Entra en vigor el nuevo tratado de libre comercio entre México y Colombia
Según cálculos de las autoridades mexicanas, el acuerdo con Colombia permitirá generar en cinco años 60.000 nuevos empleos y que las exportaciones de México alcancen los US$9.000 millones.
En el nuevo TLC quedaron excluidos el café, plátano, azúcar, tabaco y cacao, productos de los que los colombianos exportan al mundo US$2.825 millones, pero que son sensibles para México.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien inició una visita de Estado a México, anunció la entrada en vigor del nuevo tratado de libre comercio (TLC) entre ambas naciones y destacó las "enormes" oportunidades que ofrece su país para los empresarios mexicanos.
Santos, que arribó la noche del sábado a México y este domingo visitó la ciudad arqueológica de Chichen Itzá en compañía del mandatario Felipe Calderón, celebró la renegociación del TLC durante un desayuno empresarial ofrecido por la embajada de Colombia en este país y Proexport, la oficina colombiana de promoción exterior.
El gobernante colombiano recordó que el TLC con México fue uno de los primeros acuerdos que firmó su país en "su área comercial", un instrumento suscrito en 1996 que originalmente incluía también a Venezuela, que se retiró de esa alianza en 2006.
Desde su entrada en vigor, las exportaciones mexicanas a Colombia se multiplicaron por doce, al pasar de 306 a US$3.757 millones, un crecimiento de 1.100%.
Por su parte, las importaciones se multiplicaron 6,5 veces, al pasar de 121 a US$795 millones, 550% superiores.
El nuevo tratado "tiene un significado importante porque eso es lo que nos va a regir el marco legal para seguir avanzando en fortalecer nuestras relaciones comerciales", indicó Santos.
Colombia busca ofrecer a los inversionistas "un país con reglas claras", dijo a los representantes de 20 grupos empresariales mexicanos que asistieron al desayuno.
A juicio de Santos, que viaja acompañado de sus ministros de Exteriores, Interior y Justicia, Comunicaciones, Industria y Comercio, Cultura, y del director de la Policía Nacional, su país tiene "un posicionamiento" en el escenario mundial "privilegiado" y ofrece "oportunidades enormes" a los empresarios.
En este sentido, señaló que la profundización de la integración comercial entre México y Colombia debe ser liderada por los empresarios de ambas naciones.
En el nuevo TLC quedaron excluidos el café, plátano, azúcar, tabaco y cacao, productos de los que los colombianos exportan al mundo US$2.825 millones, pero que son sensibles para México.
Según cálculos de las autoridades mexicanas, el acuerdo con Colombia permitirá generar en cinco años 60.000 nuevos empleos y que las exportaciones de México alcancen los US$9.000 millones.
Gracias al convenio, México podrá profundizar sus exportaciones de tráilers, remolques, poliestireno expandible, bebidas no alcohólicas, garbanzos, jugo de naranja, trigo duro, preparaciones de pavo, tomates, entre otros.
En tanto, Colombia podrá comerciar sus galletas, chicles y ácido cítrico, citrato de sodio y calcio, aceite de palma, chicharrones para hornos de microondas y cigarrillos, principalmente.
También fue aprobado el acceso limitado de lácteos y carne de bovino colombiana, lo que ha sido criticado por los ganaderos mexicanos, que señalan que en Colombia existe la fiebre aftosa.
Después, Santos depositó una ofrenda floral ante el Monumento a los Niños Héroes de México, y al mediodía acudió a la ceremonia de bienvenida que le ofreció Calderón en la residencia oficial de Los Pinos.
En esa recepción, Calderón destacó el "alto entendimiento político" entre los Gobiernos de ambos países y manifestó que durante la visita las dos naciones van a "fortalecer" sus lazos y "emprender nuevos proyectos".
BID: América Latina crece a dos velocidades, con Brasil y México como referentes
Brasil, Latinoamérica, México
Brasil y México como referentes
Brasil, exportador de materias primas y orientado hacia los países emergentes, y México, dependiente de los países industrializados, son los dos modelos actuales de crecimiento regional.
Las perspectivas de crecimiento 2011 para ambos grupos son diferentes, según el documento: 4,4% en el caso de Brasil y sus seguidores, 2,7% para México y los suyos.
El sólido crecimiento económico en América Latina esconde dos velocidades al interior de la región y posturas diferentes frente a fenómenos como la entrada masiva de capitales. Así lo destacaron ayer expertos reunidos en la asamblea anual del BID.
Brasil, exportador de materias primas y orientado hacia los países emergentes, y México, dependiente de los países industrializados, son los dos modelos actuales de crecimiento regional, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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Fondo Monetario Internacional (FMI)
Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
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“El grupo liderado por Brasil está muy bien situado en un mundo en el que las economías emergentes son el motor de crecimiento”, señala el informe del banco. “Los precios de las materias primas son altos, y los flujos de capital están entrando hacia este grupo para aprovechar las mejores oportunidades y perspectivas más brillantes”, añade.
Según el texto, “la otra cara de la moneda la representa el grupo liderado por México, cuyos miembros comparten lazos comerciales mucho más fuertes, tanto en bienes como servicios, con países industriales”.
Los expertos del BID colocan en el grupo brasileño a Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, así como a Trinidad y Tobago. En el mexicano se hallan todos los países centroamericanos y los caribeños, con excepción de Haití.
Las perspectivas de crecimiento 2011 para ambos grupos son diferentes, según el documento: 4,4% en el caso de Brasil y sus seguidores, 2,7% para México y los suyos.
Esa división regional es un reflejo de lo que está aconteciendo internacionalmente: antes de la crisis del 2008, los países emergentes representaban 50% de la demanda mundial, actualmente equivalen al 75%.
India, Rusia y China representaban 9% de las exportaciones brasileñas el 2006, mientras que el 2009 llegaron a 17%. Para México, las ventas a esos países sólo significaban 3% el 2009.
Las proyecciones favorables para Brasil no están exentas de problemas: la masiva entrada de capitales que sufre América Latina está impactando duramente en el real brasileño.
El BID calcula que el 2010 un total de US$266.000 millones llegaron a América Latina, de los que 55% fueron flujos financieros, no de inversión directa.
Brasil o Argentina aplican controles e impuestos a la entrada de esos capitales especulativos, algo que México no ve oportuno. Colombia, parte del primer grupo, tampoco lo hace.
“Más que hablar de lo que es aceptable, nos gusta pensar en términos de lo que es eficiente y lo que no es eficiente”, dijo acerca de los flujos de capital el director para América Latina del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre.
"Los republicanos huelen sangre en carrera presidencial"
Análisis & Opinión
Marcelo Ostria Trigo
Abogado boliviano, fue Encargado de Negocios en Hungría (1971-1973), Embajador en Uruguay (1976-1977), Venezuela (1978), Israel (1990-1993) y Representante Permanente ante la OEA (1999-2002). Se desempeñó como Secretario General de la Presidencia de la República (1997-1999) y como Asesor de Política Exterior del Presidente de la República (2005). En el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otras funciones, fue Director de Asuntos de América Latina, Director General de Política Exterior y Viceministro de Relaciones Exteriores. Es columnista de los diarios El Deber de Santa Cruz (Bolivia), El Nacional (Tarija, Bolivia) y de Informe (Uruguay). Ha publicado los libros “Las negociaciones con Chile de 1975” (Editorial Atenea, 1986), “Temas de la mediterraneidad” (Editorial Fundemos), 2004) y “Baladas mínimas” (Editorial El País, 2010).
Bajo este título, los periodistas Chris Cillizza y Aaron Blake, en una columna publicada en The Washington Post (10.08.2011), comentan ciertos datos relacionados con las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Hay una tradición norteamericana: buscar la reelección presidencial por una vez. Lo intentaron varios presidentes con diferentes resultados; lograron ser reelectos los presidentes Ronald Reagan, William Clinton y George W. Bush, mientras otros, como Jimmy Carter y George Bush (padre) fracasaron en el intento. Ahora, nadie duda de que el presidente Barack Obama vaya a buscar un segundo período.
En este tiempo -señalan los comentaristas- el presidente Obama ha capeado una serie de golpes económicos que lo habrían debilitado ya que, según datos de The Washington Post y del Pew Research Center, entre el porcentaje de respaldo al mandatario y al precandidato republicano Mitt Rommey, habría ahora un empate técnico.
En el partido gobernante también hay efervescencia: “los demócratas se han quejado fuertemente porque Obama ha regalado demasiado en los compromisos con los republicanos sobre las reducciones de impuestos de Bush, el presupuesto federal y el techo de la deuda”, aunque -advierten los autores de la nota- esto no ha erosionado la base partidaria que respalda al presidente. En efecto: sólo el “32% de los demócratas dice que les gustaría un desafió interno a Obama, un cambio estadísticamente insignificante desde el otoño pasado”.
En cuanto a América Latina, es poco probable que haya cambios significativos en un posible segundo período del presidente Obama. Ciertamente el interés norteamericano por la región, ha decaído desde la gestión de George W. Bush. Los intentos de recuperar presencia y mejorar las relaciones -especialmente con los países de la ALBA liderados por Venezuela- no han prosperado.
Se afirma que los datos reflejan un creciente sentimiento entre los republicanos de que si se nomina (como candidato) a alguien que pueda mantener el foco en Obama, se podría batir al presidente en las elección venideras. Este crecimiento muestra un cambio en la anterior percepción pesimista de los estrategas republicanos de hace nueve meses. Se piensa ahora que los republicanos podrían ganar la carrera presidencial.
Por otro lado -se dice-, pese a las protestas del ala radical demócrata por el reciente acuerdo sobre el techo del endeudamiento norteamericano, no se piensa en un contendor de Obama en su propio partido, puesto que, si hubiera esa posibilidad, ya habría aparecido un candidato serio a tomar en cuenta. Esto sugiere -como afirman Cillizza y Blake- que “Obama no es realmente vulnerable a un reto principal de su izquierda”, es decir que en la izquierda demócrata no hay ninguna corriente que lo desafíe en una primaria en el año 2012.
Tampoco en el Congreso hay la percepción de que haya una tendencia definida. A pesar de que él tiene en las encuestas un bajo índice de aprobación, los electores en diversos estados de la Unión parecen bastante dispuestos a enviar a sus propios miembros del Congreso por dos años más. “Según un nueva encuesta USA hoy/Gallup, 54% de las personas dijo que sus miembros del Congreso merece la reelección, frente a 34% que dice que no merecen”. Esto sobrepasa la tendencia de los últimos cinco años. “Esto es algo que a menudo vemos en los sondeos; incluso las personas que desprecian al Congreso mantienen el respaldo por sus congresistas, separando sus problemas de los del país” (Cillizza y Blake).
¿Qué se puede esperar de la continuidad, por otros cuatro años, de la administración de Barack Obama? Frecuentemente, en el segundo período, los presidentes norteamericanos muestran con mayor claridad su tendencia. Ya no tienen que pensar en la reelección. Es verdad que, en esa circunstancia, su partido si tiene interés en una exitosa campaña electoral que le dé continuidad en el gobierno. Sin embargo, la influencia del presidente, en esto, se sobrepone a ese interés partidario. Se ha esperado en el mundo que el presidente cumpla con sus promesas preelectorales: acabar con las guerras de Irak y Afganistán, y cerrar la cárcel establecida para terroristas en Guantánamo. Sin embargo, esto en el plano interno no tiene la misma relevancia. Las batallas políticas más encarnizadas se libran por otros asuntos -ciertamente percibidas por los ciudadanos como de mayor importancia-, como la reforma del sistema de salud, fieramente combatida por los republicanos.
En cuanto a América Latina, es poco probable que haya cambios significativos en un posible segundo período del presidente Obama. Ciertamente el interés norteamericano por la región, ha decaído desde la gestión de George W. Bush. Los intentos de recuperar presencia y mejorar las relaciones -especialmente con los países de la ALBA liderados por Venezuela- no han prosperado. Ante la pregunta de que si la administración de Obama haría algo para lidiar con los regímenes inusualmente agresivos contra Washington –no ha sido la excepción Obama como blanco de acusaciones y ataques verbales-, la respuesta habitual, incluida la de la secretaria de Estado, Hilary Clinton, es que esto no representa un a peligro para su seguridad. Esperan, entonces, que el deterioro de los “boliviarianos”, por ejemplo, cambie las cosas para beneficio de mejores relaciones estadounidenses con esos países. Para Estados Unidos, hay otras preocupaciones importantes: la crisis económica, las relaciones con Europa, el desafío de Irán, el problema israelí-palestino, el crecimiento económico chino, la emergencia de los países llamados emergentes, entre los que indudablemente se cuenta Brasil.
En una eventual administración republicana, probablemente predominará la tendencia a enfrentar con mayor fuerza los embates de los gobiernos afiliados al ALBA. Con Cuba, el futuro dependerá de cuán dispuesto esté el régimen castrista a una apertura democrática.
Sin contar a los “bolivarianos” de Hugo Chávez, que se debaten en la incertidumbre por la grave enfermedad del caudillo, el régimen del presidente Evo Morales es el que con mayor decisión marcha a establecer un modelo radical; el del cambio hacia el socialismo del siglo XXI.
Ha avanzado en establecer mecanismos para perpetuarse en el poder y para lograr la captura del poder judicial como pieza clave para reprimir judicialmente a quienes discrepan con el gobierno. Hay una creencia generalizada de que, si cae Chávez, habría un efecto dominó precipitando la caída de sus socios, entre ellos Evo Morales. Esta situación obligaría a la administración Obama a una muy prudente política, lo que seguramente incidiría en la campaña electoral.
Nuevamente estamos en tiempos de cambio, esta vez con el agregado de la ya larga preocupación por la salud económica de Estados Unidos que puede afectar a muchos.
En la región la incógnita persiste: ¿cuáles serán esos cambios? Definir el nuevo curso de la política hemisférica ya no depende de un solo país. Será lo que resulte de la impredecible actitud de los actores que tienen que ver con el futuro cercano de la sociedad internacional.
Corte de Apelaciones de EE.UU. falla contra ley de salud de Obama
La Corte de Apelaciones del Circuito 11 de Estados Unidos, con base en Atlanta, determinó que el Congreso excedió su autoridad al requerir a los estadounidenses que compraran cobertura, pero también definió que el resto de la ley, de más amplio tango, podía seguir en efecto.
Washington. Una corte de apelaciones dictaminó este viernes que la ley de salud del presidente Barack Obama que requiere que los estadounidenses compren un seguro de salud o enfrenten penalización es inconstitucional, en un duro golpe a la Casa Blanca.
La Corte de Apelaciones del Circuito 11 de Estados Unidos, con base en Atlanta, determinó que el Congreso excedió su autoridad al requerir a los estadounidenses que compraran cobertura, pero también definió que el resto de la ley, de más amplio tango, podía seguir en efecto.
Se espera que la legalidad del llamado mandato individual, piedra angular de la ley de salud de 2010, se decida en la Corte Suprema. El gobierno de Obama ha defendido la provisión como constitucional.
El caso surge de un cuestionamiento realizado por 26 estados del país que argumentaban que el mandato individual, que entraría en efecto en 2014, era inconstitucional porque el Congreso no podía obligar a los estadounidenses a comprar un seguro de salud o enfrentar el prospecto de una penalización.
"Este mandato económico representa una afirmación de autoridad del Congreso nueva y potencialmente ilimitada: la capacidad de forzar a estadounidenses a comprar costosos productos de seguros de salud que han elegido no comprar, y hacerlos recomprar ese producto cada mes durante toda su vida", dijo un panel de tres jueces que votó de forma dividida.
Obama y su gobierno habían presionado para que la ley ayudara a detener los abruptos aumentos en costos de salud y expander la cobertura de seguros a los más de 30 millones de estadounidenses que carecen de ella.
Argumentó que el requerimiento era legal bajo la Cláusula de Comercio de la Constitución. Uno de los tres jueces del panel de la corte de apelaciones, Stanley Marcus, estuvo de acuerdo con el gobierno al discrepar con la opinión de la mayoría.
La mayoría "ha ignorado el innegable hecho de que el poder del comercio en el Congreso ha crecido exponencialmente durante los últimos dos siglos y ahora es generalmente aceptado permitir al Congreso la autoridad de crear reglas que regulen grandes áreas de nuestra economía nacional", escribió Marcus.
Muchas otras provisiones de la ley de salud ya están siendo implementadas.
La decisión contrasta con una de la Corte de Apelaciones del Circuito 6, con sede en Cincinnati, que ratificó el mandato individual como constitucional. El caso ya ha sido apelado ante la Corte Suprema.
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