desde el 2006 a la fecha se han reportado entre 140 y 150 mil.
“Los flujos ha tendido a la baja a partir del año 2006 hasta la actualidad con una reducción aproximada del 70% por ciento, o sea una reducción drástica que no se había visto en los 10 años precedentes o 15 años precedentes”
Al enumerar las causas, Rodríguez Chávez da un amplio listado del porqué esta variación en el fenómeno migratorio, y deja al final -como olvidado- la situación de inseguridad y violencia que se vive en las rutas utilizadas por los centroamericanos.
“Hemos hechos algunos análisis preliminares del porqué, nosotros el análisis que estamos haciendo no se lo atribuimos a un solo factor, sino a una conjunción de factores que han coincidido en el tiempo y en el espacio, quiere decir; aquí hay un factor detonante que consideramos clave, que han sido los efectos de la desaceleración económica de Estados Unidos sobre todo en el sector de la construcción que emplea muchísimo centroamericano, y mexicanos irregulares
El titular del Centro de Estudios Migratorios del INM agrega que el incremento gradual del control migratorio en la frontera México-Estados Unidos, “donde las autoridades estadounidense han incrementado los recursos materiales, tecnológicos, humanos” está incidiendo en este fenómeno estadístico, sobre todo después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York.
“Le sumo, el incremento de la inseguridad en el cruce por México, es lo que todos conocemos que ha ocurrido en los últimos años, el incremento de los secuestros, el incrementos de las violaciones, la inseguridad en la zona norte del país donde hay muchas posibilidades de que sean objeto de violaciones por parte del crimen organizado, lo que implica que se convierta en un factor más de incremento de la vulnerabilidad”
-En esa ecuación que comenta, supongo que habrá rangos, ¿en qué rango estaría la seguridad del cruce, los secuestros y ataques por parte del crimen organizado, no sería el principal factor?
“No, no, definitivamente no, conociendo la historia de los flujos internacionales, siempre ha habido también una premisa, que por muchas fronteras les pongas a los migrantes en todas partes del mundo, la migración siempre encontrará un camino salir para salir, el asunto es cuan más y complicado es ese camino, yo creo que el factor fundamental sigue siendo el problema de trabajo en estados unidos, ese es nuestro análisis, no tenemos análisis detallado para decir este pesa un tanto por ciento”.
Ernesto Rodríguez reconoce que no tienen datos certeros de cuantos migrantes han sufrido ataques o secuestros por la condición de irregularidad de su estancia en México, además de que no hay una denuncia formal.
-Esta situación de los migrantes de falta de denuncia, ¿lo vuelve el blanco perfecto para las bandas del crimen organizado?
“Claro, si, exactamente. Esa es una cuestión que ocurre en todo el mundo y obviamente la vulnerabilidad del migrante es intrínseca, porque por su propio carácter irregular, va clandestino. Muchas veces ellos contactan con las bandas de traficantes, estos mismos los van a matar, los van a secuestrar, otras veces no”.
¿Faltaría protección del Estado?
“Mira, el estado ha desarrollado todo un sistema de protección de migrantes que data desde hace bastantes años, comenzó en frontera norte, que se han llamado los grupos Beta, que comenzaron la zona norte, y estos grupos se han extendido al sur, a la zona del Golfo, por Veracruz. El estado está en la obligación de proteger con todos los recursos que tenga en sus manos la vida y seguridad de estos migrantes”.
¿La corrupción no vuelve también a las instituciones como el INM y a la policía, un enemigo del migrante en muchas situaciones, siendo que los propios migrantes muchas veces denuncian ataques de agentes?
“Claramente, en cualquier país que haya participación de cualquier autoridad que participen en un acto de corrupción eso vienen contra de los derechos y de las oportunidades que puede tener el migrante irregular como el regular, la población, si hay un acto de corrupción claro que afecta la seguridad de los migrantes, puesto que va ene le sentido inverso, la autoridad está en la obligación de defender el derecho sea del nacional o del extranjero, irregular o regular, el compromiso de la autoridad es protegerla y claro si hay un elemento de corrupción afecta esa protección a la que debe estar sujeto el migrante”.
La muerte del cantor
La muerte de Facundo Cabral en Guatemala sacudió a todo el continente; mientras, en Centroamérica y en México las ejecuciones a manos de sicarios son una realidad cotidiana e impune.
Era un anciano. Estaba casi ciego. Había sobrevivido a un cáncer de páncreas y a la muerte en un accidente de avión de su primera esposa y su hija. Fue asesinado a tiros cuando iba camino al aeropuerto La Aurora, en Guatemala.
Rodolfo Enrique Facundo Cabral había nacido el 22 de mayo de 1937 en una calle, como decía él, de la ciudad de la Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires. Venido al mundo en un hogar destrozado por el abandono del jefe de familia, con una madre de otros siete hijos, la infancia de quien conociera la fama internacional como cantautor con el nombre acotado de Facundo Cabral fue propia de una escena del neorrealismo: casi miserable. Tal vez por eso, a sus 74 años, deambulaba todavía por el continente cantando sus coplas sin cargar con mucho más. Trabajar hasta el final, previendo un retiro anunciado, convencido de que “si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque fuera por negocio”.
Lo mataron los malos en un confuso atentado que el propio presidente de Guatemala, Álvaro Colom, describió como “una maniobra de la mafia, muy bien organizada”. Las investigaciones apuntan a que el verdadero destinatario de los proyectiles era Henry Fariña, el empresario que lo había contratado para dar conciertos en Guatemala y Nicaragua, este último el país a donde se dirigía el cantautor cuando encontró la muerte. Fariña, quien sobrevivió al atentado, es ahora el testigo clave para una justicia que ya tiene a varios detenidos, aunque el estado de gravedad en que se encuentra impide por ahora tomarle su declaración.
La vida fascinante de quien escribió aquello de “no soy de aquí, ni soy de allá” se truncó por un hecho tan fortuito y azaroso como tan imprevisible fue su larga existencia, condenada desde el principio a una lucha feroz por la supervivencia. Los apuntes más destacados de su biografía narran el hecho increíble de su niñez, cuando con apenas nueve años logró entrevistarse con Juan Domingo Perón y su esposa, Eva Duarte. Había escuchado Facundo que el entonces Presidente de Argentina ayudaba a los pobres y no dudó en escaparse de su casa para emprender una larga travesía a la Capital Federal. “Pedía trabajo y no limosna”, contó Cabral en un reportaje muchos años después. La súplica caló hondo en el corazón de la Primera Dama, y fue así como Facundo consiguió trabajo para su madre y una nueva casa para su numerosa familia.
LA PELÍCULA DE UNA VIDA
Alcoholismo a edad prematura, encierros en el reformatorio, un carácter violento que lo llevó a la cárcel a los 14 años, el encuentro con un cura jesuita que lo hizo estudiar y lo aficionó a la literatura: la vida de Facundo Cabral parece haber sido escrita por Edmundo de Amicis, cuando, en 1954, con apenas 17 primaveras encima, escribió su primera canción, “Vuele bajo”. “A mí me salvó la música; yo hubiera sido fácilmente un delincuente. Odié como nadie, pero me salvó la canción”, dijo en México el año pasado.
Cabral no tenía una vivienda fija, paraba en hoteles y nunca dejaba de girar —hay músicos así, que no pueden dejar de dar conciertos, como señaló el guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, en su autobiografía. El cantor, quien decía “no estás deprimido, estás distraído”, gozaba en sus últimos años de gran popularidad en Centroamérica, aunque su público en Argentina se había restringido un poco a raíz del discurso místico que cultivaba Cabral en sus espectáculos. Sin suscribirse a alguna religión en particular, hablando del Sermón de la Montaña y de la amistad personal que mantuvo con la Madre Teresa de Calcuta, en la vejez sus invocaciones al Creador eran la parte central de sus shows. Eso sí, no había perdido el humor filoso y menos esa verborragia encantadora que llamaba a silencio a los espectadores. “No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los 90”, decía. Él tenía 74, se vestía con pantalones de mezclilla, tapaba sus dañados ojos con unos coquetos anteojos rojos al estilo Lennon y mantenía la columna vertebral erguida, la cabeza fresca y atenta, el modo enérgico y solidario de dirigirse al prójimo.
“No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada”, decía el hombre que carecía de propiedades y que llegó a donar un millón de dólares a la Madre Teresa de Calcuta, a quien veneraba. La conoció cuando ella lo llamó a un programa de televisión en México en los años ochenta, donde le estaban haciendo una entrevista al cantautor. Pidió salir al aire, para sorpresa de todos, los productores, el conductor del show y el propio Facundo, quien cuando terminó su participación televisiva corrió a encontrarse con la monja, que estaba de visita en el Distrito Federal.
Años después, cuando la Madre Teresa supo de la tragedia personal que asolaba al cantautor, quien acababa de perder a su hija y a su esposa en un accidente aéreo, lo llamó por teléfono para preguntarle qué iba a hacer con todo ese amor que le sobraba. Y lo invitó a ir a Calcuta. “Cada vez que yo entraba a la casa de la Madre Teresa sentía que Dios recién había salido. Una señora, impresionada al verla bañar a un leproso, le dijo: ‘Yo no bañaría a un leproso ni por un millón de dólares’, a lo que Teresa contestó: ‘Yo tampoco, porque a un leproso sólo se lo puede bañar por amor’”, contó Cabral.
En su constante desapego, se alegraba por la piratería y porque la gente pudiera bajar música gratis de internet. “Ahora hay más gente que puede conocer mis canciones”, decía.
AMOR A LA MEXICANA
Facundo Cabral vivió en México durante los cruentos años de la dictadura argentina. Su exilio fue forzoso y residió en este país entre 1976 y 1983. Aquí desarrolló afectos entrañables, pero sobre todo se ganó la fidelidad de un público que reía con sus ocurrencias y que se sentía identificado con sus canciones. Fue amigo de José Alfredo Jiménez, quien lo bautizó “Fecundo Cabrón”. “Un día estaba en un programa con Jacobo Zabludovsky, y la segunda llamada que entró al aire fue la de él (José Alfredo). Dijo: ‘Jacobo, dile a ese señor que quiero ser su cuate’, y casi me desmayo, porque la gran mayoría de las canciones mexicanas que se conocen en el mundo son de José Alfredo”, contó Cabral en una conferencia de prensa llevada a cabo en León, Guanajuato, en 2010.
José Alfredo lo molestaba con la canción “No soy de aquí ni soy de allá”. “¿Por qué la hiciste tú? La tendría que haber compuesto yo”, le decía el guanajuatense, a lo que Cabral respondía: “Bueno, entonces yo tendría que haber escrito ‘El rey’”. Su llegada a México, con 17 dólares en el bolsillo, fue en 1972. No conocía a nadie y se paró en la puerta de Televisa. Fue Zabludovsky quien se paró a escucharlo e inmediatamente lo invitó a su noticiario. Al principio iba a cantar en un solo bloque y al final se quedó toda la emisión. Al día siguiente ya tenía contrato con una disquera y una carrera profesional en ciernes.
HOMBRE DE LETRAS
Facundo Cabral no era un intelectual ortodoxo, pero sabía de literatura y amaba los libros. Escribía con pasión, no sólo canciones, sino también poesía y los textos que narraba con voz clara y precisa en sus presentaciones. Dialogó con Krishnamurti, fue amigo de Juan Rulfo, de Julio Cortázar y de Jorge Luis Borges. A este último lo visitó en su departamento en Buenos Aires. “Señor Cabral, usted sabe más de mi vida que yo; abra esa cómoda y encontrará muchos manuscritos, lléveselos, se los regalo”, le dijo el gran escritor. “Cuando le pregunté a Borges por qué no había libros suyos en su biblioteca, me dijo: ‘Porque sigo teniendo el hábito de la buena lectura’. Cuando le pregunté qué le había parecido Arreola, que acababa de visitarlo, me dijo: ‘Es un verdadero caballero: me dejó dos o tres silencios’”, contaba Cabral ante el público.
En Ciudad Obregón conoció a Erich Fromm, el autor de El arte de amar. “Fue una luz. Iluminó un montón de rincones que no conocía. Fue como estar frente a un espejo mucho mejor que yo”, dijo Facundo.
Quería a Octavio Paz, a Julio Cortázar, a Nacha Guevara, a Walt Whitman, y le costó vivir cuando murió Borges. “Estaba tomando sopa con mi madre. Estábamos comiendo una sopa de sémola, y sale un gran amigo nuestro en la radio, un hombre importante de la radio argentina, que además estuvo bastante cerca también de Borges, y dijo: ‘Hoy odio mi oficio. ¿Por qué me tiene que tocar a mí decir que Borges murió en Ginebra?’, y mi madre no dejó de tomar la sopa y dijo: ‘¡Caramba! Ahora sí que vamos a ser pobres’. Esa fue una muerte terrible para mí, porque no se puede suplantar tanta inteligencia. Ahora habrá que esperar otro siglo y yo me lo pierdo”, contó en entrevista.
EL ADIÓS
Alguien podrá decir que la muerte trágica de Cabral sirvió para hacerlo un mártir. Hablar de que el horrendo asesinato convertirá a Facundo en un santo es una paradoja tentadora, pero a la que no deberíamos suscribirnos: un hombre murió víctima de la violencia ciega que ronda por las calles y esquinas de América Latina. Fue una coincidencia que ese hombre fuera famoso. Él, que no fue de aquí ni de allá, consiguió el título de Mensajero de la Paz de la Organización de las Naciones Unidas y el de Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires. En Argentina, su país natal, decretaron tres días de duelo por su muerte, y lo propio hizo Guatemala, donde lo asesinaron. “No hay muerte... hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados”, decía Facundo Cabral.
Primeras detenciones
Diego Álvarez, portavoz de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), informó el martes 12 de julio de la captura de dos presuntos responsables del asesinato del cantautor argentino Facundo Cabral. Los detenidos son Elgin Enrique Vargas Hernández, aprehendido en Altos Bárcenas 3, y Wilfrido Allan Toques, detenido en Villa Hermosa, San Miguel Petapa. Las acciones fueron resultado de la operación conjunta del Ministerio Público y la CICIG, y los sospechosos fueron trasladados a la Torre de Tribunales en la capital. El gobierno confirmó que el ataque no era contra el argentino sino contra el empresario nicaragüense Henry Fariña, dueño de varios centros nocturnos en Centroamérica, quien lo había contratado.
Mi proyecto es el de México, no el de Venezuela
Mi proyecto es el de México, no el de Venezuela
El general en retiro Ollanta Humala, presidente electo de Perú, dice que su proyecto de país no es el de Venezuela, sino el de Brasil y México, y asegura que se ha convertido a Hugo Chávez en un fantasma para asustar como se hizo en su momento con el comunismo.
El peruano considera que el golpe chavista contra Carlos Andrés Pérez, en febrero de 1992, fue “parecido, pero no igual” al suyo contra Alberto Fujimori, en 2000, por lo que fue procesado, castigado y amnistiado, pero exiliado y retirado de las fuerzas armadas.
En entrevista durante su visita a México para reunirse con el presidente Felipe Calderón, en ruta hacia La Habana, Humala afirma que lo llevaron a la presidencia de Perú las mayorías ignoradas por la desigualdad y el crecimiento macroeconómico.
El día 28 es el gran día. ¿Usted pensó que llegaría el día en que juraría el cargo de presidente de Perú?
Fíjese que siempre lo pensé. Pero ahora que ya soy electo, me cuesta trabajo asumir esta realidad. Muchas veces con el espejo discuto, como decimos en Perú, de esta nueva situación.
¿Por qué cambia todo, presidente?
En principio ya no eres una persona privada, ya no tienes la libertad de salir con tu familia a un parque, al cine, a comer a un restaurante. Ya no puedo hacer eso. En segundo lugar, porque las relaciones con el entorno, amistades y familia cambian, ya uno tiene que dedicarse a temas de carácter nacional... Y también está la enorme responsabilidad de cumplir lo que uno ha ofrecido.
En el tema familiar, ¿un presidente debe tener familiares? Me refiero a familiares que luego son, como hemos visto aquí en México, incómodos y, a veces, incomodísimos.
Un presidente no puede escapar a la familia... Lo que tiene que hacer la familia es ocupar un espacio que no necesariamente es el de la política. Lo digo con conocimiento de causa, porque hace poco tuve un problema con un familiar.
¿Fue un hermano, no?
No era un tema de corrupción, no era un tema de intereses por debajo de la mesa, pero era un tema del cual se tomó atribuciones que no le correspondían. Ya felizmente pasó este problema, pero ahora es mejor haberlo pasado antes de haber juramentado.
Usted en un época de su vida fue castigado, como castigan los gobiernos, las políticas o la política. Lo nombraron agregado militar en Francia, luego en Corea... ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué lo mandan a Seúl?
He estado 25 años en el ejército peruano, luchando con honor en todas las zonas de emergencia, y en el conflicto que tuvimos con el hermano Ecuador en el año 95, en la Cordillera del Cóndor. En mi primer año de teniente, coronel o comandante, asumo la jefatura de una unidad militar, el año 2000. Ese año se produce una crisis en la cual Alberto Fujimori pretende gobernar 15 años, y en el pueblo se produce una convulsión social en la cual yo tengo que asumir una posición y a un levantamiento militar contra el régimen.
“Cuando sale Fujimori huye del país, renuncia por fax desde Japón, el Congreso nombra presidente y yo lo respeto, depongo las armas, reconociendo la autoridad del nuevo presidente y me presento ante la justicia militar para asumir mi responsabilidad. Me ponen preso en un penal militar, el fiscal pidió 25 años de prisión para mí, y el Congreso, a través de la Ley de Amnistía, me devolvió la libertad y me envió al ejército nuevamente...
“Además de que yo había hecho un levantamiento militar, y en ese levantamiento tuve que llevarme a un general prisionero, porque el ejército se estaba convirtiendo en el partido político del régimen de turno, y eso es contrario a la Constitución; entonces yo hice un levantamiento para defender el orden constitucional. Los generales se sentían incómodos conmigo y deciden enviarme fuera del país, estuve de agregado en Francia y en Corea del Sur.
“Es ahí donde me invitan al retiro y entro a la política. Postulé a la presidencia en el año 2006, pasé a la segunda vuelta y perdimos por un poco más de dos puntos... Y hemos pasado cinco años construyendo el partido, viajando por el país, y hoy día el pueblo peruano nos ha dado la confianza de ser el nuevo presidente del país.”
Los números con crecimiento de Perú son asombrosos mundialmente, más si se comparan ahora con los que tienen las potencias europeas. ¿Qué es lo que pasa? ¿Las buenas cuentas de la macroeconomía no bajaron al bolsillo de los peruanos, y con el voto a su favor castigaron este sistema?
Así es. Si usted le pregunta a una persona de a pie, un taxista en la calle, qué le parece el crecimiento peruano, y que el Perú tenga certificación triple AAA, el taxista le dice: “qué me importa eso”, disculpe la palabra. “Yo vivo el día a día, si no hago una carrera, no comen en mi casa”. ¿Qué significa eso? Significa que definitivamente la macroeconomía no se conecta con la microeconomía y con la economía familiar. Y esa desconexión genera un descontento en el pueblo, que puedo observar porque tenemos internet, miras la televisión, vas a barrios residenciales, ves autos de lujo, cosas del primer mundo. La gente incluso se viste de otra manera, habla de otra manera. En tu propia patria hay como dos Perú o tres. Eso genera desigualdad, y la desigualdad a uno lo puede llevar inclusive a, como se ha visto en la década de los 80, con Sendero Luminoso, a declararle la guerra al Estado.
Sus opositores, sobre todo en la primera campaña, en la de 2006, señalaban: “¡No,no,no! ¡Este candidato es como Hugo Chávez!” ¿Se acuerda? Y lo padeció. ¿Cuáles serían las diferencias con él?
Creo que el problema está en ideologizar las cosas, ¿dónde está la izquierda o la derecha, por ejemplo, en una toma de carreteras, porque la gente ha reclamado que el precio del algodón se ha ido al piso por acciones del gobierno? ¿Dónde está la izquierda o la derecha en defensa del agua, o de la Amazonia, frente a actividades que contaminan el medio ambiente? Latinoamérica vivió hasta el siglo XX la lucha de las ideologías, en las cuales nos hemos desangrado. En Perú hemos tenido hordas terroristas y en todos los países latinoamericanos se han vivido guerras internas por la guerra fría y el fin de la guerra fría.
“Ahora nuestro verdadero enemigo es la desnutrición, que puede estar en cualquier niño. Las drogas. Yo como padre, tengo tres hijos, no puedo estar tranquilo mientras haya droga en las calles. La inseguridad, la pobreza, el analfabetismo, esos son los verdaderos adversarios que tenemos. No puedo juzgar a un presidente en cómo actúa en su política, esa es otra realidad distinta. Lo que han querido hacer en la campaña es tratar de sembrar miedo. Antes era el comunismo, pero como ya no hay como ideología que compita en una guerra fría contra Estados Unidos, ahora han querido crear un fantasma, y dicen que Chávez se mete por acá. Chávez está resolviendo sus problemas en Venezuela y déjenlo ahí.
“En el Perú nosotros vamos a hacer nuestro propio camino, y nuestro propio camino es mirar las experiencias de Brasil, de México... Ahora he estado reunido con el presidente Felipe Calderón y hemos conversado de temas de carácter económico, comercial, cultural. Entonces, yo no juzgo los temas internos de cada país, yo los respeto, y respeto a Chávez, como respeto a Dilma Rousseff, a todos los presidentes elegidos democráticamente.”
El narcotráfico está como nunca en la región...
Es grave. Antes nosotros no teníamos el problema del consumo. Mafias extranjeras acopiaban la hoja de coca que los campesinos pobres reducían a droga y la exportaban, pero Perú no consumía. Hoy tenemos el problema del consumo y están ingresando mafias o cárteles del crimen organizado de otros países y se están agarrando a balazos en las calles de Lima, y eso no vamos a permitirlo.
“He hablado con el presidente Felipe Calderón y me ha contado la experiencia que están viviendo y creo que estamos a tiempo de tomar acciones fuertes para poner alto a esta situación, restablecer la paz en el país y combatir al narcotráfico. Pero es un tema que requiere una óptica regional, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea.”
Morir en el corredor del table
Sabino Gordo: Morir en el corredor del table
Rechinidos de llantas y el estruendo de los R-15 y los cuernos de chivo llenaron de terror y sangre, una vez más, a la ciudad regia. El saldo: más de 20 víctimas, en su mayoría empleados de un bar.
MONTERREY, NL.- La escena del crimen no dice nada en sí misma. Para un transeúnte sin información de lo sucedido el viernes ocho de julio por la noche en el Sabino Gordo —bar ubicado en el primer cuadro de la ciudad—, el desorden remitiría sólo a un pleito de borrachos.
Sobre la banqueta de la esquina de Villagrán y Arteaga hay una escoba rota; sobre el mango de la escoba un delantal de mesero con manchas de sangre; más sangre en la banqueta, y un carro de hot dogs abandonado. Quien lo atendía cayó abatido por el fuego con el grito de “¡Ya se los cargó la chingada!”. Fue el primero, luego un taxista que lo acompañaba y que al parecer no tenía vela en ese entierro.
Una manta avisa de las novedades musicales del mes. Una pantalla fosforescente sobre la pared rojo chillante sigue anunciando, como si nada hubiera pasado, la oferta musical de la noche. Todos los miércoles: Los Kumbiamberos de Panamá. Mañana: Carlos y José. Un cartel de septiembre de otro año, decolorado por el sol, invita a celebrar El Grito de Independencia al compás del Grupo Con Todo, La Morocha y Candela de Cuba. El fotomontaje no puede ser más regionacionalista: la bandera de México frente al Cerro de la Silla y grupos de música norteña.
Hay una señal de tránsito sobre un poste: “Sitio Águila Real”. Al pie del tubo que lo sostiene, junto a un teléfono de monedas, el cuerpo, boca abajo y ya sin aliento desde hace un par de horas, del vendedor de hot dogs. Dos policías observan la escena. El cuerpo del taxista ya ha sido levantado por peritos. Hay camionetas granaderas de las policías estatal y municipal, soldados, ministeriales, personal de la Cruz Roja, del Servicio Médico Forense y de Protección Civil vestidos de blanco, que colocan los cadáveres en camillas y los depositan en camionetas; hay reporteros, curiosos, trabajadores de otros antros, grupos de bailarinas y masajistas, músicos, automovilistas y peatones atrapados en la zona asegurada.
La “hora pico” en el Sabino Gordo es entre las 12 de la noche y las dos de la mañana, cuando el movimiento de parroquianos, bailarinas, mirones, meseros, músicos y vendedores ambulantes está a todo lo que da. En este barrio, frecuentado por trabajadores de la construcción, contratistas, obreros, soldados en su día libre, traileros, jornaleros de los alrededores y pequeños grupos de estudiantes, la noche siempre suele juntarse con el día.
Adentro, en la parte superior de la barra principal, está una libreta de espiral con la inscripción “Forzarrón” 2000, la palabra “entradas” y los nombres y horarios de llegada del personal femenino: 1. Lucero, 6:16; un nombre tachado. 2. Esmeralda, 8:00; 3. Yésica Yudit, 10:10; 4. Alma, 2:47 pm; 5. Estrella, 6:40 pm; 6. Martha, 8:20 pm; 7. Lupita, 8:50 pm; 8. Paty Mendoza, 9:10 pm; 9. Nelda, 9:40 pm; 10. Lourdes, 9: pm. 12, Jesica Cavazos, 20:25.
No se necesita ser un gran observador para darse cuenta de que los agujeros de bala en las paredes son idénticos a los que —como una instalación macabra, un holograma fatal sobre la caverna a la que hemos retrocedido— aún permanecen afuera del Café Iguana del Barrio Antiguo de Monterrey, en donde el 21 de mayo pasado un comando armado disparó a cuatro personas, entre ellos dos guardias del local, y luego procedió a rescatar los cuerpos de tres de ellos, pese a la presencia de la policía regia. Pero ésa es otra canción; lo del Sabino Gordo es distinto, aunque lleve la misma marca de sangre.
Pasadas las 10 de la noche arriba el Ejército, luego la policía estatal, los medios. Se cierra la circulación varias cuadras a la redonda. Adentro, en la parte central del salón de baile, yacen cuerpos sin vida. Otros quedaron bajo las mesas o en los pasillos, como el de una mujer de blusa azul a rayas y pantalón negro, arrojada de bruces, al fondo, cerca de los baños y el extinguidor. Las sillas están en desorden y la pista de baile cubierta de sangre.
RELACIÓN DE LOS HECHOS
Al dueño del Sabino Gordo —y de por lo menos cinco antros más de la zona, entre ellos el Bacará y el Internacional— ya lo tenían sentenciado. Lo habían amenazado días antes. Dos versiones se encuentran. Una: era necesario que los narcomenudistas del lugar, que operaban con la anuencia del dueño, dejaran de trabajar para “los de la letra” (Los Zetas); dos: le exigieron una cantidad elevada como financiamiento a un grupo de pistoleros. En cualquier caso, es obvio que la respuesta fue negativa.
A las 9:50 de la noche del viernes, entre ocho y 10 pistoleros, a bordo de dos camionetas que frenaron bruscamente frente al local, iniciaron la balacera. Llegaron como en las películas, con las armas listas para disparar. Tres de ellos descendieron de los vehículos y entraron al bar. Entre la gritería, el corredero, el caos y el llanto de las mujeres, se registraron algunas voces: “¡Todos al piso!” y “¡Ahora sí se los cargó la chingada, cabrones!”. Sacaron a los clientes, a los músicos y a las damas de compañía, y acomodaron en una fila a los empleados: meseros, meseras, cantineros, porteros, vigilantes. Les ordenaron que se arrodillaran y, sin más, les dispararon. Un fusilamiento masivo pero selecto. Los empleados que intentaron huir fueron acribillados a mansalva, y por lo menos un pistolero se introdujo al fondo del establecimiento, a las oficinas de la empresa y a los sanitarios, en busca de víctimas.
Tiempo transcurrido: cinco minutos. Evidencias: más de 100 casquillos, unas 20 bolsas con residuos de cocaína, tres grapas, botellas rotas y mucha sangre fresca.
La versión oficial dice que adentro había 17 cuerpos, más uno afuera, y que tres personas fallecieron en el hospital, para un total de 21 asesinados. Otros testimonios señalan que las víctimas fueron 27 en total, aunque podrían ser 30. En éste, como en muchos otros casos en el país, porque parece mentira, la verdad nunca se sabe.
LAS VOCES DEL MIEDO
Acomodador de autos:
“Venían con las armas de fuera, ya listos para disparar, y se arrancaron”.
“En marcha empezaron la tronadera. Parecía que se venía cayendo el cielo de los plomazos que soltaban. Nomás se oyó ‘zas, zas, zas’”.
“Se oía gachísimo, bien recio, los pinches madrazos. Retumbaban. Quién sabe cuántos pobrecitos caerían”.
Empleado de table vecino:
“El Sabino siempre está hasta la madre. Va mucha raza y siempre hay banda afuera, vendedores, mujeres, los de seguridad, taxistas, halcones también, o eso dicen”.
“No’mbre, compa: nosotros nos encerramos en la oficina y nos dio un friego de miedo, porque se oía como si estuvieran aventando bombas o granadas”.
“Unos tronidotes que en mi vida había oído, parecía bombardeo”.
Cantinero vecino:
“Nomás vieron que se calmó y las muchachas salieron disparadas”.
“Iba llorando una de ellas, ya ve cómo son las mujeres. Aunque no, ésta sí estuvo bien pesada, todos estábamos asustados y arrinconados hasta el fondo (del negocio)”.
Taquero callejero:
“Yo tenía aquí mucha gente, pero todos soltaron el taco y corrieron. Yo me eché ahí, debajo de un carro”.
Un cartel mostrado por un ciudadano afuera del bar, un día después de la masacre:
“Yo era malo, pero Dios me salvó”.
Fuente policiaca:
“Están desesperados por dinero, la llegada de otros grupos que se hacen cargo de la plaza originó que acudieran a ese lugar en un intento por recuperar el control. Como no se los permitieron, aplicaron la venganza con su estilo particular, ráfagas sin control, sin gente preparada… es cierto, muchos de los empleados estaban metidos en eso, inclusive se investiga por qué el vendedor de hot dogs fue señalado también como vendedor de droga”.
“Se trató de algo muy aparatoso, la muerte de 20 personas sin duda provoca que la ciudad se caliente, pero fue un ataque totalmente indiscriminado, sin buscar un objetivo personal, más bien fue un mensaje de fuerza. El riesgo es que el otro grupo pudiera desatar una cacería de estos maleantes con más fuerza y generar más actos de violencia”.
LAVÁNDOSE LAS MANOS
Es probable que el gobierno de Nuevo León siga apostando a que las bandas de la delincuencia organizada se exterminen entre sí. El vocero de seguridad en la entidad, Jorge Domene Zambrano, insiste en señalar, como si eso arreglara todo, que la mayoría de las víctimas eran empleadas del bar, y luego reitera literalmente:
“La causa específica no la tenemos hasta estos momentos, hay unas líneas muy claras de investigación, dado como se dan los hechos, en donde sabemos que en dos vehículos llegan gentes armadas, incursionan al bar, hacen una serie de disparos en donde, como sabemos, en resumen hasta estos momentos es de 20 personas fallecidas, 16 en el lugar y cuatro posteriormente en el hospital, y hasta ahorita las líneas más probables es de un ataque en contra de una banda rival dado que este lugar se identificaba como un punto de venta que aparentemente es controlado por una de las bandas”, según registró MILENIO Diario de Monterrey.
Días después el funcionario advirtió: “La ciudadanía ya conoce cuáles son los lugares a los que puede o no asistir sin el riesgo de ser atacada”.
EL DESLINDE
A dos días del crimen que hizo historia negra en Monterrey vinieron las narcomantas. Los Zetas se deslindaban de los asesinatos. Los mensajes aparecieron en Zacatecas, Durango, Tamaulipas, Sonora, Querétaro, San Luis Potosí, Ciudad Juárez y Monterrey. Un narcomensaje amaneció afuera del Sabino Gordo la mañana del 11 de julio. Decía así:
“GRUPO ZETA SE DESLINDA DE LOS ATENTADOS A LA POBLACION CIVIL QUE OCURRIERON EN LA FECHA 9 (sic) DE JULIO EN MONTERREY, NUEVO LEÓN, ASI MISMO RESPONSABILIZA AL CARTEL DEL GOLFO DE ESOS ATENTADOS, SON MUESTRAS DE DESESPERACION AL VER QUE NO PUEDEN PELEAR CON EL GRUPO NUESTRO Y PARA CALENTAR LAS PLAZAS Y DESVIAR LA ATENCION DE LOS OPERATIVOS DE REYNOSA, MATAMOROS, Y DIAZ ORDAZ, QUE ES LO UNICO QUE TIENEN QUE MATAR GENTE CIVIL QUE NADA TIENE QUE VER CON LA DELINCUENCIA ORGANIZADA, CON EL UNICO FIN DE CALENTAR LA PLAZA. SE RESPONZABILIZA A SAMUEL FLORES BORREGO ALIAS M3, JUAN REYES R1, GAEL LARA DE ARMADILLA, CHAVA GOMEZ ALIAS EL 88 O EL DIENTES DE CABRA, Y LOS INVITAMOS A PELEAR DE FRENTE Y NO ANDARSE METIENDO CON LA POBLACIÓN CIVIL Y REITERAMOS NO VAMOS A CAER EN SU JUEGO Y DE QUE NOSOTROS MANDEMOS A LA GENTE QUE TENEMOS EN REYNOSA Y MATAMOROS QUE HAGAN LA MISMA PENDEJADA QUE HICIERON USTEDES DE ANDAR INCENDIANDO CARROS BOMBA Y ANDAR MATANDO INDISCRIMINADAMENTE GENTE INOCENTE. ATTE. GRUPO Z”.
Tal parece que para las autoridades de Nuevo León la muerte en un centro de diversión no significa nada. Cuando el pasado 15 de junio fueron levantados y ejecutados dos escoltas del gobernador, el caso se resolvió en dos días. Para las seis de la tarde del martes 12 de julio ninguna autoridad policiaca vigila ya el bar. Un pregonero de la palabra de Dios muestra un cartel a los transeúntes: “Dios castigará a los culpables”. Tres mujeres en diminutas prendas, afuera de una sala de masaje, le hacen señas al hombre para que pase al establecimiento. En la entrada hay una docena de veladoras cuya llama ha languidecido. La cera escurrió por las banquetas mezclada con la sangre formando una textura viscosa, tétrica. Los agujeros de las balas sobre las paredes siguen ahí, como la tinta indeleble de la vergüenza y la impunidad, del deseo de venganza y el miedo.
¿Es Japón hoy, otro país? ¡Debe serlo! Su selección ganó el Mundial Femenil
Usar el deporte para prestigiar a gobiernos y políticos mediocres, es una tontería.
Ángel VerdugoHace tres días, Japón derrotó a Estados Unidos y se coronó Campeón Mundial en futbol femenil. Por primera vez gana un campeonato mundial por lo que su triunfo es doblemente meritorio al haber vencido a quien ya ha sido ganador en ese torneo.
Si nos atuviéremos a lo que se conoce ya como el “Índice Calderoniano” —que mide la correlación entre triunfos deportivos y cambio instantáneo del país de origen del equipo ganador—, debería afirmar —sin la menor duda— que Japón es hoy, en virtud del triunfo aquél, otro país.
Sin embargo, no he caído en tales niveles de subjetividad y voluntarismo por lo que todavía busco cierta objetividad en cuanto a la valoración de triunfos como aquél para no caer en afirmaciones ridículas.
En consecuencia, afirmo —al margen de lo que el inventor de aquel índice pudiere opinar—, que Japón sigue siendo hoy el país que era la semana pasada y sus problemas —de diversa índole y casi todos de una complejidad preocupante—, ahí siguen y seguirán —no importa el tiempo que tarden sus deportistas en alcanzar triunfos importantes— una buena cantidad de años o si lo prefiere, varias generaciones.
Durante muchos años vimos cómo algunos gobiernos intentaron —en una versión primitiva del Índice Calderoniano— correlacionar el modo de producción con los éxitos deportivos. La Unión Soviética —hoy arrumbada en el cuarto de los trebejos— presumía y presentaba sus decenas de medallas olímpicas y las demás obtenidas en otras justas deportivas, como muestra clara e irrefutable de la superioridad del socialismo.
Varios países y sus camarillas dirigentes, presumían al igual que los soviéticos. La República Democrática Alemana, los demás países que conformaban Europa Oriental y Cuba, no se cansaban de presumir la superioridad del socialismo porque, afirmaban con un orgullo que rayaba en la insania, que el socialismo era, como diría alguno, “la neta del planeta”.
Pronto, la Señora Realidad, harta de tanta babosada demagógica vino a poner orden y lo primero que produjo, fue la desintegración de la URSS; los países satélites excepto Cuba, ante la debacle del modelo dada su absoluta inviabilidad —demostrada por Hayek años atrás—, debieron dejar el modelo socialista. A regañadientes aceptaron que la economía de mercado era la única salida viable al desastre en el que se encontraban.
Con la debacle llegó la economía de mercado y su compañera inseparable: la democracia. El socialismo y la dictadura del proletariado debieron hacer maletas y dirigirse a otras tierras para encontrar nuevas víctimas las cuales, prestas a vivir las penurias y tonterías económicas de los años treinta del siglo XX, dijeron: ¡Aquí estamos! Venezuela, Nicaragua y Bolivia y dos o tres más, se embarcaron así en una aventura que en el mejor de los casos llevará a sus pueblos a los niveles de vida sufridos durante los primeros decenios del siglo pasado. Con la utopía socialista hecha pedazos, cayeron también las medallas y pronto fue descubierta la estructura que mediante el dopaje, en varios países producía atletas del futuro: “los atletas del socialismo”.
La realidad demostró, una vez más, que correlacionar triunfos deportivos y avance de países y pueblos, es todo menos una propuesta cuerda. Además, usar el deporte para prestigiar a gobiernos y políticos mediocres, es una tontería.
¿Ve usted por qué afirmo que Japón y México son, después de los triunfos recientes, los mismos que ayer?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario