miércoles, agosto 24, 2011

Rick Perry, el candidato republicano que acusa de "traición" a Bernanke

está "harto" de washington

El gobernador de Tejas opta como candidato republicano para suceder a Obama. Su inicio de campaña no ha dejado indiferente a nadie.

El gobernador de Tejas, Rick Perry | Archivo

Toni Mascaró

El sábado 13 de agosto entró en la campaña presidencial norteamericana el republicano Rick Perry, que actualmente ocupa por tercera vez consecutiva el puesto de gobernador de Tejas. Presenta como principal punto fuerte el llamado milagro económico de Tejas. "Cuatro de cada cinco empleos privados creados en América provienen de Tejas". Su retórica federalista, contraria al centralismo de Washington, y sus duras críticas a la política monetaria de la Reserva Federal le están haciendo ganar apoyos en el Tea Party y enemigos en el Partido Demócrata.

El milagro económico de Tejas

Perry no llevaba ni 24 horas en campaña cuando Paul Krugman le dedicó un artículo en The New York Times titulado "El no milagro de Texas". Según el laureado economista, "en junio de 2011 el nivel de paro de Tejas era 8,2%. Eso era menos que el paro en estados donde ha estallado la burbuja, como California y Florida, pero era ligeramente superior que el paro en Nueva York y significativamente más elevado que el nivel en Massachusetts".

John R. Lott Jr. aclara este análisis: "El nivel de paro en Tejas es ciertamente alrededor de un punto porcentual inferior al de la media nacional y es cierto que otros estados como Nueva York y Massachusetts tienen niveles muy similares".

Y sigue: "Pero las cosas en América están mucho peor de lo que indican las cifras del paro, por la simple razón de que mucha gente ha desistido por completo de buscar trabajo, borrándose así de la fuerza laboral. Esto complica los números, puesto que la gente no sale de la columna de ‘desempleados’ solamente cuando consiguen un trabajo, sino también cuando dejan de buscar uno".

Por lo que concluye: "Por este motivo, aunque Tejas ha creado muchos empleos, su nivel oficial de paro es similar al de esos estados azules [demócratas] como Nueva York y Massachusetts. Es una similitud superficial. Mientras la fuerza laboral de Tejas ha crecido en 350.000 personas desde que terminó la recesión en junio de 2009, Massachusetts ha permanecido prácticamente invariable y Nueva York ha caído en 140.000".

Así pues, según Lott, "mantener un nivel de paro similar al de Tejas no es un logro tan maravilloso como parece cuando tanta gente ha dejado de buscar trabajo. Al final, el resto de los estados sufrirán un problema de paro a largo plazo que Tejas no sufrirá, porque cuando la economía se recupere los que dejaron de buscar trabajo volverán a hacerlo de nuevo. Cuando lo hagan, sigilosamente se sumarán a los números y la disparidad se hará evidente".

Otra de las acusaciones que le echan en cara a Perry es que Tejas tiene el mayor porcentaje de trabajadores que sólo cobran el sueldo mínimo y que tiene el cuarto nivel de pobreza más elevado de todo el país.

El mismo Lott señala: "El mayor problema con ambas afirmaciones es que Tejas tiene el segundo mayor porcentaje de menores de 18 años en todo el país. Los niños con edades comprendidas entre los 0 y los 17 años no suelen tener grandes ingresos, si es que tienen alguno, pero se les incluye de todas formas en los cálculos de renta per cápita. Para comparar adecuadamente lo que la gente gana en diferentes estados un mejor enfoque es comparar el PIB por adulto. En 2008, Tejas ocupaba el 14º lugar, lo cual no es demasiado andrajoso. Y lo que es más importante, desde el día en que Perry se hizo gobernador en el año 2000 hasta 2010 Tejas ha ocupado el 10º lugar en términos de crecimiento del PIB real por adulto. Por el contrario, California se ha situado en el 24º puesto."

"Bernanke es un traidor"

En un encuentro con sus simpatizantes en Cedar Rapids, en el estado de Iowa, le preguntaron sobre la Reserva Federal (FED), y al principio Perry contestó los siguiente: "Pasaré de la Reserva Federal ahora mismo para ser verdaderamente honesto con vosotros".

Pero acto seguido se refirió a Ben Bernanke, el presidente de esa institución, en estos términos: "Si este tío imprime más dinero entre ahora y las elecciones no sé lo que le haríais en Iowa pero nosotros le trataríamos bastante mal ahí abajo, en Tejas. Es decir, imprimir más dinero para jugar a la política en este momento particular de la historia americana es casi traicionero; traición, en mi opinión" (vídeo).

Y añadió: "Eso ya lo hemos intentado. Todo lo que se conseguirá con eso es devaluar el dólar de vuestro bolsillo y eso no nos lo podemos permitir. Tenemos que aprender las lecciones de los últimos tres años, que han sido devastadoras. El presidente de los Estados Unidos ha llevado a cabo un experimento con la economía americana durante casi los últimos tres años y ha salido trágicamente mal y necesitamos enviarle un mensaje claro en noviembre de 2012 de que está llegando un nuevo liderazgo. Que Dios os bendiga".

Posteriormente, a la pregunta de si la Reserva Federal estaba "actuando políticamente para intentar ayudar al presidente" respondió que "si imprimen más dinero entre ahora y las elecciones, yo sugeriría que eso es exactamente lo que está sucediendo".

Por estos comentarios Perry ha recibido críticas de propios y extraños. Nouriel Roubini le dedicó estas palabras en Twitter: "La mente de Rick Perry (sus palabras nauseabundas sobre Bernanke) no es muy diferente a la del asesino de masas de Noruega. Las palabras cargadas causan violencia".

Sin embargo, la idea de que devaluar la moneda es traición ya quedó recogida por Alexander Hamilton en la legislación monetaria original de los Estados Unidos; concretamente, en la Sección 19 de la Coinage Act de 1792, que establece la pena de muerte para cualquier funcionario que devalúe fraudulentamente el dinero del pueblo, como vienen recordando varios expertos.

Pocos días después, siguiendo el camino abierto por Ron Paul -uno de los grandes referentes republicanos del Tea Party-, Perry afirmó que la Reserva Federal debería dar a conocer sus cuentas. "Deberían ser transparentes para que el pueblo de los Estados Unidos sepa lo que están haciendo".

"¡Harto de Washington!"

Cuando a finales del año pasado fue reelegido como gobernador de Tejas dijo que las ideas expresadas en su último libro, ¡Harto! Nuestra lucha por liberar a América de Washington, eran la mejor prueba de que no aspiraba a la presidencia. Comparó la Seguridad Social con un esquema de fraude piramidal al estilo Ponzi y criticó tanto los matrimonios homosexuales como la legalización federal de la marihuana.

Perry considera que esas políticas deberían ser competencia de los estados y no del Gobierno central, siguiendo fielmente la décima enmienda de la Constitución estadounidense, que establece que todos los poderes no reservados constitucionalmente al Gobierno federal quedan automáticamente delegados a los estados y, en su defecto, al pueblo.

"Si no apoyas la pena de muerte y que los ciudadanos lleven pistola, no vengas a Tejas", dijo Perry, sabiendo que su estado es de los que más inmigrantes atrae. Además, añadió: "Si quieres vivir en un estado que tiene impuestos elevados, mucha regulación (y que es favorable a fumar marihuana y al matrimonio homosexual), entonces múdate a California".

Cuando le preguntaron cuáles son las políticas que le habría gustado aplicar en Tejas pero que el Gobierno federal le ha impedido desarrollar, se refirió a la política ambiental. Los funcionarios federales de la Agencia de la Protección del Medioambiente se hicieron con el control de "un proceso de permisos que durante los últimos 16 años ha ayudado a limpiar el aire de Tejas más que cualquier otro estado de la nación, a excepción de Georgia".

Defiende sus posturas federalistas basándose en los Padres Fundadores: "Ellos no creían que todos seríamos similares y no les gustaba el gobierno centralizado ni ordenar a estos estados cómo actuar". Y también las explica desde un punto de vista eminentemente pragmático: "Deja que California, Nuevo Méjico, Nueva York, Tejas y Florida compitan entre sí y serán laboratorios de innovación. Se inventarán la mejor manera de ofrecer asistencia médica".

Perry dice, por ejemplo, que el gobernador de Louisiana, Piyush 'Bobby' Jindal, cuyos padres emigraron de la India, es "uno de los gobernadores más brillantes y capaces del país". Por lo que afirma: "Si él desarrolla un sistema de asistencia médica que nos guste, iremos y nos los apropiaremos y lo aplicaremos en Tejas", pero si un sistema médico falla en un estado no perjudicará al resto del país.

De hecho, Perry saltó al primer plano del debate político en EEUU tras el estallido de la crisis financiera de 2008, después de amenazar a Washington con la secesión de Tejas de EEUU debido al creciente intervencionismo económico del presidente Obama y, sobre todo, tras la reforma sanitaria impulsada por éste.

Republicano, ¿sólo de nombre?

Sin embargo, tanto en las filas conservadoras como en su propio estado, hay quien lleva años tildando a Perry de RINO (Republican In Name Only), republicano sólo de nombre. En 2002 ya molestó a muchos conservadores con su Trans-Texas Corridor, un plan para trazar numerosas autopistas de peaje expropiando terrenos rurales privados, que fue concedido a la empresa española Cintra.

Volvió a ganarse la antipatía de los más conservadores con su propuesta de vacunar a todas las menores contra una enfermedad venérea. En este caso, la empresa agraciada, Merck, tenía en su lobby nada menos que al jefe de gabinete de Perry, Mike Toomey. Al final, la iniciativa no pasó el trámite parlamentario.

La ley que sí consiguió la aprobación del legislativo estatal fue la de sustituir un Impuesto de Patrimonio local por uno sobre Sociedades. Así que ahora los negocios tienen que pagar el nuevo impuesto aunque no generen beneficios. Y puesto que la Constitución de Tejas prohíbe el impuesto estatal sobre la renta, algunos lo han calificado de anticonstitucional. Por si fuera poco, la sustitución se ha quedado corta y el nuevo impuesto ha recaudado unos 5.000 millones de dólares anuales menos en el último lustro. Esto ha creado un problema de déficit estructural en las cuentas públicas de su estado.

Por otro lado, Perry se vanagloria de haber atraído a numerosas empresas a su territorio, generando así muchos puestos de trabajo. Afirma haber impulsado la creación de nada menos que 50.000 nuevos empleos gracias a un fondo estatal para la implantación de nuevas compañías.

Pero este Texas Enterprise Fund, como el Trans-Texas Corridor y las vacunas Merck, no entusiasma a los conservadores y se asemeja más a lo que los americanos llaman corporate welfare, bienestar para las empresas, o crony capitalism, el capitalismo de los compinches.

Y es que, el Texas Observer estudió dicho Fondo el pasado año y descubrió que empresas que habían recibido subvenciones tenían lazos políticos con el gobernador. En concreto, "20 de las 55 empresas del Enterprise Fund han aportado dinero directamente a la campaña de Perry (mediante sus comités o ejecutivos de acción política) o han realizado donaciones a la Asociación de Gobernadores Republicanos, un grupo con sede en Washington, D.C. que Perry presidió en 2008". Según esta investigación, "es incluso posible que el dinero de los contribuyentes procedente del Fondo haya ido a parar a la propia campaña de Perry".

Un nuevo ejemplo de crony capitalism, esta vez más pintoresco, tuvo lugar en un desayuno en New Hampshire cuando espetó: "Banco de América... Te ayudaremos". No es la mejor publicidad para un político que se las da de hombre del pueblo y asegura estar "harto" de Washington, D.C., pero aún así se ha convertido en uno de los candidatos republicanos favoritos del Tea Party para suceder a Obama en la Casa Blanca.

Renato Leduc y el olimpo de los lectores

Javier Aranda Luna

Su vida es tan intensa como su poesía: luego de trabajar en la Mexican Ligth and Power Company se convirtió en telegrafista de Pancho Villa. En esos días de combate conoce al periodista John Reed quien escribirá ese gran reportaje, titulado México insurgente. Después viaja a París, donde conoce a Benjamin Peret y André Bretón. Allá lo sorprende la Segunda Guerra Mundial.

Cuando Hitler invade París y los fascistas bombardean Europa, unas prostitutas parisinas lo ayudan a escapar. En Portugal conoce a la pintora Leonora Carrington, quien también huye de la guerra. Con ella se casa y viaja a Nueva York y de allí regresa a México. Aquí conoce a Pablo Neruda gracias a Nicolás Guillen y combate a Vasconcelos por su catolicismo, su neofascismo y polemiza con Vicente Lombardo Toledano.


Pocos poetas como Renato Leduc han recibido ese homenaje que sólo puede regalar un lector desconocido:


En el cuartucho de una prostituta pequeña y romántica de provincia encontró uno de sus poemas, que no era de los mejores para él, recortado de la página literaria de una revista y enmarcado en un cuadrito azul.


También en una tormentosa noche de juerga en una taberna de Chihuahua un ferrocarrilero ebrio casi le perdonó la vida cuando se enteró que era el autor de unos versos que recordaba y que Leduc contaba entre sus peores poemas.


En otra ocasión alguien le dijo que en el penal de las Islas Marías un presidario recitaba un verso suyo: “yo que la sufro cerca… tu que la lloras lejos” cada vez que le atormentaba la imagen de la mujer por cuyo asesinato había sido condenado.


No sólo eso, la popularidad del que consideraba un banal ejercicio de retórica nunca dejó de sorprenderle: el poema Tiempo, que fue musicalizado y se convirtió en una de las canciones clásicas del repertorio mexicano: Sabia virtud de conocer el tiempo.


Renato Leduc es un caso realmente asombroso en la historia de la poesía mexicana. Mucho tiempo sus poemas se encontraron dispersos. Su famoso Prometeo sifilítico se copió a máquina y en mimeógrafo por décadas. Leduc llegó a contar un centenar de ediciones clandestinas y sólo hasta 1979 conoció una edición normal que le hizo justicia y hoy se incluye en su obra literaria publicada por el Fondo de Cultura Económica.


Otros libros de Leduc de los años 30 en los que mostraba su entusiasmo por las malas palabras y la cultura griega se perdieron. Prometeo fue el único que sobrevivió a la vida clandestina.


Ahora que el lenguaje procaz y la libertad sexual son tendencia, moda, seña de identidad habría que redescubrir al Prometeo sifilítico, que es todo un desplante de maestría y humor para reivindicar al lenguaje popular y a la sexualidad, el cual fue escrito en el remoto año de 1934, y que hoy resulta más atrevido y consistente que muchos intentos de nuestros días. Así explica Prometeo, por ejemplo, el por qué de su castigo:


Los hombres miserables por el monte/ vagaban, persiguiendo a las mujeres,/ y su coito tenía los caracteres/ que tiene el coito del iguanodonte…/ por mi supieron que el sesenta y nueve/ obedece a las leyes del Clynamen/ porque yo lo enseñé, ahora mueve/ cualquier mujer el blando caderamen./ Mi enseñanza cundió por el Urano/ y jodieron hermano con hermana /y los dioses sintieron en el ano/ una sensual hiperestesia humana.


Decía Leduc que aprendió a decir leperadas con los clásicos y con los telegrafistas, los soldados y los carniceros. Leduc quería reivindicar el lenguaje popular. Su riqueza, su constante movimiento, decía, “le quita rigidez, solemnidad al lenguaje…


Los idiomas sólo se renuevan si están moviéndose constantemente”. Cuando uno escribe con un lenguaje fino y rígido, estaba seguro, nadie lo lee. Pero el uso de las malas palabras tenían en Leduc un significado adicional según Carlos Monsiváis: crear los anticuerpos para devastar su odio predilecto: la cursilería.


Poeta de la calle y no de gabinetes como le gustaba decir, icono de cantinas que frecuentaba (y no es una metáfora, pues retratos de él aún penden de sus paredes) Renato Leduc fue uno de los liberadores del idioma español, un verdadero poeta excéntrico que hizo resonar en sus versos a los clásicos y al lenguaje popular.


Para Octavio Paz, Leduc supo oír y recoger el oleaje urbano. No sólo eso: también supo transformarlo con humor y melancolía, en breves e intensos poemas. Este poeta que quiso desolemnizar a la poesía le pareció a Salvador Novo simplemente maravilloso, genial, exquisito.


Pero a pesar de los elogios por su trabajo de poeta, nunca le dio importancia a la poesía, no me gustaba porque en la época que yo era joven los poetas eran extraordinariamente cursis. Eso de que El duque Job era un gran poema que consonantaba bistec con Chapultepec me causaba risa.


Las bravuconadas de Díaz Mirón también eran risibles. Eso de que yo nací como león para el combate… Cuando uno conoce personalmente a los poetas se da cuenta que quien dice ser león es un señor enclenque.


A Pepe de la Vega, un querido amigo mío que decía yo soy un aventurero… lo veía pasar todos los domingos con su esposa y como con seis chamacos cargando los pañales. Yo decía cómo Pepe va a ser un aventurero.


Justino Palomares, un poeta muy maleta de Durango, tenía callos o juanetes, el caso es que no podía andar y se las daba de pirata, de corsario y de no sé qué cuantas cosas. Un señor con reumas cómo puede ser corsario.


El pasado 2 de agosto se cumplieron 25 años de la muerte de Renato Leduc, el último poeta con vida de poeta como escribieron unos, el último bohemio como dijeron otros. El poeta de versos sentimentales, eróticos y sarcásticos que sólo ha sobrevivido por la tenacidad de sus lectores.

El colapso del intervencionismo cerril

Crisis

El colapso del intervencionismo cerril

Juan Ramón Rallo

Después del fracaso de todo tipo de intervencionismo, los inversores han perdido toda confianza en que nuestros políticos vayan a tomar alguna medida acertada que no se base en el más pauperizador de los populismos cortoplacistas.

Por supuesto a nuestros políticos les sale muy a cuenta endilgarles la responsabilidad de su muy defectuosa gestión a entes externos: "los mercados", "los especuladores", "la desregulación", "la avaricia", "la codicia", "el Tea Party" y ahora, también, las agencias de calificación que, como Standard and Poor’s (S&P), no arriman el hombro. Nunca, claro, a su propia incompetencia, a su incontenible apetito por el gasto, a su sola receta de subir impuestos y monetizar los déficits, a su renuencia a liberalizar los mercados. Carlos Rodríguez Braun lo ha resumido muy acertadamente en una de sus máximas más populares: "El mejor amigo del hombre no es el perro, sino el chivo expiatorio".

Retrospectivamente nos intentarán hacer creer que la marcha de la economía se torció cuando S&P osó rebajar el rating de EEUU o incluso cuando los republicanos más ultraderechistas pusieron en jaque el acuerdo para elevar el techo de deuda. También nos vendieron la moto de que la crisis de 2008 se debió a la torpe decisión de dejar quebrar a Lehman Brothers, cuando en marzo de ese año había caído Bear Stearns (el quinto banco de inversión del país) y una semana antes los dos gigantes hipotecarios semipúblicos de Fannie Mae y Freddie Mac. Vamos, que la economía iba viento en popa a toda vela. Pero no nos dejemos engañar: durante la semana pasada, habiéndose suscrito la elevación del techo de deuda, la bolsa estadounidense ya se desinfló un 8% debido a las crecientes señales de la debilidad económica del país (mínimos de actividad fabril y del volumen de negocios de los servicios y revisión a la baja del crecimiento del PIB) y a la incertidumbre procedente por el cada vez más probable estallido de la Eurozona.

El desastre de este lunes, uno de los peores días del mercado de valores en su historia, no se debe a la degradación de S&P, ¿cómo iba a hacerlo? Los efectos de rebajar el rating sobre la deuda soberana, de momento, han sido beneficiosos para las finanzas del Tesoro: el bono a 10 años de EEUU, lejos de encarecerse, se abarató un 5% (como algunos, por cierto, ya habíamos pronosticado al decir que la deuda de EEUU sigue siendo, de momento y pese a todo, el activo más seguro del mundo y que todo pánico de mercado tendería a traducirse en compras generalizadas de la misma).

Al contrario, los problemas son otros: la monetización masiva de bonos españoles e italianos por parte del BCE no resuelve a medio plazo los problemas de solvencia de Eurozona, los sucesivos Quantitative Easings de Bernanke han sido del todo inútiles para propiciar un crecimiento sostenible de EEUU, y Obama, lejos de estar dispuesto atajar los auténticos problemas de fondo de su economía (los desproporcionados gastos sociales que se incrementarán exponencialmente en el futuro) está jugueteando con agresivas subidas de impuestos que sólo descapitalizarán más a los ahorradores y a las empresas privadas.

Después del fracaso de todo tipo de intervencionismo, los inversores han perdido toda confianza en que nuestros políticos vayan a tomar alguna medida acertada que no se base en el más pauperizador de los populismos cortoplacistas. Para muchos, no obstante, el dirigismo estatista con el que nos han estado aplastando estos tres últimos años se ha quedado corto. Es lo que tienen los fanatismos y las fes ciegas: si el cien milmillonario plan de estímulo de Obama no ha funcionado, es porque no se duplicó su cuantía (Krugman dixit); si las billonarias monetizaciones de deuda de Bernanke no han surtido efectos, es porque no continúa indefinidamente con ellas (Scott Sumner dixit). Se llama disonancia cognitiva y es un trastorno psíquico perfectamente recogido por la Psicología.

Veremos cuál es la próxima barbaridad con la que buscan robarnos la cartera. Pero desde luego, así no se restituye ninguna confianza en el sistema de mercado y en la creación de un marco jurídico estable en el que apetezca invertir y generar riqueza a largo plazo. Sobre todo porque si personas como Obama o Zapatero están gobernando es porque millones de personas los auparon al poder y aun hoy continúan sin darse cuenta de sus muy profundos errores.

Juan Ramón Rallo es doctor en Economía, jefe de opinión de Libertad Digital y profesor en el centro de estudios Isead. Puede seguirlo en Twitter o en su página web personal. Su último libro es Crónicas de la Gran Recesión (2007-2009).

Cuando los fantasmas del pasado te persiguen

Krugman

Juan Ramón Rallo

&quote&quoteLo peor de sus disparatadas declaraciones no es que jamás las pronunciara, sino que que aquello que era un claro intento de ridiculizarlo pasó por un típico razonamiento suyo hasta que él mismo se desmarcó.

Se ha molestado Krugman por que la blogosfera derechista se haya hecho eco de unas falsas declaraciones suyas en las que lamentaba que el terremoto del pasado martes en Washington D. C. no hubiese sido más potente para así estimular el gasto público y relanzar la economía. Decía el falso Krugman:

La gente de Twitter puede reírse, pero estoy hablando seriamente: veríamos un gran incremento en el gasto y por tanto en el crecimiento económico si el terremoto hubiese sido más dañino.

Al poco tiempo, el verdadero Krugman apareció y negó que la frase fuera suya, a lo que apostilló:

Aparentemente alguna gente no puede encontrar suficientes cosas para atacarme en lo que escribo, de modo que se dedican a inventarse declaraciones mías.

Se equivoca el Nobel. Lo peor de sus disparatadas declaraciones no es que jamás las pronunciara, sino que aquello que era un claro intento de ridiculizarlo pasó por un típico razonamiento suyo hasta que él mismo se desmarcó. Al cabo, ni sería la primera vez que un economista keynesiano –el primero el propio Keynes– ha elogiado los efectos estimulantes de un seísmo destructor, ni tampoco la primera que Krugman desbarra con gravedad.

Hagamos un poquito de memoria:

Para combatir la recesión es necesario que la Fed responda con contundencia; hay que incrementar el gasto familiar para compensar la languideciente inversión empresarial. Y para hacerlo Alan Greenspan tiene que crear una burbuja inmobiliaria con la que reemplazar la burbuja del Nasdaq (2 de agosto de 2002).

El hecho es que, en general, las guerras son expansivas para la economía, al menos en el corto plazo. Recordad, la II Guerra Mundial puso fin a la Gran Depresión. Los 10.000 millones de dólares que cada mes gastamos en Irak van dirigidos, sobre todo, a adquirir bienes y servicios producidos en EEUU, lo que significa que la guerra ha sustentado la demanda" (29 de enero de 2008).

Si descubriéramos que unos extraterrestres tienen planes de atacarnos y necesitáramos una producción masiva de armamento para defendernos, podríamos dejar de preocuparnos por la inflación y los déficits presupuestarios, con lo que esta crisis terminaría en 18 meses. Y si después descubriéramos que nos equivocamos, que no había extraterrestres ahí fuera, mejor que mejor... (14 de agosto de 2011).

O por no alejarnos demasiado de la influencia económica de los terremotos:

Y sí, con esto quiero decir que una catástrofe nuclear [en Japón] podría terminar acarreando efectos expansivos sobre la economía, tal vez no para la japonesa, pero sí para la mundial (15 de marzo de 2011).

Vamos, que si no lo dijo podría haberlo dicho perfectamente; lo de menos es que, en esta ocasión, el despropósito no fuera suyo. De hecho, fijémonos en los motivos que ofrece el Nobel para repudiarla:

Los desastres naturales en EEUU no estimulan enormes incrementos en el gasto público, sólo hay que mirar la poca influencia sobre el presupuesto que tuvo el huracán Katrina.

Vamos, que para Krugman el problema de los terremotos no reside en la bobada de pensar que destruir riqueza es igual a crearla, sino en que los políticos estadounidenses son demasiado austeros... incluso tras una catástrofe natural. Si no tuvieran ese exceso de celo, entonces sí: cuanto más devastador fuera un terremoton y cuanto más gastara el Estado para reponer sus destrozos, tanto mejor.

Lo dicho, no hace falta inventarse nada para dejar por los suelos el prestigio de Krugman, del keynesianismo y de su Antieconomía. Él solito lo consigue a diario.

Juan Ramón Rallo es doctor en Economía, jefe de opinión de Libertad Digital y profesor en el centro de estudios Isead. Puede seguirlo en Twitter o en su página web personal. Su último libro es Crónicas de la Gran Recesión (2007-2009).

Alan Greenspan: "El euro se está desmoronando"

"Y el oro no está en una burbuja"

Advierte de que su "proceso de descomposición" está creando graves dificultades a la banca europea y teme su impacto sobre EEUU.

El ex presidente de la FED, Alan Greenspan, acaba de ofrecer su particular diagnóstico sobre la crisis de deuda que sufre la zona euro. Y su visión no es, precisamente, optimista. "El euro se está desmoronando y su proceso de descomposición está creando dificultades considerables para el sistema bancario europeo", informa Bloomberg.

Durante su intervención el martes en el Foro de Innovación Nacional señaló a los asistentes que los líderes europeos deben volver a evaluar la viabilidad de una unión monetaria entre 17 países que mantienen ideas muy diferentes sobre políticas económicas y monetarias. De este modo, parece coincidir con la opinión de otros expertos que en los últimos días arrojan dudas crecientes acerca de la supervivencia del euro, tal y como se concibe en la actualidad.

Por otro lado, Greenpan se mostró relativamente optimista sobre la economía de EEUU, aunque advirtió de que las mayores amenazas para la primera potencia mundial provienen de Europa, reafirmando así los recientes temores expresados por la Reserva Federal (FED) en cuanto al impacto que podría tener la crisis de la zona euro sobre la banca estadounidense. También se muestra menos preocupado que la mayoría de analistas por una recaída en la recesión, pero, "sin duda, esta probabilidad está en aumento", matiza.

Por último, afirma que el oro, cuyo precio ronda los 1.900 dólares por onza, no está viviendo una burbuja. "El mayor impulso en la demanda de oro no es para la joyería. No es otra cosa que una huida [valor refugio]" debido a que los inversores perciben que el actual sistema fiduciario -papel moneda- "se está deteriorando".

El Congreso: una lacra nacional

Román Revueltas Retes

Los titulares de primera plana de Milenio Diario, ayer, no pudieron ser más explícitos: en nueve meses, el Congreso no le aprobó una sola iniciativa de ley al jefe del Ejecutivo. Ni una.


¿Puede un presidente gobernar así a un país? O, mejor dicho ¿puede hacer bien su trabajo?


Sabemos perfectamente cuál es la principal misión de los legisladores de nuestra desleal oposición: que al presidente no le salgan las cosas, que no le vaya bien, que no coseche éxitos y que no logre sus propósitos. Si, de pasada, se llevan al país entre las patas, pues, qué le vamos a hacer. Es un mero detalle.


Presumen de patriotas y se ocupan de asunto trascendentes como exigir la devolución de una condecoración otorgada por un gobierno extranjero a un funcionario mexicano (sí, señoras y señores, una de las más estúpidas de nuestras leyes —pero, por favor, que no se le ocurra a ninguno de ustedes solicitar que la cambien— obliga a realizar el trámite de pedir, bien comedidamente, permiso a la Cámara muy Baja y, probablemente, a la Un poco Menos Baja, para poder recibir tales distinciones y, si no se cumplen dichas formalidades, hay que devolver la medallita y el collar.


Es más, se hablaba de entablar un “juicio político” contra el insolente infractor, de nombre Genaro García Luna que, por cierto, es un personaje que goza de un sólido prestigio internacional, ya que hablamos de condecoraciones) y reconvenir a los muchachos de las selecciones de futbol por no cantar con el debido entusiasmo y la obligada reverencia el Himno Nacional cuando suenan sus notas en la cancha, pero cuando ves los resultados que ofrecen te das cuenta que su productividad es prácticamente nula.


Así perdimos casi un sexenio entero. Y así seguiremos hasta que el país se hunda de verdad.


Bravo, señores. Se han ganado a pulso la pésima reputación que tienen, el repudio del pueblo y un lugar ignominioso en la historia de México.

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