lunes, noviembre 12, 2012

EE.UU.: La libertad es esencial para lograr la prosperidad

por James D. Gwartney, Robert Lawson, Joshua Hall


James Gwartney, Robert Lawson y Joshua Hall son co-autores de Libertad Económica en el Mundo: Informe Anual publicado conjuntamente en EE.UU. por el Fraser Institute y el Cato Institute.
A medida que el país entra a la recta final de la temporada electoral, los candidatos de ambos partidos prometerán políticas que aseguran, mejorarán nuestra calidad de vida. Mientras que el énfasis del debate político estará en la recuperación económica y el empleo a corto plazo,  la fuente de prosperidad a largo plazo es la libertad económica.
La libertad económica significa que las personas son libres de escoger, intercambiar, competir, invertir, y cosechar los frutos de su trabajo protegidos contra agresiones dentro de un marco legal de igualdad ante la ley y mínima interferencia del Estado. La relación entre la libertad económica y la prosperidad es impresionante: Las economías más libres invierten más, crecen más rápidamente, y alcanzan niveles de ingreso mayores a las economías menos libres.

El sistema de rapiña: Pobres los pobres

por Alberto Benegas Lynch (h)
Alberto Benegas Lynch (h) es académico asociado del Cato Institute y Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
Es difícil saber a ciencia cierta que proporción de las economías del llamado mundo libre opera bajo le égida del capitalismo en el sentido del respeto a la propiedad privada y, consecuentemente, a los contratos y que parte está dominada por la sociedad hegemónica, es decir, la intromisión de los aparatos estatales en los negocios de la gente. De todos modos, puede afirmarse que el bocado que maneja el Leviatán es creciente en grado alarmante y a su paso va dejando poco espacio para la administración de las haciendas por parte de los que nominalmente figuran como sus titulares.

Bradbury y nosotros

por Alberto Benegas Lynch (h)
Alberto Benegas Lynch (h) es académico asociado del Cato Institute y Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
El “pan y circo” viene desde hace tiempo como una trampa mortal de gobernantes para domesticar y mantener a sus súbitos distraídos. El estudio y el conocimiento son enemigos de los demagogos y megalómanos porque provocan cuestionamientos y crean inconformistas.
Junto a Crónicas marcianas en la que se hacen ejercicios de “lateral thinking” a través de episodios como el comentario de protagonistas en el sentido de que no se puede vivir en la Tierra “debido a que hay oxígeno”, Fahrenheit 451 es la obra cumbre de Ray Bradbury parida en 1950 y con infinidad de ediciones en múltiples lenguas.

El sistema de rapiña: Pobres los pobres

por Alberto Benegas Lynch (h)
Alberto Benegas Lynch (h) es académico asociado del Cato Institute y Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
Es difícil saber a ciencia cierta que proporción de las economías del llamado mundo libre opera bajo le égida del capitalismo en el sentido del respeto a la propiedad privada y, consecuentemente, a los contratos y que parte está dominada por la sociedad hegemónica, es decir, la intromisión de los aparatos estatales en los negocios de la gente. De todos modos, puede afirmarse que el bocado que maneja el Leviatán es creciente en grado alarmante y a su paso va dejando poco espacio para la administración de las haciendas por parte de los que nominalmente figuran como sus titulares.

Las verdaderas víctimas de la guerra contra las drogas en México

Las verdaderas víctimas de la guerra contra las drogas en México

Printer-friendly versionSend to friendpor Mary Anastasia O'Grady
Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.
Después de que el martes los votantes en los estados de Colorado y Washington aprobaran la legalización de la marihuana, nace la esperanza de que el gobierno de EE.UU. esté al principio del fin de su larga, tortuosa e inútil guerra federal contra las drogas.
Si la Constitución estadounidense vale de algo, al gobierno nacional nunca se le dio el poder de regular el uso de droga dentro de los estados. Esa prerrogativa le pertenece a los gobiernos estatales, aunque el Departamento de Justicia de Barack Obama ya ha anunciado que planea defender la posición de "niñera estatal" que indica que el gobierno central tiene que proteger a las personas de ellas mismas.

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